¿Quién dijo que lo mejor es hacerlo todo muy bien y no cometer ningún error?
¿Cómo sabes que ese error no es necesario para que aprendas algo que necesitas aprender?
¿Y si, cuando alguien se equivoca, en vez de hacer leña del árbol caído le ayudáramos a levantarse y a seguir avanzando, para que no pierda la confianza en sí mismo?
Te hago estas preguntas porque creo que la mayoría de las veces le damos demasiada importancia a los errores, a los nuestros y a los de los demás.
¿Por qué? Porque no nos damos cuenta de dos ideas fundamentales:
La primera es que es imposible vivir y no cometer errores.
Claro que sí. La vida no es una línea recta. Tiene altos y bajos, curvas y rectas, caminos asfaltados y otros llenos de piedras, lugares en los que pararse a descansar y otros en lo que seguir avanzando…
Vamos, que la vida no está exenta de sufrimiento, por más que queramos evitarlo. Y no pasa nada, no debemos asustarnos por eso, sino aceptarlo como parte de lo que es.
Estoy convencida de que los únicos que no comenten ningún error son los que se quedan sentaditos en el sofá. Los que se dejan llevar por las dudas, el miedo o la pereza y no hacen nada. Yo tengo claro que no quiero ser de esas. Y las personas con las que trabajo tampoco (si lo fueran, no harían un proceso de Coaching).
La segunda cosa de la que no nos damos cuenta es de que cada error que cometes es la prueba de que hay algo que aún no sabes.
Así que, si no lo sabes, ¿qué mejor que aprenderlo? Y para eso están los errores que cometes, para que aprendas aquello que necesitas aprender.
El problema surge cuando nos negamos a aprender la lección y cometemos el mismo error una y otra vez, pero eso ya es otra historia…
La historia de hoy va de decirte que puedes sentirte orgulloso de tus errores.
De permitir que te sirvan para volver a conectar contigo mismo, con tu esencia y con tu fortaleza.
Y de recordar que existes porque piensas, porque sientes, porque respiras… Y, también, porque cometes errores.
Así que, más Sawabona y menos vergüenza por meter la pata ;-).
¡¡¡¡SAWABONA !!!!!
Existe una tribu africana que tiene una bonita costumbre.
Cuando alguien hace algo perjudicial o errado, ellos llevan a la persona al centro de la aldea y toda la tribu viene y lo rodea.
Durante dos días, le dicen todas las cosas buenas que él ya ha hecho.
La tribu cree que cada ser humano viene al mundo como un ser bueno, deseando seguridad, amor, paz y felicidad.
Pero, a veces, en la búsqueda de esas cosas, las personas cometen errores; errores que la comunidad ve como un grito de socorro.
Entonces, la tribu se une para erguirlo; para reconectarlo con quien es realmente, hasta que él se acuerde totalmente de la verdad, de la cual se había desconectado temporalmente: “Yo soy bueno”.
SAWABONA, es un saludo usado en África del Sur que quiere decir: “Yo te respeto, yo te valorizo. Eres importante para mí”.
En respuesta, las personas contestan SHIKOBA, que es: “Entonces, yo existo para ti”.
En mi opinión, nos vendría bien aprender de costumbres como ésta, en vez de juzgarnos y machacarnos tanto cuando cometemos un error. Ya sea a uno mismo o al vecino de enfrente…
¿Qué opinas? ¿Qué haces tú cuando cometes un error? ¿Qué vas a hacer la próxima vez que te pase? Me encantará que me lo cuentes en los comentarios aquí debajo.
Me encantó este post. Lo que siento cuando cometo un error es que perdí la oportunidad de hacerlo bien y no habrá otra, así que me siento muy culpable y apenada porque fallé
Muchas gracias, Neila. ¿Para qué te sirve pensar así cuando cometes un error? ¿Cómo iba a ser posible hacer algo siempre bien y a la primera, si no somos dioses ni seres perfectos? ¿Hay algo en la vida para lo que no tengamos una segunda oportunidad? Creo que no, que mientras seguimos vivos siempre hay una segunda oportunidad para todo… Que de todo podemos aprender… Y que no pasa nada por fallar las veces que haga falta. Vivir también es eso :-).
Un abrazo fuerte,
Vanessa
Inhale tu post y exhale los juicios. Muchas veces el juicio nos ahoga y no permite que respiremos al error como una oportunidad para seguir evolucionando. Hay que aprender de los errores y vivir de los aciertos. Muchas gracias por compartir el texto, me abrazó en momentos de necesidad. Bendiciones Vanesa, gracias por ser y estar
Hola Alicia,
Estoy de acuerdo. Los juicios nos ahogan, yo te diría que siempre. Son la raíz del sufrimiento… Sufrimos cuando juzgamos lo que nos pasa, a las personas que nos rodean o a nosotros mismos… En cambio, si no juzgamos, si aceptamos y vivimos desde el desapego (cosa nada fácil, desde luego, pero tampoco imposible), todo fluye sin problema…
Y sí, es clave aprender de los errores y vivirlos como una parte indispensable del camino :-).
Muchas gracias a ti también por estar ahí y acompañarme.
Un abrazo,
Vanessa
Excelente artìculo Vanessa. Cuando uno siente que metió la pata profundamente con consecuencias no imaginadas para otra persona, ¿Cómo manejar la culpa? ¿Còmo hacer para aceptarlo sin remordimientos?
Hola Paty,
Habría que ver exactamente el caso. Por responder a tu pregunta creo que ahí las claves son:
1. La autocompasión y ser comprensivo con uno mismo porque todos cometemos errores. Somos humanos, no seres perfectos.
2. Reflexionar sobre cuál fue tu intención. Seguro que hubo una intención positiva y que no era hacer daño al otro. Eso es muy importante.
3. Darte cuenta de que la decisión que tomaste fue basada en lo que pensabas / sentías / necesitabas en ese momento. Que lo hiciste lo mejor que supiste con la información que tenías en ese momento. No podías saber lo que sabes ahora.
4. Resarcir el daño a esa persona en la medida de lo posible.
Espero que esto te sirva para seguir avanzando.
Un abrazo fuerte,
Vanessa
Hola Vanessa,
Estaba leyendo tus comentario junto a los otros, y a decir verdad buscaba algunas respuestas con respecto al tema. Me pasó algo similar, sin querer hice un comentario y esta persona lo tomó mal. Obvio mi comentario no era para hacerla sentir así, yo simplemente quise hacer una broma pero hacia mi persona. Lo cierto es que le cayó mal y aunque yo me disculpé y ella me dijo que estuviera tranquilo que igual no era grave y que apenas nos estamos conociendo, sería algo normal. Sí lo entiendo pero el problema es que aun continua mi cargo de conciencia aunque yo sé que no fue mi intención, pero después de leer tus recomendaciones lo analicé mejor y ya estoy más tranquilo. A veces es bueno buscar ayuda por otro lado para entender las situaciones. Gracias por esos consejos que aunque no eran para mí me sirvieron de igual manera.
Hola Eduardo,
Este post también era para ti, en realidad era para todo el que se lo encuentre y le sirva de algún modo :-).
Me alegro de que estés más tranquilo. Recuerda que tu intención no era mala y que todos podemos cometer algún error en algún momento, y no pasa nada :-).
Un abrazo grande,
Vanessa
Gracias Vanesa por ayudar a entender mejor los errores y buscarles una solución. Gracias
Me alegro mucho. Muchas gracias, Alex.
Un abrazo,
Vanessa