Quiero llevarme mejor con mi pareja, quiero trabajar en algo que me guste, quiero dejar de preocuparme por lo que opinen los demás, quiero atreverme a decir que no… ¿Te suena? Casi todos queremos cambiar algo en nuestras vidas. Lo curioso es que, aunque queremos que las cosas cambien, nos resistimos a tomar decisiones.
Le damos vueltas y más vueltas, barajamos opciones, pensamos en todo lo malo que podría pasar, nos morimos de miedo a cometer un error y… ¡Y nada! No hacemos nada. Como si esa fuera una opción posible cuando quieres cambiar algo. Y no, no lo es. Porque no hacer nada no cambia nada.
Hay pocas cosas tan estériles en la vida como quedarse quieto, dudando, inmóvil, preguntándote infinitamente si esto o lo otro. Si doy un paso o no lo doy. Si me arriesgo o no lo hago. ¿Y si pasa esto? ¿Y si pasa lo otro? ¿Y si…? Vivir así lo único que aporta es infelicidad, frustración, desesperación y ver cómo pasa el tiempo y tú sigues igual.
Total que terminas con la sensación de vivir en automático, como el que se deja llevar por la corriente, sin saber a dónde va ni para qué. Y todo porque no te estás atreviendo a tomar decisiones.
Pero espera. Puede que creas que tú has decidido libremente no hacer nada. Sí, querías cambiar, pero lo has estado pensando y has tomado la decisión de no hacerlo. ¿Es ese tu caso? Este es un autoengaño bastante habitual. ¿Cómo estás tan seguro de que lo has decidido libremente? ¿Cómo sabes que no te ha podido el miedo a equivocarte, a pasarlo mal, a fracasar, a perder lo que tienes o a arrepentirte?
Porque a algunas personas lo que las mueve a la hora de tomar decisiones es el miedo. Y no, las decisiones que vale la pena tomar no tienen al miedo como palanca. Las decisiones que merecen la pena se apoyan en tus metas, en lo que deseas en tu vida, en lo que te motiva, en lo que te importa. Te tienen como palanca a ti. Se apoyan en tu confianza, en tus sueños, en tu visión, en tu felicidad. Eso, y no el miedo, es lo que te conectará irremediablemente con la acción. Con la vida.
Así que, si quieres empezar a tomar decisiones para que algo cambie, aquí tienes algunas claves que pueden ayudarte a tomar la decisión correcta:
1. No te cierres a blanco o negro. Date cuenta de que la mayoría de las veces puede haber muchas opciones intermedias. Y que elegir blanco hoy no significa que no puedas elegir negro mañana. O al revés. La vida nos ofrece un abanico de posibilidades mucho más amplio del que somos capaces de ver.
2. Deja de buscar la decisión perfecta. La decisión perfecta no existe. Los que quieren elegir siempre lo perfecto se pasan la vida no eligiendo (y, por lo tanto, no avanzando) o pensando en lo que no han elegido. Ya sea un postre o una pareja, le dan mil vueltas a si fue la opción correcta y hasta pueden pasarse la vida dudando de la persona que tienen a su lado. Así que, si te pasa esto, necesitas darte cuenta de que nadie, con nada, puede saber a ciencia cierta si su elección es o fue la mejor. Lo único que puede saber es que fue la mejor en ese momento y con la información que tenía entonces. Mirar atrás, sabiendo lo que no sabías en aquel momento, y pensar que no debiste haber elegido eso es una de las cosas más absurdas que puedes hacer.
3. En vez de eso… Convierte tu decisión en la decisión correcta. Es decir, en vez de buscar la decisión perfecta se trata de que te decidas por algo y hagas perfecta tu decisión. Elegir algo, olvidarte de lo que no has elegido e implicarte en ello con compromiso, energía e ilusión hasta convertirlo en la opción perfecta.
4. Y, por cierto, los demás tampoco saben cuál es la opción perfecta. No. Los demás opinan, a veces de más y sin que tú se lo hayas pedido. Pero, ¿quieres saber un secreto? Ellos tampoco tienen ni idea. Y en todo caso, como es tu vida, nadie puede saber más de eso que tú. Así que pide consejo si quieres, pero no te cierres a lo que te digan. Cada persona es un mundo y tiene unas expectativas, unos valores, unas prioridades…. Lo que para otra persona sería lo más idóneo no tiene por qué serlo para ti.
5. Convéncete de que no pasa nada por equivocarte. Que si un día te das cuenta de que has metido la pata seguro que también podrás hacer algo. Aprender de ello. Elegir otra cosa. Cambiar el rumbo. Lo importante es que cuando eliges te mueves. Y si por miedo a equivocarte no eliges te quedas quieto. Inmóvil. Como muerto en vida. En cambio, cuando le pierdes el miedo al error, te deshaces de todas las cadenas que antes te ataban y te sientes verdaderamente libre para decidir.
6. Entiende que nada es permanente. En serio, ver algo como que “ya no hay marcha atrás” nos genera mucho estrés y ansiedad. Aprende a mirar tus decisiones como algo que estás eligiendo en ese momento y que no significa que mañana puedas elegir todo lo contrario. Y, por cierto, a los demás les va a dar igual. El miedo que tenemos a lo que digan y opinen florece en nuestra mente cuando lo regamos con nuestros pensamientos. Si dejas de hacerlo ese miedo se seca. Lo sé lo porque lo he vivido :-).
7. Por lo tanto, olvídate del resultado. Eso no lo puedes saber de antemano. Nadie te puede asegurar ni garantizar nada. Lo único que puedes hacer es preguntarte con qué decisión te vas a sentir mejor en un futuro. ¿Te alegrarás de haber dado un paso o de no haberlo dado? Por ejemplo, algo que a mí me funciona muy bien es pensar de cuál de las dos opciones es más fácil que me arrepienta. Y, como casi siempre me doy cuenta de que es más fácil que me arrepienta si no hago eso que si lo hago, eso me impulsa a hacerlo, incluso sin saber cómo va a salir. Porque si hay algo que a mí me hace sentir triste es arrepentirme de no haberlo intentado.
8. Elige el camino del corazón. El que elige el camino del corazón no se equivoca nunca, que viene a decir que hagas lo que sientes. ¿Ves cuando lanzas una moneda, sale cara y algo en ti dice “mierda, quería que saliera cruz”. Pues esa era la decisión de tu corazón.
Así que tira una moneda al aire y observa qué sale y cómo te sientes con eso que ha salido. ¿Te has sentido aliviada? Entonces igual es que lo otro te da miedo. ¿Te has alegrado? Entonces igual esa es tu opción. La gracia es que a veces una moneda nos ayuda a darnos cuenta de lo que sentimos mucho más que darle vueltas y vueltas en la cabeza.
Y, si sigues con dudas, te cuento un truco: elige siempre lo que sea un sí. ¿Qué es un sí para ti entre esas dos opciones? El 99% de las veces elegir sí es decirle que no al miedo ;-).
9. ¡Ah! Muy importante: cuando elijas una opción olvídate de todas las demás. Seguir dándole vueltas a lo que no has elegido te resta la energía que necesitas invertir en convertir tu elección en la decisión correcta. Así que ya valió de seguir pensando si habría sido mejor lo otro.
Te pongo un ejemplo: en un curso que hice el año pasado, el último fin de semana se hicieron varios grupos de trabajo para resolver dudas sobre temas diferentes y tú podías elegir a qué grupo querías ir, según cuál fuera el tema sobre el que tuvieras más dudas. Pues bien, por la noche cuando nos juntaron a todos la pregunta más repetida era: “¿Y en tu grupo qué tal?, ¿qué hicisteis?”. Era como si cada uno de nosotros necesitáramos que los demás nos confirmaran si habíamos tomado o no la decisión correcta.
10. Y por último, confía en ti. Para poder decidir necesitas confiar en ti y saber que eres perfectamente capaz de elegir lo mejor para ti.
Piensa que dentro de veinte años, cuando eches la vista atrás, te arrepentirás de lo que no hiciste, no de lo que hiciste. Y si no te lo crees, pregúntale a cualquier viejecito que conozcas. El tiempo que hemos perdido dándole vueltas a las cosas es una de las mayores fuentes de arrepentimiento a cualquier edad.
Y recuerda que sólo obtienes resultados cuando actúas. Que si no actúas no obtienes nada. Así que, aunque no tengas claro lo que quieres, empieza a decidir, empieza a moverte, empieza a actuar. Confiando, disfrutando, celebrando y felicitándote por haber decidido. Después ya irás viendo resultados y corrigiendo si hace falta.
Para ello cada mañana al levantarte pregúntate: ¿qué quiero hoy? ¿Y qué decisión voy a tomar al respecto? Así de fácil. Así de sencillo. Impresionantemente útil.
Y si quieres recibir información y recursos gratuitos que te ayuden a confiar en ti y a coger las riendas de tu vida puedes unirte a la comunidad Coaching to Be pinchando aquí.
Hola Vanessa!!
Te leo siempre! Tu post siempre me resulta revelador!
Llevo tiempo teniendo que tomar una decision dificil y conprometida, y tambien tengo la intuicion de que de alguna manera hasta que no la tome no tendré la motivacion suficiente para poner en marcha proyectos que tengo en mente!
Soy de las que creo que si lanzas preguntas al universo, solo tienes que estar atenta a las señales que este te enviará como respuesta.
A principios de esta semana le pedí al universo alguna señal de si ya era hora de tomar esa decision. Alguna señal? Me han venido muchas y muy variadas, pero cuando he visto el asunto de tu mail me he quedado patidifusa. Claro y directo. Se acabaron las excusas! Hora de mover el culo my friend!!! 😀
Mil gracias por seguir inspirandonos asi Vanessa! 🙂
¡Qué bueno! Me alegro mucho de haber contribuido a una de esas señales del universo. Por lo que comentas parace una decisión que te va a acercar a lo que quieres en tu vida, así que felicidades por ser valiente y atreverte a ver las señales.
Un besazo y mucha suerte, Helena. Gracias por compartir :-).
Hola Vanessa, eres lo máximo. Me encanta leerte.
Que más puede agregarse lo has dicho todo… Yo sólo agregaría que cuando tomamos decisiones y actuamos, muchas veces en el camino nos damos cuenta que la situación era más fácil o menos compleja de lo que imaginábamos, y como tu mencionas son los miedos iniciales que a veces estaban basados en creencias falsas. Actuamos de acuerdo a lo que pensamos y sentimos… y a veces nos menospreciamos… no nos damos cuenta de lo que somos capaces si no damos un paso al frente para probar.
Un abrazo
Carlos
Hola Carlos,
Es verdad, se me quedó en el tintero algo con lo que estoy muy de acuerdo, que la mayoría de las veces, por no decir todas, cuando tomamos una decisión y miramos para atrás nos damos cuenta de que no era para tanto. Incluso nos decimos que de haber sabido que sólo era eso habríamos tomado esa decisión mucho antes.
Y totalmente de acuerdo también con que nuestras creencias nos limitan, sobre todo lo que pensamos de nosotros mismos. Ni nos imaginamos de lo que somos capaces hasta que nos atrevemos a probar y guaaaaau, ¡alucinamos! 🙂
Muchas gracias por tu comentario, me ha encantado.
Un abrazo
Hola Vanessa,
Este post llega en un momento muy oportuno para mi también.
Es increíble el dolor de cabeza (y la angustia) que nos causamos a nosotros mismos al no poder tomar una decisión. A esto se suma el enfado con uno mismo por no decidirse, que impide aun mas ver las cosas con claridad.
Al empezar a describir mi situación con las claves que describes en mente me he dado cuenta de donde estoy y de que es lo que me impide tomar una acción: El miedo.
Miedo a decir NO, a cerrar puertas. Parte de mi no quiere rendirse ante una situación que me esta resultando difícil y me torturo a mi misma por no saber superarla y seguir adelante, en lugar de decir que NO y bajarme del tren.
Lanzo la moneda y me siento mas aliviada que feliz. Puede el alivio ser buena señal?
Un abrazo y muchas gracias por compartir tanta sabiduría.
Laura
Hola Laura,
Ay los dolores de cabeza… qué poco escuchamos su mensaje y cuánto tienen que decirnos ;-). Escucha su mensaje y listo, no te enfades contigo misma. Mejor quiérete y trátate bien, es más útil y productivo, te lo aseguro.
La vida está llena de puertas que vamos abriendo y cerrando. En unas entramos, en otras pasamos de largo… No podemos pretender entrar en todas, ni dejarlas abiertas por si mañana queremos entrar… La vida es hoy. ¿Qué puertas quieres abrir hoy? ¿Qué puertas quieres que esperen por el momento? Para vivir en el SI también hay que saber decir NO. Estoy segura de que si una puerta es para ti, volverás a ponerla en tu camino.
El alivio, supongo, es la tranquilidad de tomar una decisión, de saber qué hacer, de terminar con esa tortura. Siempre es una buena señal.
La felicidad, imagino, es lo que llega cuando tomamos una decisión. La felicidad de habernos atrevido. La felicidad de ver después que no era para tanto. La felicidad de habernos dado prioridad. La felicidad de querernos y valorarnos.
Lo estás superando, a cada instante y en cada reflexión. Y puedes de más y de sobra. Tú haces magia con la vida ;-).
Un beso y mucha suerte
Hola Vanessa !
Muchas gracias por tu gran aporte a nuestros pensamientos e ideas que nos permitan disfrutar de la vida de una manera aun mas sencilla de lo que podemos creer.
Yo rescato de todo el texto lo siguiente y estoy seguro que va a ayudarme mucho a buscar respuestas y tomar mejores decisiones.
1.- Lo único que puede saber es que fue la mejor en ese momento y con la información que tenía entonces.
2.- Elegir algo, olvidarte de lo que no has elegido e implicarte en ello con compromiso, energía e ilusión hasta convertirlo en la opción perfecta.
3.- Así que pide consejo si quieres, pero no te cierres a lo que te digan. Cada persona es un mundo y tiene unas expectativas, unos valores, unas prioridades. Lo que para otra persona sería lo más idóneo no tiene por qué serlo para ti.
4.- Aprende a mirar tus decisiones como algo que estás eligiendo en ese momento y que no significa que mañana puedas elegir todo lo contrario
5.- El que elige el camino del corazón no se equivoca nunca, que viene a decir que hagas lo que sientes
6.- Para poder decidir necesitas confiar en ti y saber que eres perfectamente capaz de elegir lo mejor para ti.
Saludos
Henry G.
Muchas gracias, Henry. ¡Excelente selección :-).
Un abrazo,
Vanessa
Uff! Llevo aňos dandole vueltas! Y tal y como comentas no me muevo… Tengo un miedo horrible a equivocarme… Por qué sé que no tendría vuelta atrás, y porque la decisión que tome repercute también en mis hijos y ahí si no me perdonaría equivocarme. Por otro lado. Sin embargo tal y como comentas en tu post siento que no estoy viviendo la vida que quiero y que necesito cambiar cosas, pero no sé por dónde empezar!! Me parece fantástico todo lo que escribes!
Anabel,
Yo soy de las que piensa que la vida nos va mostrando el camino y que cuando evitamos equivocarnos es como que nos lo ponemos difícil a nosotros mismos, desviándonos del camino que la vida nos marca para llevarnos a nuestro propio Ser y nuestra felicidad…
En realidad, si te dejas llevar por lo que sientes, por lo que quieres ser y por la vida que quieres para ti, no pasa nada por equivocarse. Ni siquiera existen las equivocaciones, todo te va colocando y se va colocando, y al final llegarás a donde necesites llegar. Si te dejas llevar y confías… :-).
Un fuere abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa! Es la primera vez que leo tu blog, pero me encantó. Soy una joven de 21 años y en estos momentos estoy pasando por algo un poco delicado y de eso depende el rumbo de mi futuro. Todos creen que es lo mejor para mí porque es algo que muchos desearían tener y no pueden, pero en lo personal no lo veo de esa manera. No quiero equivocarme, pero tampoco quiero vivir con una decisión con la que no estoy de acuerdo.
Muchas gracias, Saymi. Creo que, mucho mejor que darte un consejo, es animarte a que busques las respuestas dentro de ti misma. A qué te preguntes lo que quieres y lo que sientes, a que veas si ese camino te llevará a donde quieres estar dentro de uno, dos o cinco años, a que explores si tú también crees que eso es lo mejor para ti… Por mi parte, puedo decirte que estoy mucho más orgullosa de los errores que han sido fruto de mis decisiones que de los aciertos que he tomado basándome en lo que otros pensaban. Y también que nuestro futuro lo vamos eligiendo cada día, con cada pequeña decisión. Que los rumbos cambian, que nunca son definitivos, confía y lo verás :-).
Un abrazo grande,
Vanessa
Me ha animado mucho leer lo que escribes. La verdad es que estoy a punto de tomar una decisión importante en mi vida, y realmente creo que eso es lo que quiere mi corazón desde hace ya tiempo. Y no me voy a quedar con la duda de no saber lo que hubiera pasado. Y ahora mismo la vida que llevo no es exactamente la que me llena.
Saludos!
Yaris, felicidades por escuchar a tu corazón. Te deseo que te vaya fenomenal con esa decisión y que te acerque a la vida que quieres.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa, buen día. ¿Sabes? En este momento de mi vida estoy más confundida que nunca. Quiero luchar por mi matrimonio y por el hombre que amo, pero ¿cómo hacerlo si ya me dijo con todas sus letras que el YA NO, y sé que ama a otra? Todos mis planes se destruyeron. Quisiera irme sin nada y dejarle todo, pero también pienso que yo también luche para tener lo poco que tengo. Pero lo peor es que sola o con cosas no tengo con qué irme. Él me corrió de mi trabajo, de mi casa y todo lo que tenia lo metí al que un día creí que era mi negocio y mi hogar viviendo al día y con deudas. Mi familia me apoya sólo moralmente y seguir quedándome con él mientras tengo con qué irme es un martirio.
Paula, es una situación complicada la que comentas. Puedo entender que esté siendo muy difícil para ti. Te envío un abrazo muy fuerte lleno de cariño y de fuerzas para que avances en tu camino… Pide ayuda y busca todo el apoyo que necesites, es el momento para ello.
Te deseo lo mejor, de corazón,
Vanessa
Necesito ayuda… Emigré de Venezuela sólo a otro país, duré 2 años solo, y me enamoré de otra persona. Luego traje a mi esposa y a mi hijo, terminé con la persona de la que me enamoré y ahora no dejo de pensar en ella, pienso mucho en abandonar la casa, mi hijo…
Me he ido 3 veces de la casa, y luego me da un pesar fuerte, y dejo a la muchacha de la que me enamoré.
Ando en esa… Ahora estoy de nuevo con mi esposa y pensando en la muchacha…
¿Qué hago?
Marcos,
Siento decirte que la única respuesta posible la tienes tú en tu interior… Tú eres quien ha de elegir, pensando en lo que valoras y en lo que es más importante para ti, o en lo que tú consideres pensar al tomar esa decisión.
De hecho, estoy casi segura de que sabes cuál es la respuesta que se esconde debajo del miedo y la culpa… Confía en tu corazón, él te guiará…
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa,
Recientemente tomé una decisión. Tengo 24 años y me acabé de graduar. Ya tengo trabajo y de hecho estoy bien remunerada, pero no me gusta lo que hago, no me motiva. Tomé la decisión de irme del país a buscar nuevas oportunidades, a hacer lo que me gusta, a aprender otro idioma y a apasionarme por mi futuro. Mi padre no estuvo muy de acuerdo porque tengo un trabajo bueno y que ningún recién egresado tiene un trabajo así. Ya tomé la decisión y estoy feliz pero con tristeza de dejar a mi familia, a mis padres y hermanos, pero si no lo hago hoy, posiblemente puedo perder la oportunidad que me ofrecen allá, mi novio me está esperando y es un apoyo muy grande para mi.
Al leer tu artículo, me ayuda a comprender que al tomar mi decisión, dejo el miedo a un lado, que salgo de mi zona de confort a tomar nuevos retos y cumplir sueños y metas.
Hola Carolina,
Muchas gracias por compartir. Te felicito por esa determinación en ser tú quien lleve las riendas de tu vida y tome sus propias decisiones, aciertes o no con ellas. Me parece algo admirable y estoy segura de que ser así te dará mucha fuerza interior.
Te deseo lo mejor en esta nueva etapa.
Un abrazo fuerte,
Vanessa
Hola,
Salí de mi país hace 6 años. Conocí a una persona de la cual me aferré y acostumbré y aunque siempre he vivido con dudas con él no logro tener una estabilidad.. En mi país siempre ha estado alguien esperando y aun sigue ahí. Siempre mi cabeza anda pensando que quizá podría volver y cómo seria mi vida con él aquí en este nuevo país. Ha sido de mucha angustia por miedo a lo que pasara con mi futuro, me siento muerta en vida por que no hay nada que me motive, no sé si seguir aquí o volver a mi país. Quiero tomar una decisión porque estoy aferrada aqui hace 6 años con miedo a volver y quizá no hubiera sido la mejor decisión, pero me siento ya agotada mentalmente y físicamente de tanto pensar en qué hacer o cual será la mejor opción. Eso no me deja avanzar..
Hola Sofía,
Me resulta complicado darte un consejo con lo que me cuentas… Es como que necesitaría profundizar más en lo que te pasa, en lo que sientes, en lo que quieres… Te animaría a buscar un terapeuta en el lugar en el que vives y trabajar esto con él para que te ayude a ver las cosas con más claridad y poder tomar una decisión. Te deseo lo mejor.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Hola, soy Keyshla y necesito tu ayuda. Bien, yo perdí mi casa y todo en el huracán en Puerto Rico en el 2017. Me vine a Estados Unidos para no perder el año en la escuela. Todo es en inglés y yo solo llevo 4 meses. He mejorado demasiado y mis notas son magníficas. Este semestre mi familia vuelve a mi país, pero me dieron la oportunidad de quedarme con mi abuela y mi tío y estudiar un año más y aprender por completo inglés, ya que cuando estudie en universidad estudiaré leyes. Creo que quedarme seria bueno porque adelantaría un paso para mi futuro, pero ahora me digo que solo pienso en mi futuro y no en los que me rodean. Si me quedo estaré sola porque estaré lejos de mi madre, padre, abuelas, hermanas y toda mi familia al otro lado, y también mis amistades. No quiero alejarme de ellos por solo pensar en mi futuro, pero si Dios me dio esta oportunidad, por qué la desperdicio… Mi corazón dice, “vete y no te quedes”, pero mi lógica dice “quédate y aprende el ingles”. Pero, siendo realistas el inglés lo puedo aprender de otros modos y más tarde, ¿de qué vale que me la viva pensando en mi futuro y no vivo en el presente? Estoy confundida y necesito ayuda. Por favor, llevo demasiado tiempo pensando y no sé que hacer. Sólo tengo 14 años y tengo una decisión que me tiene contra la espada y la pared. Necesito ayuda cuanto antes.
Hola Keyshla,
El post es precisamente para eso, para ayudar a alguien a tomar una decisión… En tu caso me enfocaría en dos claves:
Primero, tus valores. ¿Qué es lo que más te importa en la vida? ¿Con cuál de esas dos decisiones eres más fiel a tus valores? Creo que tendrías que tenerlos claros para ver cuál de las dos decisiones te acerca más a ellos.
Segundo, pensar cuál de las dos decisiones te acerca más a tu visión de vida, a lo que quieres para ti dentro de cinco o diez años, a dónde quieres estar y quién quieres ser.
Y, sobre todo, recuerda que la vida es mágica y que lo que decidas ahora mismo será simplemente un pequeño paso en el camino… Que todo se irá colocando y que allá donde tengas que llegar, lo harás por un camino o por otro.
Y lo último: que la decisión sea tuya, porque es tu vida. Que la tomes por ti y por nadie más. En mi opinión esto es fundamental, para que pase lo que pase te sientas tranquila con lo que hiciste.
Confía, todo irá bien decidas lo que decidas.
Un abrazo grande y mucha suerte,
Vanessa
Llevo 12 años en un trabajo que durante muchos me ha sacado de quicio y no me he sentido reconocida, pero sí querida por mis compis y por todos. Busqué salida, la he encontrado y ahora tengo que tomar la decisión de irme o quedarme…. Todo eso que habláis, angustia, desesperación de saber si irme es lo correcto, y aun encima para la competencia…. Me compensa económicamente y en proyecto, pero nunca me dejé llevar por el dinero…… Me gustaría que me ayudaras a cómo tomar una decision así. Para ayudar poco ya tengo una edad….
Gracias!!!!
Marta,
El post habla precisamente de esto. ¿A qué conclusión llegas leyéndolo y llevando cada una de las claves a tu caso concreto? A mí también me ayuda mucho pensar que tiro una moneda al aire para decidirme y que sale una de las dos cosas. ¿Cómo me siento con eso que ha salido? Siempre hay una opción que hace que sienta una cierta tristeza, como que deseaba que saliera lo otro… Y así me doy cuenta muchas veces de qué es lo que realmente quiero.
Un abrazo grande y mis mejores deseos para ti,
Vanessa
Excelente, necesito de tu apoyo.
Muchas gracias, Noemí. Si estás interesada en hacer uno de mis programas para mejorar tu autoestima o tus relaciones con los demás puedes rellenar este formulario para tener una sesión de valoración conmigo.
Un abrazo,
Vanessa
Gracias e igualmente
Hola… Acabo de leer tu post y si bien es un poco revelador, yo no dejo de tener mis dudas.
¿Qué pasa cuando quieres las dos cosas, pues las dos cosas son importantes para ti? ¿Qué hacer?
Hola Mellany,
Habría que ver si esas dos cosas se pueden combinar. Tal vez puedas empezar con una y después ponerte con la otra. Casi siempre hay una manera de hacerlo, si la buscas la encontrarás.
Y si ves que combinar las dos ideas es imposible, entonces toca decidir cuál crees que te hará más feliz o a cuál estarías menos dispuesta a renunciar.
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanesa!
Tengo una desicion difícil que tomar, hace 17 años que estoy en pareja y tenemos dos niños… Soy de Argentina pero me he ido a España con él por casi 9 años. Hemos regresado a vivir a Argentina, ya hace casi 6 años.. Lamentablemente no nos ha ido bien económicamente y el decidió regresar a vivir a España, donde tiene a su familia y que pretenden ayudarnos a un mejor futuro…
Yo en principio no quería irme, estoy logrando cosas por mi misma, como el hecho de terminar los estudios, compartir con mi familia y que mis padres disfruten de sus nietos…
Mi marido quiere que decida ya o nos volvemos o él se va solo, y de sólo pensarlo me invade el sentimiento de culpa. Por un lado romper a mi familia y por otro dejar a mis padres de nuevo… Los miedos a perderlos cuando esté lejos…
Otro sentimiento de culpa es que mis hijos no estén junto a su padre, siendo también muy importante que yo dejaría a una persona con la que compartí la mayor parte de mi vida.
Miro para todos lados y no veo la salida…
Mi marido me dice que si él se va que no hay vuelta atrás en nada, o me voy con él o me quedo, pero que nuestra relación se termina y que después si me va mal no cuente con él si me arrepiento de no irme.
Yo sé que es un buen hombre que me quiere un montón y quiere lo mejor para su familia, pero el hecho de ponerme entre la espada y la pared me resulta egoísta..
Y más aún cuando él quiere una respuesta ya y yo no soy capaz de conseguirla.
Un saludo,
Muchas gracias, Vanesa.
Laura, no parece una decisión para tomar de un día para otro. Y tampoco creo que la culpa sea una buena consejera. No es sana y además no te permite sentir lo que de verdad sientes y deseas. ¿Qué harías si supieras que tu decisión está bien y que no hay motivo ninguno para sentirte culpable? ¿Qué harías si escucharas a tu corazón? ¿Qué harías si supieras que todo va a ir bien elijas lo que elijas?
Mis mejores deseos, de corazón.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa,
Me ayudan mucho tus post y casi siempre estoy de acuerdo con lo que leo. En este caso concreto no es que no lo esté, sino en que personalmente a mí me suele suceder lo contrario: me arrepiento normalmente de más cosas que he hecho y que no quería hacer o no estaba segura, tal vez por impaciencia, por agradar a los demás, por impulsividad o por no saber que decisión tomar y al final lanzarme a la piscina sin más por la inquietud de no seguir dándole vueltas, que de las cosas que no he hecho porque no las sentía de ese modo en ese momento, no las deseaba en realidad y tal vez solo se adaptaban a una necesidad que pretendía cubrir, o no las consideraba la mejor opción y me he parado a escuchar mi intuición y no a mi inquietud o a lo que se supone que debía hacer por agradar. Y claro que como todo el mundo existen cosas de las que me arrepiento de no haber hecho pero hoy día puedo decir que me arrepiento más de las que he hecho sin quererlas y que de la mayoría de cosas que he elegido un no me siento orgullosa: no meterme en una relación que no tenía los valores que yo buscaba, no hacer algo que no me apetecía por vergüenza a decir no o por agradar, no hacer algo por impulsividad o por inquietud, no ir a un sitio que se suponía que debía de pasarlo bien porque la mayoría de la gente lo hacia cuando realmente a mí no me divertía, no correr un riesgo que realmente no valía la pena porque tenía más que perder que que ganar si sopesaba los pros y los contras, e incluso no hacer algo por miedo debido a que mi decisión en realidad estaba basada en querer huir de otra cosa que no podía afrontar, más que en un deseo real de hacer eso… Y ahora después de arrepentirme de todas las cosas que he hecho y no quería hacer sé que tengo que seguir mejorando mucho en este aspecto para que tanto como lo que iba a hacer como lo que no sea realmente lo que quiero. Sé que es complicado pero es tan válido el sí como el no a la hora de elegir, según tu voz interior te dicte y cuantas veces nos arrepentimos de, por impaciencia, estrés, presión o incertidumbre, no escuchar esa voz interior del corazón sea para sí o para no.
Un gusto saludarte, Vanessa.
Me gusta mucho tu manera de expresar, explicar y tratar el tema de cómo tomar la decisión correcta. He estado “dando largas” a una decisión que debí tomar desde hace tiempo. Ahora sé que siguiendo tus consejos, me atreveré a tomar la mejor decisión en este momento de mi vida.
Gracias por compartir tus experiencias.
Muchas gracias, Janet. Me alegro mucho de que hayas decidido tomar esa decisión. Felicítate por ello. Vivir, en gran parte, consiste en tomar decisiones.
Un fuerte abrazo,
Vanessa