¿Qué crees que podemos aprender de la tragedia en la que estamos inmersos?
¿Cómo podemos vivir esta situación tan dolorosa del coronavirus de una forma útil y sana?
He reflexionado mucho sobre ello estos días. Pensaba que, como decía Viktor Frankl, nuestra única libertad está en cómo respondemos a lo que nos pasa.
Pensaba en que aquello en lo que pongas tu energía será lo que veas y lo que sientas. Si pones tu energía en el miedo, éste crecerá. Y si todos lo hacemos a la vez, un país entero, un mundo entero poniendo su energía en el miedo, éste se hará más fuerte.
Ya te he contado antes que sólo hay dos formas de vivir, desde el Miedo o desde el Amor. Por eso he sentido la necesidad de escribir este post, porque cuantas más personas estén viviendo desde el miedo, más poder sobre nosotros le estamos dando.
Cuando entras en el juego del miedo te colocas en una vibración que no suma, sino que resta. Te resta a ti y resta a los que te rodean. Porque lo que piensas y lo que sientes, siempre, de alguna manera, se materializa en la realidad.
Si pones el foco en el miedo, en el futuro y en lo que no depende de ti, te alejas del presente, y sobre todo te alejas de lo único que tiene poder frente al miedo: el Amor.
En vez de eso, quiero invitarte a buscar aprendizajes y “para qués” en esto que nos está ocurriendo.
¿Para qué está pasando esto? ¿Qué puedo aprender de ello? Aquí tienes diez reflexiones que deseo que te sean útiles:
1.Para que agradezcas todo lo que tienes.
No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Es una lección que en teoría ya sabemos, pero que a la hora de la verdad todavía no hemos aprendido.
La tranquilidad de cada día. Poder ir y venir. Sentirte libre. Trabajar. Estar con la gente a la que quieres. Compartir. Celebrar. Disfrutar de cada momento…
Todo lo que hay en nuestra vida cuando estamos en esa rutina que no valoramos hasta que la echamos de menos.
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? ¿En qué podría ser más agradecida?
2.Para que dejes de quejarte y de preocuparte por lo que NO es importante.
Cada día de nuestra vida normal nos preocupamos por cosas que no tienen la más mínima importancia: que esto no me salió como yo pensaba, que alguien me respondió mal, que qué pensarán de mí, que me ha parecido fatal eso que hiciste…
Todo lo que cada día nos parece el fin del mundo se desvanece cuando llega algo realmente importante. ¿A que sí?
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? ¿Sobre qué quiero dejar de quejarme?
3.Para que seas más consciente de cómo vives.
La vida nos ha traído una oportunidad maravillosa para reflexionar sobre cosas que tal vez no reflexionaríamos nunca. Que si no fuera por esto, no nos habríamos parado a pensar.
Sobre tu vida o sobre la Vida, sobre ti o sobre el Universo… Sobre lo que haces cada día y a qué y a quién dedicas cada minuto, si es algo que de verdad es importante para ti o estás viviendo en el piloto automático en el que te han enseñado a vivir.
Qué precioso regalo para que dejemos de ir corriendo de un sitio para otro y ralenticemos el ritmo…. Y qué triste que nos tengan que obligar a parar porque nosotros no sabemos hacerlo.
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? ¿De qué me doy cuenta respecto a cómo estaba viviendo?
4.Para que dejes de perder el tiempo.
De nada sirve reflexionar si después no cambias algo. Si no haces algo con eso de lo que te has dado cuenta. Si no te haces responsable de elegir cómo quieres vivir.
En primer lugar, cómo quieres vivir esta situación en la que estamos, con qué actitud, desde dónde quieres vivirla, si desde el Amor o desde el Miedo.
Y en segundo lugar, para que elijas cómo quieres vivir la vida, cómo quieres vivir cada instante, cada segundo que estás aquí, que es un regalo, y no un derecho.
El mundo está lleno de personas que trabajan en algo que no les apasiona, que no se quieren a sí mismas, que no ponen límites, que viven para complacer a los demás, que no son felices con la persona que tienen al lado, que no se sienten bien en su vida y que no hacen nada para cambiarlo.
Y esta es una magnífica oportunidad para pararnos y darnos cuenta, para escucharnos, para reflexionar y para dejar de perder el tiempo y elegir cómo queremos vivir.
Hace un par de días una coachee me contaba que no se estaba sintiendo apoyada por su pareja en estos momentos tan complicados. Que se sentía sola, encerrada en casa cuidando de los niños, y él trabajando como si no pasara nada…
Es la magia de la vida que nos invita a hacernos preguntas: ¿Es ésta la vida que quiero? ¿Es esto lo que quiero para mí? ¿Es esto lo que me merezco? ¿Es esto lo que quiero ver cuando mire atrás dentro de unos años?
A veces necesitamos que la vida nos ponga contra las cuerdas para abrir los ojos. Y no pasa nada. Lo importante es que los abramos, que aprendamos de ello.
Que aprendas a valorar lo que es importante para ti. Que empieces a valorarte y dejes de dejarte (a ti) para mañana. Que disfrutes de cada día. Que estés más pendiente de las personas a las que quieres y menos de las que no te aportan nada.
Pero esto no es para cuando pase la tormenta, que pasará. Hoy es el primer día para dejar de perder el tiempo.
Para elegir perdonar a alguien, para llamar a alguien con quien hace mucho que no hablas, para apostar por quererte más y hablarte mejor, para recuperar a alguien a quien habías dejado de lado, para recuperarte a ti, para demostrar cuánto quieres a los que quieres, para atreverte a ser tú, para conectar con el Amor y para decidir que a partir de hoy vivirás de otra manera.
Eso que nunca tenías, tiempo, ya está aquí, Hoy ya lo tienes. ¿Qué estás haciendo con él?
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? ¿A qué le quiero dedica a partir de ahora mi tiempo?
5.Para que te des cuenta de que tú eliges cómo quieres sentirte, independientemente de las circunstancias externas.
Esto, que es la principal enseñanza de la inteligencia emocional, de algunas religiones y de muchas terapias.
¿Y cómo se consigue? A través de los pensamientos.
Lo que piensas es lo que sientes y lo que crees es lo que creas.
Imagínate que tus pensamientos fueran materia. Los pensamientos de miedo, de negatividad, de dramatismo, de tragedia, de preocupación, de pesimismo, de ansiedad, serían de cemento… En cambio, los pensamientos de amor, de confianza, de positividad, de generosidad, de alegría, de calma, de tranquilidad, de unión, de aprendizaje, tienen la ligereza de una pluma.
Por eso, a más te enfocas en el miedo más pesada te sientes, y más miedo sientes.
Si tienes miedo, acéptalo (sientas lo que sientas, sea cual sea tu emoción, acéptala siempre). Que claro que es normal tener miedo en un momento como éste, y más si eres persona de riesgo o alguien de tu entorno lo es.
Pero ya está, deja de alimentarlo. Deja de darle el poder. El miedo bloquea y paraliza. No hables de ello ni pienses más en ello, no le des tu energía.
Escribe para desahogarte o compártelo con alguien, no te lo guardes. Pero lo expresas una vez y ya, no le das más vueltas a lo que no es útil ni nutritivo.
Elige lo que quieres pensar y a qué quieres prestarle atención en cada momento.
Deja de tener siempre las mismas conversaciones, de lo horrible que es esto, lo que va a pasar, de quién es el culpable o qué habría que haber hecho diferente.
Si hace falta, desconecta un poco de todo el ruido de las redes sociales y las noticias.
Tú creas tu realidad porque eliges como te sientes. Toma esa decisión desde el presente. Elige aquí y ahora lo que quieres y lo que no quieres para ti.
Quiero vivir esto desde la calma, quiero tener confianza, quiero ser optimista, quiero conectar con el Amor…
Como decía ayer en la televisión una anciana, que al ser población de riesgo todavía es más admirable que piense así: “vamos a salir de ésta. Nos vamos a comer el covid y yo me voy a emborrachar para celebrarlo”.
Pues eso, esa es la actitud.
Y si a tu alrededor les cuesta, no importa. Elige. Vuelve a ti. Hazte responsable. Este es el momento de ser rebelde. De ser calma en medio de la tormenta.
No eres tu sola, ni tu solo. Somos todos. Somos enormes, nuestro poder es infinito, para lo bueno y para lo malo. Por eso se trata de estar todos juntos en una energía positiva. De que esa energía de Amor y de Confianza, de miles y millones de personas vibrando juntas, empiece por ti.
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender? ¿Cómo quiero vivir esta situación? ¿Cómo quiero sentirme? ¿Con qué energía quiero vivirla?
6.Para que te des cuenta de que tú NO controlas nada.
A veces queremos controlar lo que nos pasa y lo que no nos pasa, cómo son los demás, cómo se comportan, que nos traten con respeto, que la vida nos trate bien… Queremos una vida controlada, agendada y planificada.
Vivimos en la soberbia de creer que controlamos algo. Y desde ahí, desde esa necesidad tan de nuestro ego, todo lo que no se corresponde con lo que debería ser es una gran tragedia.
Pero no, ni tú ni yo controlamos nada. Y ya es hora de que lo aceptemos y empecemos a fluir con la vida como es.
Ayer una persona muy cercana a mí me decía lo preocupada que estaba por enfermar, porque sus hijas no tuvieran quien las cuidara, porque su madre no tuviera quien la cuidara.
¿Te sientes identificada? ¿Estás teniendo pensamientos como estos?
La respuesta, la que le di a ella, es que eso no lo puede controlar. Sí puede responsabilizarse, protegerse, cuidarse y cuidar a los suyos. Hacer lo que le corresponde desde su pequeño lugar, y seguir las recomendaciones, aquí y ahora. Es decir, cambiar el miedo por un pensamiento racional y un comportamiento responsable. Y a partir de ahí resolver desde el presente, desde lo que vaya ocurriendo, no desde lo que no ha pasado.
Porque la Vida es mucho más grande que nosotros y nosotros no controlamos nada.
Pero sí podemos marcar la diferencia entre ser prudentes y protegernos o volvernos locos y vivir aterrados por lo que pueda pasar. Eso sí que depende de cada uno de nosotros.
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender? ¿Qué necesito dejar de controlar? ¿A qué me está invitando la vida?
7.Para que te des cuenta de que eres mucho más capaz de lo que crees.
Vamos a salir de ésta mucho más fuertes, estoy segura.
Todos tenemos la capacidad de superar las adversidades que la vida nos trae, ésta incluida. Porque la vida sólo nos trae aquello que somos capaces de superar.
Cuando la vida aprieta es cuando tenemos la oportunidad de crecer, de transformarnos, de aprender y de cambiar. En la comodidad no crecemos, ni las sociedades ni sus individuos.
Aunque ahora mismo cueste verlo, y a mí misma me cuesta escribirlo, la adversidad es un regalo de la vida, si queremos aprovecharlo.
Si lo haces, si te agarras fuerte a la confianza, que no te quepa duda que después de esto serás más fuerte. Pase lo que pase, seremos más fuertes.
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender? ¿Cómo puedo salir fortalecida de esta situación?
8.Para que conectes con la generosidad, la solidaridad y el sentido de unión con los demás.
Este es un momento para estar cerca unos de otros, para aportar, para contribuir, para poner nuestro granito de arena.
Para dejar de mirarnos el ombligo, de juzgar, criticar y reprochar cómo lo hacen los demás, y hacernos responsables de lo que hacemos cada uno de nosotros.
Para comprender que desde nuestro pequeño lugar en el mundo tenemos un poder enorme para ayudar a otros.
Para ser generoso, para ser solidario, para pensar cómo puedes aportar de alguna manera a los que te rodean…
Para conectar con esa emoción que sentimos cuando a las 8 de la tarde salimos a las ventanas para aplaudir al personal sanitario. O con tantas iniciativas anónimas que están surgiendo: llevarles cartas a los enfermos aislados, escuchar a quienes lo necesitan, acercarle comida a quien no puede arriesgarse a salir a la calle…
Para darnos cuenta de que esa persona con la que nos cruzamos es exactamente igual que nosotros. Para ver al de al lado como alguien igual a ti. Esa persona a la que antes no mirabas y con la que ahora te cruzas y sientes un vínculo, porque sabes que está pasando por lo mismo que tú. ¿Y si le sonrieras y le transmitieras Confianza y Amor con tu mirada?
En esto estamos juntos. Dependemos unos de los otros más que nunca. Es el momento de ser amigos de personas a las que ni siquiera conocemos. De ayudar a otro, de ofrecerte, de preguntar, de unirte a alguna causa o de ponerla en marcha tú misma, tú mismo. Desde tu pequeño lugar, desde tu enorme lugar.
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender? ¿Qué pequeño granito puedo aportar yo en estos momentos? ¿Cómo puedo aportar a los demás?
9.Para que hagas las paces con la vida como es…
Sí, la vida es como es, nadie nos dijo que fuera a ser de otra forma.
Lo único que podemos hacer es aceptarlo, en vez de enfadarnos con ella o seguir luchando para que sea diferente.
Aunque te gustaría que fuera distinta, aunque a veces no te parezca justa, aunque a veces sea incomprensible y no tenga sentido, es así.
Tiene sus luces y sus sombras, igual que tú y que yo. No es perfecta, igual que no lo somos ni tú ni yo.
Pregúntate: ¿Qué puedo aprender? ¿Estoy dispuesta a aceptar la vida tal y como es, y no como yo querría que fuera? ¿Estoy dispuesta a aceptarme y quererme tal y como soy?
10.Para que conectes con tus valores, para que vuelvas a ti y a lo que de verdad es importante para ti.
La Alegría, la Generosidad, la Humildad, el Reconocimiento, la Confianza, la Honestidad, la Serenidad, la Amistad, el Entusiasmo, la Gratitud, el Respeto…
Y siempre, siempre, siempre, el Amor. El Amor versus el Miedo.
Para dártelo a ti y dárselo a quienes más lo necesitan.
Para empezar por ti y ser una fuente de eso que quieres ver en otros.
Y quiero terminar invitándote a que te hagas tres preguntas:
·¿Qué podría hacer ahora mismo para que este momento fuera mejor? ¿Qué podría hacer para sentirme mejor en este instante? ¿Cómo podría hacer para que otra persona se sintiera mejor?
·¿Qué necesito hacer hoy para mañana poder mirar atrás y sentirme feliz y satisfecha con lo que he hecho? ¿Qué persona necesito ser para sentirme orgullosa de mí mañana, cuando todo esto pase?
·¿Para qué me puede servir esto a mí? ¿Para qué? Para cultivar la paciencia, para darme prioridad, para ser asertiva, para expresar lo que siento, para pedir lo que necesito, para hacer eso para lo que nunca tengo tiempo, para escuchar a los que me rodean, para escucharme a mí misma…
Cada uno puede sacar su propio aprendizaje, y espero de corazón que tú encuentres el tuyo. Porque, eso sí, será algo que ni el Covid ni nadie podrá quitarte.
…
¿De qué te has dado cuenta al leer el post? ¿Qué aprendizaje estás sacando de esto que estamos viviendo? Me encantaría que lo compartieras conmigo en los comentarios aquí debajo :-). Y, por supuesto, puedes enviarle este post a quien creas que puede ayudarle. Mil gracias por estar ahí, por leerme y por compartir.
¡Gracias por el post! Tu voz se une con todas las que transmiten calma y serenidad en estos tiempos que ya eran locos mucho antes de que llegara ningún virus. Eres un alivio para muchas personas. Gracias, Vanessa.
Muchas gracias, Miguel. Para mí era importante transmitir calma y serenidad, me alegro mucho de que lo hayas sentido así. Gracias por compartirlo.
Un abrazo grande,
Vanessa
Muchas gracias Vanessa, por toda tu ayuda en este post. Espero poco a poco ir conociéndome e ir poniendo en práctica todo lo que me has enviado y que cada día sea un paso adelante para conocerme, aceptarme y mejorar mi relación personal con mi pareja. Muchas gracias, Vanessa.
Muchas gracias, Juan. Es un precioso camino el de conocerte, aceptarte y aprender a quererte. Desde ahí, desde el amor a uno mismo, nuestras relaciones con las personas a las que queremos siempre mejoran. Felicidades por esa decisión.
Un abrazo grande,
Vanessa
Gracias por esta entrada, Vanessa.
Cualquier situación que vivimos nos trae con ella una lección, una mirada nueva con la que mirar el mundo y a nosotros mismos, pero hace falta estar receptivos a ese aprendizaje e interiorizarlo para no volver a viejos patrones.
Yo estoy viviendo este encierro como una oportunidad para “citarme” conmigo misma, ponerme al día de mí y hacerme todas esas preguntas que tienen que ver con lo que quiero, con lo que busco, con lo soy.
Un beso y una sonrisa para ti.
Qué maravilloso, Mariola. Me alegro mucho de que estés viviendo este encierro así. Sin ninguna duda saldrás fortalecida y renovada, a pesar de todo lo que estamos viviendo. Felicidades.
Un abrazo grande,
Vanessa
Mil gracias por tu post, Vanessa. Transmites una inmensa calma y como tú, creo que esto nos trae una lección, de la que ojalá tod@s saquemos una lectura positiva. Es una pena, como dices, que nos tengan que parar obligatoriamente para que lo hagamos, pero lo importante es el aprendizaje. Gracias por tu actitud y por tu generosidad al compartir tu apoyo. Un abrazo enorme y ánimo, que ya nos queda menos para superar esta prueba. Salud y suerte para tod@s
Muchas gracias, Inés. Así es, lo que nadie puede robarnos nunca es nuestro aprendizaje personal y nuestra actitud ante lo que nos ocurre. Muchas gracias por tus palabras.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
La vida nos está dando una lección muy muy importante con todo esto. No controlamos casi nada. Y he podido comprobar que estás situaciones sacan lo mejor y lo peor de las personas.
Espero aprender mucho de todo esto y mejorar como persona. Salud y suerte para todo el mundo.
Hola Cristina,
Sí, en las situaciones de estrés las personas podemos sacar lo mejor y lo peor de nosotros. Lo fácil es cuando todo va bien, el mérito está en momentos como estos. La responsabilidad sigue siendo de cada uno, para observarse, para elegir y para sacar un aprendizaje que le sirva para crecer como persona.
Un abrazo grande,
Vanessa
Hola Vanessa! Felicidades por el post, estoy de acuerdo de principio a fin. Hay que agradecer la adversidad porque es una oportunidad de crecimiento, desde luego.
Tenemos que ser conscientes de lo que verdaderamente importa, bajar el ritmo, mirarnos menos el ombligo y ser más humanos. Qué pena que ha tenido que venir una pandemia mundial para recordarnos las cosas básicas.
Personalmente, tras 4 años muy malos en el trabajo (juicios, discriminación y bullying empresarial) en febrero se solucionaron las cosas y cuando parecía que venía una época tranquila, me doy cuenta de que de repente todo puede cambiar y la vida puede quitarte hasta la salud y sin eso sí que no hay NADA. Nada está bajo nuestro control.
Aquello que pensabas que te haría feliz como estar tranquila en tu trabajo, es muy inestable y ninguno estamos a salvo nunca de la incertidumbre. Recuerdo que yo envidiaba a los que tenían estabilidad. Todos podemos perderla de un plumazo. Mi empresa ha anunciado ERTES temporales hasta septiembre y, ¿sabes Vanessa? Estoy tranquila. Si llevo 10 años luchando sin parar, esto no es nuevo para mí y puedo con ello, desde el amor siempre, aunque el miedo a veces asome.
Gracias de corazón
Ánimo y a cuidarse !
Un abrazo y beso cercano en la distancia
Hola Pilar,
Sí, la salud es lo más importante, porque sin eso no hay nada. Y en mi opinión está muy relacionada con nuestra manera de vivir.
La vida es inestabilidad porque es incertidumbre y porque no podemos controlar nada. Lo más importante es la estabilidad interior, esa es la que no nos puede robar nadie.
Felicidades por esa tranquilidad y esa confianza. Claro que el Miedo asomará de vez en cuando, incluso es sano que lo haga en algún momento, pero el Amor será mucho más fuerte si tú lo decides así.
Un cariñoso abrazo,
Vanessa
Muy positivo y acertado este post, como todos los tuyos, y en estos momentos pareces poner el dedo en la llaga de todos esos sentimientos que nos invaden. Felicidades, amiga Vanessa.
Creo y pienso ante todo que esta cuarentena nos hace meditar muy profundamente sobre nuestros valores, sobre todo aquello que más nos importa, sobre todo hacia las personas que más nos importan.
Todos estamos interrelacionados, todos estamos conectados de una manera u otra. Todos somos seres humanos navegando en este navío llamado Tierra. Nos debemos esa preocupación, ese deseo de bienestar los unos para con los otros, sino no seríamos seres humanos.
¿Qué podemos sacar de aprendizaje de todo esto que estamos pasando?… Que no estamos solos, que nos necesitamos unos a otros, que hay algo más grande, más inmenso e importante que nuestros pequeños y egoistas deseos. Y en el silencio de nuestro corazón encontraremos la respuesta…
Un abrazo, Vanessa, y de nuevo gracias por hacernos vibrar con estas preguntas… Hasta pronto…
Raúl,
Mil gracias por tus palabras, totalmente de acuerdo con tu sentir. Así es, todos estamos conectados, yo también lo creo así. Somos parte de una misma energía, y creo que esa es una de las lecciones que la vida quiere que aprendamos. Desde la Unión y el Amor, escuchando a nuestro corazón. Esto va a marcar un antes y un después, y de nosotros depende que sea desde el crecimiento y la trascendencia.
De nuevo, mil gracias por tu compartir.
Un cariñoso abrazo,
Vanessa
Me encanta tu forma de “atacar” ese miedo que se nos ha venido encima de forma inesperada.
Personalmente creo que este parón es un gran momento para poder reflexionar y valorar todas las cosas de las que disfrutamos y que damos por hecho que son así…
Es evidente que para nuestra sociedad esto marcará un antes y un después, pero a nivel particular es el momento que nos va a ayudar a crecer y creer realmente en eso que no nos damos cuenta, pero que mueve el mundo y dignifica la vida… El AMOR.
Gracias por un post tan ilustrativo y amoroso.
Qué bien, Rafa. Me encanta que el sentir de tantas personas después de leer el post sea la importancia de creer en el Amor. Así es, el Amor es lo que mueve el mundo y la esencia de todo. El “para qué” de todo, incluso de momentos como éste.
Gracias a ti por compartir.
Un abrazo grande,
Vanessa
Muchas gracias, Vanesa, por estar ahí, y ahora más que nunca en estos momentos que nos toca vivir.
Felicidades. Es verdad que tenemos que aprender a vencer el miedo desde el amor.
Vamos a vencer, y todo desde el amor que estamos aprendiendo.
Gracias Vanesa por tu cariño y apoyo.
Muchas gracias, Maria del Carmen. Por supuesto que vamos a vencer. Y ojalá hayamos aprendido de esto para que cada uno en particular, y el mundo en general, sea mucho mejor cuando esto pase.
Un cariñoso abrazo,
Vanessa
Gracias por motivarme siempre.
Gracias a ti por compartirlo, Jesenia.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Gracias, bello y ayuda mucho tu llamada a replantearse la vida.
Un abrazo desde Chile
Muchas gracias por tus palabras, Fabiola.
Un abrazo grande,
Vanessa
Vanesa eres una persona maravillosa. Hice el proceso de coach contigo y me ha servido tanto… Recuerdo que mientras lo hacía quería notar un cambio de forma inmediata como si fuera que me tocaran con una varita y ya está. La impaciencia formaba parte de mi vida, no sabía que los cambios se van produciendo lentamente y con constancia, que el aprendizaje nunca acaba y que si quieres lo puedes conseguir. Algunas de las tareas que tenia no las llegaba a hacer por falta de rutina y en cambio ahora las tengo arraigadas. Qué curiosa es la vida que siempre te da lo que necesitas si lo quieres ver.
Victoria,
Qué bonito leerte, cuánta paz me transmiten tus palabras. Me alegro muchísimo. Así es, los cambios para que sean efectivos han de venir del fondo de ti misma, y eso requiere aceptación y confianza, tiempo para que sucedan, desde la constancia y el amor a ti misma. El aprendizaje nunca acaba, forma parte de la vida, y no se trata tanto de a dónde llegamos sino de hacia dónde estamos caminando. La vida siempre nos da lo que necesitamos, a todos. La única diferencia es que estemos dispuestos a verlo, o no. Felicidades por esta consciencia que me transmites y porque ya tengas esas tareas arraigadas en ti.
Un abrazo muy cariñoso,
Vanessa
Gracias Vanesa por tanto que nos das de manera semanal desde tu blog, para mí que te sigo hace mucho son perlas que leo con mucha expectación y alegría, porque siempre me aportas algo.
Acabo de realizar mi meditación con compañeros de la red de profesores de MBCT Spain y te mando toda la fuerza, serenidad y amor para que sigas regándonos cada semana con tus sabias palabras. Espero que resuenen en ti y gracias por estar ahí. Namasté
Muchas gracias por tus palabras, Andrés. Me llegan de corazón. Te envío también mucha fuerza, serenidad y amor para ti y los tuyos.
Namasté.
Hola, realmente gracias por tus palabras, en esta situación trato de estar con el mejor ánimo así que realizo cosas que de otra forma no podría por cuestiones de tiempo; sin embargo hay momentos en los que no me siento bien anímicamente y pierdo de vista que no solo me está sucediendo a mí, nos sucede a todos y que soy afortunada porque no he tenido q enfrentar el dolor de perder a alguien así que respiró hondo, doy gracias como dices, y trato de continuar con nuevos bríos. Gracias
Muchas gracias, Cynthia. Está bien, déjate sentir en esos momentos y escúchate para poder darte lo que necesitas. No hace falta estar bien siempre, pero sí sentir que te cuidas y satisfaces tus necesidades. Que cada situación difícil te acerca un poco más a ti misma y a ese amor incondicional :-).
Un abrazo,
Vanessa
Hola, realmente gracias por tus palabras, en esta situación trato de estar con el mejor ánimo así q realizo cosas que de otra forma no podría por cuestiones de tiempo; sin embargo hay momentos en los q no me siento bien anímicamente y pierdo de vista que no solo me está sucediendo a mí, nos sucede a todos y que soy afortunada porque no he tenido q enfrentar el dolor de perder a alguien así q respiró hondo, doy gracias como dices y trato de continuar con nuevos bríos. Gracias, besos