Si todos los que han tenido éxito, los considerados “los mejores” en su campo, como Michael Phelps, Amancio Ortega o Steve Jobs, tuvieran que ponerse de acuerdo en una sola clave para llegar, una sola, la más importante, creo que la mayoría hablarían de la perseverancia. Lo recogen las biografías de los grandes líderes y lo podemos ver en nuestra vida diaria. ¿Qué hace que no consigas algo que te has propuesto? ¿Crees que has fracasado? ¿Qué ha pasado algo que te ha impedido conseguirlo? No, lo único que ha pasado es que te has rendido. Nos pasa a todos, y nos pasa mucho, cuando tenemos un objetivo. Empezamos algo, una dieta, salir a correr, llevar los papeles al día o cualquier otro hábito que nos propongamos adquirir, con muchas ganas, llenos de energía y de motivación, pero normalmente nos dura unos días, unas semanas tal vez, y después la cosa va decayendo. Y ahí, donde unos se rinden, es precisamente donde otros persisten y logran el éxito. Ahí es donde crees que fracasaste, pero nunca sabrás lo que hubiera pasado de haber seguido.
Ejemplos a seguir
Hay numeroso casos de triunfadores que se llevaron muchos jarros de agua fría antes de conseguir alcanzar su sueño, pero que gracias a la constancia, la determinación y la persistencia, al final lo lograron. Uno de los más conocidos es el de Thomas Edison, el inventor de la bombilla, al que cuando un periodista le preguntó por todas las veces que había fallado antes de conseguirlo, él contestó “no he fracasado, solo he descubierto novecientas noventa y nueve maneras de no hacer una bombilla”. O J.K. Rowling, la escritora de Harry Potter, a la que doce editoriales le rechazaron el manuscrito del primer libro de la saga. O Kentucky Fried Chicken, que soportó nada más y nada menos que mil seis noes hasta que a alguien le gustó su receta de pollo frito. El poeta Robert Frost también lo dice cuando alguien le pide un consejo: “sigue adelante”. Y Woody Allen opina que el noventa por ciento del éxito se basa simplemente en insistir. Y, sin irnos tan lejos, este domingo lo decía Marian Alvarez, la protagonista de La Herida, al recoger el Goya a la Mejor Actriz Protagonista: “Jamás tires la toalla”. Era el único consejo que le había dado su padre.
Dame inglés y quítame el sexo
Y esto, que funciona tanto para los sueños profesionales como para los personales, es lo que muchas veces se nos olvida. Lo queremos todo hecho, sin esfuerzo, a la primera de cambio, como el estudio ese que decía que cerca de un 40% de personas estarían dispuestas a un año sin sexo a cambio de saber hablar inglés. ¿Y si se pudieran tener las dos cosas sin renunciar a ninguna? Pues resulta que sí, ¡se puede! Pero hace falta compromiso, esfuerzo, paciencia y, sobre todo, tiempo. Todo necesita tiempo, pero las cosas que merecen la pena más. Hoy leía una frase en Twitter que decía que la diferencia entre algo ordinario y algo extraordinario es el tiempo extra. ¿Cuánto? Pues depende de para qué. Para ser un experto de categoría mundial en algo, según el neurólogo Daniel Levitin, hacen falta diez mil horas. Eso fue lo que necesitaron Mozart, Bill Gates o Isaac Newton. Para otras cosas, muchas menos.
Tal vez estés pensando “sí, sí, pero, ¿cómo mantener la motivación y las ganas del comienzo hasta el final? ¿Cómo seguir cuando tienes un día regular o se te olvida para qué lo estabas haciendo?”. Pues lo primero de todo, ¡recordándotelo! Apuntando si hace falta los motivos por los que haces eso, visualizando lo que vas a conseguir, sintiéndolo y saboreándolo, comprometiéndote contigo mismo, buscando un modelo, contándoselo a alguien para que te apoye y te eche una mano si flaqueas… A cada uno le servirá más una cosa que otra (en otro post hablaré más sobre esto). Lo importante es saber qué te funciona a ti. ¿Qué te ha funcionado otras veces cuando has sido constante hasta conseguir algo? Sin duda el optimismo, como contaba Francisco Alcaide en este artículo, es una de las claves. El creer en ti y repetirte cada mañana que puedes y que lo vas a hacer, otra. Y el tener siempre muy presente que el único truco es ese: insistir el tiempo suficiente. Insiste, insiste, insiste, porque el que insiste, llega.
Ahora cuéntame, ¿qué es eso que siempre que te pones terminas dejando? ¿Y qué es eso que seguiste y seguiste hasta que lo conseguiste? ¿Cuál fue el truco que te funcionó?
Me declaro fiel seguidora de coaching to be!!! enhorabuena!! Grande este artículo!
Se me ocurre una cosa en la que insistí hasta conseguirla y el truco fue la perseverancia.
También otro par que conseguiré … estoy recopilando autoestima y convicción.
Muchas gracias por tu comentario, Lorena. Muy bien, perseverancia, autoestima y convicción son tres aliados muy potentes. ¡Llegarás lejos con ellos!
Un saludo y encantada de tenerte siempre que quieras por aquí.