Vivimos del revés, y así nos va

Vivimos del revés, vamos en la dirección contraria.

Nos creemos que somos lo que tenemos. Que lo que somos depende de que tengamos una casa, una pareja, un trabajo ideal, una imagen impoluta, una vida perfecta…

Y que, con eso que tenemos, entonces ya haremos. Y hago mucho, y corro mucho, y todo mucho, y cuanto más mejor.

¿Y quién soy desde ahí? Pues soy lo que tengo y soy lo que hago. Eso es lo que creo que me define.

Soy disciplinada, soy muy organizada, soy profesora, soy ama de casa, soy madre, soy muuuy trabajadora…

¡Noooo! ¡Eso es lo que tienes y lo que haces! ¡NO es lo que eres!

Igual que tampoco eres esa persona en la que te conviertes para encajar con lo que los demás esperan de ti. Ahí sigues en el tener y en el hacer, en lo que tienes que tener y lo que tienes que hacer para que los demás te vean.

Vivimos del revés porque creemos que somos lo que tenemos y que somos lo que hacemos.

Y así nos va. Que cuando la vida nos para y no podemos tener o hacer es como que dejamos de Ser.

Nos perdemos porque ya no podemos seguir siendo eso con lo que nos identificábamos.

Nos perdemor porque nos da miedo Ser a secas, sin hacer y sin tener.

Nos perdemos porque estábamos viviendo en dirección contraria y nos habíamos olvidado de lo importante.

¡Porque ni siquiera tenemos presente qué es lo importante! Porque creemos que para sentirnos valiosas hay que tener y tener y hacer y hacer.

Para un momento y dime…  ¿De verdad crees que vales lo que tienes y lo que haces?

¿¿¿En serio crees que eres lo que tienes y lo que haces???

No, esto no funciona así.

Lo que TÚ eres no depende de lo que tienes, ni de lo que haces.

El Ser no depende del hacer ni del tener.

Cuando vives desde ahí es cuando te pierdes.

Cuando, si pierdes lo que tienes, si pierdes a esa pareja, esa casa, esa familia, ese trabajo, esos amigos, esa posición económica, ese cuerpo, o lo que sea, te pierdes a ti.

Cuando si pierdes lo que haces, si dejas de hacer, si dejas de correr, si dejas de estar siempre en la obligación y en los “debería”, si no te sale todo perfecto, te pierdes a ti.

Ese es el motivo por el que te resistes a lo que está siendo, por el que no lo aceptas, y por el que te enfadas cuando las cosas no son como quieres que sean.

Porque te has agarrado a que sea eso lo que te define.

Y si me quitas esto, ¿quién soy yo?

Y si no me das aquello, ¿quién soy yo?

Y si dejo de hacer lo otro, ¿quién soy yo?

Esa es la gran pregunta… ¿quién eres TÚ? ¿Quién eres tú más allá de lo que tienes y de lo que haces?

No me mires a mí. Esa pregunta has de respondértela tú, nadie puede responder eso por ti.

Cuando empiezas por Ser

Cuando empiezas por ahí entonces ya sí que andas el camino correcto, en el orden correcto, en el orden de la vida.

Primero comprendes quién eres, te conoces y conectas con lo que eres en esencia, debajo de las máscaras y las apariencias.

Lo que eres de verdad, cuando nadie mira, cuando te quedas en silencio contigo, sin hacer nada, sin conseguir nada…

Y desde ahí, cuando sabes eso, cuando sabes quién eres cuando estás a solas, cuando no haces nada, cuando no tienes nada y cuando no aparentas ser nada… entonces ya puedes empezar a construir.

Es decir, en vez de vivir desde el tengo, con lo que tengo hago, y con lo que hago soy…

La plenitud está en empezar por lo que Soy, y ya desde ahí podré hacer y podré tener.

Entonces sí que, si un día pierdo lo que tengo o ya no puedo hacer lo que hacía, seguiré siendo, porque había empezado a caminar desde ahí, desde lo que Soy.

Desde la base, no desde el tejado. Y seguiré Siendo pase lo que pase.

Porque estaré mirando dentro de mí. Empezaré a Ser desde dentro, para después ir hacia afuera (en vez de ir desde fuera hacia dentro, que es como solemos hacerlo…).

Y reconoceré quién Soy yo, con mis luces y mis sombras, con mis extremos y mis opuestos… y que sigo siendo yo cuando no tengo nada y cuando no hago nada.

Porque la vida no es conseguir nada ni llegar a ningún lugar en particular. Vivir es Ser. Ser tú, ser quien eres, ser auténtica, ser perfecta e imperfecta, ser frágil y fuerte, ser todo y ser completa… No es hacer y hacer, ni tener y tener.

Y, por cierto, cuando estás en el tener y en el hacer, lo sabes porque reaccionas, porque sufres, porque no aceptas, porque te resistes y porque, para sentirte bien, dependes de los resultados que obtienes.

En cambio, cuando estás en el Ser, cuando vives desde lo que Eres en esencia, aceptas, estás en paz, fluyes con la vida y sientes que todo está bien dentro de ti. Pase lo que pase fuera, todo sigue bien dentro de ti.

Eso es lo que, de corazón, te deseo para este 2021, que vivas desde el Ser y que empieces a caminar desde dentro hacia afuera, en la dirección correcta.

Después ya harás, después ya tendrás, claro que sí, que también está muy bien. Pero empieza siendo. Desde ti, desde el Amor, en el sentido de la Vida…

Feliz 2021, con todo mi cariño.
Vanessa

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Como siempre, me encantará saber de ti en los comentarios aquí debajo.