¿Cómo crees que son las relaciones de pareja en las que hay dependencia emocional?
¿Qué crees que las diferencia?
O, dándole la vuelta a la tortilla, ¿qué crees que caracteriza una relación de pareja sana?
Tanto si tienes una relación de pareja como si te gustaría tenerla, creo que son preguntas que todos deberíamos saber responder.
Que todos deberíamos saber identificar si nuestra relación de pareja funciona y es sana, o no lo es.
La dependencia emocional en la pareja es algo mucho más habitual de lo que pensamos. Muchas de las personas con las que trabajo porque tienen una baja autoestima han vivido o viven relaciones de dependencia emocional.
Ojo, no hace falta tener una baja autoestima para tener dependencia emocional, pero sí es cierto que si tu autoestima es baja tienes más posibilidades de acabar enganchada en una relación con dependencia emocional. De hecho, como ya te he contado muchas veces, la calidad de tus relaciones tan sólo es un reflejo de ti misma.
Por todo ello hacía mucho tiempo que tenía ganas de escribir sobre la dependencia emocional y las relaciones de pareja tóxicas.
Porque, como en todo, lo primero para poder cambiarlo es identificarlo. Darnos cuenta de lo que nos está pasando y aceptarlo. Mientras sigamos engañándonos y haciendo como que no pasa nada, tampoco nada se podrá resolver.
Así que, para que reflexiones sobre cómo de sana es tu relación de pareja, ahora o cuando la hayas tenido, en este post he querido recoger las señales para identificar si hay dependencia emocional por una o por las dos partes de la pareja. Están basadas en el libro “Cuando amar es depender”, de Silvia Congost, una de las grandes expertas en este tema.
¿Preparada? Aquí tienes las veinte claves para identificar la dependencia emocional en la pareja:
1.La relación supone una lucha y un esfuerzo continuo.
Cuando una relación funciona tenemos la sensación de que es fácil, de que fluye.
Si tienes la sensación de que continuamente tienes que estar luchando y esforzándote porque eso salga adelante, malo.
2.Sientes que necesitas a esa persona.
Cuando una relación funciona no sientes que necesites a esa persona, sino que la elijes de manera consciente. Que la sigues eligiendo cada día porque eres más feliz con ella que sin ella. Es como que “podría estar sin él, pero prefiero estar con él”. Esta es una elección hecha desde el amor.
En cambio, cuando sientes que necesitas a esa persona, que te aterra estar sola o que crees que sin él no podrías seguir adelante, estás eligiendo desde el miedo. Y eso, en realidad, no es elegir, es necesitar.
3.No te sientes libre para dejar la relación.
En una relación de pareja sana estás con esa persona porque tu vida es mejor con ella, porque te suma y te hacer crecer como persona. Y si en algún momento deja de ser así sabes que te irás, que seguirás tu camino por otro lado.
Porque te sientes libre y, recuerda, estás eligiendo a esa persona, pero no la necesitas. Es decir, sabes que eres feliz sola y que no necesitas a esa persona para serlo.
En cambio, cuando no te sientes libre para dejar a esa persona, a pesar de que te das cuenta de que ni te suma ni te hace crecer, es señal de que hay una dependencia emocional.
4.Quieres que la otra persona cambie.
En una relación sana aceptas al otro como es. Y si para ti es muy importante que esa persona sea de una determinada manera y no lo es, te vas. Si sigues con la relación es porque le aceptas como es y su forma de ser no te afecta negativamente.
5.No sientes que seas importante para el otro.
En una relación de pareja sana sientes que eres importante para el otro. Y si no lo sientes así te vas, no continúas con la relación.
Y eso no significa que el otro tenga que cuidar de ti. En una relación sana cada uno se cuida a sí mismo, pero sin dejar de mirar al otro. Por eso ambos sientes que son importantes para la otra parte.
6.Necesitas estar con esa persona todo el tiempo posible.
En una relación de pareja sana cada uno tiene su espacio y a la vez comparten espacios comunes que les acercan y les fortalecen. Pero no lo hacen desde la necesidad o la obligación, sino desde una elección placentera.
7.Toleras determinadas actitudes porque “le quieres demasiado”.
Como dice Silvia, un amor sano no sabe de muchos o pocos. O amas o no amas. Por eso, si sientes que amas demasiado y que por eso permites ciertas conductas al otro, es muy probable que haya dependencia emocional.
8.Sufres en la relación.
En el amor sano no hay sufrimiento. Al contrario, hay paz, serenidad, tranquilidad y alegría. Lo bueno supera con creces a lo malo y te sientes bien en la relación.
9.Dudas de lo que sientes por esa persona, o ella duda de lo que siente por ti.
En una relación sana tienes claro lo que sientes, si quieres estar con esa persona o no, lo que te gusta y lo que no te gusta de ella. Y si no lo tienes claro te vas.
Y si es el otro el que tiene dudas, también te vas. Porque si te quieres y te valoras no toleras estar con una persona que no sabe si quiere estar contigo.
En cambio, cuando hay dudas, cuando en unos momentos piensas que esa no es la relación que quieres y en otros piensas que sí, que tampoco estás tan mal, es una mala señal. Si tu pareja no encaja en lo que quieres, en tus valores y en tu manera de ver la vida, por más que te empeñes seguirás teniendo dudas. Por más que te engañes y te digas que “más vale lo malo conocido”, seguirás sin sentirte bien.
En una relación sana puede haber épocas mejores y épocas peores, pero no hasta el punto de preguntarte si esa persona es la adecuada. Las dudas son señal de que no lo es.
Como dice Silvia, “si hay días en los que ves claro que sí y otros en los que ves claro que no, es que no. El que está donde quiere estar, lo sabe”.
10.Sientes que das más que recibes.
En una relación sana los dos miembros dan y reciben a partes iguales. Puede que uno de más un día y el otro de más otro día. O que uno de más una temporada y el otro otra temporada. Pero en el cómputo general sientes que hay un equilibrio y que los dos dais y recibís a partes iguales.
11.No te sientes apoyada por tu pareja.
En una relación de pareja sana siempre ha de haber un vínculo de amistad.
Es decir, sientes que tu pareja es tu amigo, que te impulsa, te motiva, te apoya y te anima para que alcances tus sueños y objetivos.
12.La comunicación falla.
Si la relación es sana la comunicación fluye. Sientes que puedes hablar abiertamente de lo que sea, que el otro te comprende y que juntos llegáis a un acuerdo. Y cuando habláis de algo ese tema se cierra, no se repite la misma discusión una y otra vez.
13.No puedes ser tú misma en la relación.
En una relación sana puedo ser yo misma, y mi pareja me quiere como soy. No tengo que renunciar a ser yo misma, ni cambiar ni esforzarme para conseguir que la otra persona me quiera.
Es decir, yo quiero a mi pareja como es y mi pareja me quiere como soy. Ninguno de los dos está esperando a que el otro cambie, porque ambos nos queremos y nos elegimos con nuestras virtudes y nuestros defectos.
14.No sientes que estés recibiendo lo que necesitas.
Cada persona busca algo diferente en su pareja. Y lo que sea que tú buscas, si estás en una relación de pareja sana, sientes que tu pareja te lo aporta. Porque, si no lo sintieras, te irías.
15.Tenéis tantos conflictos que a menudo piensas en dejar la relación, pero después no te sientes capaz.
En una relación de pareja sana los conflictos no nos alejan, sino que nos unen y nos hacen más fuertes. Es decir, puede haber desacuerdos, pero los hablamos de manera respetuosa y eso hace que nos acerquemos más. Y si en algún momento tenemos un conflicto que no sabemos resolver seguiremos creyendo en la pareja y pediremos ayuda.
En cambio, si los conflictos nos alejan cada vez más y no somos capaces de resolverlos, dejaremos la relación.
16.No te sientes vista ni respetada por tu pareja.
En una relación de pareja sana ambos se admiran y se reconocen el uno al otro.
En todo momento sientes que tu pareja te respeta, tanto con sus actos como con sus palabras.
17.Tienes miedo a perder a esa persona.
En mi opinión, esto y lo de no aceptar al otro como es y querer que cambie son las características más frecuentes en una relación de pareja que no es sana.
Cuando tienes miedo a quedarte sola es porque de alguna manera, consciente o inconscientemente, te estás planteando soltar a esa persona o que esa persona te suelte, pero no te sientes capaz de continuar sin ella.
En cambio, en una relación sana puedes saber que nada es seguro y que no sabes lo que va a pasar con esa persona o con vuestros sentimientos, pero no tienes miedo a perder a esa persona ni a quedarte sola.
18.No tenéis los mismos valores.
Por supuesto que los valores de cada miembro de la pareja no tienen que ser exactamente los mismos para que la relación funcione.
Pero también es cierto que en una relación sana los dos comparten sus principales valores. Porque, de no ser así, tarde o temprano surgirán conflictos y discusiones. Por ejemplo, si para uno la familia es un valor y para el otro no lo es. O si para uno la fidelidad es un valor y para el otro no lo es.
19.Hay temas que no se pueden tocar.
En una relación de pareja sana ambas partes están dispuestas a hablar sobre cualquier tema que afecte a la pareja.
Es decir, si para uno de los dos es importante tratar un tema que afecta a la pareja, el otro estará dispuesto a hablarlo. No lo rehuirá ni se cerrará en banda a hablar de ello.
20.No confías en la otra persona.
Según Silvia los pilares básicos en una relación para que crezca de manera sana y equilibrada son la admiración, la confianza, el respeto, la aceptación y la comunicación.
Y estoy de acuerdo en que la confianza es fundamental en una relación sana. Además de que la confianza, como el amor, tampoco conoce de medidas. Es decir, o confías o no confías, pero no hay términos medios.
Si, por el motivo que sea, has perdido la confianza en la otra persona, necesitas hablarlo y ver cómo podéis resolverlo.
Pero si a pesar de todo sigues sin confiar en esa persona, en una relación sana te vas.
…
Según explica Silvia, cada relación en la que hay dependencia emocional es diferente, y en unas ésta es más fuerte y en otras menos. Pero cuando algo no va bien en una relación la persona lo sabe, otra cosa es que quiera verlo y aceptarlo.
Por eso el primer paso es reconocerlo.
Y ya sabes que puedes compartir tus reflexiones conmigo aquí debajo. ¿Qué es para ti una relación de pareja sana? ¿Qué no lo es? Me gustaría mucho saber qué opinas al respecto.
Estoy tan de acuerdo con todo el post escrito, pero hasta que no te das cuenta que lo único que te une a esa persona es la dependencia emocional, cuesta mucho muchísimo deshacerse de ella.
Te sigo desde hace mucho tiempo y los post me recuerdan a una frase de Mario Benedetti: ‘De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tú no ves. Que te enseñen a mirar con otros ojos’. Es maravilloso, millones de gracias.
Besos.
Muchas gracias, Maria Luisa. Sí, tomar conciencia de esa dependencia emocional es lo primero, y aun así seguirá siendo un camino difícil.
Preciosa la frase de Benedetti, es un honor para mí que lo sientas así. De corazón, un millón de gracias.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa,
No puedo estar más de acuerdo con este post. Yo nunca he tenido pareja, la verdad es que jamas me cerré a ello. El amor ha sido una de mis prioridades en la vida pero por eso mismo pensaba que no tenía prisa, si llegaba la persona adecuada bien, y si no pensaba que ya llegaria. No hacía por buscar ni precipitarme en relaciones con personas que del todo no me convecían porque en realidad sentía que el amor y todas esas sensaciones las llevaba yo en mi interior, tanto en mi misma, mi familia, mi mascota, las pequeñas cosas del día a día, así como en la esperanza e ilusión de poder plasmar en una persona algun día sentimentalmente aquellas emociones que también sentía ya de por si haciéndome feliz. Después las cosas cambiaron, pues al caer en una depresión por ciertos problemas en mi entorno, de la que todavía no me siento del todo curada, fui perdiendo o menguando todos esos sentimientos de felicidad y por tanto también perdiendo la ilusión por conocer a alguien, hasta que sin darme cuenta pasó demasiado tiempo sin vivir lo que ya todo el mundo se supone que a mi edad en la etapa primera de la madurez ha hecho. Entonces comencé a forzar un poco la situación y a dar la oportunidad de conocer a chicos que años atrás tal vez no le hubiese dado, para decepción mía, creándome más frustración. El último intento ha sido ya el peor, creo. Personas que no tenían mis mismos valores, que mentían para conseguir algo, hombres que se mostraban dominantes (el ultimo el que más) y que concebían el trato con una mujer como una forma de ejercer un dominio y poder sobre ella a todos los niveles, incluido el sexual. En lugar de concebir como una sana relación de cariño, amor, pasión, y entrega mutua, que son mis valores personales, en realidad no llegué a entablar ningún tipo de relación porque me di cuenta a tiempo e incluso que se burlaban de mi manera de enfocar las relaciones, tanto de pareja como intimas. Me siento muy decepcionada y pensando que todos los hombres son iguales, o puede que yo atraiga a un tipo de hombre por verme demasiado sensible y algo tímida, pero también he de decir que son con el tipo que me encuentro y en principio no sé cómo es hasta que no le trató un poco. Yo no los elijo, simplemente es lo que se presenta porque no tienen pareja y están receptivos a conocer y les daba esa oportunidad a ver qué pasaba, aun no llamándome especialmente la atención. De momento creo que voy a seguir sola y no temer porque el tiempo corra tan deprisa y aun no haya tenido pareja porque de este modo no vale la pena para mí. Sé que es complicado de entender, tal vez haya dejado pasar mucho el tiempo, haya puesto un listón muy alto cuando hubiese tenido tal vez más posibilidad porque yo sentía esas emociones positivas y esos sentimientos, y después cuando he querido intentarlo no he encontrado nada que se precie. Estoy algo confusa, gracias.
María,
Muchas gracias por compartir. Todo está bien como es, no sirve de nada ahora lamentarse por lo que hiciste o dejaste de hacer. Esos sentimientos positivos están en ti, aunque ahora se hayan quedado enterrados. Yo te diría que busques en ti la manera de sanarte y volver a sentirte bien contigo misma. Y después ya irán pasando las cosas que tengan que pasar. Pero si quieres conocer a alguien como la persona que tú eras, vuelve a ser ella. Por ti, sobre todo por ti, y también por lo que desde ahí pueda pasar :-).
Un abrazo grande,
Vanessa
Hola Vanesa!
Llevo poco leyéndote pero ahora soy seguidora fiel porque me encantan tus post. Me hacen reflexionar, siempre tengo algo que mejorar de mí misma o me sirve para seguir conociéndome. Este post me ha servido para confirmar que mi relación de pareja es sana. La verdad que tuve suerte porque ha sido mi primera pareja y no tenía con qué comparar. Por eso cuando oía comentarios de que el amor es dolor, o la cantidad de veces que me cuentan mis amigas que discuten con sus parejas y yo no, ya no sabía si era la rara o qué. Ahora comprendo que tengo una relación sana y ellas no, pero no dejo de sorprenderme porque el amor que “se vende” es precisamente una relación no sana, de dependencia o tóxica. He llegado escuchar a chicas decir que ellas necesitan discutir, que si no es muy aburrido, el amor de las películas tampoco es esto que tú propones… Y con lo fácil y la paz que transmite amar bien, no entiendo por qué la gente se empeña en ese amor doloroso que puede que quede bien para la trama de una película, pero en la realidad no es nada práctico ni sano. Un placer leerte (sobre todo cuando hago las cosas bien, da más satisfacción jejejeje).
Un beso!
Qué bien, Carolina. Me alegro mucho de que el post te haya servido para confirmar que tienes una relación de pareja sana. Efectivamente, hay muchas personas que se enganchan a relaciones tóxicas, en mi opinión por una falta de autoestima y ese miedo a que nos dejen de querer. Por eso, para que nos quieran bien, lo primero es quererse bien a uno mismo. A partir de ahí todo se coloca.
Sigue disfrutando de tu pareja, cuídala y cuídate :-).
Besos y sonrisas,
Vanessa
Totalmente identificada con Maria. Me sorprende haber leido este comentario porque parece que lo he escrito yo. Besos
Muchas gracias por compartir, Vero.
Un abrazo,
Vanessa
Yo soy feliz con mis parejas. Pero siempre temiendo a que se desgaste y se termine. Es un serio problema. Me quieren y yo no soy capaz de verlo. Me genera muchas discusiones y termino pensando q todo se diluye… Es una vez y otra vez. Cada vez tengo más pánico a comenzar algo pensando en cómo va a terminar.
Gracias
Muchas gracias por compartir, Romina. De donde sea que venga ese miedo al abandono, puedes trabajarlo. Acude a un profesional que pueda ayudarte. Te mereces sentirte querida y ser capaz de disfrutar de una relación en el presente, sin amargarte ni dejarte llevar por los miedos.
Un abrazo grande,
Vanessa
Muchas gracias Vanessa, de corazón, por tu consejo. Realmente yo también pienso que cuando en tu interior algo no marcha bien de algún modo se manifiesta en lo que vas encontrando en el exterior, por eso no quiero que estas experiencias me marquen negativamente para pensar que todo es igual y que siempre voy a dar con lo mismo. Sé que es difícil volver a ser la que era, no ya solo por el tiempo de depresión sino porque estas experiencias han destruido en mí mucha confianza y dado una idea muy contraria y opuesta a la que yo tenia sobre las relaciones y los hombres, pero también sé que es posible seguir adelante y recuperar una gran parte en mí de esos sentimientos enterrados que de alguna manera siguen, pues mis valores no han cambiado. Esto me ha enseñado a que no todo el mundo es apto para depositar mi confianza entre otras cosas y ahora debo de pasar página. Esta última persona sigue insistiéndome y no me deja del todo, pero también me siento orgullosa de mi misma por no ceder a sus chantajes aunque no me ha sido fácil. Tengo claro que no quiero nada con él y que de alguna manera eso significa que en el fondo sí que sigo siendo la misma persona que era. Gracias una vez más, un fuerte abrazo.
María,
Lo cierto es que no necesitas ser la misma de antes, ni tampoco creo que fuera posible. Pero puedes ser una nueva María, mejorada en algunos aspectos gracias a estos aprendizajes, y que también recupere lo que te gustaba de aquella. Es decir, puedes crear a la María que tú quieras en estos momentos, con la suma de experiencias, fortalezas y aprendizajes que has ido cosechando :-).
Un cariñoso abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa,
Me ha gustado mucho tu artículo. Si lo hubiese leído cuando estaba en pareja, hubiera dejado la relación mucho antes. Pero me servirá para futuras relaciones.
Isabel,
Nadie nace aprendido. Cada persona encuentra las experiencias que necesita para aprender lo que necesita aprender en el camino a la persona que ha de ser. Te aseguro que lo que sabes porque lo has vivido genera una huella mucho más profunda en ti que lo que sabes porque lo has leido. Todo es perfecto como es :-).
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Sí, y además considero que es sumamente importante para poder avanzar no arrastrar esas experiencias sino seleccionar cuidadosamente qué parte era necesaria aprender y desaprender la parte que sólo nos hace más infelices y nos impide ser como queremos así como crear la realidad que deseamos. Conozco mucha gente que dice que ha aprendido mucho en la vida y lo único que se vuelve es más fría, desconfiada e incrédula de todo. Por eso hace falta tiempo, primero para sanar las heridas y de fortaleza interior. Un abrazo.
Hola Vanessa, quisiera darte las gracias por el post, y decirte que me ha dejado muy triste, porque tengo dudas con una amiga. He tenido varias relaciones tóxicas donde mi otra amiga hablaba un montón en modo monólogo y no le importaba un pepino lo que yo tuviese que decir, siempre sin respetarme, claro. Esta chica en cambio, aunque habla mucho, mantiene el contacto mutuo, me valora y cuando hablo yo sí siento que me escucha. Pero a veces me pone la cabeza como un bombo de todo lo que habla. Me parece incorrecto decirle algo como “oye, hablas mucho”… aunque sea de manera asertiva. Y la verdad es que no tengo muchos amigos y ella es buena, así que no sé qué hacer. ¿Algún consejo? Un saludo y gracias otra vez.
Hola Sara,
Recuerdo que una vez leí que quien habla mucho tiene alguna herida, algo que esconde y no quiere mirar dentro de sí mismo… Tú no puedes curar las heridas de nadie, tan solo aceptarlas y abrazarlas, o elegir no hacerlo. Piensa si esa persona te compensa, si te aporta, si quieres tener a alguien así a tu lado, o si no quieres… El miedo a la soledad no es buen consejero a la hora de elegir relaciones, porque hace que no seamos capaces de respetarnos y poner límites. Pero esa persona puede tener otros valores que te compensen. Eso has de decidirlo tú :-).
Un abrazo,
Vanessa
Hola! Decir que vengo aquí desde el artículo de “ser fuerte”. El año pasado rompí una relación de amistad donde él estaba siempre ausente… Al final nos liamos y después me dijo que él quería seguir igual que antes. Yo lo hacía todo en la relación, no le volví a escribir. Y como vivimos cerca a veces me lo encuentro por la calle. Las primeras veces me evitaba con desprecio, ahora se me queda mirando con cara de perro porque le ignoro yo (sin mal rollo, pero oye). Sé que me tendría que olvidar de él pero es el chico que más me ha gustado, y vivimos cerca… No sé si hablar con él la próxima vez que le vea, quiero quitármelo de la cabeza y que nos liemos otra vez al mismo tiempo. Sé que tengo que terminar con esto, pero es muy difícil. A veces me duele la cabeza porque le busco por la calle y no le encuentro, me desquicia totalmente. No quiero ir yo a buscarle o escribirle al móvil, de hecho le borré. ¿Algún consejo? Muchas gracias!
Hola Elisa,
Creo que lo primero es que sepas lo que quieres. Solo sabiendo lo que quieres, dándote el permiso de ser honesta contigo misma, puedes elegir cómo actuar para que sea coherente con tus deseos. Si no somos coherentes con lo que queremos empezamos a dar tumbos y a tener comportamientos que en realidad parecen querer decir otra cosa. Y, en mi opinión, eso complica mucho las relaciones :-).
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa. He estado leyendo tus posts y son buenisimos, yo admito que tengo dependencia emocional hacia mi pareja. Lo peor es que fijate que él es bueno, y no sé porque soy asi, mira él es humilde, excelente hijo, respetuoso, me trata super bien, no tiene vicios, es un buen hombre, y por alguna razon cuando nos conocimos yo vivi un sueño y luego pasaron los meses y no sé porque empecé a tener dependecia, siempre quiero estar con él, siempre quiero que me conteste como yo quiero, y muchas de las cosas que mencionaste, y me entristece ser asi porque él vale la pena, yo realmente creo que Dios me lo puso como una bendicion y quiero dejar de ser asi porque lo que más deseo es tener una relacion libre, sana y feliz con él, no estar pensando en que estará haciendo, y q si sale pensando con quien, y pensando en que no quiero que nuestra relacion se acabe y cosas asi, él es bueno, y él siempre me entiende y siempre me aconseja, incluso en ocasiones hemos platicado de una vida juntos en el futuro, realmente quiero dejar esa dependencia.. Te agradezco Vanessa, ojalá leas mi comentario.
Hola Michelle,
Lo primero, aclarar que tú no eres culpable de sentir dependencia hacia a alguien. Es simplemente algo que te habla de algo que te pasa, de algún miedo, herida o carencia, seguramente de tu infancia. No eres culpable de eso, insisto, igual que no lo eres de que te duela la cabeza, por ejemplo.
Muchas veces empezamos a depender cuando dejamos de amar a alguien, pero no nos vamos. No se puede amar simplemente porque el otro sea muy buena persona y nos trate muy bien, ni amar es algo que podamos controlar. No depende de ti, o amas o no amas, pero no depende de ti sentirlo.
Tal vez estaría bien hacer algún trabajo de autoconocimiento para comprender de dónde viene ese miedo y esa dependencia. En mi opinión, sólo podemos cambiar aquello que conocemos y comprendemos.
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa, gracias x responder. Sí, tienes razon es algo en lo que debo trabajar con ayuda de un profesional a lo mejor, porque quiero que nuestra relacion sea bonita y feliz, sin estar con dependencias. Tal vez te vas a reir de lo que te diré, pero llevamos 1 año y medio jaja, no es mucho lo sé, pero yo siento que lo amo, que lo quiero, él me hace muy feliz, y siento que es la persona indicada. Adoro su buena persona y su forma de tratarme. Por eso quiero cambiar, y por eso me atrevi a contarte mi experiencia, porque siempre es bueno escuchar la opinion de alguien sabio como tú. Graciasss!!
Gracias a ti también, Michelle.
Un abrazo grande,
Vanessa
¿Y si a la dependencia emocional le sumas la económica? ¿Y también le añades el desamor del otro? ¿Cómo se puede disolver tanto dolor y superar el abandono en mi momento más bajo? ¿Cómo seguir con mi vida con autonomía, confianza, alegría y esperanza? ¿Y cómo superarle a él y dejar de sufrir por su ausencia, dejar de sufrir al saber que ya está con otra tan feliz? Dejar de echarle de menos y dejar de pensar en compartir mis avances aunque sepa que ya no es posible, porque ya no le importo. 💔
Hola,
No hay manera de disolver el dolor. Y la situación que compartes es una situación de mucho dolor, que además despertará tus heridas y tu vulnerabilidad. Es lógico que te estés sintiendo así, y que yo sepa no hay manera de superarlo que no sea atravesar ese dolor, abrazándote muy fuerte hasta que vayas recuperando la confianza y la alegría por vivir y por tenerte a ti misma. No hay atajos, solo pasos en la dirección correcta.
Un abrazo,
Vanessa