Algunas personas se dan cuenta un día, de pronto, tal vez al levantarse o al volver del trabajo. Pasa algo, se desmoronan y lo entienden todo. Llevan mucho tiempo insatisfechas con su vida. Ni siquiera saben si alguna vez lo estuvieron. Se sienten tristes, sin fuerzas, envejecidas…
Algunas tal vez recuerdan un tiempo en que eso era diferente, en que se sentían bien y disfrutaban de su vida. Ahora han perdido las ganas y la ilusión y no le encuentran el sentido a lo que antes parecía tenerlo. No saben qué cambio, ni cuándo, ni cómo.
Otras un día se dan cuenta de que no son felices porque están viviendo la vida que otros dibujaron para ellas, y no la que ellas soñaban. Se han perdido en una vida que no es la suya y ahora no saben dónde está la salida.
En mi opinión, cualquiera de ellas es sumamente afortunada.
Sí, muy afortunadas. Porque hay muchas otras que nunca llegan a enterarse (o a querer enterarse) de que su vida no tiene sentido. Aunque tengan una voz interior que les grita que esto ya no marcha, no la escuchan. No se escuchan. Eso sí que es triste.
En cambio, darte cuenta de que en tu vida hace tiempo que no pasa nada, es lo mejor que te puede pasar. De verdad te lo digo. Porque eso te está dando la oportunidad de cambiarlo. Así que, si te identificas con esto que cuento, ya puedes estar dando las gracias por haber escuchado a tu voz interior.
Y da igual que los demás te digan que tu vida es perfecta y que no tienes nada de lo que quejarte si para ti no es así.
Ya no importa que lleves tiempo con la sensación de que no tienes nada que contarles a los demás, ahora puedes encontrarlo.
Ahora puedes empezar a hacerte preguntas: ¿Es ésta la vida que quiero llevar? ¿De verdad es ésta? ¿Quiero seguir así dentro de x años?
Y si nada hubiera cambiado para entonces, ¿cómo me voy a sentir?
Y si sí hubiera cambiado, ¿cómo me voy a sentir?
¿Me arrepentiré más tarde si no hago algo ahora? ¿Sabré elegir el camino correcto si decido cambiar? ¿Qué necesito para encontrarlo?
¿Qué puedo cambiar o hacer diferente para sentirme libre, a gusto y feliz con mi vida?
Muchas veces las respuestas a esas preguntas te llevarán a romper con personas muy importantes en tu vida, con trabajos estables, con caminos sólidos y con maneras de vivir que hasta ahora creías tuyas para siempre.
Sí, muchas veces, para que tu vida vuelva a sorprenderte y a emocionarte, tendrás que tomar decisiones importantes.
Y sí, cuando has perdido el rumbo la manera de recuperarlo suele ser un cambio radical. Eso será lo único que te permita volver a encontrarle el sentido, volver a ilusionarte, volver a sentirte motivada, volver a crecer, volver a tener objetivos y salir por fin del aburrimiento, de la rutina y de la apatía.
Tal vez tú estés siendo tu peor enemiga. Tal vez cuando te preguntas qué quieres y qué te está impidiendo conseguir eso, la respuesta una y otra vez vuelves a ser tú.
Tus miedos, tus creencias y tus ideas preconcebidas sobre lo que debería ser.
La falta de confianza en ti y en tus posibilidades, la inseguridad, el exigirte demasiado, el decirte siempre que podrías haberlo hecho mejor, el criticarte hasta la saciedad.
El pensar que no va a ir bien, que no lo vas a conseguir, que te van a faltar fuerzas, que no vas a estar motivada, que no vas a ser capaz de tomar decisiones.
¿Y los demás? ¿Qué van a decir los demás? Buf, con sus críticas sí que no vas a poder…
¡¡Bastaaaaaa!!
Todas estas limitaciones son tuyas. Están dentro de ti. No están en el mundo. No son reales ni tangibles como una pared. Tú las tienes, otros ya no las tienen. Que a ti te paralicen, y a otros no, ya sólo depende de ti, como antes dependió de ellos.
De mí, sin ir más lejos, que en varios momentos de mi vida he tenido que dejarme de pamplinas y apostar por mí. Y cambiar lo que hiciera falta. Por mi bienestar y mi felicidad.
La incertidumbre de lo que va a pasar, las dudas de lo que será mejor, los miedos que te dicen “es que a ver si luego cambias y es peor”, “y si luego pierdes esto y te arrepientes”, “mejor quédate dónde estás, si total…”.
Si total, ¿qué? ¿Si total ya vendrá otro a ser feliz por mí? ¿Si total no pasa nada por no aprovechar esta vida que ya aprovecharé la siguiente? ¿Si total no hay prisa que ya vendrá alguien a salvarme? Si total, ¿¿¿qué???
Si eres de las que piensan que cuanto menos arriesgas más segura estás, te garantizo que no es así. ¿Segura en la inercia, en la frustración y en la apatía de tu zona de confort? Eso no es estar segura, eso es estar muerta en vida. No sabes lo que te estás perdiendo. Y si no tomas una decisión nunca lo sabrás.
Claro que no puedes cambiar las decisiones que tomaste en el pasado. ¿Y qué importa eso si puedes cambiar las que tomes en el presente, y con ellas el futuro al que te diriges?
No te preocupes si eso en lo que piensas te da miedo. Es buena señal. Significa que vas por buen camino, que te estás atreviendo a salir de tu zona de estancamiento, de esa zona en la que nunca pasa nada.
Ahora te toca empezar a dar pequeños pasos:
- Reflexiona, hazte las preguntas adecuadas, las que te ayuden a reconectar con tus sueños y tus deseos más profundos.
- Comparte tus inquietudes con personas en las que confíes. Habrá quien sepa entenderlo, habrá quien no… No te cierres a las personas de siempre, seguro que donde no habías mirado habrá alguien que sin esperarlo te sorprenda y te de puntos de vista que te sirvan.
- Ten clara tu lista de prioridades, lo que te motiva, tus “para qué”. Asegúrate de no ser una de esas personas que basan su proyecto de vida en objetivos que no conectan con sus propios valores, como el éxito, el reconocimiento o el dinero.
- Escucha lo que sientes en cada momento y haz caso a tu intuición. Ella te irá guiando para encontrar el camino hacia lo que necesitas para sentirte plena y satisfecha.
- Deshazte de tus barreras mentales, de los límites que tú misma te has puesto. Con ellos sí que no irás a ninguna parte.
- Imagínate lo que quieres, visualiza el cambio que quieres generar en tu vida y disfruta viendo y sintiendo cómo van a ser las cosas cuando todo cambie.
- Confía en ti y en la vida, en que las cosas pasan para algo, en que todo se recoloca, en que al final todas las piezas encajan.
Estás en un mundo de infinitas posibilidades, pero las tienes que generar tú. Eligiendo tus pensamientos, los valores a los que quieres acercarte, descubriendo lo que quieres en tu vida, creando la actitud que propicie el cambio, teniendo la voluntad clara de hacerlo y empezando a dar pasos…
Recuerda que no es lo mismo decir me gustaría que decir lo voy a hacer.
Decidir que quieres algo hace que tu actitud también cambie. Y eso crea el impulso necesario para que las cosas que tienen que pasar vayan pasando…
En cuanto te comprometas con algo verás cómo conseguirlo, el camino se irá mostrando mientras avanzas. Incluso es posible que se esté mostrando, aquí y ahora, y no lo hayas visto…
Por mi parte sólo te puedo decir que si has leído hasta aquí es porque ya estás preparada para volver a encontrarte contigo misma.
¿Qué me dices? Me encantaría que me lo contaras en los comentarios ;-).
Que cierto todo. El único que puede conseguir que las cosas cambien es uno mismo, aunque muchas veces las circunstancias externas son las que nos provocan el empujón definitivo 😉
Lo decía mi abuelo: no dejes para mañana…
Cierto, muchas veces es más fácil dejarlo en manos de otros y que sean ellos los que nos empujen a cambiar algo. Y, si no ha pasado mucho tiempo desde que te sientes mal, no pasa nada. Lo importante es que no te eternices esperando a que pase algo cuando puedes hacerlo tú.
Muchas gracias, Paula. Y a tu abuelo también :-).
Besos
Considero que no tengo la autoestima baja, solo hay situaciones externas a mi a las cuales no les puedo dar la solución, ejemplo: soy casada pero separada, en estos momentos no tengo dinero para el divorcio porque me encuentro desempleada, él no quiere pagar dicho proceso.
Llevo 7 meses buscando empleo en cualquier sector, pero no he podido emplearme, el poco dinero que tenia ahorrado ya lo gaste.
En este momento considero que la edad (48) ha sido un impedimento para ubicarme laboralmente, no es falta de profesionalizacion, al contrario tengo una excelente hoja de vida y experiencia laboral, pero ni aún así he conseguido nada.
Quiero crear mi propia empresa, pero por estar casada no quiero que a futuro mi ex venga a reclamar cosas las cuales no trabajó. A eso se le suma que tengo el apellido de él, y no he podido quitarlo porque ese requisito cuesta y no tengo dinero.
Estoy dispuesta a trabajar por menos dinero comparado a mi último sueldo, pero ni así me sale trabajo.
La verdad no sé que hacer, estoy deprimida, sin familia, sin amigos, sin nadie que pueda ayudarme.
Hola Sonya,
Muchas gracias por compartir. Comprendo tu situación y cómo te puedes estar sintiendo. A veces la vida se hace cuesta arriba, y parece que no vamos a ver la luz. Pero la luz siempre llega. La vida es sabia y no nos trae nada que no podamos superar. Confía, persevera, busca opciones, encuentra personas en las que apoyarte y con las que compartir (sentirnos acompañados es muy importante), se consciente de lo que te cuentas y de tener un diálogo interno positivo, y sigue adelante hasta que lo consigas.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Tengo miedo de tomar decisiones porque siempre me termino equivocando. Siempre elijo mal y lo digo porque así ha sido. Además tengo 2 hijos chicos. Y con ellos no podría tener la vida que me gustaría.
Hola Ana,
Comprende entonces qué ha pasado para que sientas que siempre eliges mal, si es que elegías desde el miedo, si es que escuchabas más las voces de los demás que la tuya propia, o lo que sea… Si tienes dos hijos tienes dos hijos, eso no se puede cambiar. Pero seguro que puedes construir esa vida que quieres de alguna forma y estando ellos también.
Un abrazo,
Vanessa
Muchas Gracias por tu post, Vanessa ! Da ánimo y empuje para decidir y / o seguir con el camino interior de cada un@, en mi caso, seguir!
Me alegra mucho. Muchísimas gracias por compartir tu momento. Espero que sigas caminando feliz :-). Un abrazo
No cabe duda que son ayudas divinas, ¡¡¡gracias!!! Coach Vanessa, Dios te siga dando la sabiduría para ayudar al prójimo!!!! Mis mejores deseos para este año nuevo. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por tus palabras, Claudia. Mis mejores deseos para ti también. Te deseo que la vida te regale toda la alegría, la salud y el amor para 2017.
Un abrazo grande,
Vanessa
Me ha encantado Vanessa. Yo por mi parte trabajo a diario por intentar cambiar mis pensamientos negativos, mi diálogo interior, y ojalá poco a poco confíe más en mí. Lo que me resulta complicado es confiar en la vida, en que todo pasa por algo, en que las cosas se recolocan. Pienso que la vida son decisiones y circunstancias y un camino te llevará a un lado y el otro hacia otra parte y no será ni mejor ni peor, será diferente. Y como sólo existe un camino nunca sabremos lo que hemos perdido al no elegir la otra opción. ¿Algún consejo para confiar? Me encantaría ser una de esas personas que lo hace… Gracias
Hola Mar,
A confiar se aprende confiando… Soltando la necesidad de que las cosas sean perfectas, dejando de controlar, y aprendiendo a aceptar que son como han de ser… Que todo está bien como es, que cada camino es perfecto de por sí, independientemente de como hubiera sido el otro, y que sólo en el presente podemos aprender a dar pasos hacia nosotros mismos :-).
Un abrazo grande,
Vanessa
Entonces Vanessa, ¿no habría contradicción entre, por ejemplo, visualizar o luchar por la vida que uno quiere para sí y entre ese dejar fluir sin controlar porque todo es como debería ser? No sé si me he explicado bien, jaja, perdona. Un abrazo
Yo no creo que haya contradicción, sino que es un equilibrio… Una cosa es confiar y dejar que las cosas pasen, y otra sentarte de brazos cruzados sin hacer nada y sin responsabilizarte de alcanzar tus objetivos. Por eso opino que visualizar la vida que quieres te ayuda a creer que es posible conseguirlo y a la vez te acerca a conseguirlo.
Un abrazo grande,
Vanessa
Todo lo que comentas reconforta, pero… si tienes hijos hay que lidiar con la otra parte, no todo es tan fácil, ni se cambian los trabajos con facilidad, ni se tiene tiempo suficiente para criar, trabajar y además cubrir las necesidades mas personales, encontrar el equilibrio soltando lastres a los que no se puede renunciar por mucho que una quiera.
Hola Karr,
Claro, hay situaciones más fáciles y otras menos fáciles. Pero siempre hay una solución. Tal vez tus circunstancias no te permitan cambiarlo todo de la noche a la mañana, pero siempre hay pequeños pasos que puedes dar para sentirte mejor contigo misma. No tienes que darle una vuelta entera a tu vida para aumentar tu bienestar. De hecho, los pequeños cambios suelen ser mucho más efectivos. ¿Qué pequeño paso te ayudaría a sentir más equilibrio? ¿Qué necesidad personal sería la primera que quieres cubrir? ¿Por dónde podrías empezar a hacerlo?
Un abrazo,
Vanessa
Lo he leído porque te leo siempre -y un post me lleva a otro- y porque pensaba que estaba dirigido a “mi”, pero esta vez no era yo la destinataria 😀
¿Has escrito algo sobre cuando se tienen casi 60 años y el problema no es cómo conseguir los objetivos si no el no tener objetivos? Sobre cuando se visualizan los próximos 20 años -con suerte- y lo que se piensa es que “así” menudo rollo y menuda pérdida de tiempo, mejor dejo el sitio libre para otro?
Gracias Vanessa 🙂
Hola Belén,
Muchas gracias por compartir y por leerme. En realidad este post en el que has comentado es un poco sobre eso, sobre no sentirte motivada y necesitar descubrir qué quieres y qué te gustaría en tu vida… Habría que ver qué estás necesitando, qué te está faltando, de dónde viene esa falta de motivación por los años que tienes por delante…
Y el agradecimiento, el estar agradecidos a la vida siempre, que es un regalo, el sentirte una privilegiada por tener la oportunidad de vivirla, y ser consciente de cada momento y de todos los motivos para estar agradecida. Para mí el agradecimiento es la pócima infalible de la felicidad. Infalible, de verdad. Hay varios post sobre eso en el blog.
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa, tengo una duda sobre el punto “Ten clara tu lista de prioridades”. ¿Te refieres a que el éxito, el dinero o el reconocimiento no son valores como tal, quizá porque no dependen del todo de nosotras? A mí por ejemplo me gustaría que lo que hago se viese y se apreciase.
Muchas gracias por el post y un abrazo,
Sara
Hola Sara,
Me refiero a que el éxito, el dinero o el reconocimiento suelen alimentar más al ego que a nuestro verdadero propósito… Un “para qué” que te haga sentir realizada suele conectar con valores más profundos, como la alegría, el amor o el servicio a los demás. Pregúntate para qué quieres que los demás vean y aprecien lo que tú hagas, lo ideal sería que eso mismo pudieras dártelo tú.
Un abrazo,
Vanessa
Sí, tienes toda la razón, pero me da miedo la vida, vivo asustado y eso me hace rechazar la vida, me siento aburrido sin esperanza. Pero hace un tiempo que me he encontrado con esta información, ya varias veces, creo que alguien me está diciendo que lo intente, y lo haré. gracias……
Qué bien, Renato. Me alegro de que leer esto te haya hecho un click para decidir hacer algo. Gracias por compartirlo.
Un abrazo,
Vanessa