Hay quien se cree que lo más importante para conseguir sus objetivos es tener suerte o tener contactos… ¡Ja! Lo más importante para conseguir lo que te propones es creer en ti.
Eso es lo que marcará la diferencia. ¡En todo! Todo lo que quieras conseguir en tu vida dependerá de la confianza que tengas en ti, desde un trabajo, una pareja o cualquier sueño que tengas.
Pero creer en ti no solo es necesario para que te lances a por tus sueños, también lo es para que no abandones a mitad de camino. Para que no te pase eso tan habitual de “empiezo a tope de ganas y al poco me desanimo”.
Y no, que creas en ti no depende de tu historia de vida o de las cosas que te hayan pasado. Depende de que lo elijas. Aquí y ahora, elijo creer en mí o elijo no creer en mí. Así de sencillo.
Elijo creérmelo o no creérmelo. Porque sí, al contrario de lo que nos contaban de pequeños, te lo tienes que creer. Y mucho.
Sin excusas, sin victimismos, sin quejas, sin poner las prioridades de los demás por delante de las tuyas, sin vivir pendiente de agradar a los que te rodean, sin pretender ser como crees que ellos quieren que seas…
No te voy a decir que creer en ti es fácil ni que lo vas a conseguir en dos días, pero estoy segura de que puedes lograrlo si te pones a ello y sabes cómo hacerlo. Porque yo lo hice y porque cada día acompaño a otras personas a que lo hagan, por eso sé que cualquiera puede.
Así que, si eliges creer en ti, éstas son las diez claves que van a ayudarte:
1. Elige tus pensamientos. Escúchate y observa cómo te hablas. ¿Le hablarías así a tu mejor amigo? Ese es el filtro que tienes que pasarle a tu diálogo interno.
Echarte la culpa, ser demasiado crítica contigo misma o querer ser perfecta hace que no avances. Vaya, que si tus pensamientos son del tipo “nunca me sale bien”, “seguro que no lo consigo”, “esto es culpa mía”, “debería ponerme ya y dejarme de excusas”, “soy un desastre” o “qué pena doy”, deberías saber que no te estás haciendo ningún favor.
Busca autodeclaraciones positivas que sean coherentes y que te hagan sentir bien, como “si he podido antes, esta vez también podré” o “lo voy a conseguir porque puedo y me lo merezco”.
Y presta atención también a cómo te expresas cuando hables con los demás. Por ejemplo, hoy en el autobús escuché a alguien decir “hay que seguir tirando”. ¿Crees que eso es motivador? ¿Te inspira eso de “seguir tirando”? ¿Qué tal cambiarlo por “voy a seguir adelante y no dejaré que este contratiempo me distraiga de mi objetivo”? Mucho mejor, ¿no? ;-).
2. Conviértete en tu mayor fan. Repítete las cosas buenas que ves en ti en vez de esperar a que te las digan los demás. Habla de tu potencial y de tus posibilidades en vez de hacerlo de tus limitaciones y tus miedos. Pon un boli verde en tu vida y tira el rojo para siempre.
Busca tus fortalezas como si te fuera la vida en ello, desde tu honestidad, a tu capacidad de ayudar a quien lo necesita, tu mano con la repostería o ese talento especial para organizar estanterías. Lo que sea. Descubre aquello en lo que eres única.
Y, si no sabes por dónde empezar, pídeles a las personas de tu entorno un empujoncito. ¿Qué es eso de ti que más valoran? Escúchales y acepta sus cumplidos, pero después sigue tú.
3. Se como tú quieras ser. Nuestro problema no es no poder ser como queramos ser, como yo me pensaba antes. Nuestro mayor problema es ser como creemos que otros quieren que seamos. Desde ahí, desde vivir ansiando una perfección creada en nuestra mente para que los demás nos quieran, la vida se convierte en una autocrítica permanente y una insatisfacción sin límites ni horizonte.
Por ejemplo, “tengo que ser responsable, inteligente y bondadosa”… ¿Porque me han dicho que así hay que ser? ¿Y qué importa lo que te hayan dicho? ¿Te sirve eso para sentirte bien? A mí no me servía, y dudo que a ti sí.
En cambio, si te defines desde tus valores eligiendo como quieres ser, te acercas a lo más auténtico y profundo de ti. Por ejemplo, “quiero ser coherente, positiva y generosa con los demás y conmigo misma”.
Es decir, decide lo que quieres en tu vida y no dejes que otros lo decidan por ti ni te quedes con lo primero que aparezca por miedo a no conseguir algo mejor. Ante todo, se honesta contigo misma.
4. Ponte pequeños retos que te saquen de tu zona de confort, ¡cada día! Di que sí a los pequeños riesgos, atrévete a sentir miedo, busca la incomodidad, haz cosas que te cuesten, ¡arriésgate!
¿Cómo podría aprender a nadar alguien que nunca se ha metido en el agua? ¿Cómo podría descubrir que es capaz de flotar alguien que nunca se ha bañado? ¿Cómo podría perderle el miedo a ahogarse quien no se atreve a meter un pie? ¿Cómo va a aprender a nadar en un lago quien no se atreve a tirarse a una piscina?
En definitiva, ¿cómo vas a descubrir que puedes volar si antes no aprendes a nadar?
Se trata de correr pequeños riesgos que te hagan crecer cada día. Por ejemplo, hablar en público, que es algo que a la mayoría nos impone. Si hablar delante de una persona no te cuesta, pero de tres sí, habla delante de tres. Si hablar delante de tres personas no te cuesta, pero de quince sí, habla delante de quince. Y así, cada vez, un pasito más.
5. Comprométete contigo más que con nadie. Mientras unos prometen todo y luego no hacen nada, otros cumplen y no dejan nada por hacer. Si quieres tener éxito, dalo todo, por ti más que por nadie. Trabaja duro, esfuérzate, pon toda tu energía en cada instante, persevera, se constante…
No te preocupes por la velocidad, preocúpate solo por seguir adelante, siempre. Al ritmo que quieras, pero nunca te pares. Recuerda a la tortuga de la fábula.
Y no te plantees un plan B, dalo todo por el plan A. Puedes conseguir lo que quieras siempre y cuando creas en ello sin fisuras. Sin pensar en si es realista o no. Cada vez que piensas que lo realista es llegar hasta X, estás poniendo en X el tope al que vas a llegar. No conseguirás más porque tú lo has decidido así. Recuerda que no se trata de que no haya obstáculos, se trata de que el obstáculo no seas tú.
6. Haz un recuento de logros. No vale echarte la culpa de lo que no va bien y decir que lo que sí va bien ha sido cosa de la suerte o mérito de alguien más. ¡Se justa contigo misma!
Para ello al final de cada día piensa en algo que hayas conseguido. Cualquier cosa que te acerque a lo que quieres, por pequeña que sea, desde estar más concentrada hasta hablarte mejor o sonreír un poco más.
Y aprovecha ese estado de confianza en ti después de cada logro para alcanzar otra pequeña meta. Te aseguro que no hay mejor momento para lanzar a canasta que justo después de haber encestado, al igual que no hay peor momento que justo después de haber fallado.
7. No te compares. Cuando te comparas lo haces buscando en cada persona eso que crees que tú no tienes. Sólo te enfocas en esa cualidad, no miras ninguna otra. Por ejemplo, si yo quiero ser extrovertida y Elena es más extrovertida, eso es en lo que me fijo de ella. No pienso en que yo soy más organizada o resolutiva. Es decir, pongo el foco en lo que creo que yo no tengo.
8. Acepta el fracaso igual que aceptas el éxito. Cuando evitas los errores te estás poniendo frenos tú misma. Dejas para mañana lo que no te atreves a hacer hoy, te decepcionas una y otra vez, y así tu confianza se va mermando cada vez más.
Los errores son maravillosos, se aprende muchísimo de ellos. Claro que no se trata de cometerlos a propósito, sino de no tener miedo a cometerlos… De recordar que por que algo te salga mal no significa que no sepas hacerlo o que no seas buena. De saber que los ganadores también pierden, de hecho pierden muchas más veces que los perdedores, porque lo intentan mucho más…
No, no existe el sentirse fracasado para quien se atreve a hacer, a vivir y a Ser. Desde ahí solo existe el éxito y el aprendizaje. Cada obstáculo es una oportunidad para superarse y cada miedo es un reto para crecer.
9. Olvídate de los que te rodean. Deja de buscar la aprobación de los demás y toma tus propias decisiones. Está bien que les escuches, pero no decidas por lo que ellos te digan. Tu opinión tiene mucho valor, sobre todo porque se trata de tu vida.
Así que cree en ti más de lo que crea nadie y jamás permitas que alguien te diga que no vas a ser capaz de algo.
Siempre habrá quienes te digan que no puedes hacer lo que ellos no se creen capaces de hacer o quienes le quiten valor a cada pequeño logro. Es normal, proyectamos nuestros miedos en los demás con la esperanza de que si ellos tampoco lo consiguen nos sentiremos mejor.
No les escuches, simplemente vete y hazlo. Protege tus sueños como si fueran tu mayor tesoro.
Y, siempre que puedas, acércate a personas que crean en ti, que te apoyen y que valoren lo que haces, cuando te sale bien y cuando no.
10. Busca tu talón de Aquiles. Es decir, además de todo lo que te he contado, ¿qué te ayudaría a creer más en ti? Tal vez sea practicar más, tal vez mejorar tu autoestima, tal vez estar más tranquila o formarte en algo que te guste… En cada uno será algo diferente. Por ejemplo, yo me doy cuenta de que si me encuentro cómoda con la ropa que llevo eso me hace sentir más segura para hablar en público. Pues de eso se trata, de que te des cuenta de lo que te funciona a ti para usarlo a tu favor.
Tal vez sea algo que puedes hacer fácilmente sola o tal vez no y tengas que pedir ayuda. No importa, todos pedimos ayuda alguna vez. Y, casi siempre, quien no lo hace es quien más lo necesita.
¿Qué me dices? ¿Qué sería eso que haría que creyeras en ti sin ninguna duda? Puedes compartirlo conmigo en los comentarios, estaré encantada de responderte.
A medida que iba leyendo me venia a la cabeza eso que tanto me apetece y que continuamente pospongo, incluso muchas veces me veo haciendo lo contrario..jijiji
Ya tengo nuevo objetivo en mente, pediré ayuda porque me he demostrado que sola no tengo las herramientas necesarias.
Objetivo a la vista!!
Es un placer leerte y todo un apoyo, gracias.
Qué bien Patry, me alegro mucho de que el post te haya empujado a ponerte con ese objetivo. Espero que te vaya fenomenal, seguro que sí ;-).
Un abrazo,
Vanessa
Hola, muy bueno quiero ponerlo en práctica, no será fácil pero lo intentaré, hay muchas cosas que vienen a mi cabeza y bueno empezar mi reto de bajar de peso como lo hice antes, y se q lo haré.
Muchas gracias, Claudia. A por ello y creyendo en ti, eso es.
Un abrazo,
Vanessa
Bueno, cuándo dices de compararme, siempre pienso por qué conmigo no le sale saludarme y a ella sí, a mi no me piropea y al restó de chicas si… Luego pienso es que la trayectoria con ellas es diferente a la mía, a ellas las elige él, visualmente por el ojo, y conmigo fue un amigo que se sentía mi protector, y que el sentimiento nació diferente pero, eso sí, con raíces.
Todo cambio cuándo perdió la seguridad de tenerme bajó su control, y yo empecé a creer en mí y las tornas cambiaron, fue él quien poco a poco vino a buscarme a mí.
Creer en uno y no compararse con nadie, lo mejor es sacar la mejor versión de ti misma.
Graciassssss, un abrazo.
Muchas gracias, Yoli. Sí, las comparaciones sólo nos generan sufrimiento, nada más que eso. Te animo a que sigas por ese camino, creyendo en ti, valorando lo que haces y dando pasos hacia esa mejor versión de ti misma :-).
Un abrazo grande,
Vanessa
Me ha encantado este post!!! Estoy en un momento de absoluto cambio en mi vida, para empezar laboral, con nuevas tareas y nuevos retos a los que me da miedo enfrentarme pero que, después de leer todo esto, afronto con otra actitud. Gracias
¡Oleeeé! Me alegro muchísimo. Este post sólo te ha ayudado a ver en ti lo que ya había, no lo olvides ;-).
Felices cambios 🙂
GRANDEZA. ESPERANZA. INSPIRACION.
PALABRAS POR LAS QUE LUCHO EN EL MUNDO, SIRVIENDO DE EJEMPLO PARA OTROS.
Muchas gracias, Fran, por compartir tus valores. Además de ejemplo, tú también eres inspiración para los demás.
Un abrazo
Como siempre que leo tus post, encuentro algo que me viene bien. El conseguir algo es un reto para uno mismo aunque no se obtenga un beneficio aparente. “”Vencer” el no tener energía disponible para hacer ciertas cosas, que ya te da igual que las hagas que no las hagas, pero el hecho de hacerlas te refuerza tu autoestima y da fuerza. En mi caso me vence, eso, la falta de energía disponible para ciertas cosas que pienso que me da lo mismo. Pero no, después de leerte estaré de nuevo en pie de guerra. Gracias por tus clases, que además son gratis. Abrazos
Exacto, Mónica, incluso con cosas que parece que ya da igual hacerlas que no, el hecho de hacerlas y no posponerlas una y otra vez refuerza tu autoestima. Pregúntate por esa falta de energía… cuando uno está en lo que siente y en lo que quiere la energía llega sóla, es el estado del “fluír”. Y esa energía también nos sirve para hacer otras cosas que tal vez no nos apetezcan tanto, pero que consideramos necesarias por algún motivo. Si te cuesta conectar con esa energía y ese “fluír” tal vez sea que lo que dices que tienes que hacer realmente no es lo que tú quieres… O que la energía tampoco te está llegando por otros lados… No lo sé, te invito a que investigues ;-).
Un abrazo fuerte.
Si, ahora sé mejor quién soy, la capacidad y la fuerza que tengo para conseguir lo que anhelo. Pero, creo que siempre subyace en mi, la necesidad de agradar a los demás.
He conseguido expresar mis deseos, mis opiniones y mis negativas. Un paso importante en el camino que quiero recorrer y la vida que quiero vivir.
Gracias Vanessa por acompañarme en este viaje.
Gracias a ti, Teresa, por la honestidad y la Luz que me transmiten tus palabras. Tan importante como creer en ti, es comunicarles a los demás que crees en ti, desde expresar tus necesidades y deseos, poner límites o decir que no a lo que no quieres en tu vida.
La necesidad de agradar a los demás, que dices que siempre subyace en ti, es como una carcel sin barrotes, de la que sólo se puede salir volviendo la mirada hacia dentro. Te animo a que lo hagas cada vez que lo necesites.
Encantada y afortunada de poder compartir este viaje contigo.
Un abrazo
Hola! Me da gusto saludarle, ☺ es genial su post me doy cuenta de que si se puede seguir adelante,es complicado lograr un sueño pero no imposible,cuesta mucho pero lo pondré en práctica, muchas gracias, hasta pronto.
Muchas gracias, Mary. Claro que sí, todos los sueños son posibles siempre y cuando decidamos que lo sean…
Un abrazo,
Vanessa
Creo que verme como una persona nueva no es fácil y espero que con tu ayuda lo podamos conseguir.
Muchas gracias por confiar en mí para que te ayude a verte como una persona nueva, Francisco. Me encantará acompañarte en ese camino.
Un abrazo
De verdad me emociona y me hace sentir bien leer sobre estos temas tan interesantes y maravillosos, son tantas cosas que influyen en nuestra personalidad que a veces no nos damos cuenta y seguimos siendo los mismos. Vanessa, eres una persona maravillosa que entra en los corazones de las personas y te doy gracias por ayudarme cada dia más. DIOS TE BENDIGA GRANDEMENTE.
Daniela, muchísimas gracias a ti también por tus palabras. Es un honor para mí que creas que entro en los corazones de las personas. Y también que me digas que te ayudo, encantada de poder hacerlo.
Un abrazo grande,
Vanessa
Hola,Vanessa
Muy buen articulo, me llegó. En estos momentos sali de mi zona de confort y me doy cuenta que tengo que hacer cambios y debo aprender a pensar mas en mí. Y este articulo me llegó, me motiva a seguir transformándome para ser mejor y amarme más.
Gracias
Qué bien, Martha. Me alegro mucho de que quieras hacer cambios para amarte más… Si cada uno se diera permiso para pensar en sí mismo, sin creer que eso tiene algo que ver con el egoísmo, todos seríamos mucho más felices y viviríamos mejor.
Un abrazo,
Vanessa
Conocí ayer tu página. Me ha gustado mucho lo que he leído.
Muchas gracias, me alegro mucho de que te haya gustado :-).
Un abrazo,
Vanessa
Este post me ha hecho pensar mucho y desde luego la pregunta: ¿Que será eso que haría que creyeras en tu sin ninguna duda? Pues seria decir más. Lo que siento en mi dia a día a mi familia, pareja… y no tener miedo a su contestación o a que no piensen lo mismo que yo. Eso me daría mucha fuerza para creer más en mi, que es como debería ser, y si esas personas me quieren de verdad deberían saberme escuchar y por lo menos intentar comprender y valorar lo que quiero.
De nuevo muchas gracias, me encanta leerte!!!?
Gracias a ti por compartir, Encarnación. ¿Por dónde podrías empezar? ¿Cuál sería un primer paso en ese camino a decir lo que sientes a tu pareja y familia? Piénsalo y confia en ti, estoy segura de que serás capaz y de que, como tú bien dices, quienes te quieren de verdad sabrán escucharte, comprenderte y valorarte :-).
Un abrazo grande,
Vanessa
Gracias, me está haciendo reflexionar y me está sirviendo mucho.
Me alegro mucho, Alonso.
Un abrazo,
Vanessa
Gracias por el apoyo y orientación que tanta falta necesito en este momento. A veces no es fácil llevar una comunicación lógica, amena, relajada y tolerante con los que te rodean, sobre todo con los seres queridos, simplemente por no ser como ellos.
Y, ahora con todo lo que he leído en este post, me da un poco más de fuerza de seguir adelante con mis proyectos sin tantos complejos.
Muchas gracias, Linda. Hay mucha comprensión y mucho amor a ti misma en tus palabras… Que nunca dejes de sentirlo así :-).
Besos y sonrisas,
Vanessa
Yo hoy me sentía pérdida y mal. De repente me meto en internet y encuentro esta página. Con lo que he leído hoy me doy cuenta de lo poco que me quiero y eso es lo que quiero, quererme y aceptarme.
Me alegro mucho de que la vida te haya traido por aquí, Montse. Espero que el blog te acompañe en ese camino a quererte y aceptarte.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Hola. Estoy recién suscrita a tus correos, y este artículo…es perfecto, gracias. 🙂
Me alegro mucho, Micaela. Gracias a ti por compartirlo. Y bienvenida :-).
Un abrazo,
Vanessa