¿Qué haces cuando te molesta algo de alguien? ¿No lo dices, pero en el fondo estás deseando que se dé cuenta? ¿Te lo callas, pero después cambias tu comportamiento con esa persona o se lo terminas echando en cara de malas maneras?
Entonces es posible que tengas un comportamiento pasivo agresivo con los demás.
Si ser clara cuando te molesta algo seria decir “oye, me he sentido así, me ha molestado esto”…
Y no ser clara sería no decir absolutamente nada…
El perfil pasivo agresivo es el que no te lo dice directamente, pero te lo hace saber de alguna manera indirecta.
¿Cómo? Pues te ignora, mira hacia otro lado cuando le estás hablando, resopla, murmura por lo bajinis, no te habla, no te escucha, se queda en silencio, no te responde a un mensaje o te responde tarde, se pone borde, te contesta con ironía, se pone a la defensiva, te hace el “ojo por ojo”…
Es decir, es alguien que se enfada por dentro, pero no lo expresa, y después es agresivo de una forma sutil y poco clara. Pero tú notas que le pasa algo.
Por ejemplo, si yo soy pasivo agresiva y tú haces algo que me molesta, me callaré, pero días después te daré una mala contestación y te echaré en cara lo que hiciste o lo que no hiciste.
O si me preguntas si me pasa algo, te diré que “tú sabrás”.
O si me pides algo que no quiero hacer, en vez de decírtelo claramente, haré como que se me ha olvidado.
O si me dices algo que me molesta, no te diré nada, pero después estaré borde, fría y distante.
En cualquier caso, lo que estoy haciendo es decirte con gestos y con mi actitud lo que no te estoy diciendo con palabras. Como si, en vez de decirte lo que me ha molestado, te castigara por ello con mi comportamiento. Y esto, como te puedes imaginar, enturbia y dificulta mucho las relaciones con los demás.
Porque los demás no saben por dónde voy a salir ni que me está pasando, ya que no estoy siendo clara ni diciendo las cosas. Es como que asiento, pero después con mi comportamiento muestro exactamente lo contrario. Y eso hace que los demás se sientan inseguros e impotentes conmigo.
Así se comporta alguien pasivo agresivo
Y te voy a poner varios ejemplos reales para que lo entiendas un poco mejor y veas si te sientes identificada o si reconoces a alguien de tu entorno que encaja con este perfil pasivo agresivo.
Véase una persona a la que le molesta que sus amigos hagan un plan sin contar con ella y, en vez de decirles cómo se ha sentido, lo que hace es ponerles la cruz y distanciarse. O pagarles con la misma moneda y hacer planes sin contar con ellos.
O alguien a quien le molesta que su hermana comente algo privado de ella delante de otras personas de la familia. En ese momento se queda seria pero no le dice nada, y unos días después, cuando su hermana la llama con toda normalidad, ella no le coge el teléfono ni le devuelve la llamada.
O alguien que propone un plan a un grupo de amigos y cuando le dicen que no, responde “claro, lo entiendo”, pero en el fondo se queda molesta y su manera de expresarlo es salirse del grupo de whatsapp que tienen en común.
O alguien a quien una amiga le dice de ir a un sitio y va aunque no le apetezca, pero después le parece mal que su amiga se lo esté pasando bien y quiera quedarse más rato, y se pone antipática con ella.
O alguien que quiere que su pareja le eche una mano con algo, pero como él no se lo dice pues ella, en vez de pedírselo, empieza a estar seca y distante con él.
O alguien a quien un compañero de trabajo le hace un comentario que le sienta mal y a partir de ahí le evita y le deja de hablar, y si se cruza con él en el pasillo hace como que no le ha visto.
O alguien que siempre está disponible para los demás y nunca dice que no a nada, pero después se queja de que está haciendo algo que no quería hacer, en plan “yo siempre pienso en todo el mundo y nadie piensa en mí”, y a la primera de cambio le pega una mala contestación al otro.
La deuda emocional que generas
Como puedes ver, el problema de callarte lo que sientes o lo que te molesta es que el otro no puede saber lo que te pasa y que el día que explotas lo haces con toda la agresividad que te has estado guardando por no haberlo dicho a tiempo.
Y muchas veces ni siquiera es que explotes con la persona que hizo eso que te molestó, sino que lo haces con el primero que en ese momento pasaba por delante.
Por ejemplo, una amiga me dice algo que me molesta, pero no se lo expreso.
Y al día siguiente en el trabajo me piden algo que no quiero hacer, pero aun así lo hago.
Y cuando llego a casa mi pareja no ha hecho algo que le pedí. Y ahí exploto con toda la mala leche y la carga emocional que me he ido guardando. Y estoy irascible con mi pareja y con mis hijos porque siento que los demás están en deuda conmigo, incluso aunque esto no tenga nada que ver con ellos y que el problema de raíz sea que no me estoy haciendo responsable de mí misma y estoy generando deudas emocionales con los demás, por no ser clara y decir lo que me pasa.
Y te pongo un ejemplo más de esto: imagínate que me quiero apuntar a clases de yoga y tengo una amiga que tiene una escuela de yoga que me pilla bastante lejos, pero aun así, como es mi amiga, decido apuntarme allí. Y estoy yendo de mala gana porque tardo más de media hora en llegar, pero sigo yendo y aguantando… Y entonces un día mi amiga cambia las horas de las clases sin decirme nada, y a mí me parece fatal, porque “encima de que yo me apunté ahí para ayudarla, ¡y ahora mira cómo me lo paga!”. Así que lo que hago es desapuntarme y dejar de hablarme con ella.
¿Te das cuenta? ¿Ves de qué manera yo he dado más de lo que quería dar y no me he hecho cargo de mi necesidad de ir a un sitio que me pillara cerca, y como así estoy generando una deuda emocional con mi amiga que después pretendo que ella me pague a pesar de que yo me apunté a su escuela porque quería y de que ella no me lo había pedido? ¿Ves cómo, en vez de expresarle lo que me ha molestado, lo que hago es ser agresiva con mi amiga de una manera indirecta, en este caso dejándole de hablar?
Siete claves para dejar de comportarte así
Vale, pues si te has sentido identificada con este perfil, te voy a dar siete claves para que puedas empezar a gestionar lo que te molesta de una manera más asertiva y respetuosa con los demás.
1.Lo primero es que te preguntes para qué te comportas así. ¿Para qué ocultas tu enfado? ¿Por qué no expresas claramente lo que sientes, lo que necesitas, lo que quieres y lo que te molesta? ¿Qué pretendes evitar al no hacerlo?
2.Hay muchos motivos por los que una persona puede tener un comportamiento pasivo y callarse las cosas: miedo al conflicto, miedo a las consecuencias de confrontar al otro, miedo a que la relación se deteriore, necesidad de complacer, necesidad de reconocimiento, miedo al abandono, miedo al rechazo, depender mucho de la aprobación de los demás, no haber sido legitimada cuando de niña intentabas expresar lo que sentías, haber recibido muchas culpas o un trato injusto, no haber aprendido a decir las cosas…
Pero claro, después ese enfado se queda dentro, y quien no sabe gestionarlo de otra forma y además tiene mucha necesidad de ser visto o de quedar por encima, termina siendo agresivo con los demás.
¿Qué te das cuenta de que, en tu caso, hace que seas pasivo agresiva en tus relaciones?
3.Deja de quejarte y de echarles la culpa a los demás de lo que te molesta o lo que no te hace sentir bien.
Claro que tienes derecho a que te moleste algo, pero también tienes la responsabilidad de comunicarlo de una forma clara.
Deja de decir cosas como que nadie te entiende, que no te hacen caso o que no puedes contar con nadie.
Deja de tener una actitud victimista con los demás y de hacerles chantaje emocional para que se sientan culpables y empieza a asumir tus errores y a hacerte responsable de ti y de lo que te pasa.
4.Empieza a mirar hacia dentro y a observar qué tienes que ver tú con lo que ocurre en esas situaciones, en vez de echar siempre balones fuera. Puede que te des cuenta de que cuando el otro intenta entender qué te pasa tú respondes echándole la culpa a él, en vez de reconocer que hasta ahora no estabas siendo clara con lo que te había molestado.
O puede que veas que eres demasiado exigente con los demás y que tienes unas expectativas muy altas y siempre esperas que hagan lo que tú harías, pero después no tienes la suficiente capacidad de autocrítica como para asumir las veces que tú te equivocas.
5.Ponle luz a tu sombra y a tu lado oscuro, que todos lo tenemos y cuanto más lo negamos más grande se hace. Reconoce esa ira que llevas oculta dentro de ti, comprende de dónde viene ese sentimiento de envidia, acepta que tienes mucho orgullo y un ego muy grande que siempre quiere tener la razón y salirse con la suya, trabaja tu sentimiento de inferioridad, se consciente de tu dificultad para ponerte de verdad en el lugar del otro…
6.Deja de esperar que los demás adivinen lo que te pasa y de ponerte por encima con pensamientos tipo “yo tengo la razón y la culpa es tuya, así que eres tú quien tiene que darse cuenta de lo que me ha molestado”. Los conflictos solo se pueden resolver de una manera: hablando las cosas con una comunicación clara y respetuosa contigo misma y con los demás.
7.Hazte cargo de ti y deja de pensar que los demás tienen que cuidar de ti. Tú eliges lo que das, y si das algo que no querías dar o permites algo que no querías permitir, esa deuda emocional la estás generando tú. Y no se salda castigando al otro, sino siendo clara y asertiva y dando solo lo que de verdad quieres dar.
…
¿Qué has pensado? ¿Te das cuenta de que a veces tienes un comportamiento pasivo agresivo con los demás? Si quieres puedes compartirlo conmigo en los comentarios aquí debajo. Y si decides cambiar esa forma de relacionarte, estaré encantada de ayudarte. Rellenar este formulario para tener una sesión de valoración conmigo.
Maravilloso post Vanessa! Es lo que yo llamo “pasar las facturas”. He sido pasivo agresiva toda mi vida y esto me viene de mi familia. Muchas veces lo hago por no hacer daño. Recientemente he conocido a una amiga que me resulta muy absorbente y que cada vez que quedo con ella me siento su saco de basura. Porque se descarga conmigo, solo me cuenta su vida y yo acabo agotada. Esto a la vez me sirvió de espejo para no ser así, pero ya no quería su compañía. Ella me escribía y yo estaba mucho más seca. Ella me dijo que si me pasaba algo con ella. A lo que yo contesté que no, que simplemente yo me sentía un poco agobiada con tener que quedar cada semana o hablar tanto por Wassap y que necesitaba estar tranquila ya que lo estaba pasando mal por temas personales. Porque, claro, no vas a decirle: “tía eres un coñazo!”. Es difícil encontrar el equilibrio. Estoy trabajando la asertividad y como nunca lo he sido me salen sentimientos de culpa y desasosiego que se reflejan en sensaciones físicas como nudos en el estómago, insomnio, ansiedad. Espero que llegue el día en que al decir las cosas o actuar con asertividad queriéndome a mi misma no me duela… Me gustaría sentirme bien con ello.
Muchas gracias otra vez por tu ayuda. ¡¡¡Me das luz!!!
Un fuerte abrazo
Hola Pilar,
Me alegro mucho de darte luz. Es un buen ejemplo el que nombras, y creo que eso también se puede decir de una forma que no haga daño al otro. Tal vez desde ahí ella se de cuenta de algo que le sirva, o tal vez no. Pero desde luego tú podrás sentirte mejor contigo misma porque habrás comunicado tu sentir y tus necesidades. Y eso muchas veces resulta incómodo, pero no pasa nada. Ser auténtica y honesta también tiene un precio, pero es mucho más pequeño que no serlo.
Un abrazo,
Vanessa
Acabo de leer todo y me encantó, gracias por compartirlo… siento que en algunos momentos me cuesta expresar mi enfado por intentar siempre ser amable y no piensen que soy agresiva o tengo una mala actitud (realmente siempre he sido muy positiva en todo).
Esto me ha abierto más los ojos, ya que he estado en esa búsqueda de reforzar mi autoestima y poder tener mejores relaciones interpersonales.
Trabajo en una empresa que es totalmente diferente a lo que estudié y para ser franca tener que relacionarse con personas que no vibran en tu misma sintonía y no tienen feeling es complicado… Y afecta si no sabes manejarlo.
Soy comunicadora Social y relacionarme, hacer amistades con personas afines siempre ha sido muy sencillo para mi, sin embargo en el rubro donde me encuentro trabajando en este momento es todo un reto para mi, me relaciono con personas muy distintas a mi, siento que la energía de las personas me afecta mucho y por eso me alejo en ocasiones para poder protegerme.
Pero ¿qué pasa si veo que el problema soy yo y no las personas? Por esa razón regresé a este trabajo, para enfrentarme a mis miedos y marcar la diferencia, indiferentemente de quien sea, ser más clara y no asumir siempre todo e imponer mi personalidad para también ser respetada. Expresar lo que siento ha sido un reto que cada día he estado implementando y mejorando.
Muchas gracias, Maydelyn. Claro, hay personas con las que nos resulta más fácil y otras con las que todo parece muy complicado. A veces tiene que ver con cómo son, a veces con lo que despiertan en ti, pero en cada situación hay un camino de crecimiento que solo tiene que ver contigo. No tanto desde el esfuerzo, sino desde el aprendizaje.
Un abrazo,
Vanessa
Muchas gracias, muy de acuerdo con todo el artículo.
Trato de no ser así hace mucho tiempo, lo que pasa que a veces me paso al otro lado, si tengo confianza, directamente soy agresiva, pues, por ejemplo con mi madre, después de haber aguantado siempre el hecho de no validarme, y no respetarme, pues ahora voy a saco… y ya ni siquiera me siento culpable.
Una vez, con excompañeras de un trabajo en el que estuve mucho tiempo, y que mientras estuve allí ejercía un rol, aunque hubiera cosas que no te acabaran de gustar, y años después, siguen comportándose igual, sin contar contigo o sin querer conocerte realmente (cosa que yo también he tenido culpa), pues un día me quité de repente del wasap del grupo con ellas, sin más, creo que tenía muchas razones para hacerlo, aún así, me ha estado doliendo durante mucho tiempo mi actitud, pero… me vi acorralada, salí por ahí.
También he sufrido a una pareja agresivo pasiva, cuando yo quería comunicación y poder resolver las cosas, no hubo forma. En fin.
Un saludo, gracias
Hola Conchi,
Muchas gracias por compartir. Muy bien, te estás dando cuenta de desde qué lugar te comunicas y te relacionas, y ese es el primer paso para cambiarlo. Con los padres creo que es un tema diferente, y a la vez es lo mismo porque de ahí vienen la mayoría de nuestro patrones inconscientes.
Un abrazo,
Vanessa
He vivido con un pasivo agresivo casi toda mi vida, yo no sabía que lo era y acababa por sentirme yo culpable de todo. El daño que hacen estas personas, el desconcierto que provocan en los demás y la impotencia… son terribles. Acaban con tu autoestima, a ellos nunca les pasa nada, mienten… carecen de autocrítica, pero son implacables con todo el mundo… La parte pasiva es tremenda y, en este caso, cuando sale la agresiva es destructiva total. A las personas de los comentarios, bien por reconocer lo que les pasa, creo que es un paso esencial.
Gracias Vanesa!
Todo tan acertado a mi persona, haré caso a tus consejos y espero evolucionar y cambiar esa actitud que a mí en lo personal no me agrada.
Un abrazo!✨
Muchas gracias, me alegro de que te haya servido :-).
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vicenta,
Lo que dices, además de un perfil pasivo agresivo, podría ser algo más. No todas las personas pasivo agresivas mienten o son implacables y destructivas con los demás. Tal vez sea una persona con rasgos narcisistas o manipuladores (en ese caso te sentirías identificada con este post).
Un abrazo,
Vanessa
Yo también he reaccionado tal cual comentas en el post, bien por miedo al rechazo, al conflicto o por mi baja autoestima… pero yo creo que no soy una persona toxica, simplemente me he alejado de las personas que por alguna u otra razón me han hecho daño, porque creo que ya somos mayores para estar diciéndole a alguien lo que te ha molestado del otro o lo que te ha hecho daño. Creo que cada uno es responsable de sus actos y si alguien te hace daño tienes todo el derecho de alejarte. Demasiado mal ya lo he pasado alejándome para encima también sentirme culpable por no decir lo que me molesta de ellos…
Hola Marian,
Sí, cada uno es responsable de sus actos, de lo que hace y de lo que comunica. A las personas no nos molestan o nos duelen las mismas cosas, y el otro no puede saber lo que te molesta a ti. Incluso sin querer hacerte daño te lo puede haber hecho, porque las personas nos equivocamos y vivimos tan ensimismadas en nosotras mismas que muchas veces se nos escapa lo que les puede estar pasando a los demás. Y solo cuando lo decimos los demás pueden saberlo.
Cuando no decimos lo que nos molesta nos colocamos por encima o por debajo del otro (depende de desde dónde lo hagamos). Y la única forma de colocarte de igual a igual es comunicarlo. No para educar al otro, sino para hacerle saber de lo que te pasa a ti.
Pero si con no comunicarlo tú te quedas a gusto está perfecto :-).
Un abrazo,
Vanessa
¡Hola a todas! Darte las gracias Vanesa por tu generosidad al compartir con nosotros tantos conocimientos. Nos ayudas como ves a muchas personas, pones palabras y sabiduría a una casi inexistente capacidad de gestionarnos bien emocionalmente.
Yo creía que yo sólo era agresiva por tener tanta ira dentro en ocasiones. Al leer el artículo me he reconocido 100%. Nada más que decir. No pierdo la esperanza de mejorar mi manera de ser porque soy la que más daño se hace. Muchas gracias
Muchas gracias por tus palabras, Marta. Me alegro de que el post te haya servido para comprender de dónde viene esa agresividad. Verás que cuando empieces a comunicar lo que te pasa te sientes mucho más en paz contigo misma.
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa. Brillante como siempre. Una bofetada de realidad. No sabía que lo era tan claramente. Llevo bastante tiempo leyéndote y voy haciendo cambios sobre decir lo que siento. Herida del rechazo creo que es mi problema. La duda es que ya he comunicado a una amiga que me siento vacía, que vuelvo a mi casa sin que ella me haya preguntado absolutamente nada y yo haya oído todas sus historias y pasa el tiempo y todo sigue igual. Cada vez lo veo más evidente. Yo la escucho sus problemas y digo los míos cuando me deja (cosa que estoy aprendiendo) y la respuesta es un ¡vaya! o ¡ah!, un silencio y cambia a su tema. Ahora sé que también está siendo pasiva agresiva y que mis cambios están cambiando nuestra relación por no darla lo que le daba.
Me has enseñado a ver.
¿Es una personalidad egocéntrica? ¿Cómo la trato o me alejo?
Mil gracias por enseñarnos a ver y a aceptarnos.
Un Saludo
Eugenia
Hola Maria Eugenia,
Lo importante no es tanto si ella es egocéntrica, sino cómo te sientes a su lado, si te sientes libre para expresar lo que te pasa y sientes que ella te comprende, y si sientes que ahí te das y te dan lo que necesitas. Si te vas a ella te olvidas de ti, y la única que puede ocuparse de ti eres tú, con todo lo que eso signifique.
Un abrazo,
Vanessa
Y si en vez de serlo tú, das con personas que son de esa manera, ¿cómo actuar con ellas?. Porque hacen daño su actitud una y otra vez, y no se quieren dar cuenta (o sí), y corregirse. Insisto: ¿cómo actuar con ellas cuando te hacen tanto daño?. Te agradecería una respuesta, muy importante para mí. Gracias Vanessa.
Hola Marisa,
La responsabilidad siempre es tuya en alguna forma, así que si das con muchas personas que son así es en ti en quien necesitas buscar y comprender qué está pasando. Creo que cuando sueltes lo de los demás y agarres lo tuyo encontrarás el camino que necesitas :-).
Un abrazo,
Vanessa
No entiendo lo que me dices. Te cuento que tengo cerca personas pasivo-agresivas y me contestas que mire lo que me está pasando a mí. ¡claro que me pasa cuando trato con ellas! ¡Que no soporto esa forma de comportarse!. Ahora soy yo la que no te entiendo a ti. Me da la impresión de que me estás tomando el pelo.
Disculpa, Marisa. Como comentas a menudo creo que he respondido pensando también en otros comentarios que has dejado, siento si te has sentido ofendida en algo. Me refiero a que cuando me rodeo de personas que por un motivo u otro no me hacen sentir bien, al final la responsabilidad es mía, la que de alguna manera está creando eso, porque lo permite o porque lo elije, soy yo. Y a los demás no les puedo cambiar, solo puedo cambiar yo.
Un abrazo,
Vanessa
Gracias por aclararme las cosas. Efectivamente, parece que no los podemos cambiar pero es que a veces, por las circunstancias de cada uno tampoco podemos alejarnos demasiado de ellos porque son demasiado cercanos y no nos lo podemos permitir aunque nos gustaría. Las cosas a veces no son tan sencillas como alejarte y ya está, todo finiquitado. No, depende de las circunstancias no podemos o no es conveniente que hagamos tal cosa. Y entonces, ahí viene el sufrimiento continuo que no sabemos como paliar, y esa fue la pregunta que te hice al principio.
De todas formas, gracias por contestarme.
Si esas relaciones te están costando seguro que te servirá hacer algún tipo de terapia o trabajo de autoconocimiento que te de herramientas para gestionarlas desde un lugar más sano para ti.
Un abrazo,
Vanessa
Muy interesante este tema. A veces nos comportamos de forma pasivo-agresiva porque erróneamente creemos que evitando conversaciones difíciles no vamos a lastimar ni salir lastimados. Sin embargo, esta actitud genera incertidumbre y malestar en el otro, y esa es una forma de agresión.
A veces herimos más con el escudo que con la lanza.
Gracias Vanessa.
Maravilloso, Sonja. Me ha encantado eso de que a veces herimos más con el escudo que con la lanza. ¡Totalmente de acuerdo!
Un abrazo,
Vanessa