Atención. Casi 300.000 personas han visto un reel de Instagram en el que contaba esto:
“Suponte que tú y yo quedamos mañana para tomar un café.
Y, media hora antes, te aviso y te digo que no puedo ir porque tengo mucho trabajo, que mejor lo dejamos para el día siguiente.
Y, al día siguiente, tú te preparas para ir donde hemos quedado, pero cinco minutos antes de la hora de la cita yo te digo que me ha surgido un imprevisto y que no puedo ir. Que mejor lo dejamos para el día siguiente.
Y, al día siguiente, ya por la mañana, te digo que estoy muy cansada, que hoy no me va bien y que mejor lo dejamos para el día siguiente.
A ver. Al día siguiente, ¿tú seguirás confiando en que voy a ir? ¿O ya darás por hecho que te voy a volver a cancelar la cita?
Claro, habrás perdido la confianza en mí y darás por hecho que no voy a ir.
Bueno, pues esto mismo es lo que pasa en los compromisos que NO cumples contigo misma.
Si te dices que vas a hacer algo, lo que sea (desde no tomarte más de dos cervezas, empezar a hacer ejercicio o no volver a gritarle a tu hijo y a perder los papeles con él), y después no lo cumples, hay una parte de ti que pierde la confianza en que tú vayas a hacer eso.
Por eso, que los compromisos más importantes son los que establecemos con nosotros mismos.
No que cumplas eso en lo que quedas con otro (que también es importante), pero lo fundamental es que cumplas eso en lo que quedas contigo.
Porque, cada vez que te dices que vas a hacer algo y después no lo haces, hay una parte de ti que se queda resentida y que pierde la confianza en ti.
Es como si te estuvieras diciendo que tu palabra no vale nada y que tú no mereces respeto.
Y eso, poco a poco, hará que cada vez te sientas más insegura, que vayas perdiendo la confianza en ti y que te cueste más tomar decisiones.
Por eso es tan importante que cumplas los compromisos contigo, porque de esos es de los que depende tu autoestima”.
Vale. Hasta aquí lo que te contaba en el famoso reel de Instagram.
Por la gran repercusión que ha tenido, entiendo que era un mensaje necesario, así que, por eso mismo, he querido compartir esta idea también en el blog.
Por cierto, si quieres verlo, lo tienes aquí (seguramente sea el reel en el que más fea y menos peinada me veo, y sigue siendo el más visto, ahora mismo anda por las 257.000 visualizaciones… Ya ves, la vida, que a veces tiene un sentido del humor muy cachondo 😂).
(Este post está basado en uno muy antiguo, en el que profundizaba más en esto de fallar en la palabra que te das a ti misma… Si la idea te ha calado y no necesitas saber más, date por servida. Pero, si quieres un poquito más de chicha, puedes leer aquel post aquí).
Y, como siempre, me encantará que compartas conmigo tus reflexiones en los comentarios aquí debajo. ¿De qué te has dado cuenta al leer esto? ¿En qué te has fallado últimamente a ti misma? Te leo.
Solo puedo decirte que eres MAGIA Vanessa! Gracias por ayudar tanto!
Te mando un abrazo enorme
Gracias a ti, Miriam bonita. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Un abrazo grande,
Vanessa
Yo hace años que siento que estoy viviendo la vida en paralelo a otras personas que me influenciaron mucho, me temo. Lo cual es horrible. Es como si estuviera esperando al momento en que fuera a volver a reunirme con ellas, lo cual es bastante siniestro. A veces pienso en que lo que hago, “lo estoy haciendo sin ellas”, y que mi vida sin ellas está mal…pero ellas me apartaron cuando vieron que no podían utilizarme (más). ¿Podrías darme algún consejo para seguir adelante, Vanessa? ¿Para poder olvidarlas? Muchas gracias.
Hola Oli,
Me resulta un poco difuso lo que comentas, habría que ver qué te ocurrió exactamente con esas personas que nombras, que no sé si es que han fallecido o qué, pero parece que ha quedado algo por resolver con ellas que te mantiene enganchada. Sea como sea, tal vez te sirva escribirles lo que sientes y lo que te ha faltado por decirles.
Un abrazo,
Vanessa
Sí Vanessa, parece que me refería a que han fallecido casi, no es el caso. Ya probé a escribir a quien necesitaba y no ha servido de mucho, me acuerdo bastante de esta persona en mi día a día. Lo que siento es que empezamos un proyecto juntos/en equipo (ser escritores), él me mantuvo cerca de él por interés, a ver si se le pegaba algo de mi talento (así tal cual), y cuando lo consiguió por su cuenta, me dio de lado tranquilamente.
He oído de situaciones de este tipo similares y peores: una mujer a la que le propusieron tener un hijo y a la que dejaron tirada en pleno embarazo. Al niño lo crió ella sola.
Siento que esta persona que digo yo cambió mi forma de ver la vida y no sé qué hacer para quitarme su recuerdo de encima. A eso me refería, a dejarla de lado y seguir adelante. ¿Tienes algún artículo sobre eso? Gracias
Hola Oli,
Sentir que alguien en quien confiabas te ha traicionado es algo muy doloroso. Habría que ver con detalle qué te está moviendo, pero parece que esa persona ha reabierto alguna herida más antigua. Si te das cuenta de que pasa el tiempo y no consigues dejar de pensar en lo que ocurrió, tal vez necesites hacer un proceso para comprender, integrar y poder soltar.
Se me ocurren un par de post, aunque enfocados al tema de pareja, te los dejo aquí y aquí por si te sirven.
Un abrazo,
Vanessa
Muchas gracias por tu respuesta, Vanessa. Sí, es doloroso. También es duro: es como si hubiéramos empezado un proyecto juntos y me hubiera dejado con él a mí sola. Pero nunca hubo equipo, él sólo pensaba en su propia meta todo el tiempo.
Y él también confió en quien no debía. Escribí también a su trabajo contándoles lo mal profesor que era (anécdotas que él mismo había contado) al ver que no sentía ninguna vergüenza ante lo que me había hecho. Las últimas veces que nos vimos él me miraba con “empatía y compasión”, como si él fuera la pera limonera, y eso ya fue el punto final. ¿Me utilizas y eres un dechado de virtud? Lo estás flipando. No me da la gana que me robe el propósito vital y se vaya de rositas.
Mucho ánimo y mucha luz hasta que se cierren esas cicatrices ❤️.
También es una cuestión de circunstancias .Yo quería dedicarme a una cosa difícil, y con casi treinta, no lo he conseguido. Nunca me tocaron profesores que supieran lo que tenían que enseñar, o que me hicieran caso, o que me preparasen de verdad para poder enfrentarme al mercado laboral. He tenido que trabajar el doble que los demás, y no tengo ni la mitad que ellos.
Y estoy cansada, cansada de dar, de dar, de dar, y de no obtener. De que me contraten para una cosa y quieran otra, con lo cual, no doy el nivel, y me despiden. De no tener la oportunidad adecuada. Y por qué no decirlo, de que a gente con la mitad de talento que yo sí le vaya bien cuando también se ha esforzado la mitad. De que a la gente le encajen las piezas, y a mí, ni a patadas.
Así que creo que en algunos casos, como éste, lo mejor es dejarlo estar. Si hubiera sabido que en mi sector reinaban estas circunstancias, seguramente me habría dedicado a otra cosa.
Gracias, Eva. Sí, puede haber casos que no encajen, por supuesto. Eso es algo que cada uno ha de escuchar dentro de sí, pero desde luego que es importante saber diferenciar las circunstancias en las que podemos influir y las que no. La confianza se pierde cuando nos fallamos en aquello que sí depende de nosotras, pero también se puede perder si nos hacemos responsables de lo que no depende de nosotras.
Un abrazo,
Vanessa