Descárgate GRATIS la guía Cómo Defenderte cuando Alguien Traspasa tus Límites

Diez aprendizajes imprescindibles para no repetir una relación tóxica

Diez aprendizajes imprescindibles para no repetir una relación tóxica - pareja abrazándose

Si has estado en una relación tóxica, la clave imprescindible para que no te vuelva a suceder lo mismo es que reflexiones sobre lo que te ha pasado y lo que te llevó a caer ahí y, sobre todo, a quedarte más tiempo del necesario.

Cuando no haces este aprendizaje, el resultado es que vuelves a caer en otra relación del mismo tipo, y otra, y otra, pensando que lo tuyo es mala suerte y sin darte cuenta de que el problema es que no has aprendido lo que necesitabas aprender.

Por eso quiero compartir contigo los diez aprendizajes imprescindibles para no repetir una relación tóxica. Y lo voy a hacer poniéndote muchos ejemplos de aprendizajes reales, míos o de personas que han trabajado conmigo después de pasar por una relación de este tipo (y si quieres trabajar esto conmigo, rellena el formulario para tener una sesión de valoración):

1.¿Qué ha fallado?

Necesitas preguntarte qué ha fallado y tenerlo muy claro.

Por ejemplo, “que confié en esa persona más que en mí misma. Que, a pesar de sentirme mal, me creía lo que él me decía y pensaba que era yo la que estaba equivocada”.

O “que le idealicé mucho desde el primer momento, con todo su bombardeo de amor, piropos y detalles, y cuando empezó a cambiar me parecía imposible que éste fuera él y me empeñé en que el real era el que había visto al principio”.

2.¿Cuándo tendría que haberme ido o haber hecho algo diferente?

Necesitas tener muy claras las señales de alarma que te indican que esa persona te está generando malestar, para que a la primera que haya una te pongas alerta.

“El primer día en que me habló mal tendría que haber puesto un límite muy claro y decirle que yo no voy a permitir que me hable así”.

“El momento en el que empecé a sentir que el otro era incapaz de querer, como cuando me dijo que no tenía ganas de darme un abrazo, y me empecé a culpar a mí misma pensando que la que lo estaba haciendo mal era yo. Lo hice para tener control sobre lo que estaba pasando, para sentir que si descubría lo que estaba haciendo mal podría arreglar la situación, pero en ese momento tendría que haberme ido”.

3.¿Por qué no me fui?

“No me fui porque tengo la idea de que el amor es eso. De pequeña vi muchas discusiones, gritos y trifulcas, entre mis padres y de ellos hacia mí, y es como que eso me hace sentirme vista por el otro. Como no recibía afecto en positivo y tampoco aprendí a pedirlo, me he acostumbrado a los conflictos y prefiero eso a la indiferencia o a no sentirme vista por el otro”.

“No me fui porque para mí el amor implica esa adrenalina y esa excitación que viene con la reconciliación después del enfrentamiento. Ese `ni contigo ni sin ti”.

“No me fui porque aprendí que en las relaciones de pareja hay que aguantar. Veía que mis padres no estaban bien pero no se separaban y me he creído que el amor tiene que ser para toda la vida”, que me contaba una coachee al darse cuenta de que en su familia, generación tras generación, se habían ido perpetuando las relaciones tóxicas, y que ella quería romper con ese patrón para que su hijo no lo repitiera y aprendiera que cuando no quieres a alguien o no estás bien en una relación te puedes ir.

4.¿Qué hay en mí que hizo que me quedara enganchada en esa relación?

“Que tengo la culpa muy interiorizada y siempre tiendo a hacerme responsable de lo que hacen los demás y a culparme a mí misma de todo, en parte por esa necesidad de aprobación…”.

“Que, como me sentí muy rechazada en mi infancia y en mi adolescencia, me cuesta mucho rechazar a alguien y me esfuerzo mucho por empatizar con él, ponerme en su lugar, comprenderle y ayudarle en todo lo que pueda. Como si yo no tuviera derecho a dejar a alguien o sintiera la obligación de darle lo que yo no recibí”.

“Que necesitaba entender lo que estaba pasando y por qué el otro se comportaba así, porque era incapaz de aceptar que alguien a quien quería tanto me estuviera manipulando o haciéndome daño de esa manera. Le daba vueltas a si sería porque era con lo que él había crecido, que pobrecito y que no podía ser una mala persona”.

“Que he crecido en un ambiente muy agresivo, tengo mucha tolerancia a las faltas de respeto y nadie me enseñó a poner límites. Por eso creo que aguanté más de lo normal”.

“Que soy una persona que da mucho, muchísimo, en las relaciones. Y él al principio sí me daba, pero después dejó de dar y ya solo quería recibir. A partir de ahí él nunca recibía suficiente y yo cada vez daba más y pedía menos”.

“Que soy muy luchadora y me cuesta mucho dar por perdida una batalla. Como siempre que me propongo algo lo consigo, me quedé empeñada en que esto también lo tenía que conseguir”.

“Que aprendí a relacionarme dando una de cal y otra de arena, como que si alguien te tiene demasiado segura se va a ir. Normalicé esa estrategia de no dar mucho para que no se relaje, de que si hoy he estado más cariñosa, mañana me corto para que vea que no me tiene tan segura. Y ahora me doy cuenta de que con este pensamiento lo único que conseguía era atraer a personas tóxicas que se vinculan igual que yo”.

5.¿Qué quiero hacer diferente la próxima vez?

“Quiero hacerme responsable de mí misma, hacerme cargo de lo que siento, darme lo que necesito y no volver a responsabilizar al otro o a culparme a mí”.

“Quiero poner límites desde el primer momento que algo me moleste y cumplirlos. Tener muy presente que si alguien me hace sentir mal es motivo suficiente para poner distancia y que tengo derecho a hacerlo. No quiero volver a sentirme culpable ni a pensar más en el otro que en mí. Y no quiero volver a seguir quejándome y quejándome con la esperanza de que el otro cambie. La que voy a cambiar y a ser firme seré yo”.

“La próxima relación la voy a empezar con más calma y voy a inmunizarme a esos excesos de amor del otro, porque ahora sé que nadie puede darlo todo por mí ni dejar su vida de lado a los cuatro días de conocerme, que eso no es sano y que una relación avanza a medida que vas conociendo al otro”.

“Por nada del mundo voy a volver a dudar de mí ni de lo que estoy sintiendo. Si en algún momento el otro me deja de dar, hace algo que rompe mi confianza, me falla, me decepciona o me miente, voy a escuchar lo que siento y a recordar que mis emociones me quieren proteger. No voy a volver a contarme que es que me rayo demasiado o que soy muy susceptible. Lo que siento es sagrado para mí y no voy a volver a querer cambiarlo ni a engañarme para no ver lo que está pasando. Ahora sé que el sentirme insegura no siempre es un problema mío y que no puedo sentirme segura donde no me hacen sentir así”.

6.¿Qué aprendí yo del amor? ¿Qué tienen que ver esos aprendizajes con esto que me ha pasado?

Es decir, entender cómo aprendiste a vincularte con tus referentes, en especial con tus padres. Cómo te dieron cariño, cómo lo recibiste, qué aprendiste a hacer para sentirte querida, cómo aprendiste tú que era una relación de pareja por lo que viste en ellos y en su manera de tratarse…

Un niño no nace sabiendo qué es un amor sano y qué no lo es. Nadie se lo explica, sino que lo aprende por lo que ve en su entorno más cercano. ¡Y aprendemos tantas cosas que no tienen que ver con el amor sano! Que si tienes que buscar a tu media naranja para que te complete, que si en el amor hay que luchar, que si las relaciones no son fáciles y tienes que estar esforzándote constantemente, que si todos los hombres son iguales, que si separarte es un fracaso, que si necesitas una pareja para ser feliz…

Lo mismo que un niño tampoco nace sabiendo dónde están sus límites ni cómo ponerlos. Y si no tiene un ejemplo sano por el que aprenda a escuchar y a legitimar cómo se siente con lo que hacen los demás, y además ve que sus referentes no ponen límites, no puede saber qué es lo normal y qué NO es lo normal.

Aprenderá que tiene que aguantar, que lo que siente no está bien y que es demasiado susceptible y se lo toma todo muy a pecho. Y así es como, de adulto, seguirá aguantando y aguantando, porque no ha tenido un ejemplo de lo que es valorarse, respetarse y cuidar de uno mismo. Porque ha mamado el miedo a estar sin el otro y que lo más importante es mantener la relación por encima de todo.

En mi opinión, casi siempre que terminamos en relaciones tóxicas tiene que ver con alguna carencia de la infancia, sea consciente o no. Porque si has tenido la suerte de haber crecido con afecto y reconocimiento, de que te hayan dado amor incondicional y te hayan hecho sentir valiosa e importante, es mucho más difícil que te quedes con alguien que no te hace sentir así.

7.¿Estoy eligiendo a esta persona de forma consciente? ¿Veo en ella lo que es imprescindible para mí?

Elegir a alguien de forma consciente no es elegirle porque te gusta mucho una cosa e ignorar todo lo que no te gusta ni te hace sentir bien.

Ni tampoco es quedarte con la primera persona que muestre interés por ti porque en el fondo te parece imposible que si alguien te conoce de verdad se pueda interesar por ti, y es como que el simple hecho de que el otro se fije en ti ya te resulta suficiente para fijarte en él.

Elegir de forma consciente es escuchar cómo te sientes con alguien. Tener el foco puesto en cómo tú te sientes, ¡no en cómo se siente el otro contigo!

Cómo te sientes cuando le conoces, cómo te sientes cuando poco a poco vas descubriendo cómo es, cómo te sientes cuando le ves en situaciones diferentes… Y teniendo muy presente que necesitas darte tiempo y vivir experiencias de todo tipo a su lado para conocerle de verdad.

8.¿Debería replantearme el perfil de persona en la que me fijo?

Me hace mucha gracia cuando en First Dates sale alguien diciendo que le ha ido muy mal en el amor y después le ponen a un chico agradable y simpático y desde el primer momento se cierra en banda a conocerle porque “no encaja en mi perfil”. Vamos a ver, si con tu perfil te ha ido muy mal, ¿no será que necesitas replantearte algo? Que por supuesto que esto no quiere decir que tengas que forzarte a que te guste alguien que no te gusta, pero ¿y si al menos te dieras la oportunidad de conocerle? ¿Y si te plantearas que, tal vez, en lo que te has estado fijando hasta ahora no es lo mejor para ti?

Por eso, para encontrar lo que quieres, es importante que empieces por definirlo con mucho detalle, por tener muy, muy claro lo que buscas en esa pareja, para que puedas filtrar lo que no encaje o no sea acorde a ti (y esto siempre empieza por conocerte bien a ti misma).

Cuanto más claro lo tengas, más fácil será que conozcas a alguien que encaje contigo, con cómo eres, con cómo piensas, con tu estilo de vida, tus valores, tu manera de relacionarte, tu nivel de desarrollo personal, lo que es importante para ti, que te guste cómo es y te sientas cómoda con cómo se comporta…

Y siempre siendo muy honesta contigo misma y con cómo te hace sentir el conjunto, sin engañarte obviando las partes que no te gustan del otro o pensando que ya cambiará.

9.¿Cuánto de lo que me ha pasado tiene que ver con el concepto que tengo de mí misma y lo que me quiero y me valoro?

Por ejemplo, si te das cuenta de que a menudo tienes miedo de no encontrar a alguien que quiera estar contigo.

O si te das cuenta de que cuando estás en pareja dejas de ser tú y estás como disfrazada porque crees que tienes que ser lo que el otro espera de ti.

O si te das cuenta de que en cuanto alguien es cariñoso contigo o te dice cuatro cosas bonitas te vuelcas en esa persona y te quedas enganchada.

O si te das cuenta de que te enganchas a ese perfil que un día te trata bien y otro te trata mal, dejando así que cómo tú te sientes dependa del otro, porque tu autoestima se infla y se hunde en función de cómo se comporte. Y necesitando constantemente que te vuelva a dar ese chute de cariño para poder sentirte bien.

En definitiva, si te das cuenta de que algo de lo que hizo que terminaras en esa relación tiene que ver con tu autoestima, y casi siempre es así, es ahí donde más necesitas trabajar.

En descubrir las cualidades que te hacen especial para que los demás también puedas verlas, porque si tú no crees en ti tampoco dejarás que los demás vean lo mejor de ti.

En gustarte y sentirte digna y merecedora de lo mejor siendo tú misma y saber que no vas a aceptar menos que eso.

En satisfacer tú, la primera, tus necesidades de afecto y de reconocimiento. Darte tú eso que antes buscabas en los demás para que si el otro tiene ese perfil de “bombardeo de amor” no te enganches y para que si te lo deja de dar no te vuelvas a quedar vacía.

En saber dónde están los límites que para ti son indiscutibles y lo que de ninguna manera estás dispuesta a permitir.

En construir tu autoestima en base a ti, a lo que tú piensas de ti y a lo que crees de ti misma, en vez de hacerlo en base a lo que piensen los demás.

Que no siempre que caes en una relación de este tipo tiene que ser porque tengas una baja autoestima, pero lo que sí es seguro es que tu autoestima se resiente después de una relación así. Por eso siempre necesitarás fortalecerla.

10.¿Me siento a gusto estando sola sin pareja?

Si necesitas tener pareja para sentirte valiosa, si sientes pánico ante la idea de quedarte sola, elegirás desde la necesidad.

Y, como dice una frase que leí hace tiempo, “la gente hambrienta hace malas compras”.

Por eso estarás todo el rato pendiente de conocer a alguien, buscando posibles candidatos en cada persona con la que te cruces, y quedándote donde no te sientes bien (y, a más te quedas, más se fortalece la dependencia).

En cambio si tú sabes estar bien sola, te sientes completa sin una pareja y estás a gusto contigo misma, cuando te sientas mal con alguien te irás. Aceptarás que durante un tiempo puedes echar de menos a esa persona, pero confiarás en que pronto te recuperarás y volverás a estar bien sola. Porque tú eres lo primero para ti.

Cuando integres todo esto y hagas un trabajo profundo de reflexión y autoconocimiento, si la próxima vez la relación sale mal, te irás sin dudarlo, porque ya no tienes nada que hacer ahí.

¿Qué me dices? ¿De qué te has dado cuenta al leer el post? Si te apetece puedes compartirlo conmigo en los comentarios aquí debajo.

¿Quieres más consejos?

Apúntate GRATIS y recibe cada semana herramientas y recursos para tener Más Seguridad, Más Felicidad y Más Bienestar.

Sí, acepto la Política de protección de datos.

Acerca de Vanessa Carreño

Trabajo con mujeres que se sienten inseguras, no se valoran ni tienen confianza en sí mismas, le dan muchas vueltas a la cabeza y se preocupan mucho por lo que piensen los demás.

Con mis programas de Autoestima, Relaciones Personales y Dependencia Emocional consiguen ganar confianza en sí mismas y sentirse seguras y capaces de alcanzar sus objetivos. Aprenden a valorarse, se atreven a ser ellas mismas y empiezan a disfrutar de su vida y de sus relaciones.

¿Quieres que te ayude a ti también? Solicita una sesión de valoración gratuita conmigo rellenando este formulario.

12 comentarios

12 comentarios
  1. Nailera 27/01/2022

    Buen artículo, Vanessa! Como siempre, parece que está escrito para mi. XD

    Aprovecho para hacer una pregunta que hace semanas me ronda por la cabeza: referente al punto 7, y teniendo en cuenta que vengo de dos relaciones largas y tóxicas, me planteo que el amor para que funcione necesita estar “muy bien calculado”. ¿Es verdad?

    Es decir, ahora ya estoy aprendiendo dónde están mis límites en una relación, lo que quiero de una pareja, cómo me debo sentir yo estando en pareja… saber todo esto, tenerlo calculado, parece que le quita importancia al enamoramiento.

    A ver si me explico mejor: vivo como si tuviera que vigilar de quien me enamoro. Que al próximo chico que conozca, ya le he puesto mentalmente muchas “green flags” que tiene que cumplir, y que si no las cumple, pues le TENDRÉ que rechazar.

    Me siento como que la vida ha perdido misterio.

    PD: es probable que sea yo la que lo enfoca mal, porque tengo la presión social de que el próximo sea el definitivo con el que montar YA una familia. Y no sé cómo quitarme de la cabeza esta presión. Lo hablaré con mi psicóloga en la próxima visita.

    Gracias de antemano por tus consejos y respuesta!

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 07/02/2022

      Hola Nailera,
      Más que bien calculado, te diría “bien sentido”. Que al conocer a alguien y en todo ese proceso seas consciente de cómo te vas sintiendo, escuchándote y priorizándote siempre a ti misma desde ahí. Y también que el estar con alguien no nazca de una necesidad de no estar sola o de montar una familia, porque eso hará que en determinados momentos anules lo que estás sintiendo para que esa relación funcione.
      Creo que así no se pierde misterio, que se puede disfrutar igualmente del proceso de enamoramiento, pero se gana en consciencia y amor propio, que es la base previa para una relación sana.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  2. Pilar 27/01/2022

    Enhorabuena por un post tan fantástico Vanessa! Siempre das en el clavo y lo explicas de manera que es tan fácil de entender.

    Yo me identifico con lo que dices de no poner límites cuando te tratan mal y con el enganche. Y sobre todo con lo de la culpa interiorizada.

    Por eso de lo que tengo miedo es de enamorarme o relacionarme en general porque estar sola es mi zona de confort. Ahí nadie puede dañarte. Pero somos seres que necesitamos amar y ser amados. Así que sufro estando sola y cuando atisbo una posible relación, en eso estamos trabajando. Y sí… está todo relacionado con fortalecer la autoestima, siempre. Pero qué difícil es caer en relaciones sanas, últimamente parece que estamos todos un poco locos ;/ siempre con los tiras y aflojas. Ojalá nos relacionáramos todos más desde el corazón sin tanta estrategia.

    Mil gracias Vanessa, eres un regalo!

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 07/02/2022

      Hola Pilar,
      Cuando tú sientes que te quieres y que has aprendido de lo que te ha pasado y de lo que necesitas hacer diferente la próxima vez, ese miedo a enamorarte y a relacionarte desaparece. Desde ahí puedes ser tú misma y relacionarte con confianza, desde el corazón y sin estrategia, que es la manera de que también puedas encontrar lo mismo y saber alejarte de lo que no va por ahí.
      Muchas gracias por tus palabras.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  3. Mónica 27/01/2022

    Es buenísimo el artículo, gracias

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 07/02/2022

      A ti, Mónica :-).
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  4. María 27/01/2022

    En persona es más fácil de distinguir pero ahora con la moda de conocer por internet es todo un caos de confusión, si es un chico que entra a saco buscando sexo y con un comportamiento directo y grosero está claro, pero si el chico es inteligente, se muestra educado y comprensivo al principio y luego va saliendo que lo que busca es sexo ya no sabes bien tampoco si es normal y eso no significa que no le intereses sino que existe atracción. A mi el ultimo chico con el que chateaba me atraía mucho por su voz y sensualidad, por sus fotos y porque me parecía algo cariñoso, con sentido del humor, sexy e inteligente aunque algo egocéntrico. La cuestión es que me daba mucha ansiedad cuando me planteaba sexo a distancia o pedía fotos o pensaba por sus estados mas románticos que había otra chica más, le deje claros mis limites y aunque me decía que el buscaba pareja luego cuando me hablaba solo de noche o de temas más centrados solo en flirteo me hacia dudar, al final le he acabado eliminando pero sigo con dudas, a veces parecía cariñoso en su forma de dirigirse a mi, otras era más directo y me echaba hacia atrás, y pienso que con mis celos lo estropee porque le decía que esos estados era porque había otra y el no me respondía y termine eliminándolo, sigo en un mar de confusión, busco un chico que me atraiga sexualmente y yo a él, al tiempo que afectivamente me llene y yo a él, se preocupe por mi, me cuide, le interese. Sé que una cosa no tiene porque quitar a la otra sino todo lo contrario, se complementan y para mi son importantes las dos pero no por separado, pues entonces siento que falta algo sea en un caso o en otro y no me siento bien, creo que por mi parte en principio sentía que podría tal vez sentir por este chico las dos cosas aun no conociéndole pero cuando dudaba de si él lo sentía al mismo tiempo me daba mucha ansiedad y la ilusión se me iba. Para mi es o todo o nada y ya no sé si mi presentimiento era real o eran mis miedos y malas experiencias anteriores que han hecho no darle una oportunidad y al vivir lejos no podíamos conocernos de inmediato para ver impresión personal.

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 07/02/2022

      Hola María,
      Te diría que cuando se conoce a alguien por internet en realidad es algo parecido, porque también se trata de tener claro lo que quieres y de ir escuchando cómo te hace sentir el otro. Cuanto antes conozcas a esa persona mucho mejor, pero aun en la distancia ya la vas conociendo y vas viendo si encaja con lo que tú buscas.
      Una persona es todo, esos momentos en los que te gusta y esos momentos en los que tiene comportamientos que no te hacen sentir bien. Y si te escuchas y hay cosas que no te hacen sentir bien, a otra cosa mariposa. Creo que no importa tanto lo que el otro te dice, sino lo que tú sientes con su comportamiento. Y desde luego que si lo que te dice no está alineado con cómo se comporta, te fíes más de lo segundo. Pero todo esto será mucho más claro cuanto más segura te sientas de ti misma y más hayas ido quitando toda esa paja de la que hablo en el post.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  5. Angeles 28/01/2022

    Hola Vanessa, este articulo se refiere a relaciones tóxicas de pareja, pero ¿se podrían aplicar algunos puntos a relaciones tóxicas familiares? Saludos

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 07/02/2022

      Hola Angeles,
      Pues puede haber algún punto que aplique también en las relaciones familiares, en el sentido de valorarte y de poner límites, pero hay una parte que es diferente porque a la pareja se la elige y a la familia no.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  6. Raquel 28/01/2022

    Una gran verdad!! Muy buen artículo. Gracias.

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 07/02/2022

      Muchas gracias, Raquel.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicado. Los campos obligatorios están marcados como *



Vanessa Coaching to Be

Únete a los más de 20.000 suscriptores, ¡con regalo incluido!

Apúntate GRATIS y te enviaré ahora mismo el audio "Cómo Evitar que Alguien Te Haga Sentir Mal".

Sí, acepto la Política de protección de datos.

No te enviaré nada de spam y puedes darte de baja cuando te apetezca

Los post más leídos

¿Quieres trabajar conmigo?

Rellena este formulario para tener una sesión de valoración gratuita”.

Buscar

¡Hey!

no te vayas sin tu regalo

¿Quieres empezar a confiar en ti, sentirte segura y disfrutar de tu vida y de tus relaciones?
Apúntate gratis y llévate el audio “Cómo Evitar que Alguien Te Haga Sentir Mal" de regalo.

Sí, acepto la Política de protección de datos.

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA.

Sí, acepto la Política de protección de datos.

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA

Sí, acepto la Política de protección de datos.

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA

Sí, acepto la Política de protección de datos.

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA