¿Qué es para ti la autoafirmación? ¿A qué te suena? Piénsalo, ¿en qué crees que consiste autoafirmarse?
Pues te interesa saberlo, porque la autoafirmación es un componente fundamental de tu autoestima.
De hecho, la autoafirmación es el cuarto pilar de la autoestima, y consiste en respetar tus deseos, necesidades y valores y buscar su forma de expresión adecuada en tu realidad.
En vivir de forma auténtica y en hablar y actuar desde mis convicciones y sentimiento más profundos.
Su opuesto más claro es la timidez. La típica persona que está siempre en un segundo plano, oculto, frustrado… Ya sea que lo hace para evitar el enfrentamiento con alguien, ya sea que lo hace para complacer o para manipular a alguien, en ningún caso esa persona se está autoafirmando.
Y ya te digo yo que es bastante habitual encontrar a personas con miedo a autoafirmarse…
De hecho, pocas personas lo hacen, pocas personas se afirman a sí mismas.
Así lo comprobó Nathaniel Branden, el autor de la obra Los seis pilares de la autoestima, en la que se basa este post y los otros tres en los que ya te hablé del primer pilar, el segundo pilar y el tercer pilar de la autoestima.
Pues bien, explicando el concepto de autoafirmación a un grupo de alumnos, Nathaniel les preguntó si creían que tenían derecho a existir. Todos dijeron que sí. Entonces Nathaniel le pidió a un voluntario que dijera en voz alta “tengo derecho a existir”. Lo dijo, pero a los demás no les resultó creíble su manera de decirlo. Lo repitió, y seguía sin sonar convincente. De hecho, sonaba cada vez más desafiante. Era como si se pusiera a la defensiva, como si estuviera convenciendo a alguien de su derecho a existir.
Entonces Nathaniel pidió más voluntarios. La siguiente alumna dijo “yo tengo derecho a existir”, pero lo hizo como si pidiera perdón por ello. Eso tampoco sonaba convincente.
El siguiente lo dijo con tensión y lleno de dudas.
Si Nathaniel les pedía que dijeran “dos más dos son cuatro”, todos sonaban convincentes y seguros de lo que estaban diciendo. Pero si les pedía que dijeran que tenían derecho a existir, ninguno sonaba creíble.
Y así, uno tras otro, hasta que los alumnos comprendieron que no era fácil afirmar su propio derecho a existir.
Que a las personas no nos resulta tan fácil afirmar nuestro propio derecho a existir.
Creencias que dificultan la afirmación de ti mismo
¿Qué crees que hace que nos cueste tanto autoafirmarnos? ¿Cuáles crees que son las creencias que nos limitan a la hora de autoafirmarnos? Pues pueden ser varias, por ejemplo:
Creo que para autoafirmarme tengo que ser agresiva.
Creo que para autoafirmarme tengo que pisar a alguien.
Creo que si afirmo mis derechos tengo que pisar los de los demás.
Creo que para que me quieran es mejor amoldarme que hacerme valer.
Creo que si me expreso a mí misma los demás no me aprobarán.
Creo que si me quiero y me valoro provocaré resentimiento en los demás.
Creo que si destaco me quedaré solo.
Creo que si me muestro demasiado feliz los que me rodean se sentirán celosos.
¿Con cuál de estas creencias te identificas tú?
Pues que sepas que no, que autoafirmarse no implica nada de eso. Autoafirmarse consiste en estar dispuesto a valerme por mí mismo, a ser quien soy y a ser como soy, y a tratarme con respeto en todas las situaciones.
Es decir, todo lo contrario a falsearme o aparentar ser quien no soy para agradar a alguien… Y digo esto porque muchas de las personas con las que trabajo hacen eso. Vaya, que cambian su forma de ser para gustar a los demás, y eso está muy lejos de la autoafirmación.
Ejemplos de qué es y qué no es autoafirmación
Si te fijas bien te darás cuenta de que en todas las situaciones de tu día a día se te plantea la disyuntiva entre ser auténtica o no serlo, entre ser real o no serlo. En todas, no creo que se libre ninguna situación, sea cual sea el contexto, eliges autoafirmarte o no hacerlo.
Por ejemplo, si estás con tu jefe y bajas la mirada mientras te habla, eso no es autoafirmación.
En cambio, si estás con tu jefe y le vas haciendo preguntas sobre algo, eso sí es autoafirmación.
Si crees que tienes algo que aportar en tu trabajo, que tu contribución es importante, y te comportas en coherencia con esa creencia, eso también es autoafirmación.
Si estás con alguien que te impone y bajas la voz, como si no tuvieras derecho a hablar o como si no quisieras que esa persona te oiga, eso tampoco es autoafirmación.
Si expresas tus valores y vives de acuerdo a ellos, eso también es autoafirmación (no lo sería si conocieras tus valores pero no los proyectaras en tu realidad, que es lo que suelen hacer muchas personas…).
Si te mueves hacia tus deseos, eso también es autoafirmación (ojo, no lo sería si tuvieras deseos y no te movieras hacia ellos).
En cambio, ser rebelde y protestar por el simple placer de hacerlo no es autoafirmación.
Pero decir que no (como un acto consciente resultado de una reflexión) cuando no estás de acuerdo con el trato recibido, sí que es autoafirmación.
Si cada vez que empiezas a salir con alguien te olvidas de ti, de tus tiempos, de tus deseos y de tus necesidades, eso tampoco es autoafirmación.
Y si para ser amable con alguien sueles sacrificarte o traicionarte a ti mismo, eso tampoco es autoafirmación.
En resumen…
Todo lo que tenga que ver con pensar por uno mismo y atenerse a lo que uno piensa es autoafirmación.
Todo lo que tenga que ver con sentir que tu vida te pertenece y que estás aquí para vivir de acuerdo a tus expectativas (y no a las de otros), también es autoafirmación.
Todo lo que tiene que ver con defender tu derecho a existir tal y como eres, a ser tú misma, también es autoafirmación.
Y todo lo que tiene que ver con tener el valor de ser quien eres, también es autoafirmación.
Cómo autoafirmarte en tu día a día
Puede haber muchos caminos, pero aquí te voy a dar solo tres opciones para que elijas una de ellas:
1.Creer que tus ideas y deseos son importantes y ser coherente con ello.
Es decir, que no eres egoísta por saber lo que quieres, respetarlo, manifestarlo e ir a por ello.
¿Me has leído bien? ¡No! ¡No eres egoísta!
Por ejemplo, recuerdo a una Coachee con un trabajo muy estresante que le ocupaba un montón de horas. Cuando comenzó a trabajar conmigo, su objetivo era encontrar más tiempo para sí misma, para cuidarse y hacer cosas que de verdad le apetecieran. Su primera idea fue dejar el trabajo y hacer algo que le ocupara menos tiempo, aunque su sueldo fuera inferior, para tener más tiempo para ella. Pero cuando compartió su pensamiento con su marido y sus dos hijos adolescentes, todos temieron que el nivel de vida familiar se viera afectado si la mujer cambiaba de trabajo. ¿Cuál crees que fue el primer pensamiento de ella? “Claro, soy una egoísta. Una buena madre debería sacrificarse por sus hijos”.
Pues bien, esto, por si no te ha quedado claro, no es autoafirmación. En cambio, sí lo fue lo que finalmente hizo esta Coachee: reducir su jornada de trabajo con el fin de tener tiempo para sí misma y para lo que de verdad deseaba hacer. Y comprender que con ello no estaba faltando al respeto a su familia, pero sí se estaba respetando a sí misma.
Este es un egoísmo sano, que ya sabes que yo defiendo a capa y espada.
(Por eso es tan importante decirle a un niño que lo que quiere, lo que piensa, lo que siente y lo que desea es importante, porque le estás ayudando a desarrollar su capacidad de autoafirmación…).
2.Enfrentar los retos que te trae la vida, ya sean pequeños o grandes, en vez de evitarlos, también es una manera de autoafirmarte.
Y si no sabes hacer frente a algo, aprendes. Y si no entiendes algo, te esfuerzas por entenderlo. Y si quieres hacer algo, te comprometes contigo mismo para hacerlo.
Es decir, te autoafirmas cuando asumes nuevas tareas, nuevos compromisos y nuevas responsabilidades. Esa es la manera de mejorar lo capaz que te sientes, lo eficaz que te sientes y lo que te respetas a ti misma.
Esa es la manera de aumentar tu poder personal.
Esa es la manera de afirmar tu existencia.
3.Atreverte a ser tú mismo, a decir lo que piensas, a expresar lo que sientes y a mostrarte tal cual eres.
Y para esto, ya te lo he dicho, nuestro día a día es una fuente inagotable de oportunidades. El principal problema es que no las vemos porque no nos paramos a mirarlas…
Creemos que nos dañan los demás, pero los que más daño nos hacemos somos nosotros mismos, por ejemplo cuando no defendemos nuestros valores o cuando no nos damos permiso para mostrarnos auténticos.
Y en el libro Nathaniel pone un ejemplo muy claro que seguro que te ha pasado alguna vez. Un chico ve una película y se emociona. Le encanta, llora, sabe que esa película le ha marcado… Y al salir del cine se encuentra a un amigo que le pregunta si le ha gustado la película. Pero el chico, por miedo a lo que piense su amigo, se calla que le ha emocionado y simplemente responde “no está mal”.
Igual que un Coachee que, por miedo a lo que pensaran sus compañeros de trabajo, no se atrevía a decir qué música escuchaba.
Y lo mismo que otra que no se atrevió a decir delante de sus amigos que no compartía sus mismas ideas políticas.
De hecho, muchas veces, cuanto más cercano es alguien más fácil es que tengamos miedo a lo que esa persona piense de nosotros y acabemos traicionándonos a nosotros mismos y escondiendo nuestra verdadera identidad.
Por ejemplo, recuerdo a un Coachee que cuando empezó a trabajar conmigo me contaba que (casi) siempre le daba la razón a su pareja por miedo a que ésta se enfadara y terminaran discutiendo. Pensaba que eso a él no le afectaba, porque le daba igual tener la razón que no tenerla, pero en realidad se estaba cargando su autoestima.
Lo mismo que una hija, ya adulta, que no se atreve a decirle a su padre que no está de acuerdo con su opinión, porque la considera xenófoba y censurable.
Y lo mismo que alguien que no se atreve a contarle a su pareja que está haciendo un proceso de Coaching, por miedo a que él se ría de ella. Esto tampoco es autoafirmación.
…
Y, como puedes ver este cuarto pilar de la autoestima, igual que pasaba con los otros, es a la vez causa y consecuencia de una sana autoestima.
Es decir, tu autoafirmación ayuda a que se fortalezca tu autoestima.
Y a la vez es señal de que tienes una buena autoestima.
Así que, si en tus manos está mejorar tu capacidad de autoafirmación, y en todas las situaciones de tu día a día se te presenta la oportunidad de hacerlo, ¿qué se te ocurre que podrías hacer? ¿Por dónde podrías empezar? Me gustaría mucho que lo compartieras conmigo en los comentarios aquí debajo.
Qué buen post!! Una excelente forma de empezar mi día.
Quiero denotar tu capacidad de hacer contenido interesante, pero lejos del misticismo o positivismo recalcitrante -que a menudo redunda en una opinión agradable- sino más bien en una opinión profesional y con contexto.
Mil gracias y que estes llena de bendiciones desde Colombia.
Me alegro mucho, Federico. Muchísimas gracias por tus palabras y tu reconocimiento.
Un abrazo grande para ti también,
Vanessa
Vanessa, entiendo lo que quieres decir, pero no estoy segura de que sea un “condicionante” en sí de la autoestima. Creo que depende de las situaciones y de las personas con las que no te atreves a hacerlo lo que lo define. Me explico. Creo estar autoafirmada en casi todos los ámbitos de mi vida. Tanto con mis jefes como con mis amigas, mi pareja o mis padres suelo expresar mis opiniones, aunque sean contrarias a las de ellos; de hecho, no hace mucho, todas mis amigas se me echaron encima (e incluso me criticaron por detrás) por opinar como opiné en voz alta y no por eso me he callado ni he cambiado mi relación con ellas. Y creo que ello es fruto de tener una relación sana y cómoda con esas personas (en lo que tengo que trabajar es en cómo decir, muchas veces, lo que siento en el caso de mis padres…). Sin embargo, soy incapaz de hacer lo mismo cuando estoy con mi hermano. Siempre he sido incapaz de plantarle cara cuando actuaba de forma déspota conmigo o con mis padres. Lo único que he hecho ha sido alejarme de él, como si ya no me importara y ahora que él está de lo más dócil (sobre todo con mis padres) me enervo porque creo que es una pose ficticia e interesada y parece que “la mala” soy yo por no darle una oportunidad. Lo que creo es que cuando tuve que autodefinirme no lo hice y ahora cualquier cosa que diga para justificar mi comportamiento está fuera de lugar. No saber cómo solucionarlo es lo que me está minando…
Beatriz,
Entiendo que lo que comentas de tu hermano también es fue ejemplo de cómo nuestra autoafirmación condiciona nuestra autoestima, y al revés, por eso que dices de que te callabas y no te hacías valer.
Y ahora que él ha cambiado dices que “cualquier cosa que diga para justificar mi comportamiento está fuera de lugar”. Ojo con eso, si tu estás segura y tranquila con tu comportamiento no necesitarías justificarlo ante nadie.
Para resolverlo necesitas empezar por tener claro lo que quieres, ¿cuál es tu objetivo presente en este tema?
Un cariñoso abrazo,
Vanessa
Efectivamente, Vanessa. Soy consciente de lo que puse cuando dije lo de “justificarme”, no conmigo misma, porque tengo la conciencia muy tranquila, pero parece que los demás siempre se creen con derecho a pedirme explicaciones (cuando creo que ya somos todos bastante mayorcitos para eso y no veo que nadie más las dé). Sólo querría que las personas que han estado implicadas, entendieran (aunque no compartan) mi actitud, que no se olvidaran de todas las situaciones que me han llevado hasta aquí sólo porque a él ahora le dé por actuar de “hijo pródigo”. Pero bueno, como eso es algo que no depende de mí y, además, no va a pasar, mi objetivo es conseguir que no me moleste, estar serena cuando él esté y, de darse el caso, saber dar una buena y educada contestación a tiempo.
Yo me autoafirmo bastante, pero le doy demasiada importancia a la opinión de los demás. Entonces entro en duda muchas veces por evitar conflictos o por verme rara y es como un ¿haré bien lo que siento? ¿Es raro lo que pienso? Yo no entiendo porque yo no veo rara la opinión del resto, la respeto y no la pongo en duda, la acepto, etc., Pero la gente conmigo no es igual. Todo el mundo suelta lo que le viene en gana sin tener ningún tipo de pudor y eso a mí me tambalea a veces.
Jess,
Entiendo que es como un camino de confiar en ti y en lo que sientes en cada momento. Los pensamientos son distintos, esos a veces si nos juegan malas pasadas…
No puedes cambiar lo que hacen los demás, pero sí como respondes tú a sus comentarios. ¿Cómo quieres responder? ¿Cómo quieres sentirte? Sea como sea, recuerda que confiar en ti, en tu criterio y tu manera de sentir, es fundamental.
Un abrazo,
Vanessa
Me pareció muy bueno el tema, tanto así que me iba identificando con cada línea que leía. Creo que es muy importante que aprendamos a conocernos y a creer más en nosotros mismos. Lo digo porque leyendo acerca de ello me he dado cuenta de que he estado encerrada en mi persona y cuanto me he maltratado por buscar la aceptación de los demás, cuando la primera que tiene que aceptarse tal cual soy yo. Me ha hecho abrir los ojos y darme cuenta que el ser yo no está mal y que es hora de comenzar a creer de lo que soy capaz de hacer sin contar con la apreciación o el visto bueno de los demás, ¡muchas gracias!
¡Guau! ¡Sí que le has sacado provecho al post! :-). Pues disfruta mucho de ser tú, de valorarte y de creer en ti. Comienzas un precioso camino…
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Yo la mayor parte del tiempo me mostraba muy buena persona cuando recibia mal trato de los demás. Era como que intentaba quedar bien con los demás para intentar agradarles y no decía lo que sentía en ese momento, no me defendía, no ponía límites, etc, etc. Fue cambiando poco a poco cuando empecé a valorarme.
Aun no lo he logrado del todo.
Tengo mi lista super larga de miedos a conquistar.
Me gustaría hacer una lista especificando las situaciones en las cuales necesito autoafirmarme. E ir enfrentándolas una a una y luego me recompenso por ello.
¿Estaría bien?
Es una idea estupenda, Andrés. Recuerda premiarte también por el esfuerzo, no sólo por el resultado.
Y felicidades por ese camino que has andado desde que empezaste a valorarte, sigue así.
Un abrazo grande,
Vanessa
Hola Vanessa,
No sé si te había escrito antes, pero es tan extraño todo. Tus post me llegan siempre en el momento preciso y relacionados a situaciones que estoy viviendo en esos instantes -por lo menos así los veo-. Y hoy recibo éste, en un instante en que sólo he querido desaparecer del planeta, en un momento en que estoy haciendo mi esfuerzo máximo en levantarme día a día y hacer mi trabajo (que me encanta) pero que no logro hacer despegar, y desde hace varias semanas con una sensación de “¿para qué es todo esto? ¿de qué ha servido el esfuerzo de 3 años? ¿por qué me toca vivir esto? ¿qué debo aprender?”… y no encuentro la solución… o no la encontraba.
Gracias infinitas por todo lo que escribes… ¡Definitivamente tengo que aprender a aplicar muchas cosas aún! 🙂
Gracias a ti, Ange. Das un gran ejemplo con esta manera de querer comprender y aprender de lo que te pasa… Todos tenemos mucho camino por delante, pero no todos tenemos la misma actitud. La tuya es para que te sientas muy orgulloso, felicidades. Y mis mejores deseos para ti.
Un abrazo grande,
Vanessa
Hola,
Me gusta mucho eso de la autoafirmación. Recuerdo que el año pasado empecé a tomar tus consejos al pie de la letra, me sentía con más autoestima y más feliz. Este año empecé con una relación sentimental. Al principio todo estaba genial, pero no entiendo por qué empecé como a complacer a mi pareja al punto de que siempre le daba la razón y hacia todo lo que él me decía, por eso mismo de “no discutir”. El caso es que me da, no sé si es pena o miedo, decir lo que pienso. Es más, podría decir que hasta me siento inferior, insegura… Siento que retrocedí en mi proceso y la verdad no sé qué hacer.
Muchas gracias por compartir, Yaneth. Lo primero es que te aceptes también ahora, en lo que te está pasando. Que no te juzgues ni te sientas mal por ello. Todo camino tiene algún paso atrás, pero te aseguro que con el tiempo terminas comprendiendo que eso también era un paso hacia adelante…
Y poco a poco ve poniéndote pequeños retos para ser tú misma y para ir diciendo lo que piensas. Poco a poco, premiándote por cada pequeño paso. También puede ayudarte compartir con tu pareja lo que te está pasando, y sobre todo ser muy cariñosa contigo misma.
Un abrazo grande,
Vanessa
Siento que son muchas cosas que debemos hacer para mejorar la autoestima. ¿Por dónde empezar?
Yaneth,
Creo que no hay un camino lineal, sino que cada persona ha de andar el suyo… Por las situaciones que vas viviendo, por lo que sientes que necesitas, por eso en lo que te sientes insegura, tú misma puedes ir viendo qué es lo más importante en este momento para ti… Sea lo que sea, tu díalogo interno y la manera en la que te hablas a ti misma es un buen indicador de por dónde podrías empezar. Obsérvate con cariño ;-).
Besos y sonrisas,
Vanessa