Sí, por si aún no te habías dado cuenta, el cielo y el infierno están dentro de ti.
Porque puedes ser honesta, y también puedes mentir.
Porque puedes ser leal, y también traicionar a alguien.
Porque puedes ser valiente, y también ser cobarde.
Porque puedes sentirte fatal, y seguir siendo Luz…
Puedes serlo todo a la vez. De hecho, lo eres TODO.
Todos lo somos. Y solo desde esa aceptación de todas nuestras polaridades podemos llegar a amarnos y a conocernos como realmente somos.
Cuenta un viejo relato japonés que, en cierta ocasión, un belicoso samurai desafió a un anciano maestro zen a que le explicara los conceptos de cielo e infierno. Pero el monje replicó con desprecio:
-¡No eres más que un patán y no puedo malgastar mi tiempo con tus tonterías!
El samurai, herido en su honor, montó en colera y, desenvainando la espada, exclamó:
-Tu impertinencia te costará la vida.
-¡Eso – replicó entonces el maestro – es el infierno!
Conmovido por la exactitud de las palabras del maestro sobre la cólera que le estaba atenazando, el samurai se calmó, envainó la espada y se postró ante él, agradecido.
-¡Y eso – concluyó entonces el maestro – , eso es el cielo!
Por eso, cuando sientas que te invaden los infiernos, no te juzgues, y simplemente observa.
Tal vez te estés dejando arrastrar por un sentimiento, y no es malo que eso ocurra. Lo importante es que seas capaz de pararte y prestar atención.
De observar el cielo y el infierno dentro de ti, sin fundirte en ellos…
Sé consciente de lo que te está pasando, acéptalo, abrázate con compasión, y déjalo ir. Eres mucho más que eso, aunque ahora mismo estés ahí.
Tal vez estés acobardada, pero no eres cobarde.
Tal vez hayas hecho algo malo, pero no eres mala.
Tal vez estés asustada, pero no eres miedo.
Tal vez sientas mucha rabia, pero tampoco eres eso.
No somos el lugar en el que estamos en este momento, somos mucho más que eso.
Somos todo, desde el blanco más puro hasta el negro más oscuro.
Somos perfectas es nuestra imperfección, y es precioso que sea así…
…
Y si no te sientes capaz de gestionar tus emociones, si te llevan los demonios y pierdes el control sobre ti misma, me encantará ayudarte para que puedas comprender lo que te pasa y vivir tranquila. Solo tienes que rellenar este formulario para tener una sesión de valoración conmigo.
Muy interesante y enriquecedor, Vanessa. Gracias.
Sería genial si editaras un libro recopilatorio de todos los artículos del blog, que tengo la carpeta “Coaching Vanessa” a tope y super desorganizada (sonrío).
Buena vuelta de vacaciones!
Belén
Muchas gracias, Belén. Me lo han propuesto varias veces, a ver si encuentro el momento de hacerlo, sí :-).
Un abrazo grande,
Vanessa
Muchas gracias por tu post 🙂
Personalmente creo que una de las cosas mas dolorosas dentro de mi proceso de desarrollo espiritual fue cuando tuve que encender la luz de mi interior y darme cuanta de toda la oscuridad que tenía adentro, porque básicamente mi infierno es un lugar al que nunca había querido entrar, siempre, de una forma o de otra, lo estaba parcheando y tapando con situaciones externas para evitar sentirlo.
Pero una vez me he permitido abrir esa cajita de pandora, puedo decir que ha sido una de las cosas mas liberadoras, pero al mismo tiempo es la única forma de sanar, a partir de esto aprendí que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional y que el proceso de amarnos, es también aceptar que no somos perfectas y que tenemos mucha oscuridad adentro a la cual también se le puede poner luz.
Muchas gracias por tus post.
Hola Verónica,
Precioso lo que dices, muchas gracias por compartirlo. Así es, solo a través de la oscuridad podemos llegar a nuestra luz, a nuestra paz interior. No hay camino hacia allí que no pase por esa oscuridad. Y cuando queremos evitar visitar nuestras sombras lo que suele ocurrir es que vivimos empapadas de ellas.
Felicidades por tu maravilloso caminar.
Un abrazo grande,
Vanessa
Ay Vanessa, cada vez que leo uno de tus post me convenzo de que tantas cosas que busco y leo para poder sentirme un aliento. Pero los únicos post que siento que dan con el clavo son los tuyos. Gracias por haber aparecido. Y por compartir estas enseñanzas+ para ayudarnos. En estos momentos me encuentro como dice este post. Entre un mar de angustia y entre buscar calma para mi alma. Sufrir por las acciones de otras personas. Donde como dice el post el dolor es inevitable. Pero luchando por conseguir tener paz. Y buscando tener luz. Gracias y Dios todo poderoso te mantenga por muchísimos años para que sigas ayudando a las personas a recuperar su amor propio.
Muchas gracias, Tere. A veces nos pasan cosas que nos remueven, es parte de la vida y de las relaciones, y lo importante es tener las herramientas para gestionarlo. Porque el dolor es inevitable, sí, pero el sufrimiento es opcional.
Espero que poco a poco puedas ir encontrando esa calma para tu alma.
Un abrazo,
Vanessa