Piensa en alguien que te hiciera daño.
Seguro que hay alguien.
Todos tenemos a alguien que nos decepcionó, que nos defraudó, por quien no nos sentimos tenidas en cuenta, vistas o respetadas…
Y, muchas veces, seguimos dándole vueltas a lo que esa persona nos hizo.
Al daño que nos causó, a que debería haberse dado cuenta de que “eso no estaba bien”, a que “yo jamás le hubiera hecho algo así”.
O lo que sea que te cuentes en tu caso.
Con una amiga, con una ex pareja, con alguien del trabajo o de tu familia…
O con los padres, por ejemplo, que hacen lo que pueden con las herramientas que tienen, y muchas veces no lo saben hacer mejor y nos causan un daño (casi) irreparable.
¿A quién no perdonas tú? ¿De quién te sigues acordando por el daño que te hizo?
Con quien sea, quiero preguntarte algo muy importante: ¿para qué no perdonas a esa persona?
Ojo, no te estoy preguntando por qué no la perdonas (seguro que tendrías muchos argumentos para responder a esto, lo sé).
Te pregunto para qué.
¿Para qué te sirve no perdonar a esa persona?
Porque, que tú decidas perdonar o no a alguien, ¿en qué le influye a esa persona?
Te lo digo yo: no le influye en nada.
Mira, puede ser que alguien te haya engañado y que no se sienta culpable por ello y le dé lo mismo que le perdones o no…
O puede ser que alguien que, en realidad, no pudo o no supo hacerlo mejor contigo, se sienta culpable por ello y lo esté pasando mal.
De cualquier forma, todo el resentimiento que tú sientas no va a cambiar en nada cómo se siente esa persona.
Es decir, el rencor, el resentimiento, el seguir anclada en algo que ocurrió y el seguir dándole vueltas a lo que esa persona te hizo, a la única que afecta en algo es a ti.
El único corazón que intoxica es el tuyo.
La única mente que ensucia es la tuya.
A la única que le hace sentir mal es a ti.
Entonces, ¿para qué no perdonas?
Si la única persona a la que ese resentimiento corroe y perjudica es a ti (y mucho, porque el rencor es uno de los sentimientos que más hace enfermar al cuerpo), ¿para qué no perdonas?
Si alguien te hizo daño, eso es suyo.
Es esa persona quien ha de cargar con lo que hizo.
No eres tú quien ha de cargar con esa losa. Es el otro, si así lo siente.
A ti te puede doler lo que alguien te hizo, por supuesto.
Puedes decidir que no quieres mantener la relación con esa persona, claro que sí.
Pero ahora estoy hablando de sentir rabia y resentimiento hacia alguien y de seguir pensando en lo mal que se portó.
Hay muchas personas ancladas a lo que alguien les hizo, recordando cada detalle de esa historia, pensando en lo que deberían haber hecho para defenderse o en todo el mal que el otro se merece…
Atadas con cadenas al “algo así no lo puedo olvidar”.
Y eso ya no es un dolor genuino ni sanador…
El dolor se siente, pero no te engancha.
El resentimiento sí te engancha.
Y, cuanto más resentimiento sientas hacia alguien, cuanto más te resistas a perdonar y a soltar, menos capacidad tendrás de perdonarte a ti cuando te equivoques.
Cuanto menos perdones, más dificultad tendrás para volver a confiar en otra persona que no tiene nada que ver con aquello que pasó.
Y menos podrás hacerte responsable de ti.
Entonces, ¿para qué no perdonas?
Me gustará mucho que me lo cuentes en los comentarios aquí debajo, prometo responderte 💕.
Hola Vanessa
Este post me ha venido caído del cielo.Gracias
¿Para qué no perdono? Para autoconvencer a mi cerebro de que me aleje de esa persona para siempre, de que no vuelva a ser compasiva con él y le de otra oportunidad.
A mí no me vale lo de que a lo mejor no supo hacerlo de otra forma… ¿¿¿tanto cuesta comunicarse con claridad y decir: “no quiero seguir con esta relación por los motivos x”????
¿Es necesario marear a tu pareja durante meses, con crueldad, llenándome a mí de incertidumbre y ansiedad? Para luego decirme, cuando llega el día para hablar, que no puede y que está muy mal y que le de más tiempo.
Yo no puedo perdonar, no quiero. No se lo merece. Y voy a vivir igual haciéndolo que no haciéndolo porque perdonar sin sentirlo… no es posible. Y quien sabe si con el tiempo… supongo que después ya tendré indiferencia.
Muchas gracias por tus post Vanessa y por aportarnos tanta luz ❤️✨🌹
Gracias a ti, Pilar. Parece que el no perdonar te sirve para protegerte de esa persona que te dañó. Y está bien así, lo importante es que te hayas dado cuenta y que no permitas que ese rencor te intoxique a ti. Después ya verás si más adelante puede ser tu amor propio lo que te proteja, y que entonces ya no necesites sentir ese resentimiento para cuidar de ti.
Un abrazo,
Vanessa
Para mí, hay dos fases en este proceso:
1. aceptar lo que pasó
2. decidir si perdonar o no
Perdonar, para mí, significa hacer “borrón y cuenta nueva”, olvidar lo que me ha hecho esa persona y no tenérselo más en cuenta.
Sin embargo, “no perdonar” es una forma de poner límites y por eso me parece valioso. Eso sí, se puede hacer de manera perjudicial o de manera provechosa.
La forma perjudicial sería vivir en un estado de resentimiento y amargura en el que me revuelco en mi dolor.
Sin embargo, no perdonar puede ser liberador y provechoso si lo vivo como una forma de cuidarme porque pongo mi línea roja y saco de mi vida a esa persona que me hizo daño.
Es un tema que tengo reciente porque llevo unos días cruzándome por la calle con alguien que me hizo daño, a quien no perdoné y a quien dejé de hablar. No soy una persona que haga esto normalmente, la verdad.
Me he sentido súper liberada estos días al cruzarme con esta persona y sentir la más total de las indiferencias. Ya no siento resentimiento, ¡es que no siento ni frío ni calor! Simple y llanamente esta persona ya es insignificante en mi vida. Suelo ser de las que perdonan y me gusta ser así, pero estoy hasta orgullosa de haber puesto este límite.
Me ha encantado encontrarme con este post hoy; como ves, es un tema que tengo muy reciente y me has ayudado a colocarlo.
Hola B,
Sí, es algo parecido a lo que le comentaba a Pilar, que el no perdonar puede mantenerte en el resentimiento tóxico o no hacerlo. Que te puedes proteger desde en rencor o desde el amor propio y habiendo perdonado. Pero, si al ver a esa persona has sentido indiferencia y liberación, parece que vas por buen camino, felicidades.
Un abrazo,
Vanessa
¡Cuanta razón en este post! Si todos nos lo aplicaramos el nivel de paz mental de la población aumentaría a niveles estratosféricos. Cada uno tenemos que cuidar nuestras heridas y hacernos libres de estos pensamientos que solo perjudican a quien los tiene.
Muchas gracias, Gemma. Me alegro mucho de que te haya gustado el post y de saber de ti.
Un abrazo enorme,
Vanessa
Me ha parecido muy interesante la pregunta, para qué no perdonas. Pues por la misma razón que para que, perdonar a esa persona, para nada, a esa persona no le influye y cuando no perdono es por que no quiero ni que esa persona se me acerque, dirija la palabra o cualquier otra cosa. Y no quiero olvidar para que no me vuelva a pasar lo que me hicieron en cualquier otra circunstancia de mi vida. Entonces no sé, no es cuestión de perdonar o no es cuestión de aceptar. Perdonar a alguien que ni quiere ni pide perdón. Pues nada, lejos muy lejos, y casi gracias por la decepción y la lección que habrá que aprender.
Hola Pilar,
Muchas gracias por comentar. Fíjate que tus límites no dependen de que sigas sintiendo resentimiento hacia el otro, sino de que estés conectada con el amor a ti misma, con cómo te sientes y con tus derechos y lo que quieres y no quieres permitir para ti. Para eso es suficiente con saber qué fue lo que te pasó con alguien que te hizo daño y que no quieres volver a permitir, pero no es necesario quedarte anclada en el resentimiento hacia esa persona.
Un abrazo,
Vanessa
Hola.
Curiosa pregunta esta que nos haces, Vanessa 🤔…
Lo de no perdonar y engancharme al daño que me hicieron, a mí me servía para escurrir el bulto; el rencor me eximía de tener que aceptar ese daño y de tener que responsabilizarme de mis sentimientos. Si la culpa es de otro, yo estoy libre de confrontar nada y puedo dedicarme a guardarle rencor y regodearme en el victimismo…
Sin embargo, el rencor nos ancla al malestar mucho más fuerte que el propio daño que nos hayan podido hacer. Es mejor pasar página de aquel daño, y para eso hay que dejar que el rencor se vaya. Perdonando.
Si otras personas me hicieron daño, ahora comprendo que ese daño ya está agotado en sí mismo, ya pasó. No quiero hacerme otro daño nuevo yo misma anclándome a aquel daño antiguo que no me deja echar para adelante.
El rencor y los reproches nunca ayudan. Gastan mucha energía y no aportan nada.
Gracias por ayudarme a pensar
Muy cierto lo que dices, Fuen. Que el daño no viene tanto de lo que el otro nos hizo, sino de quedarnos agarradas a ello. Y que el rencor, muchas veces, sirve para no hacernos responsables de lo que nos pasó. Y desde ahí no avanzamos ni nos protegemos para que no nos vuelva a ocurrir.
Muy bien visto ;-).
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa, ante todo decirte que me encanta cómo escribes y describes las situaciones.
Muchas veces llegan tus consejos cuando más lo necesito o cuando estoy pasando justo por ese momento. Este post es un ejemplo y de algo. Te quedas anclada en un pensamiento de una persona que te hizo daño y es difícil soltarlo.
Te agradezco muchísimo esto que haces porque ayudas a las personas desinteresadamente.
Gracias a ti, Esther. Forma parte de mi trabajo acompañando a personas, ya sea cuando hacen un proceso individual conmigo, con alguno de mis cursos o con los post que publico aquí en el blog. Me apasiona mi trabajo y me encanta compartir lo que pueda serles útil a otras personas, así que feliz de que te haya ayudado :-).
Un abrazo,
Vanessa
Para desengancharme del daño, yo canalicé mi rabia con el deporte. También escribí a las personas que me habían hecho daño para defenderme y me quedé como nueva.
No las perdono porque me perjudicaron mucho a nivel vital y entiendo ese no perdonar como poner un límite necesario en mi vida. También he contado el daño que me hicieron a quien me ha dado la gana, si querían que me callase ese es su problema.
Hola Vero,
El perdón es algo que llega de forma natural cuando sientes que es el momento, no se planifica ni se piensa. Entonces si sientes que está bien así, pues perfecto. Pero ten en cuenta que ese resentimiento, en el caso de dañar a alguien, es a ti. Y que puedes poner límites desde un lugar de amor propio y sin necesidad de sentir rencor.
Un abrazo,
Vanessa
Hola Vanessa y lectoras de tus posts.
Me encantó este artículo, porque me considero una persona que sí guarda rencores
y al tratar de contestar tu pregunta: ¿Para qué te sirve no perdonar a esa persona?
Un poco sí es también para alejarme y así sentir que me estoy “protegiendo” de daños futuros.
Pero en mis rencores más profundos creo que es:
Para victimizarme? Y así obtener ganancias secundarias.
Por autoindulgencia? Que debería más bien transformar en compasión hacia mí misma y hacia las personas que me causaron sufrimiento.
Para castigarme? Por haberme puesto en una situación de alta vulnerabilidad.
Para posteriormente ejercer una venganza del tipo “ojo por ojo y diente por diente”?
No sé cuál de las anteriores sea la razón principal, pero qué buena pregunta nos hiciste
¡Saludos!
Hola Silvia,
Magnífico. A mi pregunta has dado unas estupendas respuestas, felicidades por esas reflexiones. Puede haber un poco de todo lo que cuentas, pero el simple hecho de que le estés poniendo luz ya hará que muchas de esas razones se vayan diluyendo. Sigue en ello.
Un abrazo grande,
Vanessa