¿Sabes por qué es tan importante poner límites la primera vez que te pasa algo con alguien?
La primera vez que alguien te contesta mal, te menosprecia, te falta al respeto, te humilla, te insulta…
Cualquier tipo de conducta en la que sientas que el otro te está tratando mal y que eso daña tu autoestima y tu dignidad.
¿Sabes por qué es tan importante que esa primera vez hagas algo?
Porque si no lo haces el mensaje que le estás dando a esa persona es que puede seguir haciendo eso contigo siempre que quiera.
Y porque si no lo haces el mensaje que le estás dando a tu autoestima es que los demás pueden traspasar tus límites y no va a pasar nada.
Por ejemplo, la primera vez que alguien te pide algo que te parece abusivo, y tú dices que sí o te callas. Esto pasa mucho en los trabajos, cuando un compañero o un jefe te carga con una tarea que no te corresponde.
O que tu jefe primero te encarga una cosa y después te dice enfadado que lo que tendrías que estar haciendo es aquello otro.
Recuerdo a una coachee que me contaba que su jefe le había dicho que tenía que responder a los emails fuera de su horario de trabajo, y que incluso alguna vez la llamaba a su teléfono personal los fines de semana.
O una de esas oficinas en las que ya todos están acostumbrados a los gritos y las malas maneras del jefe…
Cualquiera de esas conductas ha tenido una primera vez, y esa es la importante, la que marca la diferencia.
O con alguien que te grita, te ningunea o te trata como si tu opinión o tus sentimientos no fueran importantes.
Por ejemplo, imagínate a un amigo del que te molesta que te corta cuando estás hablando, que te juzga por lo que piensas sobre un tema o que no te deja expresar tu opinión.
¿Cuándo fue la primera vez que pasó eso? ¿Qué hiciste? ¿Cómo respondiste?
O con una pareja. Porque, a pesar de que la pareja tendría que ser la persona con la que más a gusto estemos, a menudo les escucho a mis coachees que sienten que sus parejas no las tratan ni con cariño ni con respeto.
Por ejemplo, que quedes con tu pareja en algo y después haga otra cosa sin avisarte y sin tenerte en cuenta.
O que le pides algo que es importante para ti y te diga que no va a ayudarte.
O que estés triste por algo y no empatice con cómo te sientes ni parezca que le importe.
O que se enfade y te deje de hablar cuando le dices que no a algo.
O que te culpe o te diga que tú no vales o que no sabes hacer las cosas.
¿Qué dices la primera vez que te pasa algo así? ¿Cómo respondes? Porque lo que hagas esa primera vez es lo que va a determinar todas las demás.
Si no lo paras la primera vez seguirá pasando. Y cada vez te resultará más difícil poner límites.
Y volverá a pasar una segunda vez, y una tercera… Y tú agacharás la cabeza una y otra vez, y cuando te des cuenta lo tendrás normalizado.
Así terminas normalizando una falta de respeto
Ojo que muchas veces, si dejamos que una conducta intolerable se siga repitiendo, llegamos a un punto en el que la consideramos normal. Y no es que sea normal, es que la hemos normalizado a base de dejar que se repitiera tantas veces sin poner un límite.
Y te quedas ahí atrapada, sin saber qué está pasando, si es la otra persona o eres tú, si es que tendrías que estar haciéndolo así o asá… Llegas a un punto en el que dudas de ti. Te pierdes.
Sin darte cuenta de que la clave fue esa primera vez.
Por esto, insisto, es fundamental poner un límite LA PRIMERA VEZ que alguien hace algo que no nos hace sentir bien.
Porque si esa vez no haces nada es como si le estuvieras diciendo al otro “esto conmigo está permitido, puedes seguir haciéndolo que no te voy a parar”.
Porque si esa vez te callas, a partir de ahí tú te irás haciendo más y más pequeña y la otra persona, al haberle dado permiso para ello, se irá haciendo más y más grande.
Y esto sirve con cualquiera que te falte al respeto, te ningunee, te menosprecie, te insulte o te haga daño de alguna manera.
Ya sea tu padre, tu madre, un jefe, un compañero de trabajo, un empleado, tu pareja, un amigo, un hermano, un hijo, un familiar…
Una falta de respeto tendría que ser más que suficiente para poner un límite.
Puedes empezar por decir cómo te has sentido y lo que te ha molestado. Hablando de ti y sin juzgar ni atacar al otro.
A ser posible en el momento en el que ha pasado eso. Y si la otra persona está demasiado alterada, hacerlo tan pronto como puedas.
Si cuando expreses lo que te ha molestado la persona se da cuenta, si es capaz de ponerse en tu lugar, lo reconocerá o entenderá que te pueda haber molestado.
Si no lo hace es que para esa persona eso no está mal, no es una falta de respeto y no hay nada en lo que se tenga que poner en tu lugar. En este caso lo más probable es que otro día vuelva a hacer lo mismo.
Lo bueno es que si tú lo has dicho de forma asertiva y respetuosa, sin atacarle ni faltarle al respeto, cómo responda te dará una señal muy clara de cómo es esa persona y de cómo va a ser vuestra relación.
Y, desde luego, quien hace algo una vez puede ser que si expresas tu malestar deje de hacerlo. Y, entonces, asunto zanjado.
Pero quien está dispuesto a traspasar los límites de los demás, quien no ha aprendido a no hacerlo, lo seguirá haciendo. Y mucho más si la primera vez le has dado vía libre para seguir haciéndolo tanto como le venga en gana.
Respetarte para que te respeten
Muchas veces una relación se vuelve tóxica (es decir, uno de los dos o los dos no se sienten bien en ella) y no sabemos cómo hemos llegado a ese punto, en qué momento lo permitimos.
Pues fue esa primera vez.
La primera vez que la otra persona hizo algo que te hizo sentir mal.
Que se enfadó contigo sin motivo o te echó la culpa por algo que tú sabes que no es tu responsabilidad.
Que pretendió organizarte tu vida y decirte lo que tendrías que estar haciendo y cómo tendrías que estarlo haciendo.
Que se puso a gritarte porque no estabas haciendo las cosas como él o ella quería.
Que te dio una mala contestación y tú te quedaste callado o callada.
O lo que fuera, cualquier primera vez que se te ocurra en la que otra persona traspasó tus límites.
Ese es el momento en que tienes que decir POR AQUÍ NO.
Puede ser que el otro no cambie. Pero por lo menos tú te estarás respetando en vez de dejar que alguien se cargue tu dignidad.
Y si no cambia entonces la responsabilidad vuelve a ti: nadie te puede hacer nada que tú no le permitas.
Por eso a veces es necesario romper esa relación o cambiar de trabajo. Porque hay personas ante las que da igual los limites que les pongas o lo fuerte que sea tu autoestima, si sigues ahí se la van a terminar cargando.
Esa suele ser la consecuencia de los límites que no ponemos: que nuestra autoestima cada vez se va haciendo más pequeña.
Cuando te callas para que el otro no se enfade, para que no le parezca mal, porque total solo ha sido una vez, porque igual soy una exagerada, porque tampoco es para tanto, porque a ver qué va a pensar de mí, porque después de decirlo me siento culpable y es peor…
¿Culpable de qué? ¿De poner un límite respetándote y respetando al otro? Pues justo eso es ser asertivo, que es un derecho fundamental de las personas.
Y por eso no tienes que disculparte ni que justificarte, porque estás en tu derecho de decir que no a algo o de decir “no quiero que me trates así”. Y desde luego que como tú no te respetes lo que te va a traer la vida son personas que no te respetan…
Mira, si eres una exagerada o has malinterpretado algo, pero te expresas de forma asertiva y respetuosa, el otro te dará una explicación que comprenderás y en cuanto lo hagas te darás cuenta de que no había motivos para sentirte mal.
Pero en todos esos casos en los que esa primera vez fuera a ser la primera de muchas, habrás puesto un límite y el otro ya sabrá hasta dónde puede llegar contigo.
A ninguna persona que te respete le va a parecer mal que le pongas un límite si lo haces con respeto y asertividad. Y si aun así el otro te responde mal, en mi opinión es una indicación muy clara de que deberías alejarte de esa persona. Vamos, que como te decía antes, poniendo limites se hace filtro.
(Un apunte, para poner límites a los demás es importante que primero tú te preguntes dónde están tus límites, y que lo tengas bien claro. Porque no todos tenemos los mismos límites. Pero si una persona te respeta, aunque eso para él no sea una falta de respeto, te comprenderá y no volverá a hacerlo).
¿Qué lo que tienes es miedo al conflicto? Repito, si lo expresas con respeto y asertividad no tiene porque darse un conflicto. Pero, si se diera, ¿no será preferible que aprendas a gestionar los conflictos a que sigas dejando que otros traspasen tus límites?
Pues eso, espero que te haya quedado clara la importancia de la primera vez (que no significa que si no lo hiciste la primera vez ya no puedas hacerlo, ¡siempre estás a tiempo de poner un límite y de aprender de lo que ha pasado con esa persona para que no te vuelva a suceder con otra!).
Y recuerda que tu respuesta siempre la eliges tú. Que no depende del otro y que no importa lo que el otro haga. Tú siempre eliges cómo sentirte, cómo responder, qué permitir y qué no permitir. Tienes esa capacidad, porque todos la tenemos.
¡Ah! Si todavía no la tienes en este link puedes descargarte la guía gratuita “Cómo defenderte cuando alguien traspasa tus límites”.
…
¿Qué me dices? ¿Te das cuenta de alguna primera vez en la que tendrías que haber puesto un límite? Si te apetece puedes compartirlo conmigo en los comentarios aquí debajo.
Qué razón tienes, Vanessa. Lo malo es cuando, como tú dices, normalizas las faltas de respeto y llega un momento en que ya no aguantas más. En ese momento intentas enmendar tu error y tratas de poner ese límite, pero ya es tarde. Nadie entiende tu postura y la que quedas mal eres tú (manda h…s). Es el precio que hay que pagar por haber hecho tan mal las cosas en el pasado… “Çe la vie”.
Hola Beatriz,
Sí, muchas veces cuando te das cuenta ya ha pasado tanto tiempo que los demás también han normalizado esa situación y terminan acusándote a ti de algo. Es un aprendizaje importante para empezar a poner límites desde un primer momento. Y desde luego que nunca es tarde, con nadie, para empezar a hacerlo. Si lo dices con respeto, con quien de verdad te respete nunca quedarás mal.
Un abrazo,
Vanessa
No le tengo miedo al conflicto
Qué bien :-).
Un abrazo,
Vanessa
OK, la primera vez marca un paso muy importante… Pero eso no cierra la puerta a que, aunque hayas permitido faltas de respeto en el pasado, tengas que permitirlo a partir de ahora (incluso a las mismas personas), ¿no?
¡Me descargo la guía y empiezo a practicar ya!
Gracias, Vanessa
Hola Ana,
Por supuesto :-). Se trata de que la primera vez te des cuenta y pongas un límite. Pero si esa primera vez ya pasó, pues hazlo la próxima vez que suceda. Puede costar un poco más porque la persona que ya se ha acostumbrado a traspasar unos límites contigo tal vez se resista a ese cambio. Pero eso es suyo, y lo importante es lo que hagas tú: poner un límite de la misma forma que si fuera la primera vez, con respeto y asertividad. Si el otro te entiende y te respeta, respetará lo que le digas.
Un abrazo,
Vanessa
¡Gracias Vanessa! Este artículo llega en el momento que más lo necesito. Llevo unos días dolida y decepcionada con una buena amiga mía que ha hecho algo que no me esperaba en absoluto y que ella siempre critica. Y he estado dándole vueltas si decir algo o callarme y seguir porque no quiero sentirme culpable después… Y tus palabras me han dado la solución y la fuerza para quererme y respetarme. Gracias por cada artículo que escribes -siempre parecen llegar en el momento justo! Un abrazo inmenso.
Qué bien, Mai. Cómo me alegra leerte y saber que el post te ha dado la solución y la fuerza para quererte y respetarte, ¡estupendo! Ya sabes, con asertividad y respeto, sin juzgar y simplemente diciendo cómo te has sentido y lo que te ha molestado.
Un cariñoso abrazo,
Vanessa
Interesante post, y aún creo que tiene mucho más jugo que sacarle… Pues lo de aprender a ser asertivo es algo que considero muuy verde en nuestra sociedad, y yo me incluyo, porque culturalmente nos han dicho todo lo contrario: “las niñas buenas aceptan órdenes de sus papas”, “mejor callarte y no armar jaleo”, “mi jefe puede traspasar los límites de lo personal, pues son muchas horas juntos, si hay mucho trabajo debo llevarlo a casa, hay que mirar por el bien de la empresa…”, etc, etc… La asertividad es actualmente una tarea pendiente que empieza a madurar poco a poco. Gracias como siempre Vanessa, por ayudarnos a encontrarnos e intentar ser mejores personas cada día! Bss mil!
Hola Ana,
Totalmente de acuerdo. La asertividad empieza por uno mismo y no depende de los demás. Y es importante reconocer esas creencias que nos limitan a la hora de ser asertivos, como consecuencia de todo eso que nos han dicho que tendríamos que hacer, ser, callar… Respetarnos para que nos respeten es la base, siempre.
Un beso grande,
Vanessa
Hola Vanesa,
Me ha encantado tu post… Me reflejo mucho en algunas cosas… Me gustaría saber qué hago con una amiga de toda la vida que hace un mes está muy cambiada conmigo y con otra actitud que no la tenía antes y eso me pone triste porque le he preguntado si le pasa algo conmigo… Y me responde que no le pasa nada, que solo tiene muchas cosas que hacer y que no tiene tiempo para hablar… Y responde con frialdad, cosa que antes no hacía aun estando tambien ocupada… Y no sé qué le pasa, me da mucha impotencia que las personas cambien así de la noche a la maňana. Yo no soy así, por eso me duele tanto… Mi pregunta es que más hago Vanesa, porque ya he hablado y aún no se a que se debe ese cambio conmigo… Muchas gracias, Vanesa, y muchos besos.
Hola Fina,
En mi primer lugar habría qué ver en qué consiste ese cambio de actitud, si te ha faltado al respeto de alguna manera, si te has sentido mal con algo que ella ha hecho o si simplemente es que está más distante. Si es esto último, tal vez solo sea algo suyo, y como te ha dicho que no le pasa nada, puedas confiar en ella, esperar y decirle que estás a su lado si te necesita. Y si ha hecho algo con lo que te has sentido o te ha faltado al respeto, puedes expresarlo con asertividad y desde ahí ver cómo responde ella, si te entiende y cambia ese comportamiento.
Un beso,
Vanessa
Conozco a uno que cuando yo hacía eso decía que no le gustaba que le reprochara cosas. Con esa frase me dejaba sin argumentos, porque parecía que hacía mal diciéndole lo que me molestaba. Como mucho me pedía perdón, pero seguía comportándose igual.
Hola Silvia,
Sí, yo también he conocido a personas así :-). Lo importante es que si tú sabes que estás expresándote con respeto y asertividad, lo cual nunca tendría que sonar como un reproche sino como una información de lo que siento y me molesta, después pongas límites si la otra persona no cambia eso en lo que le has dicho que no te sientes bien. Si se sigue comportando igual tal vez no merezca la pena estar al lado de alguien así.
Un abrazo,
Vanessa
Llevo años recibiendo faltas de respeto y después de leer este artículo me quedo con un sabor agridulce porque pienso que a lo mejor ya es tarde. Faltas de respeto hacia mi profesión, comentarios… y al final “anda mujer, si es una broma”. ¿Es posible ser asertiva después de tantos años permitiendo ese trato?
Hola Angela,
Por supuesto, siempre estás a tiempo para poner límites con esa persona. Hoy mismo es un día perfecto para hacerlo ;-). Y a partir de hoy ya sabes la importancia de la primera vez.
Muchas gracias por compartir.
Un abrazo,
Vanessa
Gracias, Vanessa, por el post, porque me viene como anillo al dedo.
Siempre me ha pasado esto con unas personas o con otras. Y cuando me casé, después de 18 años me sigue pasando igual.
El problema, claro, es mío, porque pensaba que igual la equivocada era yo y que podía estar pensando incorrectamente.
Hasta tal punto que ahora no puedo llevarle la contraria porque enseguida me amenaza indirectamente, así que me callo porque tengo miedo, porque yo misma quizás he creado está situación.
Hasta que todo pueda pasar intento mantenerme a flote y pensar en la esperanza y positividad que transmites en tus posts, mil gracias por ello.
Un abrazo
Mila
Hola Mila,
Si sientes que alguien no te respeta, que no puedes expresar tu opinión ante esa persona, que tienes que callarte y dejar de ser tú misma para que todo vaya bien, estás permitiendo un trato que no te mereces. Ese es el punto en el que tú también tienes tu parte de responsabilidad, porque cuando uno maltrata hay otro que se deja maltratar, y la responsabilidad es de ambos. Por supuesto, comprendiendo que cuando uno no ha puesto límites es porque no se ha sentido capaz de hacerlo, no ha sabido cómo o no se ha valorado lo suficiente… Por eso yo te animaría a trabajar tu autoestima para que tengas las herramientas que te permitan poner límites con asertividad y respetarte a ti misma como te mereces.
Un abrazo grande,
Vanessa
Muchísimas gracias por el post, Vanessa. Era justo lo que necesitaba. Ni siquiera he terminado de leerlo de lo que me ha hecho reaccionar.
Hace tiempo que quiero hablar de cómo superé el miedo al agresor (enfrentándome a él), pero ahora mismo no tengo tiempo (me gustaría contarlo por si la experiencia puede ayudar a alguna de tus otras coachees).
Yo soy el tipo de persona que siempre le cae mal a otra chica. He aprendido a ver que la culpa no es mía, que quien tiene el problema es ella y yo no tengo que cambiar nada en mi comportamiento. Ayer tuve una experiencia de este estilo con una chica. Anteriormente se había reído como por encima de mi trabajo, y ayer la encontré mirándome con reprobación…Lo típico, en público muy maja, pero yo sé que no le caigo bien y me genera malestar estar a su lado (y seguro que a ella también).
Sabes, creo que le voy a escribir un mensaje para hablarlo, porque por desgracia me la voy a tener que seguir encontrando. No sé si será mala o no, pero me da igual, yo quiero estar tranquila y sin vigilantes inseguras, como yo llamo a estas chicas.
Ha habido muchas veces en las que no he contestado a las situaciones que dices en el post. Contestar al agresor, aunque no sea a tiempo, da un subidón de autoestima muy importante. Y si no se hace a tiempo, yo creo que la solución es echar la rabia fuera, con deporte, yendo a gritar a una montaña o en casa (de verdad), o lo que le funcione a una persona.
Un saludo,
Sara
También quería añadir: estoy cien por cien de acuerdo con el título del post, pero he decidido no juzgarme si no lo consigo. Es decir: la primera vez me pillas desprevenida, y la segunda ya no (aunque la culpa la sigues teniendo tú por tratarme mal). Quiero pensar también que no hay que “devolverlas todas” para ser feliz, aunque sea conveniente.
Una cosa que hago cuando alguien me falta al respeto es ignorarle totalmente… Eso desequilibra a la otra persona y muchas veces termina como intentando que le haga caso, y otras se cabrea bastante. Yo lo seguiría marcando de asertivo porque no tengo por qué hacerle caso a nadie pero ¿qué es lo que piensas tú?
Pasarse la vida batallando contra esta gente me parece un despropósito…
Un saludo,
Sara
Hola Sara,
Muchas gracias por compartir. Así es, siempre es buen momento responder a una persona que te ha agredido, ya sea a la primera, a la segunda o a la tercera. Lo importante es poner límites con asertividad, eso refuerza nuestra autoestima.
No me gusta hablar de culpables, prefiero hablar de responsabilidad. El otro es responsable de haberte faltado al respeto, tú eres responsable de protegerte a ti misma, y puedes hacerlo sin necesidad de culpar a nadie.
La asertividad es expresarte ante la persona adecuada, en el momento oportuno, respetándote a ti y respetando al otro. En mi opinión ignorar a alguien no entraría dentro de una conducta asertiva porque creo que no es respetuosa. Que lo más respetuoso y asertivo es expresarle al otro cómo te has sentido, y después ya, si quieres, cortar la comunicación.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Muy interesante, compañera, lo que has escrito. Trabajo en un colectivo en una bolsa de empleo y depende del servicio puedes encontrarte un equipo de trabajo magnífico donde la gente trata de que todos estemos a gusto o lo contrario: ambientes podridos donde la gente está expectante para ver si cometes un error y juzgarte, actitudes vigilantes, abusos y mobbig,,,varía mucho como os cuento.
En un servicio tuve un caso de mobbing…se dedicaba a mentir sobre mí, hablaba mal a mis espaldas mintiendo sobre mi trabajo y injuriando (que si no hago nada, que si llego tarde,…) todo falso.
Esa persona llegó a ese punto porque después de ser asertiva y tratar de pararle los pies, decidí ignorarla…cada vez que hablaba le respondía con monosílabos o simplemente hacía que no la había oído. En ese momento, al verse ignorada y que no tenía mi atención, empezó con el mobbing…
Está claro que hay personas que faltan al respeto para conseguir atención porque tienen un vacío interior gigante que no saben llenar mas que con el daño a terceros gratuito y que esa falta de atención les vuelve locos y ahí es cuando pierden la cabeza.
Después de este evento, cuando veo que alguien se mete conmigo un poco o es algo tocah… tengo por costumbre ignorarles y sonreír demostrando que estoy por encima de sus tonterías. Suele funcionar de no ser que topes con alguien con graves problemas como la “persona”de la que hablé anteriormente que es un tema de psicopatía o maldad pura.
Es cierto que la asertividad es lo único que nos proporciona autoestima y sentimiento de control sobre nosotros…nos protege de los abusos… coincido contigo en que ciertas dosis de ignorar tonterías descolocan a algunos y les hacen perder el interés por seguir fastidiando.
Hola Patricia,
Muchas gracias por compartir. Sí que hay personas que faltan al respeto y pretenden hacer daño de forma gratuita. Son las menos, pero sí que las hay. Y algo que muchas veces pasa cuando nos topamos con una de ellas es que después nos ponemos un escudo para que no nos vuelva a pasar… Esto puede tener una parte positiva de protección, pero tiene una negativa de que te cierras a personas que no tienen nada que ver con aquello… Por eso es importante encontrar el equilibrio :-).
Un abrazo,
Vanessa
Vanessa,
Muchas gracias por tus posts, porque son muy interesantes y a mí me suelen llevar a la reflexión.
En este caso, quería yo hacer una reflexión sobre lo que has escrito hoy. Estoy absolutamente de acuerdo en la importancia de poner límites para poder establecer el tipo de relación que quieres tener con alguien y, sobre todo, para respetarte a tí mismo. Y también es importante que desde el primer momento lo dejes claro.
Pero es aquí donde quiero hacer hincapié. Porque, ¿qué ocurre si la primera vez no pusiste límites? ¿Significa esto que ya no lo puedas hacer y que tu relación con esa persona(s) esté condenada a que se pongan por encima de ti? Creo, y tengo la absoluta esperanza y fe, de que esto no tiene que ser así. Porque, entonces, qué pocas posibilidades tendríamos de cambiar las cosas solo porque no lo hicimos la primera vez.
Este fin de semana estuve en un curso de coaching de equipos y tuvo un gran aprendizaje. Este fue el de “aflojar”, entendiendo por “aflojar” que hay que normalizar, quitar hierro a las cosas. Porque si no se hacen muy rígidas y pesadas y, finalmente, nos limitan.
Por lo tanto, y en esta línea, me gustaría decir que lo ideal es marcar desde el principio tus límites, dejar claro cómo quieres que te traten y sea tu relación con esa persona para sentirte respetado. Pero si no lo haces la primera vez, hay una segunda, una tercera o aquella en la que te des cuenta y quieras decir BASTA. Lo importante es darte cuenta y hacerlo. Y, aunque cueste mucho más hacerlo cuando ya hay una forma de relacionarse previa basada en un desequilibrio por no haber puesto límites, todavía es posible hacerlo, aunque cueste más.
En cualquier caso, este artículo es muy oportuno e importante. Creo que el tema de la asertividad sale casi en todos los procesos de coaching que hago. Muchos de mis coachees se ponen los últimos de la fila y se sacrifican continuamente por los demás. Yo les suelo preguntar, ¿tú podrías ser uno de esos (de los demás)? Al fin y al cabo lo que es seguro es que ese es con el que pasarán el resto de sus vidas.
Muchas gracias, Vanessa.
Hola Belén,
Muchas gracias por el comentario. Lo explicas muy bien.
Por supuesto que si no lo has hecho la primera vez no significa que ya no lo puedas hacer. El momento ideal para poner límites es el momento en el que tomas conciencia de que alguien está traspasando tus límites, y da igual que sea la primera vez o que ya lo haya hecho una, dos o trescientas veces. Es cierto que cuesta más hacerlo cuando ya los han traspasado varias veces y la relación se ha vuelto tóxica. Pero siempre es posible. Y si no lo has hecho la primera vez y lo haces después de muchas, se trata de aprender de ello y a partir de ahí, teniendo ya claros dónde están tus límites, hacer lo posible para que con la próxima persona te des cuenta y los pongas a la primera. Porque la primera vez que te sientes mal con alguien te está señalando un límite tuyo que esa persona está traspasando, sea consciente de ello o no.
Un abrazo,
Vanessa
Gracias, gracias y mil gracias. Tengo 60 años y ojalá hubiera sabido antes lo que explicas sobre los límites. Siempre me he callado, y me han faltado al respeto. Tampoco conocía qué es la asertividad pero estoy aprendiendo y poniéndolo en práctica.
Qué bien, Isabella. Me alegro mucho de que el post te haya servido para tomar conciencia. Nunca es tarde. A la mayoría no nos han enseñado esto de pequeños, pero siempre es buen momento para empezar a hacerlo.
Un abrazo grande,
Vanessa
Hola Vanessa,
Gracias por compartir ese post, practicamente a mí me pasa eso que tu plasmas en el texto. He permitido que personas a las que le he dado mi confianza abusen de mi bondad como persona. De hecho, me pasó con una amiga que tenía esa amistad desde hace 15 años. Siempre le permití que me buscara cuando se encontraba sola. Pero mientras tenía a su familia de visita yo no existia para ella. Hasta que me dije que no más y me retiré de su amistad sin decirle nada. Para mi sorpresa empecé a notar que el resto del grupo de amistades que nos unía a ella y a mí me empezaba a tirar puntas. Eso me ha puesto a pensar que como esas personas me pueden tirar puntas. Me hace pensar que esta amiga debe ser que ha hecho comentarios de mí. Ahora no sé si estaré equivocada.
Por otro lado, de que me falten el respeto, ¿cómo haria yo en el caso de que esa persona que me falta el respeto cada vez que quiere sea un hijo? ¿Que cuando está de malas yo pago los platos rotos? ¿Que ella me dice cosas hirientes y ofensivas? Y despues hace que yo sea la que me sienta culpable. Es fuerte estar en esa situación. Yo guardo silencio y busco ignorar. Pero entonces también soy juzgada. Porque cuando es un familiar tan cercano uno no sabe. ¿Qué hacer? Y de paso hace las cosas y después hace que uno se sienta culpable.
Hola Tere,
Muchas gracias por compartir. Por un lado, recuerda que la asertividad no es callarse o retirarse sin decir nada, sino expresarte respetando al otro y respetándote a ti misma. Es algo que forma parte de nuestra autoestima, necesitamos aprender a ser asertivos, a poner límites y a decir que no, para sentirnos bien con nosotros mismos.
Muchas veces cuando ponemos límites eso inevitablemente nos lleva a alejarnos de esa persona, a elegir tomar distancia porque nos hace daño. Eso con un hijo a veces es más complicado. Pero los límites se pueden poner igual, y se deben poner igual. Con respeto y con cariño, a ti y al otro.
Un abrazo grande,
Vanessa
Muy buen post Vanessa, como siempre llega en un momento clave… (como las canciones).
Mi preocupación es la siguiente; si hay una persona muy cercana, a la que estimas profundamente y tiene comportamientos que te hieren, y aunque has puesto límites desde un principio, esta persona los ha traspasado y como le quieres tanto al final le perdonas y vuelve a comportarse asi otras veces. Y por mas que le expliques que dicho comportamiento te hace sentir mal, esta persona minimiza tus sentimientos y no te toma en serio, ¿qué se puede hacer en estos casos? ¿hay que poner distancia?
Hola María,
El post sirve para cualquier persona con cuyo comportamiento no te sientas bien, que sientas que no te trata bien. Si has ido poniendo límites y esa persona los ha traspasado, lo más probable es que siga haciéndolo una y otra vez, y ahí eres tú quien ha de elegir qué hacer. En mi opinión sería una situación para tomar distancia. Explicarle que no te sientes bien, que lo pasas mal cuando os véis, y que vas a poner distancia para que os veais con menos frecuencia. Y después hacerlo, por supuesto. Hacerlo porque lo decides así, por tu propio bienestar. Quiero decir que no hay una norma fija de lo que hay o lo que no hay que hacer, que eres tú quien ha de darse permiso para sentirlo.
Esto sirve igualmente si se trata de tu padre o de tu madre. Hay personas con las que ponemos distancia, no volvemosa verlas y punto. A veces eso con un padre o una madre nos cuesta, y es normal. Si no quieres llegar a un punto de contacto cero no hace falta que lo hagas. Lo importante es que sepas que si alguien no te trata bien tienes todo el derecho del mundo de alejarte de esa persona, sea quien sea. Tú decides hasta dónde.
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa, me encantan tus post, ¡me ayudan mucho!
¿Me podrías dar un consejo sobre cual seria una frase asertiva con alguien que menosprecia mis actuaciones y decisiones con bastante frecuencia? Con frases del tipo: “¡Qué cosa mas fea has comprado!” o “Qué hora estúpida es ésta para llamar”. Por no hablar de que siempre esta cuestionando mi manera de hacer las cosas, como para picarme. Me he callado muchas veces intentando restarle importancia pero cada vez me molesta mas. Gracias!
Hola Rosa,
Muchas gracias, me alegro de que los post te ayuden. Hay muchas maneras de poner límites. Puedes decir cómo te sientes y que no quieres que esa persona te vuelva a hablar de esa manera, que si lo hace optarás por alejarte, y hacerlo si la conducta se repite. Creo que es importante no entrar al trapo de responder a lo que te dice, de defenderte, sino expresar que no te sientes bien con ese trato y que no vas a seguir permitiéndolo. Y cumplir con tu palabra de alejarte si la persona no cambia.
Un abrazo,
Vanessa
Muchas gracias Vanessa!!! Es genial este post. Muy claro con los ejemplos de situaciones. Me ha permitido entender y razonar…. Y ser conciente de esas primeras veces que no he puesto límites… Y apartir de ahora lo haré de forma conciente, estaré más despierta con atención a esas situaciones.
Muchas gracias.
Un abrazo!!
Me alegro mucho de que te haya servido, Fer. Muchas gracias por compartirlo.
Un abrazo,
Vanesa
En el pasado me he comportado tal como lo explicas en la lectura, sin poner límites a tiempo, no haciéndome respetar. Me sentí tan afectada con esas personas que desde el año pasado dejé de contactarlas, pero no me siento mejor, pues los recuerdos vienen nuevamente y están dando muchas vueltas a mi cabeza. ¿Cómo puedo calmar esos pensamientos? Agradecería tu apoyo
Hola Luz,
Tal vez necesites hacer un trabajo para comprenderte, aceptar que lo hiciste lo mejor que sabías en ese momento y poder perdonarte y soltar el pasado. Y desde luego hacer un proceso de autoestima para que aprendas a confiar en lo que estás sintiendo, reconozcas tus límites y los pongas a partir de ahora.
Un abrazo,
Vanessa
Gracias Vanessa!
Me ha pasado recientemente una situación así. Resulta que en el pasado hubo una pequeña infidelidad por mi parte y el no supo cómo perdonarme, y lo estuvimos intentando aunque le costaba y no ponía mucho de su parte. Cuando se enteró y hablamos jamás en mi vida me había dejado humillar tanto y sentirme tan mal conmigo misma. Pero aún así, me sentía tan culpable que lo pasé por alto, quería enmendar mi error por el cual estaba increíblemente arrepentida, así que cedí y decidimos continuar. Durante el proceso habían reproches o veces que lo notaba frío pero trataba de comprenderlo porque era consciente de que retomar la confianza es muy complicado, así que con paciencia y cuidado tratamos de seguir hacia delante . Parecía que poco a poco se iba reconstruyendo pero un día, él estalló de nuevo, y otra vez volvió a faltarme el respeto y superar mis límites. Ahí fue el punto de inflexión en el que me dí cuenta que no estaba dispuesta a aguantar que me pisoteara de nuevo. Claro que comprendía sus motivos y sus inseguridades. El tampoco lo hizo mal de todo, cuando se dio cuenta se disculpó y reconoció haberme tratado mal, sin embargo, yo ya no era la misma y dudé mucho tiempo si perdonarlo o si lo mejor era irme de ahí. Finalmente tomé la decisión de decir adiós, con una pena infinita, nos despedimos por última vez entre lágrimas, yo sabiendo que lo quería, más que nunca, pero me quería más a mí. Ahora está siendo duro el proceso de olvidarme, hay veces que pienso que me da igual y que quiero estar con él, pero en el fondo se que tome la decisión correcta y estoy orgullosa de haberme puesto por delante.
Hola Lucía,
Muchas gracias por compartir. Volver a recuperar una relación después de una infidelidad creo que no es un proceso sencillo, porque una parte siente que se queda en deuda y otra siente que está por encima y tiene unos derechos sobre el otro. Además de que cuando la confianza se rompe hay que hacer un trabajo muy profundo para crear una relación nueva en la que empieces a construirla desde cero… Complicado, ya te digo. Pero estoy segura de que además de ese dolor te llevas aprendizajes muy valiosos que te servirán en tu nuevo caminar. Y está bien, has sido muy valiente al apostar por ti misma en vez de quedarte anclada a la culpa. Felicidades por ese amor que te has dado y con el que te has tratado.
Un abrazo,
Vanessa
Yo, honestamente, estoy bastante harta.
Soy una persona que sé poner límites, es algo medio inherente en mí, mitad adquirido a raíz de la experiencia.
Pero el tema es que yo soy una persona neurodivergente, por así decirlo. Tengo TOC. Por lo tanto a veces los límites que necesito establecer para procurar mi bienestar pueden resultar difíciles de entender desde fuera, ya que tampoco es que me guste andar dando demasiadas explicaciones sobre el tema. Ahora me he mudado a vivir con dos amigos, bueno, en realidad con una, porque he tenido conflictos con uno de ellos y la verdad la cosa no está bien y esa persona pues no se halla viviendo en la casa de momento, y posiblemente no lo haga al final. Tanto uno como la otra (mis amigos) son también neurodivergentes, bastante abiertos a hablar sobre salud mental y sobre sus necesidades, esto último especialmente con la que sí me hallo viviendo actualmente, sabe qué le molesta y lo dice y pide que no haga según qué cosas, por ejemplo odia el ruido, aunque no sea para tanto, a mi parecer. En fin, el tema es que tuve un conflicto bastante gordo con el chico que iba a venir a vivir con nosotras pero que actualmente no, y me ha desestabilizado bastante mucho, y realmente siento que me estoy actualmente recuperando, con esfuerzo tiempo y distancia, pero que no está siendo fácil y que tengo aun un poco de proceso por delante hasta poder zanjar esta situación de una manera positiva para mí a nivel psicológico y poder avanzar y dejar el lastre que llevo cargando últimamente, y el tema es que me agobia demasiado que me hablen de esa persona últimamente, me pone mal sinceramente, de hecho lo he bloqueado de todas las redes sociales porque necesitaba realmente cortar contacto por mi propio bienestar.
Muchas gracias por compartir, Claudia. No tengo conocimientos de neurodiversidad ni de TOC, pero al menos decirte que está muy bien que te escuches y que reconozcas lo que estás necesitando en estos momentos, para que tú misma puedas dártelo.
Un abrazo,
Vanessa
Hola, Vanessa.
Gracias por tus blogs. Siempre te leo y créeme que con tus escritos llenos de conocimiento y sabiduría, siempre estás aportando nuevas herramientas para autogestionar mi vida.
Este artículo de los límites, si que he resonado con él, ya que llevo varios años esculcándome con diferentes materiales y me doy cuenta que uno de mis líos es el no haber puesto límites a tiempo en mis relaciones, todo con el supuesto ánimo de evitar conflictos, hasta permitir que esto creciera en irrespeto contra mí, achiquitando cada vez más mi autoestima. Gracias, muchas gracias por tus valiosos aportes en mi transformación.
Muchas gracias, Gloria. Me alegro de que te sirva lo que escribo. A veces creemos que poner un límite implicará un conflicto, pero muchas veces no es así. Depende de cómo los pongamos y de la aceptación del otro a los límites, pero eso también nos da una información importante.
Un abrazo,
Vanessa
Tengo una duda, si yo marqué unos límites desde el primer momento, y esa persona no los cumplió, yo me enfadé, le di una segunda oportunidad, pero terminé cansándome de la situación, ¿hice bien? Yo creo que sí, ¿aunque dicho sujeto está intentando hacerme pensar que no? Me dice que no era para tanto, yo la verdad es que me tiene tan hasta que no sé qué pensar, es muy insistente. No quiero volver a entablar una conversación con él en mi vida.
Hola Ally,
Una persona puede hablarte de sus motivaciones o darte una explicación sobre algo, pero nadie puede opinar sobre cómo tú te has sentido. Eso es tuyo y solo tuyo, y también por cómo el otro lo escucha y lo valida podrás ver si te está respetando o no. Si tú sientes que ya ha sido suficiente, es estupendo que tú valides eso que sientes, aunque el otro no lo haga.
Un abrazo,
Vanessa