Muchas personas, cuando les hacen esta pregunta, contestan hablando de su profesión, de lo que hacen. Si insistes un poco tal vez te digan algo como “soy una mujer pelirroja, de ojos claros, casada, madre de dos hijos, gallega”… Al final el resultado es que nos definimos por lo que somos en relación con otros, por lo que otros quisieron que fuéramos, por lo que otros nos han dicho que somos, por cómo nos ven todos ellos… Y así, poco a poco, nos olvidamos de quien queremos ser y cuando alguien nos pregunta por nuestros sueños, por nuestros talentos, por nuestra misión o por nuestros valores nos quedamos en blanco o ponemos cara de “a mi mejor háblame del tiempo”.
Pero, ¿quién es la única persona con la que sabes que vas a pasar el resto de tus días? ¿Quién va a cuidar siempre de ti, quién va a estar siempre a tu lado y por eso se merece tu amor más incondicional? Exacto, tú misma. Y amarte a ti misma es decidir quién quieres ser y cómo quieres ser, y serlo… O tal vez permitirte ser quien siempre fuiste cuando nadie miraba.
Entonces, dime. Te lo pregunto otra vez. ¿Sabes ya quién eres? ¿Quien eres tú, debajo de esa máscara que luces (llámala ego o como quieras, pero todos lucimos una) ante los demás? ¿Qué quieres en tu vida? ¿Cómo quieres vivirla? ¿Quieres ser quien eres ahora? ¿Quieres tener la vida que tienes? Si es que no, ¿qué cambiarías si no te importara lo más mínimo lo que opinaran los demás, si no tuvieras que demostrarle nada a nadie, si fueras libre para ser quien quieras ser? Reflexiono sobre esto a menudo. Pienso en quién era, o quién creía que era. Yo, que siempre presumí de entenderme y de conocerme mucho mejor de lo que me conocían los demás, y ahora me doy cuenta de que no tenía ni la más remota idea de quién era. ¿Y para qué me ha servido darme cuenta de esto y conocerme? Para ser feliz. Así de claro, pero no así de sencillo. Porque hacerlo supone mirar a donde nunca has mirado; atreverte a abrir puertas sin tener ni la más remota idea de qué habrá detrás, si duendes o fantasmas; descubrir que tus metas de siempre tal vez ya no te motivan y que lo que antes considerabas tan importante ya no lo es; probar a creer cosas nuevas y dejar atrás creencias que no eran tuyas; aceptar quién eres y cambiar lo que no te gusta o no sientes parte auténtica de ti; averiguar lo que de verdad te importa y empezar a vivir tu vida y la de nadie más.
¿Cómo? Confiando en ti, con mucho amor, con humildad, pasito a pasito, sin miedo a ser tú misma, sin miedo a crear tu destino, sin miedo a pasar de la fantasía a la acción.
No es el camino fácil, desde luego. Es mucho más fácil vivir haciendo que todo va bien, que no pasa nada, que esta angustia, esta negatividad, esta apatía, esta inseguridad, esta ansiedad, estos pensamientos que no se van, estas ganas de dejarlo todo que me visitan a menudo forman parte de la vida. Pero no, porque lo he vivido puedo jurarte que no forman parte de la vida y que si así lo decides y te comprometes se irán. Habrá obstáculos, habrá partes de ti que se resistan a salir de su zona de comodidad. Te dirán que esperes, que vayas tirando, que seguro que cuando consigas eso otro estarás bien… Pero, ¿sabes una cosa? La felicidad no se alcanza a base de objetivos cumplidos… La felicidad no llega de fuera, no llega cuando tienes ese trabajo maravilloso, esa pareja que te adora, esa familia de ensueño, esos amigos tan divertidos ni todo el dinero del mundo. No la sigas buscando fuera porque la felicidad está dentro de ti. Aparece por sorpresa cuando aprendes a quererte y a valorarte, cuando entiendes tus fortalezas y tus debilidades, cuando tienes claros cuáles son tus valores, cuando crees en tu cambio interior, cuando te quitas de las opiniones y de los juicios ajenos, cuando la influencia más importante que tienes en tu vida es la tuya, cuando eliges lo que quieres y no lo que otros te dijeron que era lo mejor para ti, cuando eres y estás toda tú en cada momento, cuando abres los ojos a todas las cosas maravillosas que te rodean, cuando te enorgulleces de mostrarte tal y como eres, cuando confías en tu corazón, cuando mueres para renacer…
La felicidad no está en lo que tienes, está en lo que eres
Y también cuando abrazas tu lado oscuro. Sí, ese que todos tenemos y que jamás compartiríamos con nadie, a veces ni con nosotros mismos. Sí, yo también lo tengo. Y él, y ella. No solo tú. Aceptarse y amarse también es abrazar eso que te duele o te avergüenza como una madre abraza a un hijo que ha hecho algo que no estaba del todo bien.
¿Crees que cuando seas viejecito y pienses en tu vida te arrepentirás de lo que no tuviste o de los éxitos que no alcanzaste? Te aseguro que no, que si a última hora nos arrepentimos de algo será de lo que no fuimos o de lo que no hicimos, de los abrazos que no dimos, de las personas con las que no nos reconciliamos, de los riesgos que no tomamos, de las cosas a las que no nos atrevimos, del tiempo que perdimos… Nadie se arrepiente de haberse atrevido a ser quien quería ser. Solo de haber sido infiel a quien de verdad era.
Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación,
nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos (Victor Frankl)
Entonces, ¿qué pasará cuando sepas quién eres? Pues que estarás en el camino hacia la persona que quieres ser; capaz de conseguir lo que deseas, sueñas y necesitas; capaz de tomar decisiones que antes te parecían océanos a cruzar; de enfrentarte a situaciones sin ahogarte en ellas ( si es que nos ahogamos más en los vasos que en el mar); de disfrutar cada momento y dejar de amargarte por cosas que ya fueron o por cosas que no sabes si serán… Y elegirás, y sonreirás, y vivirás, y te sentirás libre, especial y poderosa, feliz porque por fin eres la persona que quieres ser y estás a gusto contigo misma. ¿Y la prueba del algodón? ¡Que no querrás cambiarte por nadie! Yo viví así toda mi vida, soñando con tener la gracia de Pepita, la familia de Fulanito y la suerte de Menganita. Jamás lo habría confesado, pero es cierto. Y ahora no, ahora no me cambiaría por nadie en este mundo.
Vamos, hazlo por ti, porque te mereces ser feliz. Aquí, ahora, pregúntate quién quieres ser, qué te importa más que nada, qué hace sonreír tu alma… Ten claro que, si le dejas, tu Yo verdadero encontrará el camino. Solo tienes que abrirle la puerta.
¿Me lo cuentas en los comentarios? 🙂
Nuestra única obligación es ser siempre fieles a nosotros mismos
y permitir que las cosas sucedan (Anita Moorjani)
Y si necesitas ayuda para ser quien quieres ser, o para descubrirlo, puedes encontrarme aquí.
entonces…, hay que ser totalmente independiente para ser feliz.
Hola Dani!
Yo creo que ni totalmente dependiente ni totalmente independiente, que se trata de encontrar tu puento medio. Por un lado creer en ti, valorarte y saber que eres libre para elegir quién quieres ser y cómo quieres ser, sin que los demás te limiten. Pero teniendo en cuenta que somos seres sociales y que los demás nos influyen aunque no queramos. Lo importante es que seas consciente y decidas hasta dónde.
Si tú respetas a otros, ellos también te respetarán a ti. Así debería de ser 🙂
¡Muchas gracias por tu comentario!
Un abrazo
Enhorabuena por tus logros , por los personales , por aceptarte , quererte, entenderte , en lo bueno y en lo malo todos los días de tu vida , enhorabuena por haberlo conseguido , enhorabuena porque lo has logrado , consigues q al leerte todos repasemos en nuestra vida si hay algo q cambiar o mejorar y gracias por decidir compartirlo con todos nosotros porque serás la responsable de mejorar la vida en mayor o menor medida de muchos de los que te leemos.
Gracias preciosa. Mi mayor motivación es enseñar a todo el mundo que se pueden quitar todas esas cosas que te están haciendo daño y que creías que tenían que ser así para siempre y que se puede ser plenamente feliz. Y me alegra mucho que cada uno de estos granitos de arena te estén ayudando.
Un besazo!
Sinceridad y sabiduría en este post, gracias Vanessa
Muchísimas gracias, Ana. De corazón y con el corazón…
Un abrazo muy fuerte
¿Y cuál es el camino?? Mi pareja me acaba de abandonar embarazada y me siento perdida. En este momento, al leer tu post, soy incapaz de describir quién soy. ¿Por dónde empezar a reconstruirme y a encontrarme de nuevo conmigo misma?
Un saludo
Vega,
Puedo comprender por lo que estás pasando, que debe ser un momento muy duro para ti. Creo que son muchas las puertas que llevan a ese reencontrarte contigo misma. Tal vez ahora lo que más necesites es dejarle espacio a la tristeza y a la decepción, a la vez que piensas en ti y te cuidas y te mimas y te tratas con todo el amor del mundo. Es momento de ser cariñosa contigo misma, recordarte todo lo que vales y darte prioridad. ¿Por dónde podrías empezar a hacerlo?
Un fuerte y cariñoso abrazo,
Vanessa
Es muy valioso. A veces queremos cosas pero muchas veces hay personas tan inseguras que no saben lo que pensar.
Muchas gracias, Cristina. Espero que sigas dándote permiso para descubrir quién eres cada día.
Un abrazo cariñoso,
Vanessa
Me ha encantado tu post, pero ¿como empiezo? Mi personalidad es insegura y me da mucho miedo pensar que no estoy haciendo lo que quiero, cuando anteriormente era una mujer muy confiada en lo que hacía y ahora no.
Muchas gracias, Fer. Pues se empieza pasito a pasito. Lo primero, observándote y aceptándote, para desde ahí poder comprender lo que te pasa y lo que necesitas. En el blog, en el apartado de autoestima, encontrarás muchísimos post para trabajar en esto.
Un abrazo,
Vanessa