Nos pasamos la vida buscando.
Buscando la aprobación de los demás.
Buscando que nos demuestren cuánto nos quieren.
Buscando que nos valoren por lo que hacemos.
Buscando que nos acepten como somos.
O que nos den permiso para ser como queremos ser.
Siempre buscando…
Convertimos nuestra vida en una búsqueda contante de algo que no tenemos.
A veces es amor, otras es felicidad, otras simplemente tranquilidad.
Siempre anhelando algo que no está.
Siempre deseando algo que no tenemos.
Muchas veces ni siquiera sabemos lo que es, pero sabemos que nos falta.
El problema es que vamos a buscarlo donde no está.
Y no miramos donde ha estado siempre.
Como le pasaba a Izy, no miramos en el único lugar en el que podemos encontrarlo…
EL TESORO ENTERRADO
Había una vez en la ciudad de Cracovia, un anciano piadoso y solidario que se llamaba Izy. Durante varias noches, Izy soñó que viajaba a Praga y llegaba hasta un puente sobre un río; soñó que a un costado del río y debajo del puente se hallaba un frondoso árbol. Soñó que él mismo cavaba un pozo al lado del árbol y que de ese pozo sacaba un tesoro que le traía bienestar y tranquilidad para toda su vida.
Al principio Izy no le dio importancia, pero después de repetirse el sueño durante varias semanas, interpretó que era un mensaje y decidió que él no podía desoír esta información que le llegaba de Dios o no se sabía de dónde, mientras dormía.
Así que, fiel a su intuición, cargó su mula para una larga travesía y partió hacia Praga.
Después de seis días de marcha, el anciano llegó a Praga y se dedicó a buscar, en las afueras de la ciudad, el puente sobre el río.
No había muchos ríos, ni muchos puentes. Así que rápidamente encontró el lugar que buscaba. Todo era igual que en su sueño: el río, el puente y a un costado del río, el árbol debajo del cual debía cavar.
Solo había un detalle que en el sueño no había aparecido: el puente era custodiado día y noche por un soldado de la guardia imperial.
Izy no se animaba a cavar mientras estuviera allí el soldado, así que acampó cerca del puente y esperó. A la segunda noche el soldado empezó a sospechar de ese hombre cerca de SU puente, así que se aproximó para interrogarlo.
El viejo no encontró razón para mentirle. Por eso le contó que venía viajando desde una ciudad muy lejana, porque había soñado que en Praga debajo de un puente como éste, había un tesoro enterrado.
El guardia empezó a reírse a carcajadas:
-Mira que has viajado mucho por una estupidez- le dijo el guardia-.
– Hace tres años que yo sueño todas las noches que en la ciudad de Cracovia, debajo de la cocina de la casa de un viejo loco, de nombre Izy, hay un tesoro enterrado. Ja… Ja…mira si yo debiera irme a Cracovia para buscar a este Izy y cavar debajo de su cocina…Ja…Ja…Ja…
Izy agradeció humildemente al guardia y regresó a su casa.
Al llegar, cavó un pozo debajo de su propia cocina y sacó el tesoro que siempre había estado allí enterrado…
Jorge Bucay
Así pasa siempre… Cuando encuentras algo, siempre es en ti.
Todo lo que buscas fuera está dentro de ti, nunca ha estado en otro lugar.
El amor, la atención, la confianza en ti que esperas que los demás te den, siempre han estado dentro de ti.
Así que deja de buscar donde no encontrarás nada y empieza a buscar donde lo tienes TODO.
Tú también te mereces encontrar el tesoro ;-).
Dentro de todas las buenas reflexiones que nos presentas, esta es una de las mejores y certeras.
Gracias Vanesa ????
Muchas gracias, Diana. Me alegra mucho que te haya gustado.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Quiero agradecerlo de antemano. Tus palabras son muy sabias y muy claro para entender. Yo estaba equivocado al pensar que yo era el problema, pero ahora entiendo que no soy yo, si no la otra persona. Déjame decirte que estoy leyendo poco a poco sus articulos y me sorprende al encontrar cosas fabulosas que desconocia. Es decir, mi interior y lo exterior de mi mundo. Es gratificante saber que las personas somos diferentes el uno del otro, sus pensamientos, su actitud y la forma de ver al mundo. Gracias nuevamente por hacer ver esos detalles, ahora me siento más tranquilo y seguro cuando acabe de leerlos todo mi vida será diferente y saludable. Mil gracias. Soy tu admirador. Jamas pensaba algun dia necesitar leer algo asi, pero las personas de las que nos rodeamos a menudo son totalmente diferentes, muchos de ellos tóxicos. Con tu ayuda ahora sé cómo enfrentarlo.
Muchas gracias, Marcial. Me alegro mucho de que lo que lees te esté sirviendo para sentirte más tranquilo y seguro.
Un fuerte abrazo,
Vanessa
Querida Vanessa, necesitaría toda una vida para contestarte a tus post. A veces, después de leer alguno, pienso: hoy le contesto! Y luego ese hoy nunca llega, no sé por qué. En fin, paciencia. Esto de ahora es un adelanto. Mil gracias por tu vida dejada a retazos en estas páginas. Leí una vez que todas las personas tenemos un parecido enorme por dentro, aunque seamos distintas. Y debe ser por eso que leerte estimula, anima, aclara…. Bueno, no te torro más. Aprovecho para enviarte a ti y a todos los que siguen estás páginas una felicitación cariñosa por Navidad y mis mejores deseos para el 2107.
Mil gracias a ti, María, por tu generosidad, tu lealtad y este atreverte a hacer lo que pensabas. Me ha encantado tu comentario y me siento muy halagada al tener a una persona como tú entre mis lectores. Sigue cultivando esa coherencia y ese atreverte, te lo mereces ;-).
Yo también te deseo una feliz navidad y una magnífico 2017.
Besos y sonrisas, de corazón,
Vanessa
Hola Vanessa hoy nada mas quiero desearle las mejores cosas para el 2.017. !Feliz Navidad!.
Muchas gracias, Olga. Yo también te deseo una feliz navidad y un estupendo 2017.
Un abrazo grande,
Vanessa
Muchas gracias María Garcia, por tus buenos deseos, igualmente para ti, de todo corazón.
Hola Vanesa, muchas gracias por el post, está muy interesante, la verdad yo siempre trato de buscar lo que me falta en otras personas. Como usted lo menciona en el post, quisiera que las personas que me rodean me comprendieran. Y por lo regular me siento de mal humor por que siento que soy un fracaso de persona, que a todo el mundo le caigo mal, y por lo que leí, entiendo que me falta paz interior y hacer brotar todas esas maravillas que hay dentro de mi. Es momento de echar un vistazo dentro de mi. Gracias nuevamente por su post, hay mucho que reflexionar. Le deseo un excelente día ? y le mando un fuerte abrazo, hasta pronto.
Muchas gracias, Me. ¿Y si empezaras por comprenderte tú a ti misma? ¿Cómo podrías hacer eso? ¿En qué consistiría? :-).
Sí, estoy de acuerdo en que es momento de hacer brotar todas esas maravillas que hay dentro de ti.
Un fuerte abrazo para ti también,
Vanessa
Muy buena reflexión, sigue publicando más!! un saludo
Muchas gracias, Mary. Lo haré :-).
Un abrazo,
Vanessa
Vanessa, siempre tan acertada y con palabras tan cálidas. Iluminas. Gracias 😀
Y por cierto, Bucay, ayy Bucay, cómo me encanta.
Un gran abrazo.
Mafe
Muchas gracias, Mafe. Todo lo que ves es un reflejo de lo que llevas dentro… Luz para la Luz…
Besos y sonrisas,
Vanessa
Te felicito Vanessa por tu apertura a dar y hacer amigable las ideas y mejor aun, tus buenas intenciones.
Me asalta una duda que he tenido mucho tiempo y es, ¿que fenómeno en nuestra mente hace que nos relacionemos con ideas y pensamientos, que nos hacen esclavos de la mente, promoviendo fortalezas y debilidades? Debe haber algo biológico que nos da las herramientas para vivir en comunidad, parece ser una tremenda oportunidad para sentirse cómodo con tu vida y con los que te rodean, pero en definitiva no es una cuestión del corazón (el corazón no siente, palpita) ni tampoco de la sinapsis neuronal, más parece un sistema que te hace sufrir o ser feliz.
Nuevamente mis agradecimientos y felicitaciones por lo que haces.
Un abrazo
Hola Gabriel,
Muchísimas gracias por tus palabras, de corazón.
No sabría responderte a nivel anatómico o neurológico, pero creo que eso que dices tiene mucho que ver con el ego. Es decir, con esa máscara que a medida que vamos creciendo y acumulando experiencias y creencias, nos va limitando y enterrando nuestra verdadera identidad y nuestro auténtico Ser debajo de ella…
Un abrazo,
Vanessa