Feliz año, feliz año, feliz año.
¿Te has fijado en que estos días todo el mundo va por ahí repitiendo lo mismo?
Unos a otros, nos repetimos la misma coletilla todos los años.
¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que en realidad le estás deseando al otro?
Puede ser que le estés deseando que este año le toque felicidad, como quien te desea que te toque la lotería…
…Como si le desearas que el azar le traiga un buen año.
…Como si, por el hecho de desearnoslo unos a otros como papagallos, fuésemos a cambiar algo.
Pero, ¿esto de verdad tiene sentido?
¿Tiene sentido desear algo si no haces nada para conseguirlo?
¿Tiene sentido desearle un feliz año a alguien si no le animas a plantearse qué va a hacer para que su año sea feliz?
Si no le preguntas qué va a hacer para que su año esté lleno de alegrías compartidas, de logros alcanzados y de instantes celebrados…
De esta reflexión surgió la idea de este post.
Y cuanto más lo pienso más claro tengo que yo no voy a volver a desearle a nadie un feliz año.
Porque en este caso, si lo que le estamos deseando a alguien es felicidad en el año que comienza, ¿dónde está esa felicidad?
¿Está en el año? No, la felicidad no está en el año, ni en los meses, ni en las semanas.
Porque no se puede estar feliz las 24 horas del día, los 365 días del año.
Y, sobre todo, porque la felicidad está dentro de uno mismo, no en el nuevo año.
Porque si tú no haces nada para ser feliz, da igual todo lo que los demás te deseen.
Podría venir el mundo entero a desearte un feliz año, que como tú no te lo curres, ni felices ni perdices.
Porque la vida no es de color de rosa. Ni es siempre justa. Ni va a pasar siempre lo que quieres que pase.
Por eso tu felicidad no depende de cómo sea tu año, sino de cómo seas tú.
Porque te caerás mil veces. Te caerás o te tirarán.
Te pasarán cosas buenas y otras no tan buenas.
Y eso no vas a poder remediarlo (y tampoco te lo recomiendo, porque sólo en las adversidades tienes la oportunidad de convertirte en tu mejor versión…).
Pero ahí en el suelo, de nuevo volverás a ser tú quien elija qué hacer.
Quien elija si levantarse y seguir adelante construyendo su propia felicidad de una manera proactiva, o quedarse ahí sentado, esperando a que el azar le regale la utopía de ese feliz año.
Por eso este año no voy a desearte feliz año.
Porque la felicidad no está en el año, sino en lo que tú te propones para ese año.
En la persona que tú decides ser y en lo que te propones conseguir.
En saber que te has esforzado para lograrlo, mucho más que en haberlo conseguido.
Pero, obviamente, todavía mejor si lo consigues.
La felicidad está en creer para crear y en mirar para encontrar.
En darle la vuelta a la tortilla a lo que la vida te traiga, las veces que haga falta.
Y en saber que has sido honesto contigo mismo y fiel a tus valores, no a los de nadie más.
Por eso este año no voy a desearte feliz año.
Sí voy a desearte…
Que valores lo que tienes.
Que celebres lo que eres.
Y que lo agradezcas cada día.
Sí voy a desearte que sepas lo que quieres.
Que sientas que te lo mereces.
Y que pongas todo tu empeño, tu constancia y tus ganas en conseguirlo.
Sí voy a desearte que estés presente en los momentos.
Y que seas consciente de cada día.
Para que no se te vuelva a pasar otro año sin que te des cuenta…
Sí voy a desearte que celebres tus éxitos y que aprendas de ellos.
Que celebres tus errores, porque si quieres también aprenderás de ellos.
Y que, unos y otros, los vivas consciente de tu fortaleza y de tu fragilidad, porque ambas forman parte de ti y una no podría ser sin la otra.
Sí voy a desearte que abraces y te dejes abrazar.
Que ayudes y te dejes ayudar.
Que seas generoso contigo y con los demás.
Que te arriesgues.
Que tomes decisiones.
Y que no te quedes con las ganas.
Que respetes a los demás y que dejes que cada uno sea como quiera ser.
Que te aceptes y te dejes ser como quieras ser.
Y que confíes en ti y en la vida, con alegría e ilusión.
Sí voy a desearte que entre el Amor y el Miedo siempre elijas el primero.
Que ames y te amen.
Y que si no sabes amar, que aprendas a hacerlo, porque a esto todos estamos aprendiendo…
En definitiva, esta vez no quiero desearte un feliz año.
Esta vez quiero preguntarte si estás dispuesta o dispuesto a hacer lo que necesites hacer para tener un feliz año.
Eso, ¡sí que te lo deseo!
¿Qué me dices? ¿Lo estás? Me gustaría mucho que compartieras conmigo, en los comentarios aquí debajo, lo que te ha inspirado este post.
Gracias Vanesa por lo mucho que me aportas. Namasté
A ti, Patricia, por estar abierta para recibirlo y agradecerlo. Namasté.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa,
Como siempre has dado en el clavo ☺️ .
Todo lo que expones en el post me lo llevo planteando desde octubre; siiii, desde octubre porque cada año la Navidad parece que llega antes 😅 .
Tengo que decir que no es mi época favorita del año. Desde pequeña no me ha gustado nada, son unas fiestas muy superficiales donde parece que de repente tod@s nos volvemos buen@s y maravillos@s y que somos los más felices del mundo y después todo el consumismo que lo rodea, es algo que me repatea mucho… Como si todo lo malo fuese a desaparecer de repente y reinase la alegría perpetua; es mi opinión personal pero respeto a quiénes disfrutan estas fiestas, yo también las disfruto a mi manera aunque cada vez más sea más Grinch 😃.
La felicidad está ahí fuera y hay que ir a por ella, trabajar y perseverar para lograr tus sueños, hacer todo lo posible para ser quien quieras ser y estar a gusto con un@ mism@, caerte y levantarte y volver a la carga una y otra vez, aprender y desaprender. En definitiva, evolucionar hasta conseguir estar a gusto con lo que eres, ser feliz con tu manera de ser y siempre hacia delante 😃 😃.
Un abrazo muy fuerte 🤗
Muchas gracias, Io, me ha gustado mucho tu reflexión y ese darte permiso para sentir respetando como sienten los demás. En mi opinión, si estas fiestas sirven para tomar conciencia, para estar más cerca de los que nos rodean, para sentirnos más agradecidos y en paz con nosotros mismos, bienvenidas sean. Y si eso que suponen somos capaces de extenderlo a todo el año, mejor todavía. Buscar esa felicidad y ese estar a gusto con nosotros mismos y con los que nos rodean en cada día del año, aunque necesitemos estas fechas para recordarlo. Y siempre hacia adelante, sí.
Un cariñoso abrazo,
Vanessa
Gracias por esta reflexión, es correcto y estoy dispuesto a hacerlo bendiciones.
Muchas gracias, Luis. Me alegro de que te haya servido.
Un abrazo grande,
Vanessa
Gracias Vanessa por desearme a mí y a todos tanto…, también es mi deseo para ti.
Comienza un Nuevo Año lleno de oportunidades, momentos y amor y no voy a dejarlo pasar sin estar presente todos los días con aceptación, generosidad y gratitud.
Un abrazo y gracias.
Qué bonito, Lucía. Me alegro mucho de que lo sientas así, son maravillosos tus proósitos para el nuevo año. Disfrútalos y disfrútate.
Y muchas gracias por tus buenos deseos para mí.
Besos y sonrisas,
Vanessa
¡¡¡¡¡¡ Genial !!!!!!!
Muchas gracias, Maria Jose.
Besos y sonrisas,
Vanessa
Vanessa, excelente post, ¡a ponerlo en practica pues!
Muchas gracias, Anyeli. Disfrútalo :-).
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Muchas gracias Vanessa por compartir tus reflexiones!! ^^
Tienes razón, muchas veces deseamos feliz año sólo pensando en la suerte. Pero ¡lo que hagamos por nosotros mismos es muy importante!
¡Os deseo a todos que lo tengamos presente cada día! Y desde ese sentimiento feliz año para ti también Vanessa, creo que he entendido lo que querías trasmitir… Un abrazo!! 🙂
Muchas gracias, Laura. Así es, lo que hagamos nosotros para tener un año feliz es muy importante, lo más importante :-).
Un cariñoso abrazo,
Vanessa
Jeje, bueno, a lo mejor te entran ganas de estrangularme porque has dicho una y mil veces que no nos vas a desear un feliz año! Jajaja… perdón, ¡¡me refería a que te deseaba lo mismo que nos has dicho para que sea bueno de verdad!! Y que nos sigas escribiendo.
Un beso
Claro, te había entendido :-). Y no pasa nada por desear feliz año, el post es simplemente una reflexión para ser conscientes de que cómo sea nuestro año depende en gran parte de nosotros, pero podemos seguir deseando un feliz año a los que nos rodean :-).
Un beso,
Vanessa