¿No te sientes valiosa? ¿En el fondo de ti misma piensas que tú no vales suficiente?
Si crees eso, que tú no vales, lo notarás porque necesitarás que los demás te valoren para valorarte tú. Como tú no te valoras, tendrás mucho miedo de no gustarle a alguien y estarás muy pendiente de recibir la aprobación de los demás.
También puede ser que lo notes en que no te dejas ser tú misma en tus relaciones, en que ocultas lo que sientes y lo que piensas y, como no te sientes valiosa, no permites que los demás te conozcan tal y como eres.
Y seguramente te tomes fatal las críticas de los demás, porque te conectarán con lo que tú piensas de ti, con esa sensación de que no eres valiosa. Por eso, si alguien te critica, te hundirás en la miseria y dudarás aun más de ti.
Estos son algunos ejemplos de cómo te puede afectar en tu vida creer que tú no vales.
Creer que tú no vales hará que no te sientas bien, que te sientas muy insegura y que dependas mucho de la valoración de los demás.
Incluso, aunque no seas consciente de que crees eso de ti misma, de alguna manera se reflejará en tus comportamientos, en tus relaciones y en los resultados que obtienes en tu vida.
Porque las creencias que más condicionan tu autoestima son las que tienen que ver con lo que crees que eres y lo que crees que no eres. Como ésta de “no soy valiosa” o “no valgo”.
Que puede ser que lo que tú te digas es que tienes pocas cualidades, que tienes pocos recursos, que no sabes qué hay de especial en ti, que no eres lista, que no eres atractiva, que no eres inteligente, que no eres divertida…
Lo que sea, pero al final el problema es que no te sientes valiosa. Que crees que tú no vales.
Y así, creyendo eso de ti misma es como tú te conviertes en tu peor enemiga. Como tú te conviertes en el principal obstáculo para conseguir lo que quieres.
Porque, además, si no te sientes valiosa te criticarás un montón, te exigirás mucho y te acabarás sintiendo culpable por ser así, por no valer suficiente.
Y, ¿qué harás entonces? Pues pueden pasar dos cosas:
1.Que te esfuerces un montón para compensar esa sensación de que no eres valiosa.
2.Que te hagas pequeñita y no vayas a por lo que quieres, por eso de que crees que tú no vales lo suficiente para conseguirlo.
Te voy a hablar un poco de las dos posibilidades para que veas con cuál te identificas más.
Hacer y hacer para sentirte valiosa
Si crees que tú no vales, una posibilidad es que te exijas un montón, para compensar esa sensación de que tú no vales.
Que te sientas insegura, pero hagas todo lo posible porque nadie se dé cuenta (ni te imaginas la de inseguros camuflados de segurísimos que hay repartidos por el mundo).
Que te esfuerces por agradar a los demás, por ser la que crees que más les va a gustar.
Que le des muchas vueltas a lo que dices, a lo que haces y a lo que los demás van a pensar de ti.
Que vivas pendiente de hacerlo todo perfecto y de recibir su reconocimiento, para así alimentar a tu ego y tapar esa sensación profunda de falta de valía.
Que estés siempre pensando en lo próximo que vas a hacer y cero presente en los momentos.
Que lo quieras tener todo controlado y no te des permiso para parar, para descansar, para pedir algo o para mostrarte vulnerable. Que si, por ejemplo, estás enferma te cueste un montón pedir ayuda y dejarte ayudar.
Que no admitas fallos o errores en ti y que no soportes que alguien te haga un comentario negativo.
Por ejemplo, que si en tu trabajo siempre te dicen cosas positivas y de repente un día alguien te hace una pequeña crítica, te quedes dándole mil vueltas, te sientas fatal y se te olvide todo lo positivo. Que sólo puedas pensar en eso negativo que te han dicho, machacándote con que si el otro tendrá razón, si será que no lo estás haciendo bien y que igual todos piensan eso de ti.
Es decir, como tú no te sientes valiosa, lo que te dice el otro te conecta con tu herida y empiezas a dudar de ti, a pensar que no vales y que es culpa tuya.
¿Lo ves? ¿Ves como el problema no está en lo que te han dicho sino en lo que tú crees de ti misma?
Y, como te valoras por lo que haces y por lo que los demás ven en ti, inconscientemente te negarás a dejar de ser perfecta y de hacerlo todo muy bien, porque eso es lo único que sostiene tu falta de autoestima.
Cuando te haces pequeña porque tú no vales
La otra posibilidad cuando no te sientes valiosa es que, en vez de tapar esa inseguridad a base de esfuerzo, te hagas chiquitita y dejes pasar las oportunidades delante de tus narices.
Que evites las situaciones que te den miedo y que no quieras hacer cosas que te incomoden. ¿Consecuencia? Que así es imposible que consigas tus objetivos.
Que dudes un montón de si lo estás haciendo bien, que te sientas muy insegura y que tengas mucho miedo a ser tú por si los demás te rechazan (claro, si no te sientes valiosa darás por hecho que los demás te van a rechazar si eres tú misma).
Que no pidas lo que quieres ni te des permiso para recibir de los demás, porque no te sientes valiosa para ello.
Que nunca te enfades y que estés siempre pendiente de no molestar a nadie y de que a nadie le parezca mal algo de ti.
Que te compares, y veas a los demás por encima de ti, en plan “fíjate qué mona, fíjate qué maja, fíjate que espontánea”… Vaya, que cualquiera vale más que tú.
Que nunca digas que no, que trabajes más de la cuenta y que no pongas limites. Que dejes que los demás hagan contigo lo que quieran.
Que no escojas en tus relaciones. Por un lado, quedándote con lo que te viene. Y, por el otro, no acercándote a alguien que te guste o que de verdad te interese. ¿Adivinas por qué? ¡Bingo! Porque crees que tú no vales y que no puedes conseguir lo que quieres.
Por ejemplo, si no estás a gusto en algún área de tu vida o no te sientes cómoda con alguien, pensarás que eso es lo que hay, que es lo máximo a lo que puedes aspirar, y no te moverás.
En cambio, si te sintieras valiosa, te dirías que no quieres eso para ti, que tú vales más que eso. Y pondrías límites o te irías de ahí.
Si tú no te valoras, los demás tampoco lo harán
Cuando tú no te sientes valiosa, los demás te hacen de espejo de eso que tú piensas de ti. Te reflejan que no eres valiosa, aunque eso que ves no tiene nada que ver con ellos, sino con lo que tú proyectas.
Por ejemplo, si tú crees que no vales, mendigarás amor y te esforzarás por complacer a los demás. Pero como no lo haces desde un lugar auténtico, como tú no te valoras, los demás tampoco van a valorarte.
O puede ser que los demás se lleven lo que se supone que era para ti. Por ejemplo que una compañera se lleve un ascenso que te merecías tú. Y, como tú no te sientes valiosa, no habrás hecho nada para evitarlo. No habrás dicho que tú vales para ese puesto o que te lo merecías por esto y por aquello. Al contrario, si tú crees que no vales, te callarás y no dirás nada.
O que te pongas a estudiar un examen y a otra que no ha estudiado nada le vaya mejor que a ti…
O que estás ilusionada con una nueva relación y llegue otra y se lo lleve. Que te quite lo que tú pensabas que era para ti…
Y otra vez que la vida te trae situaciones que te demuestran lo que tú crees de ti misma y que si tú no te valoras los demás no pueden valorarte…
Claro, si tú te sientes pequeñita y que no tienes nada que aportar, si te parece que cualquiera vale más que tú y que tienes que hacer todo lo posible para que los demás no vean cómo eres, ¡es imposible que los demás puedan valorarte!
Por ejemplo, puede ser que te cueste mantener los amigos, que te esfuerces mucho y que cada vez que creas que una persona es tu amiga, termine pasando de ti. ¿Y qué pensarás tú? Pues reforzarás tu creencia de que no vales, y de que cada vez que alguien se da cuenta termina yéndose de tu lado.
¿Dónde aprendiste que tú no vales?
Como casi todo lo que crees de ti misma, lo más probable es que lo aprendieras de pequeña.
Tal vez porque te reñían mucho y tenías la sensación de que todo lo hacías mal…
Tal vez porque tus padres (uno, o los dos) pasaban poco tiempo contigo o eran poco cariñosos…
Tal vez porque te exigían mucho y te valoraban poco, o porque te comparaban mucho con otros niños.
O tal vez porque te valoraban por lo que hacías más que por lo que eras. Es decir, si aprendiste que tenías que destacar para que te quisieran, necesitarás hacer muchas cosas y muy perfectas para sentirte valiosa.
No habrás aprendido que eres valiosa por ti misma, sino que necesitarás hacer lo que se espera de ti y hacerlo muy bien para sentir que vales. Como que te tienes que ganar la valoración de los demás para sentirte valiosa.
Así, por ponerte algunos ejemplos, aprende una niña que no es valiosa.
Cuando SI te sientes valiosa…
Cuando te sientes valiosa por ti misma, por quien eres y por cómo eres, no necesitas hacer y hacer ni hacerlo todo perfecto para ser consciente de todo lo que vales.
No dependes de lo que piensen los demás ni necesitas que los demás te valoren ni que te reconozcan nada, porque ya te lo reconoces tú.
No dejas pasar oportunidades. Si quieres algo vas a por ello (aunque te de miedo), porque desde lo que tú vales sabes que puedes conseguirlo.
Y si no lo consigues, lo aceptas y ya. No te hace dudar de ti, igual que los errores o las críticas de los demás tampoco te hacen dudar de ti.
Te sientes segura de ti, igual de valiosa que los demás, así que pides lo que te corresponde, dices que no y pones límites.
Y, como te gustas y te sientes a gusto contigo, no te esfuerzas por tapar nada y puedes ser tú misma en cualquier situación.
Y, tachaaaan, resulta que como tú te valoras, ¡los demás también te valoran! Siguen siendo un reflejo de ti, pero ahora te gusta lo que ves.
Así que, si quieres empezar a sentirte valiosa, te voy a proponer que pienses en todo lo que harías hoy si te sintieras valiosa.
En todo lo que sería diferente hoy en tu vida si te creyeras todo lo que vales. Que a cada paso que des hoy pienses en lo que harías diferente si te sintieras valiosa.
…
¿Te has sentido identificada con esta creencia? Si es así me encantará que compartas cómo se refleja en tu vida en los comentarios aquí debajo.
Me siento totalmente identificada con el primer caso, hacer y hacer para alcanzar algo de perfección, y esperar y esperar sin demasiados frutos que te lo reconozcan, y acabar frustrada. Inconscientemente crees que eres valiosa, pero leyendo esto me doy cuenta de que no me lo creo. Quizás por falta de cariño, de atención, de demasiadas críticas,…Pero ya me he apuntado al reto, y estoy dispuesta a cambiarlo, sin miedo. ¡Muchas gracias Vanessa!
Hola. La forma en como lo describes es terrible, yo hago lo mismo, pero en mi percepción es así como debe ser todo. Definitivamente es inconsciente, parece que estoy haciendo todo eso, pero sin ver la realidad, sé que soy insegura, pero no me daba cuenta a qué nivel!
Ya me apunté al reto, espero poder cambiar mi situación algún día y que no sea tarde.
Muchas gracias Vanessa.
Muchas gracias, Guadalupe. Más que ser insegura, tal vez no hayas aprendido a sentirte segura de ti misma, o seas insegura en algunos aspectos pero en otro no. Lo que sea, no dudes de que se puede cambiar y de que es cuestión de dar los pasos adecuados.
Espero que disfrutes del reto, al final del todo te contaré algo muy especial que estoy segura de que puede ayudarte mucho en ese camino ;-).
Un abrazo,
Vanessa
Me ha encantado lo de “sin miedo” :-). Así es, cuando de verdad te sientes valiosa no necesitas hacer y hacer ni que te lo reconozcan, porque lo que sientes nace de ti, ya no viene de fuera… ¡Espero que disfrutes un montón del reto!
Un abrazo,
Vanessa
Buenísimo artículo, querida Vanessa, lo has bordado!!
Como siempre, con tantísimo contenido! Mil gracias preciosa
Mil gracias, Susana. Me alegro mucho de que te haya gustado :-).
Un abrazo,
Vanessa
Madre mía este post es mi reflejo totalmente, y aunque creo que todo se puede mejorar, esta es una batalla que llevo mucho tiempo luchando y me he rendido. Estoy agotada, porque creo que esto lo tengo tan cristalizado en mi mente que no puedo destruírlo. Aún así me he apuntado al reto. Gracias por ofrecer recursos gratuitos, lo intentaré una vez mas.
Hola Francina,
Puedes estar segura de que en el momento en que tú decidas rendirte ya no habrá nada más que hacer… En cambio, si decides que puedes, podrás. No sé qué has hecho hasta ahora, ni cuál es tu historia, pero te aseguro que si das los pasos adecuados en el camino del amor a ti misma conseguirás sentirte valiosa.
Un abrazo,
Vanessa
Me siento identificada con el primer caso la mayoria de las veces o en algunos aspectos de mi vida y con el segundo caso en otros y particularmente en este momento que estoy sin trabajo. Gracias Vanessa
Sí, es posible que en unas áreas o según el momento de nuestra vida estemos más en el esfuerzo para sentirnos valiosas y en otras en la víctima que se hace pequeñita. Al final es lo mismo y se trabaja igual, aprendiendo a valorarte y a sentirte valiosa por ti misma :-).
Un abrazo,
Vanessa
Querida Vanessa, que Dios te siga dando mucha sabiduría para ayudarnos enfrentar nuestras debilidades que son parte de esta vida terrenal, no hay duda de que tú siempre nos brindas aquello que necesitamos para avanzar en el día a día. Créeme estoy ansiosa por este reto, deseo aprovecharlo al máximo y lograr el objetivo de ello, con la ayuda de Dios y de tu sabiduría que él te ha dado.
Un abrazo fuerte.
Muchas gracias por tus palabras, Martha, de corazón. Espero que disfrutes un montón del reto.
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanesa.. Me siento muy identificada con lo que cuentas. Se que es algo mío que me está causando ansiedad en cuanto me critican algo de mi. Concretamente con mi mejor amiga. Ya la hice saber que yo también existo.. Que las conversaciones tenia la sensación que era un monólogo y no me preguntaba nada. Y creo que no he conseguido nada o peor, ahora todo los días me dice lo maravillosos que son sus otros amigos. A mi solo me reprocha, no hay palabra de cariño, ni valor hacia mi. Lo peor es que ya solo quedar con ella me crea angustia. No sé si me estoy comiendo la cabeza. Pero decirla como me siento lo pone peor. Y todo desde que dije que solo voy a estar con amistades que sean recíprocas. Son 30años de amistad. Tengo la sensación que mientras yo decía a todo amén era la amiga perfecta. Esto es mio, no suyo. Ahora ya no se que hacer, me hacen mucho daño los reproches. Y consigue lo contrario, que me encierre más y me sienta culpable. ¿Igual simplemente hemos cambiado las dos? ¿Acepto que hemos perdido la amistad? Tengo la sensación de que es por que no me he valorado y los cambios que estoy haciendo no encajan con los demás.
Mil gracias por tu valiosa ayuda
Hola Maria Eugenia,
El hecho de que tú te valores no significa que vayas a sentirte bien con alguien que te reprocha y no te escucha ni se interesa por ti. Cuando alguien que se valora se encuentra a una persona así se va, simplemente se va. Porque en una amistad algo imprescindible es que te sientas bien al lado del otro, así que algo falla si el otro te genera angustia y malestar… Y eso que falla puede ser del otro y no tener nada que ver contigo ni es culpa tuya, lo que tiene que ver contigo es cómo respondes. Ahí es donde te valoras, o no lo haces.
Un abrazo,
Vanessa
Hola, me siento muy conectada con lo que planteas de que nuestra valoración y actitud propia es lo que reflejamos a los demás y lo que percibimos, me ha ayudado mucho a entender que si no me valoro y me siento feliz y cómoda como soy es muy difícil que logre conectar de manera sana en mis relaciones, todo comienza y termina con uno.
Hola Maria Juliana,
Así es. Si yo no me valoro, me iré encontrando una y otra vez a personas que no me valorarán, porque la vida es un espejo de lo que nos damos a nosotros mismos. Por eso cuando me valoro, como si fuera magia (aunque no lo es), la vida empieza a traerme a personas que también me valorarán.
Un abrazo,
Vanessa
Me encantó, me sentí muy identificada con el segundo caso, en el que me siento pequeñita y todas valen más que yo.
Gracias por esas palabras de enseñanza y apoyo, con el tiempo he tratado de aplicarlas y de mejorar mi percepción sobre mi misma y sobre todo valorarme mucho más!!!
Me alegro mucho, Camila. Espero que sigas aprendiendo a valorarte y que te des cuenta de lo grande que eres. ¡De pequeñita nada!
Un abrazo,
Vanessa
Me sentí muy mal e insegura cuando mi primer enamorado se lo llevó otra, desde allí mucho de mi comportamiento cambio, me volví más introvertida y apagué mi luz social porque quería sentirme bien conmigo misma que con los demás… Eso pasó a mis 14, hoy a mis 28 siento que eso marcó mucho de como soy hoy… Trabajaré en lograr esa seguridad para mi vida… Y poder estar abierta a futuras relaciones.
Muchas gracias, Iwany. Fíjate como por una circunstancia puntual has condicionado la mitad de tu vida y el concepto que tienes de ti misma, ¿te das cuenta? Espero que ahora decidas aprender a valorarte como te mereces, ya has perdido suficientes años.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Vanessa, este post es digno para emmarcar y leerlo cada dia! Que bien hacen los “refreshments”. Que bien me ha ido volver a leerlo y recordar!!
Un abrazo enorme!
¡¡¡Olé!!! Me alegro de que te refrescara para volver a ti misma.
Un besazo grande, Miriam. ¡Escríbeme cuando quieras y me cuentas!