Descárgate GRATIS la guía Cómo Defenderte cuando Alguien Traspasa tus Límites

El error más común cuando rompes con tu pareja

Pareja - el error mas común cuando rompes

¿Sabes cuál es el error más común cuando rompes con tu pareja?

Querer tapar el dolor.

Así, como lo lees. No querer sentir ese dolor, no querer que duela.

Y no solo es el error más común cuando rompes con tu pareja, sino que también es el motivo por el que tantas veces seguimos en una relación en la que no estamos bien. Seguimos ahí para evitar el dolor, para que no nos duela.

Me lo encuentro constantemente en mis coachees (por cierto, si quieres trabajar conmigo puedes rellenar este formulario para tener una sesión de valoración).

Por ejemplo, una mujer que después de tres años de una relación con idas venidas, de “lo dejamos y lo cogemos una y otra vez”, cuando por fin parece que han roto del todo, lo primero que hace es crearse un perfil en una red social para conocer a alguien.

Y no, en realidad no era para conocer a alguien, como ella se contaba. Era para evitar sentir el dolor que le provocaba esa ruptura. Sin más.

Ese es el error más común cuando rompes con tu pareja: querer tapar el dolor.

Ya sea teniendo una nueva relación sin haberme dado tiempo para hacer el duelo de la anterior; ya sea dándole vueltas a la relación que se ha terminado y queriendo saber de esa persona sin pasar página; o ya sea tomando pastillas para anular la ansiedad que esto me provoca.

Lo que sea, más o menos consciente, con tal de no sentir el dolor.

Pero es que cuando lo dejas con alguien, cuando se termina una relación, da igual que tú estuvieras bien o que no, da igual que quisieras estar con esa persona o que estés segura de que no te convenía, da igual que tuvieras claro que sí o que tuvieras claro que no, ¡sea como sea te tiene que doler!

Tienes que sentirte mal sí o sí. Y el problema NO es lo que estás sintiendo, el problema viene de querer taparlo, de no querer sentir ese malestar, ese dolor, esa angustia, ese vacío…

El problema es buscar algo que lo tape en vez de aprender a sostenerte tú, a abrazarte tú, a escucharte tú…

El problema es que, en vez de gestionarlo hacia dentro, lo vas buscando fuera, vas buscando que los demás te den lo que no te das tú.

¿Y qué pasa entonces? Pues que tienes todas las papeletas para que la historia se repita y vuelvas a caer en una relación del mismo tipo, porque no sabes sostenerte en el dolor, y te quedas donde otra persona que sí sabe sostenerse no se quedaría.

Un duelo implica dolor si o sí

Como te decía, cualquier ruptura, por muy segura que estés de que quieres terminar con esa relación, por mucho que eso fuera un infierno y tú dieras el paso definitivo después de muchos intentos, necesitará que hagas un duelo. Da igual lo claro que lo tengas o lo tóxica que fuera esa persona para ti, que SIEMPRE necesitarás hacer un duelo.

Y un duelo implica dolor, la propia palabra lo dice.

Yo misma viví un infierno de maltrato y manipulación en una relación que me desgastó durante más de un año, y cuando lo dejé lo pasé muy mal. Me quedé vacía y me dolió muchísimo.

El error es que cuando nos pasa esto solemos pensar que ese dolor significa que echamos de menos a esa persona y que si esa relación no se hubiera terminado no estaríamos sintiendo ese dolor. Y de esa confusión nace muchas veces el terminar volviendo a una relación en la que no estamos bien.

Pero es que después de cualquier perdida es normal que te quedes vacía y que te duela.

Por muy pequeña que sea esa pérdida, te tiene que doler y tendrás que hacer un duelo. Es decir, un proceso para trascender ese dolor y recuperarte de lo que ha pasado.

Fíjate, hace un mes y algo iba a adoptar a una perrita. Me ilusioné, hablé con la protectora y me fui haciendo a la idea… Pero unas horas después, pensándolo mejor, me di cuenta de que ese no era el mejor momento para poder cuidarla como necesitaba. Y me eché para atrás.

Pues algo tan sencillo como eso, el haber pensado durante veinticuatro horas que esa perrita iba a venirse conmigo y después decidir que no, me tuvo triste durante por lo menos un día entero. ¡Y está bien que sea así! ¡No soy más débil o menos fuerte por ello!

A eso es a lo que me refiero con que cualquier pérdida necesitará que hagas un duelo y que te permitas sentir el dolor que esa pérdida te ha producido. Porque cualquier perdida, por pequeña que sea, te va a remover de alguna manera y te va a afectar emocionalmente.

Y en una ruptura de pareja, fuera una relación de tres meses, de tres años o de veinte, tendrás que pasarlo mal y hacer ese duelo por todo lo que has perdido: por las ilusiones que se han visto truncadas, por el cariño y la atención que ya no recibes, por los planes de futuro que se han ido a tomar viento, por el vínculo que se ha roto, por todo lo que entregaste, por la parte de ti que se ha ido con el fin de esa relación…

Y aquí es donde escucho a tantas personas decir: “No, es que yo no quiero pasarlo mal. A mí lo que me gustaría es que esto no me afectara”.

¡Si es que te tiene que afectar! Si eres humana y sientes, ¿cómo no te va a afectar?

O a ti cuando te dan una buena noticia, ¿no te pones contenta?

Cuando te enamoras de alguien, ¿no te sale una sonrisa boba que parece que nadie podría borrarte?

Y cuando te pasa algo bueno, ¿no estás de subidón?

Bueno, pues al revés es lo mismo. Cuando te pasa algo que te duele también tienes que estar de bajón. Que estar triste, enfadada, frustrada, sentir miedo, decepción o lo que sea… porque un duelo implica un revoltijo emocional en el que puede aparecer de todo, y la que ha de hacerse cargo de ello, en vez de buscar un parche fuera, eres tú.

Para el caso, magdalenas

Pero en vez de eso, en vez de aprender a hacernos cargo de nosotras mismas, ¿qué hacemos?

Pues en unos casos buscar una nueva pareja. Y así es como a veces me encuentro a una persona que no es capaz de salir de una relación en la que no se siente bien y cuando le pregunto por sus relaciones anteriores me cuenta que ha ido empalmando una relación con otra y que desde que era una adolescente no ha estado sola más de tres meses.

Claro, si te has convencido de que para estar bien necesitas a alguien a tu lado, ¿cómo vas a sostenerte en el dolor y el vacío que deja el final de cualquier relación?

Si no has aprendido a estar en el dolor y a quererte a ti misma, en esos momentos más que nunca, necesitarás un analgésico que tape eso que estás sintiendo. En este caso, una nueva relación, muchas veces obligándote a sentir algo por alguien cuando todavía tienes el corazón roto y el duelo a medio hacer.

En otros casos, la manera de no sentir el dolor es atarnos a cualquier rayito de esperanza de que la relación anterior pueda funcionar. Recordar los momentos buenos, darle vueltas a lo que podríamos hacer para que funcionara, estar pendientes de esa persona, querer saber de él, escribirle, preguntarle qué tal con cualquier excusa…

Es decir, como tengo un malestar que ha surgido a raíz de separarme de esta persona, lo lógico es pensar que quien me puede aliviar mi malestar es la misma persona que lo ha generado, así que hablo con él para sentirme mejor. Y en el momento puede que se me pase, pero después me vuelvo a sentir mal, así que necesito volver a hablar y a saber de él, porque me cuento que lo que necesito para calmar ese dolor es a esa persona.

¡Y no! Lo que necesitas para calmar ese dolor es atreverte a sentirlo. Aceptar que necesitas pasar por ahí y que nadie, ni una nueva pareja, ni la anterior, ni una pastilla, puede evitarte que pases por ello.

Nadie puede sostenerte un dolor que tú misma no estás sabiendo sostener.

Y para eso hace falta pasar un tiempo sola entre relaciones y hacer el duelo necesario para poder sanar esa herida que se ha abierto, el tiempo que sea necesario, en vez de empalmar unas relaciones con otras o de agarrarme a lo que no ha funcionado para no sentir el dolor.

Y tampoco sirve, al menos en mi opinión, tirar de pastillas que me tapen el malestar, la presión, la angustia, la falta de ganas y de motivación, el estado de ánimo bajito en el que me encuentro…

Ni te imaginas la cantidad de personas que funcionan desde el “me siento mal, así que voy al médico para que me de algo que me quite este dolor… Y mucho mejor, oye. ¡Ahora cada vez que me sienta mal tomo esto, ¡y listo!”.

Y así, tapando el dolor, también tapan la solución, la posibilidad de aprender a sostenerse y a abrazarse en ese dolor.

Cuando, de nuevo, la única manera de sanar es pasar por ello. Saber estar sola y aprender a sostenerte para que en el momento en que no estés bien en un sitio puedas irte, en vez de buscar pareja cuando hace dos meses que lo dejaste con la última.

Ocuparte de ti y hacerte cargo de tu niña, en vez de entregársela a otro para que se ocupe de ella y le haga sentir bien.

Sí, tú de ti en primer lugar. Abrazándote, apoyándote, cuidándote, mimándote…

Y sí, también a través de otros, de personas que te hagan sentir bien, pero no poniendo en ellos la responsabilidad de ocuparse de ti y de sostener tu dolor.

Porque lo que sientes siempre está bien, y si no lo quieres sentir no podrás escucharlo ni darte lo que necesitas.

Porque las emociones siempre son adaptativas, su función es ayudarte a vivir mejor.

El problema es cuando sientes ese dolor y piensas que sentir eso no está bien, que tienes que hacer todo lo posible por dejar de sentirte así.

O cuando te cuentas que el problema lo tienes tú por sentirte así, que eres tonta y que deberías animarte, y bla bla bla.

O cuando te cuentas que eso que sientes se solucionará si vuelves con X, si conoces a Y o si el médico te receta algo (para el caso, magdalenas).

Todo con tal de no sentir el dolor.

Cuando el dolor forma parte de la vida, nos guste o no. Y es imposible vivir evitando sentirlo.

¿Qué me dices? ¿Te has sentido identificada al leer el post? ¿Te has dado cuenta de que evitas el dolor? Si te apetece me encantará que compartas tus reflexiones conmigo en los comentarios aquí debajo.

¿Quieres más consejos?

Apúntate GRATIS y recibe cada semana herramientas y recursos para tener Más Seguridad, Más Felicidad y Más Bienestar.

 He leído y acepto la Política de protección de datos

Acerca de Vanessa Carreño

Trabajo con mujeres que se sienten inseguras, no se valoran ni tienen confianza en sí mismas, le dan muchas vueltas a la cabeza y se preocupan mucho por lo que piensen los demás.

Con mis programas de Autoestima, Relaciones Personales y Dependencia Emocional consiguen ganar confianza en sí mismas y sentirse seguras y capaces de alcanzar sus objetivos. Aprenden a valorarse, se atreven a ser ellas mismas y empiezan a disfrutar de su vida y de sus relaciones.

¿Quieres que te ayude a ti también? Solicita una sesión de valoración gratuita conmigo rellenando este formulario.

17 comentarios

17 comentarios
  1. Sara 14/10/2021

    Al ver el título del email se me ha escapado una sonrisa.
    ¿Cómo puede ser que a veces las cosas lleguen tan en el momento justo? Empecé a seguirte cuando mi relación con mi expareja empezó a decaer precipitadamente, el martes rompimos la relación, y hoy publicas este post.
    ¿Cuál es la buena noticia? Que no estoy tapando mi dolor. Leerte durante este tiempo me ha ayudado a reconocer mis valores, quien soy y a permitirme sentir lo que siento, sin culpa.
    Gracias Vanessa por todo lo que haces (aún sin saberlo).

    Responder
    • Jen 14/10/2021

      Pues ya somos dos. Yo también dejé a mi pareja la semana pasada y de hecho empecé a seguirte hace meses cuando empecé a dudar.

      Gracias Vanessa por tus artículos porque son lo más.

      Y ánimo a todas las que estamos pasando por lo mismo. Yo he decidido afrontar mi dolor, y “vivirlo”. Lo necesito.

      Responder
      • Vanessa Carreño Andrés 21/10/2021

        Felicidades Jen, por afrontar ese dolor, por vivirlo y por elegir lo que sea mejor para ti. Valiente, valiente, muy valiente… Abrázate fuerte estos días, pasará :-).
        Un abrazo,
        Vanessa

        Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 21/10/2021

      Qué bien, Sara. Qué bonito leerte, me alegro muchísimo de que este post llegara en el momento justo para ti. Ya ves, la vida que es mágica, aunque a veces nos duela.
      Espero que vaya muy bien y que te des mucho amor y mimos en estos días :-).
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  2. Mei 14/10/2021

    Ya son 3, me pasó lo mismo, empecé a seguirte este verano cuando mi relación hizo aguas. Hace 2 semanas retomamos la relación pero algo en mi ya había cambiado. El domingo nos dijimos adiós y hoy leo tu post. Te lo agradezco muchísimo, no sabéis que reconfortante en este momento saber que no estoy sola, que lástima el dolor que siento y que comprendida a la vez por todas vosotras. Un abrazo

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 21/10/2021

      Hola Mei,
      Al leerte me ha venido una frase en la que confío mucho: “lo que es para ti, ni aunque te quites. Y lo que no es para ti, ni aunque te pongas”.
      Me alegro de que te hayas sentido acompañada al leer el post y los comentarios… Nunca estás sola en lo que te pasa. Lo mismo que nos pasa a cada una, a cada uno, les está pasando a muchas personas a la vez. Cada una lo gestiona como puede, pero no dudes de que nunca estás sola.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
      • Mei 25/10/2021

        Gracias Vanessa por tu respuesta. Y esta frase que me dice muchisimo. Porque he tenido una relación durante 6 años en los que he tenido que suplicar para ir construyendo la relación. Al final con el tiempo te das cuenta de esto, de la frase que tú me dices que lo que no es para mi no lo es, el resistirme al dejarlo ir es lo que más sufrimiento me ha ocasionado y aun sigo con el dolor.

        Responder
        • Vanessa Carreño Andrés 28/10/2021

          Gracias a ti, Mei. Hay un aprendizaje grande en tus palabras.
          Un abrazo,
          Vanessa

          Responder
  3. Sonja 14/10/2021

    Yo llevo casi un año en duelo y aunque no es la primera vez, siento que esta vez el dolor ha sido estremecedor. Ya estoy cerca de los 50 y he vivido este proceso de duelo con plena conciencia, identificando cada una de mis emociones. Debo reconocer q hoy me siento mejor que al principio, pero hay días que se me hacen tristes e interminables. Sé que el amor es hermoso pero me da miedo volver a enamorarme, no quisiera pasar por este dolor nunca más.
    Gracias por tu post Vanessa

    Responder
    • Mei 16/10/2021

      Te doy todo mis animos para que sigas adelante. Yo a mis 37 años llevo 2 meses y me esta costando muchísimo. Me identifico con tus días interminables, y durisimos despertares sin ilusiones. Un abrazo muy fuerte.

      Responder
      • Sonja 20/10/2021

        Gracias Mei. Fuerza para ti también.

        Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 21/10/2021

      Hola Sonja,
      Felicidades por estar viviendo ese duelo dejándote sentir y escuchando lo que sientes. Es normal que en un momento así sintamos miedo a volver a pasar por lo mismo. No pasa nada, volverás a recuperarte a ti misma, seguro que sí. Y si te cuesta y se te hace callo esa tristeza, pide ayuda. El amor es hermoso, como bien dices, y te mereces sentirlo.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  4. Fer 22/10/2021

    Da miedo sentir dolor, pero creo que hoy quiero sentirlo para recuperarme. Me aferré a una persona para no sentir el dolor, pero creo que solo me llevó a sufrir más. Gracias por tu post. Voy a ser valiente y afrontar el dolor en todo su esplendor en mi vida.

    Sí se puede!

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 28/10/2021

      Muchas gracias, Fer. Así es, cuando evitamos el dolor en realidad la vida nos trae más dolor. Es un buen aprendizaje.
      Claro que puedes, valiente :-).
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  5. Ana García 06/03/2022

    Hola Vanessa, hace tiempo que leo tu post y me gusta mucho. Hace cinco días que se rompió mi relación de 31 años (llevábamos desde los 20, toda una vida). Estoy de acuerdo en todo lo que has dicho. Yo me siento rota de dolor y sé que tengo que pasar el duelo, pero no podía dejar de llorar y me han dado dos ataques de ansiedad por lo que he necesitado pastillas. El dolor sigue ahí, y va a seguir pero a veces necesitas tomar pastillas de manera puntual, al igual que lo haces cuando te duele la cabeza.

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 07/03/2022

      Hola Ana,
      Está bien, a veces el dolor es tan grande que se vuelve insoportable, y está bien que te des lo que necesites. Igualmente es importante que hagas una terapia con alguien que te acompañe en este proceso, eso será lo que te ayude a salir fortalecida. La medicación sólo alivia, pero no sana.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
      • Ana 08/03/2022

        Muchas gracias Vanessa. Estoy totalmente de acuerdo, en que lo mejor es la terapia. Estoy en ello. Te felicito por tus post. Me gusta mucho leerte. Un saludo

        Responder

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicado. Los campos obligatorios están marcados como *



Vanessa Coaching to Be

Únete a los más de 20.000 suscriptores, ¡con regalo incluido!

Apúntate GRATIS y te enviaré ahora mismo el audio "Cómo Evitar que Alguien Te Haga Sentir Mal".

 He leído y acepto la Política de protección de datos

No te enviaré nada de spam y puedes darte de baja cuando te apetezca

Los post más leídos

¿Quieres trabajar conmigo?

Rellena este formulario para tener una sesión de valoración gratuita”.

Buscar

¡Hey!

no te vayas sin tu regalo

¿Quieres empezar a confiar en ti, sentirte segura y disfrutar de tu vida y de tus relaciones?
Apúntate gratis y llévate el audio “Cómo Evitar que Alguien Te Haga Sentir Mal" de regalo.

 He leído y acepto la Política de protección de datos

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA.

 He leído y acepto la Política de protección de datos

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA

 He leído y acepto la Política de protección de datos

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA

 He leído y acepto la Política de protección de datos

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA