¿Qué tal te sientes de energía? ¿Te sientes con ganas y con fuerza, enérgica y motivada, cuando te levantas cada día?
Me hace gracia que cuando nos falta energía demos por hecho que tiene que ser así, y que no hagamos nada, como si no hubiera un motivo o una solución.
Y sí, ya te digo yo que si te falta energía es por algo.
¿Por qué? No lo sé, vamos a investigar algunas cosas que te pueden estar quitando energía, a ver si algo de esto te resulta familiar:
1.Estar en el pasado o en el futuro
Estar aquí pensando en lo que vas a hacer mañana, en que no se te olvide esto, en que tienes que hacer lo otro, en que a ver qué pasa cuando vayas a tal sitio, en que “¿y si pasa eso tan horrible?”….
O estar pensando en lo que pasó, en lo que no hiciste bien, en lo que te hicieron, en que si no hubieras hecho aquello, en que si no hubiera pasado lo otro…
Da igual que rebobines hacia adelante o hacia atrás, la cosa es que no estás aquí, que te estás perdiendo el aquí y ahora. Y puede ser una forma de evasión, de irte para no estar, porque estando no te sientes bien.
Sea lo que sea, estate segura de que sólo en el presente puedes resolver y recuperar esa energía perdida.
2.Querer aprovechar el tiempo al máximo
Cuando te exiges aprovechar el tiempo y quieres tenerlo todo planificado y amortizado y bien cuadriculado para no perder ni un segundo…
Cuando crees que un momento de silencio o de no hacer nada, o de hacerlo despacio, de simplemente estar aquí y ahora, significa que estás desperdiciando el tiempo, y empiezas a echarte la bronca por ello, tu energía se va a tomar vientos.
Que si estoy perdiendo el día, que si tengo mil cosas que hacer, y estoy aquí sin hacer nada, y podría estar aprovechando para hacer no sé qué.
Que si no es momento de disfrutar, que si es momento de hacer, hacer y hacer.
Y cuando el día no es productivo, y no tachas, y no quitas cosas sientes que es un día perdido.
¿Te suena?
Si no paras nunca, si no te aburres nunca, si nunca te detienes a contemplar las flores… sin ninguna duda tu energía también se desvanece.
3.Estar viviendo la vida de otros
Si vas detrás de un éxito que no es el tuyo, si haces las cosas como los demás esperan que las hagas, si eres quien los demás esperan que seas…
Todos esos “debería”, “tengo que”, “hay que” y esas normas rígidas que te pones sobre lo que es correcto e incorrecto… Debería pasar más tiempo con tal, debería llamar más a cual, tengo que estar más pendiente de pascual…
Todo eso que tiene mucho más que ver con los aprendizajes de tu niña que contigo, sin duda te aleja de ti y te quita energía.
Vivir así, mirando hacia afuera en vez de hacia dentro, es lo que hace que, aunque tengas buenos resultados (de cara a la galería), tú no te sientas satisfecha, porque no están alineados con lo que tú quieres.
En definitiva, si no vives tu vida a tu manera, sea la que sea esa manera, es imposible que te sientas llena de energía.
4.Los pensamientos negativos
Y en este saco cabe todo lo que piensas y no te hace sentir bien… Dramatizar, quejarte, preocuparte por todo, victimizarte, darle vueltas a todo lo que podría pasar, enfocarte en todo lo malo…
Que no es que tengas que engañarte y vivir en un mundo de color de rosa para tener energía, claro que no. Pero sí elegir tus pensamientos y cómo interpretas la realidad.
Porque ante la misma situación cada persona puede elegir lo que quiere contarse, y eso marcará una gran diferencia.
Por ejemplo, si estoy sola y me cuento que es horrible, que nadie me quiere, que qué he hecho yo mal para sentirme tan sola…, va de cajón que me sentiré mal. En cambio, si comprendo mis circunstancias, acepto lo que es y aprendo a disfrutar conmigo y a ver que tal vez no esté tan sola y que sí que hay personas a las que les importo, la película cambia por completo.
Por eso, si tienes muchos pensamientos rumiadores, es importante que aprendas a cultivar el silencio mental. Porque los pensamientos tienen efectos, no pasan desapercibidos, sobre todo cuando estás pensando todo el rato y siempre dándole vueltas a algo.
Todo lo que piensas pasa por tu cuerpo, que es parte de ese circuito de pensamientos y emociones. Y si eso lo mantienes mucho tiempo y se elevan los niveles de cortisol, es lógico que no te sientas bien, que te sientas falta de energía, y que tu salud también se resienta.
5.Llevar una vida sin pasión
Sin un propósito o una motivación que nazcan de ti, de tu verdadera esencia.
Cuando hay algo en tu vida que te motiva, cuando sientes que estás aprovechando tus talentos y tus capacidades, cuando sientes que haces uso de tus cualidades, cuando tienes la sensación de estar creciendo, aprendiendo y avanzando en la vida y de tener un propósito que tiene un impacto positivo para ti y para los demás, eso hace que te sientas motivada. Y da igual que sea algo relacionado con tu trabajo o algo totalmente ajeno a él, eso da lo mismo.
Si en cambio sientes que no hay nada que te apasione, que no estás aprovechando tu potencial y que no sabes hacia dónde te diriges en tu vida, no puedes sentirte llena de energía.
6.La necesititis
Contarte que necesitas esto y aquello para sentirte bien, y que si no tienes eso es imposible que te sientas bien.
Y eso que tú crees que necesitas para sentirte bien pueden ser muchas cosas. Por ejemplo, que necesitas que las cosas sean de X forma porque, si no, no puedes sentirte bien. O que necesitas que las personas sean de X manera porque si no son así tú no puedes sentirte bien. O que tú tienes que ser no sé cómo porque si no eres así no puedes sentirte bien.
Que lo correcto es pensar X, que las cosas se hacen de esta manera y que en una situación como esa hay que sentirse así y una no se puede sentir de otra forma…
Juzgar a los demás y reaccionar de una forma reactiva porque no son o hacen lo que tú esperas…
Cualquier tipo de exigencia o de rigidez que se te ocurra, cualquier tipo de blanco o negro sobre lo que tendría que ser para que tú te sientas bien, te resta energía. Porque es mentira, porque no es cierto, porque nada es tan horrible como para que tú no puedas sentirte bien (en paz) si eso no es así…
Como dice Walter Riso, “cuantas menos necesidades tengas más libre serás, habrá menos cosas que cuidar y conservar. La gente más saludable y contenta es la que se deja llevar mucho más por sus preferencias que por sus carencias y necesidades”.
Pues eso, que no es tan horrible que algo se salga del marco y que tú siempre puedes elegir sentirte bien aunque eso pase.
7.Vivir sin agenda
En serio, y creo que ya lo he comentado alguna vez, que no entiendo como hay gente que puede organizarse sin un lugar en el que apuntar lo que es más importante, lo que es menos importante, lo urgente y lo que no lo es, que si quiero llamar a tal, que si hoy me toca acabar aquello, que si mañana voy a recoger lo otro…
De verdad que no entiendo la necesidad de forzar a tu mente a recordar determinadas cosas, y ocuparle un espacio que puedes dedicar a algo mucho más interesante, cuando puedes apuntarlo y quedarte tranquila.
Porque si al menos me dices que cuando se te olvida algo no pasa nada, pues bueno. Pero si es que te enfadas contigo y empiezas a machacarte y a castigarte, pues sin duda volverás a encontrar otro agujero de energía. ¡Con lo fácil que es apuntar las cosas!
8.Querer llegar a todo
Creerte que eres sobrehumana, ponerte más de lo humanamente posible y decirte que deberías poder con todo eso, para después criticarte y sentirte mal porque no llegas.
Claro, ¿cómo ibas a poder si has puesto quinientas cosas en un día?
Dado que la autoestima se alimenta de los pequeños logros, no de los grandes, ten por seguro que si te exiges más de lo humanamente posible, tu autoestima se irá al garete. Y tu energía con ella. Porque si te pones imposibles no va a haber recompensa que te nutra por haberlo conseguido. ¿Cómo quieres tener energía así?
9.Asumir responsabilidades que no son tuyas
Lo que depende de ti es lo que tiene que ver contigo (no todo, porque siempre te pasarán cosas que no dependerán de ti, en eso consiste la vida…).
Todo lo demás, todo lo que no tiene que ver contigo, no es responsabilidad tuya.
No es responsabilidad tuya lo que hacen los demás, ni si se ocupan de lo suyo o no, ni cómo se sienten, ni lo que piensan, ni lo que les parece bien o no…
Y preocuparte por algo que no depende de ti (en vez de ocuparte de lo que sí depende), siempre te restará energía.
10.Las pequeñas molestias cotidianas sin resolver
Cualquier cosa que tienes ahí pendiente de resolver y que recuerdas todos los días porque de alguna manera te hace la vida más incómoda o te genera malestar en tu día a día.
Véase, la puerta del baño que no cierra bien y me congelo cada vez que me ducho o tener que bajar al trastero cada vez que necesitas no sé qué.
Mientras siga siendo un “tengo que” permanente que no te quites de encima, te seguirá robando energía. Así que elimínalo si no es demasiado importante o decide cuándo vas a resolverlo si sí lo es, pero haz algo con eso.
…
Y hasta aquí estos diez puntos, más relacionados con tus pensamientos y tus emociones, pero por supuesto también es muy importante todo lo que tiene que ver con cómo cuidas tu cuerpo… Lo que comes, el descanso, el ejercicio físico…
Y, sobre todo, que te escuches, porque si no te escuchas es imposible que sepas por dónde se te escapa a ti la energía.
Escuchar lo que sientes y lo que te cuenta tu cuerpo te sirve para saber qué te quita a ti energía y qué te la da. Ahí, en ti, siempre están todas las respuestas que necesitas.
…
¿Qué me dices? ¿Con cuál de estos puntos te has sentido más identificada? ¿Se te ocurre alguna otra fuga de energía? Como siempre, puedes compartirlo conmigo en los comentarios aquí debajo.
Vanessa, has dado en el clavo, me identifico con todos los puntos, y sí, es verdad que muchas veces estoy baja, triste, sin ganas o nerviosa de repente. Ahora sé por qué, ¡gracias! Lo pondré en práctica, un beso.
Muchas gracias, Cris. Me alegro mucho de que te haya gustado y de que se te hayan encendido bombillitas :-).
Un abrazo,
Vanessa
Muchas gracias Vanessa por compartir esta información este post está increíble. Gracias
Muchas gracias a ti por comentar, Gisselle. Me alegro mucho de que el post te haya gustado.
Un abrazo,
Vanessa
Yo, cuando estoy sola, suelo pensar en los asuntos que tengo que resolver con otra gente. Ahora no me parece el mejor momento, con la situación en la que estamos, aunque este mes quería hablar varias cosas. También había pensado en escribir sobre mis recuerdos para abandonar del todo pensar en situaciones tóxicas, especialmente la gente que le da la vuelta a la situación cuando quienes te están maltratando son ellos. La verdad es que me da algo de miedo, aunque creo que es lo mejor. Creo que así sanaré mi sentido de justicia, porque lo habré contado, y ya “no me hará falta” pensar en ello. Muchas gracias por este recordatorio y un saludo cordial
Hola Maider,
Sí, vas muy bien encaminada. Para poder soltar y dejar de darle vueltas a algo hace falta resolver, y eso puede ser hacia dentro (por ejemplo, escribiendo, como dices tú) o hacia fuera (por ejemplo, expresando lo que sientes). Y siempre siempre escuchándote a ti misma y dejándote sentir lo que estás sintiendo.
Un abrazo,
Vanessa
Muchas gracias por tu respuesta, Vanessa. Espero que así mi cabeza deje de parecer un museo del terror (a veces una palabra me remite a una frase hiriente que alguien me dijo, y me asusto, y tengo que razonar conmigo misma para “disolver” el efecto de la frase…) Intentaré ambas cosas combinadas. Un gran abrazo 🙂
Maider
Gracias a ti, Maider. Antes de razonar date permiso para sentir lo que sientes y para comprender con que té conecta. Es importante que hagas eso antes de razonar contigo misma para cambiar lo que te estás contando.
Un abrazo,
Vanessa
Muchas gracias, Vanessa. Sé que siento miedo, porque esa gente era peligrosa, ya que quería hacerme daño. Me decían que la que estaba mal y era mala era yo, pero quienes intentaban destruirme eran ellas, y yo intentaba vivir mi vida sin molestar a nadie. Sé que el problema estaba en ellas, pero cada vez que el pensamiento aflora, siento que tengo que repetirme estas cosas para que se vaya. Y luego vuelve, y sigue asustándome. (Me pregunto cómo será tener una mente limpia, la verdad.) Y ahora sé que puedo sanar todo eso.
Otro abrazo grande y un cordial saludo,
Maider
Yo he conocido a una chica que podría ser mi amiga, pero me pone super nerviosa. Creo que sí me pasa esto, es porque su forma de ser no me cuadra. Aunque también podría ser que como me trataron mal en el pasado, ahora me da miedo alguna gente. Tampoco tengo muchas esperanzas porque siento que llevo la batuta yo… ¿Es esta situación normal? Muchas gracias y un saludo Vanessa, muy útil el post y sobre todo la agenda, para mí.
Hola Silvia,
Nada es normal ni anormal, simplemente son cosas que nos pasan y que vienen de algo. Cuanto más te conoces más puedes distinguir por qué te pasa lo que te pasa, y resolverlo desde escucharte a ti misma. Eso será lo que te permita diferenciar si esa persona no te cuadra o si tiene que ver con miedos por algo que te pasó.
Un abrazo,
Vanessa