Descárgate GRATIS la guía Cómo Defenderte cuando Alguien Traspasa tus Límites

Si me pides algo y lo puedo hacer, ¿tengo que hacerlo?

Mujer pensativa

¿Cuál es tu motivación para decir que no cuando alguien te pide algo?

Te doy tres opciones:

¿Dices que no cuando no puedes hacer eso que te piden?

¿Dices que no cuando no te apetece hacerlo?

¿O dices que no cuando no quieres hacerlo?

Te pregunto esto porque la mayoría de las mujeres con las que trabajo dicen que sí a todo lo que pueden hacer, aunque no quieran.

Por ejemplo, hace poco una coachee me contaba que le habían ofrecido un trabajo puntual por un precio inferior al que ella estaba dispuesta a cobrar.

Y no quería hacerlo. Pero no fue capaz de decir que no porque no era que no pudiera, sino que no quería.

“Si es porque no puedo hacerlo, sí que me quedo tranquila cuando digo que no. Pero, si es que no quiero, me quedo con mal sabor de boca, como si no tuviera el derecho a negarme a algo que puedo hacer”, me contaba.

Es decir, ella cree que, si puede hacer algo, tiene que hacerlo.

Que, si puede evitar perjudicar al otro, tiene que evitarlo, aunque con ello se perjudique a sí misma.

Así que, si ese hombre no está dispuesto a pagarle lo que ella pide y ella tiene la posibilidad de hacerlo por menos dinero, se siente obligada a hacerlo.

Pues, como ella, a montones.

“Yo lo que tengo ganas es de decirle `mira, no quiero trabajar contigo en estas condiciones´, sin tener que justificarme ni sentir que estoy siendo mala”, me decía.

(Y, por cierto, se lo dijo. Lo trabajamos, se armó de amor propio y dijo que no… Si tú también necesitas llenarte de amor propio, rellena esto para tener una sesión de valoración conmigo).

¿Te acostarías con alguien si no quieres?

¿Te suena esto? ¿Tú también crees que, solo por el hecho de poder hacer algo, deberías hacerlo?

Si, por ejemplo, tu jefe te pide que vayas a trabajar por la tarde para terminar una cosa y tú puedes ir, aunque no quieras hacerlo ni sea tu horario laboral, ¿vas?

O en lo que sea que se te ocurra…

Si alguien te pide que le prestes algo tuyo.

Si alguien te dice que le dejes usar tu casa para algo.

Si te proponen un plan para este sábado o para las vacaciones.

Si alguien te pide que le ayudes con su mudanza.

O que cuides de sus hijos.

O que te tomes un café esta tarde.

En cualquiera de estos casos, si lo puedes hacer, ¿te sientes incapaz de decir que no?

Pues, entonces, tienes un problema importante de límites contigo misma.

Porque, decir que no a algo o poner un límite, no debería basarse en la posibilidad de hacerlo, sino en la libertad de elección y el deseo de hacer eso.

Y, en cambio, muchas personas dicen que no con más facilidad cuando tienen una excusa que demuestra que no pueden hacer eso que el otro les está pidiendo.

Pero, cuando sí que pueden hacerlo, les cuesta un montón priorizarse y legitimar que no quieren hacerlo.

Porque eso sería ser egoísta.

Porque, si puedo ayudar, tengo que ayudar.

Porque, si no voy, quedaré fatal.

Porque, si no lo hago, esa persona pensara algo malo de mí.

Porque, si puedo hacer un favor, lo tengo que hacer.

Porque, si no lo hago, se va a estropear nuestra relación.

Porque, si le digo que no, me sentiré culpable.

Etc., etc.

Y claro, así te quedas vendida a lo que te pidan. No eres libre ni dueña de tu tiempo. Porque, si puedes hacer algo, tienes que decir que sí. Así que, en realidad, el dueño de ti es el otro, el que te pide algo.

¿Lo ves? ¿Ves la falta de amor propio que hay en este comportamiento?

¿En alguien que hace las cosas que le piden porque “puede hacerlas”, aunque no quiera?

Es como si un hombre me pide que me acueste con él y yo, porque puedo, lo hago, sin ni siquiera plantearme ni escuchar si de verdad quiero hacerlo.

Estoy segura de que esta comparación te parece una barbaridad, pero ¡es que es lo mismo! ¡¡Lo mismo!!

Si nos parecería una locura acostarnos con alguien con quien no queremos acostarnos, ¿por qué no nos lo parece aceptar cualquier otro tipo de propuesta o de petición que no queremos aceptar?

¡¡Manda narices que tengamos que defender el derecho a decir “no quiero”!!

Sin necesidad de tener una excusa, una justificación o una imposibilidad.

¡Manda narices!

Los ovarios de una compañera

Hace poco, en un grupo de whatsapp de un retiro en el que estuve en Semana Santa, una de las compañeras propuso un fin de semana todos juntos en su casa del pueblo.

Y, ¿sabes lo que contestó otra compañera?

“No iré. Estoy aprendiendo a decir que no sin poner excusas. Muchas gracias igualmente por la invitación 💕”.

¡Oleee! Olé ella y sus ovarios.

Porque supo poner el límite en su deseo, no en su capacidad de ir. ¡Eso es amor propio!

Es decir, el filtro para hacer algo no debería estar en lo que puedes hacer, sino en lo que quieres hacer.

Y eso, de ninguna manera, va a significar que solo pienses en ti (ojo con quien use este argumento para manipularte).

Por supuesto que a veces dirás que sí pensando en el otro, pero ¡porque deseas pensar en el otro!

Por ejemplo, suponte que te invitan a una comida dentro de dos meses. Y es algo que no te apetece demasiado, pero a lo que quieres ir, por el motivo que sea… Porque verás a personas con las que no quieres perder la relación. O porque para tu pareja es importante que vayas. O porque el coste emocional de no ir es mayor que la falta de ganas de ir…

Entonces SÍ es que quieres hacerlo. Aunque no te apetezca. ¡Pero quieres!

Vale, ¡pues entonces vas! Porque, poniéndolo todo en la balanza, te das cuenta de que quieres ir. De que, por las razones que tú sabes, te compensa y te interesa más que no ir. ¡Y que no dejas de tenerte en cuenta por ir!

De esta forma te quedarás bien. Ni resentida, ni de mala leche, ni con la sensación de vivir para los demás. Te quedarás a gusto porque estás haciendo algo que sabes que quieres hacer, aunque no te apetezca.

(Y también te resultará mucho más fácil aceptar que otro haga lo que de verdad quiera y sin necesitar poner una excusa para decirte que no).

Esa es la diferencia que debería marcar tu decisión. Algo interno y consensuado contigo desde el amor propio que te hace sentir que, aunque no te apetezca, sí quieres ir.

¡Y eso es muy diferente a que no te apetezca y no quieras, pero termines yendo solo porque puedes ir!

Pues eso, que tu filtro interno siempre debería estar ajustado a lo que quieres.

No a lo que te apetece.

No a lo que puedes hacer.

A lo que tú quieres.

¿Se te ocurre alguna situación en la que hicieras algo porque podías, aunque no quisieras hacerlo? Me gustará mucho que me lo cuentes en los comentarios aquí debajo 😊.

¿Quieres más consejos?

Apúntate GRATIS y recibe cada semana herramientas y recursos para tener Más Seguridad, Más Felicidad y Más Bienestar.

Sí, acepto la Política de protección de datos.

Acerca de Vanessa Carreño

Trabajo con mujeres que se sienten inseguras, no se valoran ni tienen confianza en sí mismas, le dan muchas vueltas a la cabeza y se preocupan mucho por lo que piensen los demás.

Con mis programas de Autoestima, Relaciones Personales y Dependencia Emocional consiguen ganar confianza en sí mismas y sentirse seguras y capaces de alcanzar sus objetivos. Aprenden a valorarse, se atreven a ser ellas mismas y empiezan a disfrutar de su vida y de sus relaciones.

¿Quieres que te ayude a ti también? Solicita una sesión de valoración gratuita conmigo rellenando este formulario.

16 comentarios

16 comentarios
  1. Concepción 13/06/2024

    Gracias por tus artículos, me parecen muy acertados. Una pregunta, ¿qué pasa cuando queremos hacer cosas que no los van bien, random con personas, como hábitos dañinos? Realmente lo queremos o lo deseamos, pero en este caso ese querer, no es al que debemos atender, así como ese querer que es amor propio sí.
    Muchas gracias

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 14/06/2024

      Hola Concepción,
      Supongo que te refieres a querer hacer cosas que no te van bien como por ejemplo consumir drogas o comer compulsivamente… En ese caso es distinto a lo que cuento en el post de hacer lo que te piden porque puedes o porque quieres.
      En el caso que comentas hay una incoherencia entre lo que quieres y lo que sabes que es bueno para ti, y hará falta ver de dónde viene ese “querer para ti algo que no te hace bien”, si es de que no has aprendido a tratarte bien, si es que está cubriendo alguna necesidad emocional, o lo que sea.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  2. Matia 13/06/2024

    Buenos días, Vanessa:
    También existen situaciones en las cuales aparecen dudas. Por ejemplo, a la hora de acostarte con alguien, te puede apetecer hacerlo sin que eso signifique que te traiciones a ti misma. Sin querer tener relación con el más allá de ese día, porque ha surgido así sin más. En mi opinión, tampoco hay que darlo más vueltas. Es solo mi experiencia. Quería compartirla. Gracias por tu labor, es maravillosa.

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 14/06/2024

      Gracias, Matia. Sí, claro. Puedes querer tener una relación sexual con alguien un día puntual, sin que eso vaya a más, y está perfecto si lo sientes y lo deseas así. En el post no pretendía valorar eso, sino que usaba lo de la relación sexual como un ejemplo para que se entienda que lo sano no es hacer algo porque puedas hacerlo, sino porque quieras.
      Maravillosa tú :-).
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
  3. Paty 13/06/2024

    Hola, te cuento que de juventud leí esta frase de Maslow y la hice mía: “Uno debe hacer lo que puede hacer” y me hacía sentido y pensaba que actuaba coherentemente cuando a veces hacía trabajo voluntario o cualquier cosa que fuera con respecto a mi trabajo, porque me considero una persona independiente monetariamente, pero acabo de darme cuenta que esta frase no recuerdo haberlo usado para mí círculo cercano social (hay muy poco) por lo demás. Pero esto de los límites sí que me he acostumbrado a ponerlos desde hace unos años, tanto que ahora me cuesta discernir y como que automáticamente digo que no. Pero a veces me cuestiono también porque hay personas que con buena intención me invitan a cumpleaños y yo pongo excusas como: “no me gusta visitar casas ajenas” y otros, pero así va pasando la vida y también me voy alejando mucho del rollo social. Después de la pandemia noto más que prefiero estar en casa con mis gatos y cuando salgo quiero llegar pronto. Eso. Gracias

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 14/06/2024

      Hola Paty,
      Lo primero, en referencia a la frase de Maslow, como bien observas puede ser una locura si se saca de contexto. Y eso pasa con todo, cualquier mensaje es apropiado en su contexto y puede ser una aberración en otro.
      Respecto a lo que cuentas de ti, si automáticamente dices que no, sin dejarte sentir lo que quieres, puede ser tan poco adaptativo como quien automáticamente dice que sí. ¿Qué te ha llevado a ese punto? Seguro que hay algo.
      En sí no es malo que ahora prefieras estar más aislada. Si lo haces desde un lugar auténtico y alineado contigo es perfecto. Y si lo haces desde algún miedo, lo importante es que lo veas. En cualquier caso, las respuestas siempre están mirando dentro de ti :-).
      Un fuerte abrazo,
      Vanessa

      Responder
  4. Mar 17/06/2024

    Hola.
    La novia de mi hijo vive con nosotros desde hace un año aproximadamente. El otro día fue el cumpleaños de mi marido y no se presentó a la celebración familiar. Llamó a mi hijo poco antes para decir que se quedaba con unas amigas del trabajo a tomar algo y que no la esperáramos para comer.
    ¿Entiendo, por tu artículo, que en parte debería estar alabando que ha sido auténtica con ella misma al hacer lo que quería y no lo que se esperaba dada la situación?

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 19/06/2024

      Hola Mar,
      Entiendo que no fue que tú le hubieras pedido que estuviera a la comida, sino que era una comida de cumpleaños en la que en cierto modo se daba por hecho que estaría, ¿no? En ese caso el post no aplica a esto. Este post habla de cuando te piden algo.
      Aquí se trata de ver lo que te está pasando a ti. Que el otro tenga derecho a hacer X no significa que a mí me tenga que sentar bien o que no me pueda doler o enfadar. Claro que en las relaciones hay compromisos y expectativas. Y es legítima cualquier cosa que estés sintiendo. Hay muchos post en el apartado de “Relaciones” que aplicarían mejor a esto. Y no sé cómo es vuestra relación con esta chica, si es fácil y fluida o no lo es (a pesar de estar viviendo en vuestra casa), pero sí creo que, por mucha gestión interna que tú hagas de lo que ha pasado, es algo que necesitarás expresarle a ella y decirle cómo te estás sintiendo.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
      • Mar 20/06/2024

        Gracias por responder Vanessa, la relación es buena y fluida, de ahí nuestra extrañeza, ni siquiera mi hijo se lo esperaba, es cierto que yo no le pedí expresamente que estuviera en la comida porque nunca ha faltado a ninguna celebración y se daba por hecho que asistiría. Mi hijo no quiere que le comente nada para no incomodarla, así que solo espero que haya sido algo puntual. De todas formas la próxima vez se lo pediré explícitamente para que no haya sorpresas de última hora.
        Gracias de nuevo y un afectuoso saludo.

        Responder
        • Vanessa Carreño Andrés 01/07/2024

          El problema es que si no se lo comentas, “para no incomodarla”, la que se queda incómoda eres tú. Y tal vez ella ni lo sepa, ni se lo imagine. Porque no podemos respetar los límites del otro si no sabemos exactamente lo que les molesta o lo que esperan de nosotros.
          No incomodamos a los demás por decirles las cosas, les incomodamos por decirlas mal o por tragárnoslas y después sacar ese resentimiento en otro momento.
          Un abrazo grande,
          Vanessa

          Responder
      • Mary 17/08/2024

        Hola, Vanessa, en relación a lo que contaba Mar entonces ¿cómo quedaría todo? ¿La novia de su hijo hizo lo correcto por acogerse a su derecho a decir no cuando no quiere hacer algo y es Mar a la que le toca gestionarlo y aceptarlo?
        Me resultan situaciones muy complicadas, por un lado está tu amor propio y por otro el no molestar a los demás.
        En una ocasión me ocurrió algo parecido, estaba invitada a la boda de un familiar, pero coincidió con una época en la que tuve mucho trabajo y me sentía muy cansada, además de que tenía un bebé a quien le daba el pecho. La boda era a kms de casa y por la noche y decidí que por todo esto no me apetecía nada ir, sabía que ese familiar tenía muchas personas que la acompañarían y seguro mi ausencia no le estropeara su gran día. Cuando decliné la invitación le dije la verdad y desvío el tema, molesta y dando a entender que eran excusas (mejor debí mentir y hubiera quedado mejor). Luego otros familiares también se molestaron y extrañaron, entonces ¿no hacer lo que no quieres o no incomodar a los demás?

        Responder
        • Vanessa Carreño Andrés 17/08/2024

          Hola Mary,
          Pues en parte por lo que comentas es por lo que las relaciones no son sencillas muchas veces, porque se junta lo tuyo con lo mío, y cada uno venimos con unas heridas, unos patrones y unas necesidades. Puede haber quien necesite empezar a validarse y a escuchar lo que quiere, en vez de estar pendiente de lo que quieren los demás. Puede haber quien esto lo tenga, pero necesite tener más empatía y más capacidad de comunicarle al otro lo que quiere (en vez de simplemente hacerlo sin tener al otro en cuenta). Puede haber quien necesite ponerse más en el lugar del otro en vez de hacer siempre lo que le apetece… Esto que te nombro son clichés, pero puede haber muchas cosas en una misma persona. Por eso no hay una respuesta que sirva para todos, y se trata de conocerse y ver lo que cada uno necesita y cómo llevar eso a la relación respetando también al otro.
          Por ejemplo, en el caso que nombras de la boda, tal vez esa persona que se casaba tiende a hacer lo que los demás esperan de ella, y en ese caso es más difícil que pueda comprenderte. A veces hay personas con las que es preferible mentir, porque sabemos que no son capaces de escuchar y aceptar nuestra verdad. O tal vez para ella esa fecha era muy importante y contaba contigo, y se sintió dolida (y su dolor es tan legítimo como tu derecho a decir que no). O tal vez tiene una herida de sentirse poco importante y la revivió contigo… Lo que quiero decir es que las relaciones no son una ciencia cierta, y cada uno ha de ir encontrando su camino para gestionarlas en coherencia con sus necesidades y sin juzgar al otro. Lo que sí te digo es que, cuando llegas a esto desde el amor a ti misma, las personas adecuadas se quedan, aunque en un determinado momento les pueda doler algo de ti o a ti de ellas. Y las que no son, se van.
          Un abrazo,
          Vanessa

          Responder
          • Mary 17/08/2024

            Gracias por leerme, Vanessa, y por tu detallada respuesta, que me aclara mucho. Que pases un buen fin de semana. Un abrazo.

          • Vanessa Carreño Andrés 19/08/2024

            Me alegro de que te haya servido 💕

  5. Susana 28/06/2024

    A mí un abusador me llamó egoísta porque no quería acostarme con él XD me lo encontré en la calle más adelante y le faltaban piernas para correr.

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 01/07/2024

      Muy buen ejemplo de lo que cuento en el post, ¡gracias!
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicado. Los campos obligatorios están marcados como *



Vanessa Coaching to Be

Únete a los más de 20.000 suscriptores, ¡con regalo incluido!

Apúntate GRATIS y te enviaré ahora mismo el audio "Cómo Evitar que Alguien Te Haga Sentir Mal".

Sí, acepto la Política de protección de datos.

No te enviaré nada de spam y puedes darte de baja cuando te apetezca

Los post más leídos

¿Quieres trabajar conmigo?

Rellena este formulario para tener una sesión de valoración gratuita”.

Buscar

¡Hey!

no te vayas sin tu regalo

¿Quieres empezar a confiar en ti, sentirte segura y disfrutar de tu vida y de tus relaciones?
Apúntate gratis y llévate el audio “Cómo Evitar que Alguien Te Haga Sentir Mal" de regalo.

Sí, acepto la Política de protección de datos.

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA.

Sí, acepto la Política de protección de datos.

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA

Sí, acepto la Política de protección de datos.

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA

Sí, acepto la Política de protección de datos.

NO TE ENVIARÉ NADA DE SPAM Y PUEDES DARTE DE BAJA CUANDO TE APETEZCA