¿Sabes lo que va a pasar cuando tienes una relación que no funciona y no te estás dando cuenta de que es una pareja tóxica?
Pues que vas a hacer A, B, C, D y toda la lista de cosas que se supone que tienes que hacer para mejorar la relación con tu pareja, pero te va a dar lo mismo.
Porque no va a funcionar. Y no va a funcionar porque el problema está en la base de la relación, en que no te estás dando cuenta de que es una relación tóxica.
Y con tóxica me refiero a que no te hace sentir bien, a que te desestabiliza y te genera malestar. Porque es una persona manipuladora, egocéntrica o lo que sea.
Si es así, lo que en otra relación funcionaría, a ti no te va a funcionar.
Por eso, porque muchas veces queremos resolver lo que nos pasa buscando en el lugar equivocado, he recogido los siete errores que la mayoría cometemos (yo también los he cometido, todos ellos y uno por uno) cuando queremos poner de nuestra parte para que una relación funcione y resulta que se trata de una pareja tóxica.
1.Intentar comprender al otro y ponerte en su lugar.
Es decir, querer entender cómo se puede estar sintiendo y por qué se puede estar comportando como se comporta.
Que habla así porque en su casa se hablaba gritando, que es lo que siempre ha visto, que para él hablar así no es tan grave, que no lo hace con mala intención, que lo hace porque está estresado, que en el fondo es buena persona…
Pues no, esto no funciona porque lo que importa no es con qué intención lo hace ni dónde lo aprendió. ¡Ese es su tema! Y el tuyo es cómo te hace sentir a ti eso.
Cuando estás en justificar al otro, en ponerte en su lugar, en entender por qué es así y en ayudarle para que pueda cambiar, te vas al otro. A lo que depende de él, a lo que es su responsabilidad. Y en ese camino te olvidas de ti, de cómo te hace sentir eso y de lo que es tu responsabilidad.
Por ejemplo, cuando intentas entender por qué ha cambiado. Por qué al principio era encantador y ahora ya no es el mismo. ¡Eso es suyo!
Sí, comprender al otro, aceptarle como es, ser compasiva, ponerte en su lugar, entender su punto de vista y sus motivos, está muy bien cuando hay una base sana en la que sientes que el otro también te respeta. ¡Pero no con un manipulador de los que le dan la vuelta a la tortilla!
No cuando hay una toxicidad o un trato que a ti no te hace sentir bien o que traspasa tus límites, ¡porque entonces te olvidas de comprenderte a ti!
2.Creer que todo lo que te molesta del otro tiene que ver contigo.
Estoy de acuerdo en que todo lo que me pasa con los demás me dice algo de mí. Pero eso no quiere decir que, si me molesta algo de alguien, el problema sea mío.
Tuve que pasar por dos relaciones tóxicas para entender bien esto, pero ya no se me va a olvidar…
¡Ni sombra, ni ocho cuartos! ¿Cómo que no veo al otro como es, sino como yo soy? ¿Cómo que si creo que el otro es egoísta o que no me escucha es que yo soy egoísta o que no le escucho?
Sí, en una relación entre dos personas puede haber algo de esto, pero ojo con confundirte y pensar que siempre es así y que la que tienes que cambiar eres tú.
Que es culpa mía, que es mi niña herida, que son mis expectativas, que soy demasiado sensible o demasiado insegura, que me altero por nada, que yo también tengo mis cosas, que si yo no reaccionara así…
Que esto va de mí y no tiene nada que ver con él, que me tengo que hacer responsable de mi parte y de lo que puedo cambiar yo…
¡Paraaaa! Cuando te cuentas todo esto e intentas resolver lo que está pasando dentro de ti, te estás cargando tú con toda la responsabilidad de que eso funcione. Como si esa relación fuera sólo cosa tuya. ¡Nooo! ¡Es cosa de dos!
Y, si es una pareja tóxica, pensando que el problema es tuyo, te vas a dar de bruces contra la pared una y otra vez.
3.Querer cambiar lo que sientes.
De todos los errores, creo que este es el peor, ¡porque escuchar lo que sientes es lo único que puede salvarte!
Alucino cada vez que trabajo con una mujer a la que su pareja no está tratando bien y me cuenta que lo que quiere es que eso no le afecte.
“Es muy borde conmigo, me contesta muy mal. Y quiero dejar de sentirme así cuando me habla mal”, que me decía una coachee hace poco (por cierto, si quieres trabajar conmigo puedes rellenar este formulario para tener una sesión de valoración).
Pero, alma de cántaro, ¿cómo no te vas a sentir mal cuando tu pareja no te trata bien? ¡Si justo así es como tienes que sentirte para poder darte lo que necesitas!
Por ejemplo, y te cuento otro caso real, supongamos que estás cocinando algo y que se te cae un huevo al suelo y se rompe. Tu pareja te grita y te dice que si eres tonta y tú le agarras para que no despierte al niño, que está durmiendo. Y después él te culpa por haberle agarrado así. Y es como que tú ya no puedes sentirte mal porque te haya gritado.
Si ahí te tragas la culpa por haberle hecho daño, ¡te estás olvidando de ti y de cómo te has sentido con sus gritos!
Querer cambiar lo que tú sientes es la manera más fácil de caer en la manipulación, porque si tú dejas de sentirte mal deja de haber un problema. ¡Pero es que eso es imposible!
Cuando dices que la que tiene que cambiar eres tú, que no quieres que te afecte tanto, que no quieres enfadarte por eso, que eres una exagerada, que no es para tanto, que no hay parejas perfectas, que él te quiere y que no debería ser tan importante que te hable mal, estás, de nuevo, cogiendo el camino equivocado. Porque te aleja de ti.
4.Dar cada vez más, y pedir cada vez menos.
Claro, cuando el otro deja de ser como era, tú empiezas a sentirte insegura en la relación. Y, como cada vez hay más conflictos, cada vez te sientes más insegura.
Y como le coges miedo a que haya otro conflicto y te tragas cuando el otro te culpa a ti de las discusiones, vas reduciendo tus límites y empiezas a callarte lo que te molesta y a pedir cada vez menos y a dar cada vez más, para que la cosa funcione.
Permitiéndote que te molesten menos cosas y esforzándote más y más por ceder para que estéis bien.
Y ahí está el problema, porque tus límites deberían ser sagrados para ti. ¡Algo que no debes reducir ni saltarte por nada del mundo!
Y, ojo, porque poner límites no es solo decir “me molesta esto”. Eso es informar al otro de tus límites, pero NO es ponerlos. Para ponerlos necesitas dejar clara cuál será la consecuencia de que el otro vuelva a hacer eso, y cumplirla si lo hace.
Cuando dices lo que te molesta, pero no cumples con la consecuencia, lo que estás haciendo es transmitirle al otro que puede hacer lo que quiera, porque su comportamiento no va a tener consecuencias. Es decir, que vas a quejarte pero a la hora de la verdad no vas a cambiar nada.
5.Creer en lo que el otro te dice más que en lo que hace y en cómo eso te hace sentir.
Por ejemplo, que te dice lo mucho que te quiere y que hace esto y aquello por ti, y que tú solo te fijas en lo malo y no valoras todo lo bueno.
Y olvidarte de cuando te habla mal, de cuando te dice una cosa y no la cumple, de cuando se le olvida algo que era importante para ti, de cuando te echa en cara lo mismo de siempre, de cuando te menosprecia, te hace un comentario irónico que sabe que te molesta o te castiga de mil formas diferentes…
Olvidarte de lo que hace y del daño que te hace y quedarte sólo con lo que te cuenta es un error garrafal cuando estás con una pareja tóxica.
Por ejemplo, que me comentaba otra persona hace poco, “al final de la discusión me llegó a decir que él sabía que era chulo y seco conmigo, pero que no lo hacía con maldad ni para hacerme daño”.
¿Perdonaaaa? Osea, me hablas mal y me tratas con desprecio, pero no lo haces con maldad.
Vale, ¿y esto a mí de qué me sirve? ¿De qué me sirve que me digas eso si después haces algo que me hace sentir mal? ¿De qué me sirve a mí que alguien haga algo con buenas intenciones si cuando hace eso yo siento que me trata como a una mierda y me quedo destrozada?
No, esto no va de si alguien te dice que te quiere o que es bueno, sino de si tú sientes que te quiere y de si tú sientes que es bueno para ti. Y para responder a eso necesitas dejar de fijarte en lo que el otro te dice y observar cómo se comporta y cómo su comportamiento te hace sentir.
6.Permitir que tu estado emocional dependa de cómo esté el otro.
Es decir, que tu manera de sentirte y de verte a ti misma esté condicionada por la relación.
Si el otro está bien, yo me siento bien. Me siento segura y fuerte.
Pero si el otro no está bien, yo me siento mal. Me siento insegura y débil.
¿Te das cuenta de cuánto poder le estás dando ahí al otro?
¡Basta ya de dejar en el otro la responsabilidad de que tú te sientas bien! Esto, poner tu autoconcepto, tu autoestima y tu felicidad en las manos de alguien, es en gran parte el origen de la dependencia emocional.
7.Pensar más en lo que vas a perder que en lo que podrías ganar si esa relación se termina.
Porque voy a perder esto, esto y esto, y tiraré por la borda todo lo que llevo invertido aquí.
En vez de pensar que vas a ganar serenidad, calma, poder centrarte en ti, cuidarte, mimarte y, sobre todo, estar tranquila y en paz.
Desde ahí, desde ese fijarte más en lo que sí que en lo que no, le prestas más atención a lo que sí funciona porque te sirve para confirmar que merece la pena seguir luchando, y descartas lo que no porque eso te pondría en una situación de tener que hacer algo que no te sientes preparada para hacer.
Y así es como te mantienes ilusionada pensando que en cualquier momento todo volverá a estar bien, sin darte cuenta de que te estás engañando y boicoteando a ti misma. En tu presente y en tu futuro, mientras sigas así.
…
¿Qué me dices? ¿Te has sentido identificada con alguno de estos errores? Si es así me encantará que lo compartas conmigo en los comentarios aquí debajo.
Bárbaro el post Vanessa!! Qué bien me hubiera hecho leerlo hace 2 años cuando sentía todo eso que cuentas, pero todo todo :-), al lado de una pareja narcisista. Era increíble a lo que llegué, yo, una mujer independiente y serena! Pero bueno, llegué a esas conclusiones tuyas aunque me llevó mucho tiempo.
Un abrazo, eres maravillosa.
Holaaa.. describió completamente lo que vivo… }
¿Cómo saliste de esa relación con un narcisista?
Hola Jessika,
Pues pidiendo ayuda y sobre todo tomando conciencia de cómo era esa persona y del daño que me hacía. Cuando te quieres y te das cuenta de que alguien te hace mal, te alejas sin dudarlo. Por eso es tan importante trabajar la autoestima en una situación así.
Un abrazo,
Vanessa
Hola Susana,
Es interesante eso que dices, porque solemos creer que a una mujer independiente y serena no le pasan estas cosas. Y sí, influyen muchos otros factores, entre ellos el no haber conocido nunca a alguien de ese perfil.
Muchas gracias por tus palabras :-).
Un abrazo,
Vanessa
Pareciera que me estas describiendo lo que siento y pienso en estos momentos.
Entonces espero que te haya servido para darte cuenta de lo que necesitas…
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa, después de 40 años de matrimonio en una relación tal como la describes y con 60 años, lo hemos dejado hace 15 días.
He pasado por todos los puntos que indicas y estoy luchando por no enviarle un wassap, llamarle, incluso pienso en ir a verle.
Envío a mi hijo que le lleve comida que yo preparo y sé que le gusta, y estoy continuamente pensando en lo que puede necesitar.
Esto es muy difícil, siento culpabilidad y un vacío.
Estando con él era miedo, tristeza, rabia.
La primera semana de la separación la lleve mejor, había ratos que estaba muy contenta. pero ésta se me esta haciendo mas difícil, deseo que estos sentimientos y estas dudas con el tiempo se vayan aclarando.
gracias un abrazo
Hola Mariana,
Felicidades por haber salido de ahí. Sé que no es fácil, y menos después de tanto tiempo. Ahora lo importante es que tomes conciencia de lo que has permitido y de qué te ha llevado a ello. En mi opinión suele hacer falta ayuda para hacer ese proceso. Y aun así habrá días mejores y días peores, pero es necesario para que dejes de sentirte culpable y de hacerte responsable de quien no lo eres.
Un abrazo,
Vanessa
Hola! Gracias Vanessa, como siempre, por el acierto del post para mi tan importante estos días.
Dejé una relación de 6 años con una persona narcicista al máximo. Me siento identificada con todos los puntos, pero verdaderamente con el 4, cada vez daba más y pedía menos y lo que pedía era motivo de discusión.
Él tenia la capacidad de hacerme ver que siempre hacía por mi bien, cuando en realidad era al revés, pero yo ahí estaba, cada vez dando más por la relación. Hasta tal punto que me desgasté y dejé de ser yo. Me costó muchísimo, muchísimas lagrima derramadas, pero al final se cayó la venda de los ojos! Animos a tod@s
Qué bien, Mei. Me alegro mucho de que hayas saludo de ahí y de que hayas tomado conciencia de lo que estaba pasando y lo que estabas permitiendo. Ha sido duro, lo sé, pero el aprendizaje que te llevas no te lo quita nadie.
Gracias a ti por compartir.
Un abrazo,
Vanessa
Muy acertado, Vanessa. Incluso ya fuera de la relación desde hace un buen tiempo, leer este tipo de información ayuda a arrojar más luz con respecto a lo que viví. Me he visto reflejada en casi todos los puntos. Gracias a tantos otros artículos tuyos que he leído he podido comprenderme más y eso me ha dado también mucha paz y perspectiva.
Gracias por seguir guiando con tus conocimientos. Nos ayuda a much@s.
Mil gracias, Yarah. Me alegro mucho de que el post te haya servido para iluminar lo que has vivido y seguir comprendiéndote.
Un abrazo,
Vanessa
Totalmente identificada. Me ha costado muchísimo darme cuenta de que estaba en una relación tóxica. Por fin nos separamos hace 1 mes, pero aún siento culpa por mi actuar a veces, y aunque sé que en ocasiones fui yo la responsable, pero ahora veo muy claro que la mayoría de las veces mi actuar fue en reacción a su conducta, en especial su eterno silencio, no responder ni opinar, ni nunca dar su parecer sobre lo que yo decía, ni siquiera una mirada que expresara alguna emoción, supongo que era una forma de mantener el control y manipularme. Era muy agotador. Pero leerte me da mucha fuerza y claridad, y en especial me abre los ojos, responsablemente (porque tampoco quiero decir que yo no tuve nada de responsabilidad). Gracias!!!
Me alegro de que el post te haya dado fuerza y claridad y te haya abierto los ojos. La responsabilidad también depende de eso, del nivel de consciencia. A partir de aquí tu responsabilidad aumenta mucho, porque ya has pasado por una situación así y ya has “despertado”.
Un abrazo,
Vanessa