Un niño y su padre, estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cae, se lastima y grita:
– ¡Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh!
Para su sorpresa oye una voz repitiendo en algún lugar de la montaña:
– ¡Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh!
Con curiosidad el niño grita:
– ¿Quién está ahí?
Recibe una respuesta:
– ¿Quién está ahí?
Enojado con la respuesta, el niño grita:
– Cobarde.
Y recibe de respuesta:
– Cobarde.
Pregunta:
– ¿Qué sucede?
El padre, sonríe y le dice:
– Hijo mío, presta atención.
Y entonces el padre grita a la montaña:
– Te admiro.
Y la voz responde:
– Te admiro.
De nuevo, el hombre grita:
– Eres un campeón.
Y la voz le responde:
– Eres un campeón.
El niño estaba asombrado, pero no entendía.
– La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida. Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones – le explica el padre.
Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean.
Si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma de los que conoces.
Alguien dijo: “Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando…”.
Así es. En la vida, al menos así lo creo yo también, lo que va vuelve.
Lo que les das a otros, te lo das a ti. Lo que les robas a otros, te lo robas a ti. Lo que regalas a otros, te lo regalas a ti… Y no me refiero a bienes materiales.
El mundo es energía.
Todos estamos conectados.
Recibes lo que das.
Lo que va vuelve.
Y hay personas que lo saben muy bien.
En realidad, todos tenemos ejemplos de ello en nuestras vidas.
Incluso cuando crees que estás dando más de lo que recibes, seguramente haya otra parcela de tu vida donde no estás siendo generoso, compasivo o lo que sea, aunque en ese momento no seas capaz de verlo. A mí me pasó. Por ejemplo cuando les pedía a los demás que fueran tolerantes y yo no lo estaba siendo.
Por eso, si hay algo en lo que no te sientes justamente tratado, valorado o recompensado, sea con quien sea, te invito a que pruebes a observar qué es lo que estás dando.
Tal vez tú también te sorprendas ;-).
Hola soy Almudena, primero mi enhorabuena por el blog, me encanta, pero referente a este post está muy bien, aunque no creo que sea del todo cierto, que siempre recibes lo que das, pues en mi caso con mis herman@s siempre he intentado hacer lo que he podido por ellos, he buscado la manera de ayudarles en cualquier cosa o situación, por pequeña que fuera, siempre he estado ahí, y sin embargo he sido a la que han despreciado, me han difamado a sus hijos y familias para que en cualquier ocasión también me despreciaran, con muchos insultos, he perdonado muchas veces, lo he hablado y aun así me lo han seguido haciendo.
Ahora después de muchos años, ya no confío en ellos, pues me hacen escenas feas en cualquier lugar que me reúno con ellos, y la verdad siempre intento no entrar en discusión. Yo sé que tengo temperamento y doy mis razones por las que no me parece bien lo que me hacen, pues aún así todo ha ido a más. Incluso me dijeron que por qué yo tengo que ser diferente, y la verdad no me veo diferente, solo intento seguir mi camino, luchar, pero mi espejo con ellos no ha resultado. No ha sido el reflejo de lo que yo he dado, nada que ver, eso no quiere decir que yo no me equivoqué.
No quiero parecer que soy una prepotente ni nada parecido, nada de eso, pues no presumo de nada y soy bastante sencilla. Todo esto me creó mucha inseguridad y hasta hace un año, más o menos, que he reflexionado y analizado detenidamente y decidí que así no quiero vivir. Sin embargo con otras personas me sorprendo como sin hacer nada, nada especial, están ahí… no sé.
Siento que estoy a un paso de cambiar mi destino, mi estrella y me esfuerzo porque creo que posiblemente vengan tiempos mejores y me permitan tener paz interior, la necesito… estoy en ello. Gracias a tí Vanessa por estar ahí, por tus palabras y fuerza.
Muchas gracias, Almudena… Tal vez lo que has dado esté por volver a ti, o tal vez con el tiempo te des cuenta de algo, de para qué pasó todo eso con tus hermanos… Y entonces todo tenga sentido.
Sea como sea, te animo a confiar en ello. De corazón creo que merece la pena :-).
Un abrazo grande,
Vanessa
Hola Vanessa! Me veo reflejado en este mensaje, hoy la vida me está devolviendo lo mal que me he portado con mis semejantes. Quiero cambiar mi actitud y estoy pidiendo a Dios que me ayude a vencer el orgullo, que creo que es mi mayor enemigo. Muchas gracias por tus consejos.
Qué bien, Alexis. Qué bonito camino el que has empezado… Disfrútalo, estoy segura de que lograrás vencer ese orgullo.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Amen muchas gracias vanessa asi lo creo.