Y tú, ¿a qué esperas para empezar a aprovechar la vida?

Sí, te aseguro que es muy probable que aún no hayas empezado a aprovechar la vida… Y te voy a explicar por qué lo creo así.

Hace poco alguien me contó una historia que me impactó. Pocos meses antes, en una revisión médica, le habían dicho que era muy probable que tuviera un tumor. Tenían que hacerle más pruebas, pero todo apuntaba a que sí.

Lo primero que esta persona pensó cuando se lo dijeron fue, en sus propias palabras: “Qué putada, no me va a dar tiempo a hacer todo lo que quería hacer”.

Así que durante esas semanas hasta que le dieron los resultados de las pruebas se centró en lo que era importante para él. Comenzó a hacer todo lo que quería hacer sin desperdiciar ni un minuto. Vivió su vida exactamente como quería vivirla.

En definitiva, comenzó a aprovechar la vida.

Incluso notó cómo su entorno también cambiaba de actitud. Cómo los demás dejaron de darle importancia a cosas superfluas y se centraron en lo que era verdaderamente importante para ellos. Por ejemplo, su mujer, que antes siempre le reñía por entrar en casa con las zapatillas con las que andaba por el jardín, dejó de fijarse en eso. Ya no le decía nada y era mucho más complaciente y permisiva. Con el diagnóstico del tumor no importaba lo que hiciera. Todo estaba bien así.

Semanas después los médicos le dieron una buena noticia: el tumor no era maligno.

El aprendizaje de esta persona con lo que vivió, tal y como él mismo lo cuenta, fue que “si la vida te da una segunda oportunidad ya no vuelves a perder el tiempo”. Desde entonces vive su vida de una forma mucho más consciente.

Es decir, aprovecha mucho más la vida.

Y se siente sumamente agradecido por este regalo que la vida le ha hecho. Por este aviso para que le diera importancia a lo verdaderamente importante para él.

¿Qué piensas? ¿Dirías que tú estás aprovechando la vida con ese nivel de conciencia?

Creo que a muchos nos vendría bien que la vida nos hiciera un regalo como éste. Un aviso, una señal, una manera de recordarnos que muchas veces le damos importancia a cosas que no la tienen y dejamos de lado las que sí.

Que corremos y corremos sin saber hacia dónde y sin apreciar el paisaje que nos rodea… Que vivimos desde el juicio, la comparación, el miedo y la crítica… Que nos dejamos llevar por nuestro Ego mucho más que por el Ser que en realidad somos… Que no vemos que en realidad todo es mucho más sencillo…

¿Y tú? ¿Qué harías diferente si supieras que vas a morir en unas semanas? ¿Cambiarías algo? Seguramente sí.

Seguramente aprenderías a aprovechar la vida.

Volverías a creer en la ilusión, la magia y los sueños, como hacen los niños en la noche de Reyes.

Utilizarías todo lo que te pasa para avanzar, en vez de estancarte en una piedra porque te empeñas en que no debería estar ahí o porque no confías en poder esquivarla.

Vivirías desde el Ser para después Hacer y Tener. Y no al revés, que solemos creer que para Ser primero hay que Hacer y Tener, y es justo lo contrario.

Dejarías de esperar a que cambie lo de fuera y mirarías para cambiar lo de dentro.

Buscarías la manera de conocerte, crecerte y fortalecerte para sentirte capaz de mejorar tus circunstancias.

Te darías cuenta de que no hace falta pensar ni planificar tanto. Que lo que cuenta es actuar y ponerse en marcha.

Que a menudo nos encerramos en laberintos sin salida que no existen más allá de nuestra propia mente.

Que si sigues haciendo mismo siempre seguirá pasándote lo mismo.

Y que muchas veces un simple paso, un primer paso, nos puede cambiar la vida.

…

Comprenderías que siempre, SIEMPRE, puedes aprender de lo que te pasa.

Que aprovechar la vida también es ser capaz de llorar y reír con tus propios errores.

Y que avanzar también es aprender a estar Aquí y Ahora, en el presente, y no siempre mirando el resultado.

Que no hay prisa, que no hay tanta prisa…

Y, cuando sepas todo eso, entonces por fin respirarás, simplemente respirarás…

Será un instante único para entender que el silencio es magia, que el silencio es generador de vida, que el ruido hace que nos perdamos lo que más importa…

…

Y será entonces cuando comiences a confiar en que el Universo conspira a tu favor.

En que atiende a tus necesidades.

En que responde a tus intenciones.

En que él te habla y tú sólo tienes que escucharle.

En que él pone la música y tú sólo tienes que bailarla.

Será entonces cuando comiences a confiar en que de la generosidad nace el amor.

En que la vida es un dar y recibir en un ciclo continuo sin comienzo ni final.

En que todo depende de que seas capaz de cultivar pensamientos de amor, de confianza, de paz, de unión y de sabiduría…

En que todo es más fácil de lo que parece cuando confías.

Cuando te conoces, te aceptas y te quieres como eres.

Cuando sabes que la energía que recibes es la misma que transmites.

Cuando reconoces qué es lo más importante para ti y lo defiendes.

Cuando comprendes que todo lo que haces, y lo que no haces también, deja un eco en el Universo.

Cuando conoces a tu personaje y te das cuenta de cómo le creaste para que otros te quisieran.

Cuando miras a los demás viendo todo lo que hay y no aquello que echas en falta.

Cuando sientes que Todos somos parte de un Todo. Que yo lo soy y tú también lo eres.

…

Por eso hoy, desde aquí, les pido a los Reyes Magos, que nos den Luz para Ver, Saber y Comprender.

Para recordar que todo lo que no resolvamos dentro se manifestará en nuestra propia vida como destino.

Que lo que sembramos es lo que recogemos y si no sembramos no recogemos.

Que no importa que te sepas de memoria cuál es el camino si no empiezas a andarlo.

Que es mucho más importante querer que poder.

Y que queremos aprovechar la vida sin necesidad de esperar a que un día nos haga un “regalo” que nos abra los ojos.

Porque podemos abrir los ojos nosotros mismos. Así, aquí, ahora…

…

De corazón te deseo que este 2017 empieces a aprovechar la vida como tú quieras, como tú sientas, con toda la Conciencia y el Amor del mundo.

¿Qué me dices? ¿Te apuntas? Me encantará que compartas tus reflexiones en los comentarios aquí debajo.