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Cuando eres más leal a tu familia de lo que deberías

Familia padres y dos niños - Leal a tu familia

Hoy te voy a hablar de tus padres. No te asustes. O sí.

A ver, imagínate a una familia formada por el padre, la madre y dos hijos (un niño y una niña).

Los padres se llevan bien, tienen una relación cordial, se entienden, son un buen equipo. Y sus hijos lo ven.

No ven muestras de amor, ni de pasión o complicidad entre ellos, simplemente ven que la relación es buena. Sana. Sin discusiones. Sin malos rollos. Como un mar en calma.

Años después, cuando la hija es mayor y vive con su pareja, también tiene una relación sana, tranquila y respetuosa. También forman un buen equipo y se entienden bien. De hecho, para los que les rodean, son una pareja modélica.

Pero ella no se siente bien. Le falta algo en su relación. Y no lo entiende. Se siente egoísta por querer algo más de lo que tiene. Por no valorar todo lo bueno que tiene su pareja y lo fácil que es la vida a su lado. Por soñar con algo más de lo que tuvo su madre…

Sí, su madre.

Esta joven no es capaz de superar a su madre.

Algo como “si tú tuviste una relación tranquila y estable con papá y para ti fue suficiente, yo no puedo aspirar a más. Sería una desagradecida si quisiera más de lo que tuviste tú”.

Así que elige quedarse en una relación en la que no se siente llena, para no deshonrar a su madre y porque no siente que merezca tener más de lo que tuvieron sus padres.

Esto, por supuesto, es algo inconsciente y ella no tiene ni idea de esta fidelidad invisible hacia su madre. Pero actúa de acuerdo a ella.

Y es posible que tú también.

Las lealtades invisibles se dan en las mejores familias.

Y sí, esto es un TEMAZO. Así que agárrate que vienen curvas.

Lealtades que nadie ve pero están

Mira, en todas las familias hay mandatos y lealtades invisibles que van pasando de padres a hijos y de abuelos a nietos.

Y no me refiero solo a algo más obvio tipo “mi padre era médico y mi hermano fue super mal estudiante, así que yo no podía decepcionar a mi padre. Soy médica a pesar de que a mí lo que me gustaba era la jardinería”.

Ni siquiera me refiero, y esto ocurre mucho y también es una forma de lealtad familiar, a cuando alguna coachee en sesión me dice “no podría reprocharles nada a mis padres. Lo hicieron lo mejor que supieron y no me puedo quejar con todo lo que me han dado”.

Este “no darme permiso para validar y reconocer lo que me faltó cuando era una niña” porque es que también “recibí muchas cosas”, esa resistencia a enfadarme o a quejarme de mis padres y esa especia de necesidad de ser buena y agradecida con ellos, también huele a miedo a no cumplir con el mandato de ser “buena hija”…

Pero no, tampoco es de eso exactamente de lo que te quiero hablar.

Estoy pensando en formas mucho más sutiles de ser fieles a nuestra familia.

Seguro que si te pongo algunos ejemplos reales lo vas a entender mucho mejor.

Véase que mi padre murió cuando yo era pequeña y mi madre cayó en una depresión, así que yo, de manera inconsciente, me he unido a su tristeza y me he cerrado a la posibilidad de encontrar un amor que me dé alegría, igual que ella también se cerró hace años.

O que vengo de una familia humilde y trabajadora que no se podía permitir grandes lujos, así que, de alguna forma, saboteo mi crecimiento económico porque no merezco tener una abundancia que ellos no tuvieron.

O que mi hermana no puede quedarse embarazada y entonces yo me siento desleal con ella cuando soy madre, así que lo que hago es ser una mala madre para no sentir esa culpa.

Es decir, te estoy hablando de situaciones en las que, para cumplir con ese mandato interno y seguir siendo leal a tu familia, te saboteas de alguna forma.

Porque no te sientes merecedora de superar en algo a los que te criaron.

Porque no te sientes suficiente para ser más que ellos.

Y porque necesitas quedarte por debajo y no superarles para no dejar de pertenecer a tu familia, porque en algún lugar muy profundo de ti crees que, si consigues más que ellos, les estarás siendo desleal. Y eso te genera culpa.

Así que lo que haces es alinear esas creencias inconscientes con tus acciones, para impedirte triunfar o tener éxito en ese aspecto en el que se ha establecido la lealtad familiar.

Y esto se debe a que no puedes conseguir más de lo que, muy dentro de ti, crees que mereces conseguir.

Incluso aunque con la cabeza pienses que sí, que tú de verdad mereces conseguir eso, si en lo más profundo de ti no sientes que está bien que lo consigas y que logres más que ellos, no va a servir de nada. Te sabotearás sin remedio.

(Si esto te suena y quieres que trabajemos juntas para que superes ese autosabotaje y te des permiso para alcanzar lo que te mereces, rellena ESTO).

No brilles y no hagas tu vida

Recuerdo a una coachee que tenía una hermana a la que no le había ido bien en la vida, así que mi coachee había interiorizado que ella no podía destacar para “no hacer de menos a su hermana”.

Como había aprendido que “si brillas, te excluirán y dejarás de ser parte de la familia” y que “las personas buenas no hacen sentir mal a otros”, se hacía pequeña y saboteaba su propio éxito para no despertar envidias y que nadie de su entorno se sintiera mal.

Es decir, se hacía cargo de las emociones de los demás y de cómo ellos se pudieran sentir si ella crecía y prosperaba.

Algo muy parecido a lo que le pasaba a otra coachee que habría aprendido que tenía que cuidar de su madre, estar a su servicio y no pensar en sí misma (y sí, en eso también le influía tener una madre manipuladora y absorbente que le hacía creer a su hija que su deber era cuidarla por encima de hacer su propia vida y de tomar sus propias decisiones).

Sí, las lealtades invisibles también tienen mucho que ver con creer que honrar a nuestros padres es no ser más que ellos, en vez de entender que honrarles es coger lo que nos han dado, agradecerlo y expandirnos con ello como seres libres e independientes.

Y que, si en tu familia nadie llegó a tener éxito profesional, honrarles será permitirte tenerlo, celebrarlo y sentirte merecedora y digna de ello.

O que, si tu madre se comportó como una “correcta mujer de familia” y aguantó a tu padre, incluso cuando no la trataba bien, honrarla sería ser capaz de hacer lo que ella no hizo e irte de donde no te están tratando bien a ti.

¿Te das cuenta? ¿Qué lealtad familiar puede estar haciendo que te autosabotees y consigas menos de lo que mereces?

Te leo y te respondo en los comentarios aquí debajo.

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Acerca de Vanessa Carreño

Trabajo con mujeres que se sienten inseguras, no se valoran ni tienen confianza en sí mismas, le dan muchas vueltas a la cabeza y se preocupan mucho por lo que piensen los demás.

Con mis programas de Autoestima, Relaciones Personales y Dependencia Emocional consiguen ganar confianza en sí mismas y sentirse seguras y capaces de alcanzar sus objetivos. Aprenden a valorarse, se atreven a ser ellas mismas y empiezan a disfrutar de su vida y de sus relaciones.

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4 comentarios

4 comentarios
  1. Susana 28/03/2025

    Yo no estoy convencida de querer casarme y tener hijos. Mi padre a veces le monta pollos a mi madre y “habla” de otras mujeres. A veces me regaña a mí y mi madre se pone de su parte, porque le tiene miedo. No me gusta cómo me toca y mi madre y él me intentan hacer sentir culpable por poner límites.
    Chicas que se casaron, después de ver yo cómo su novio las gritaba en público y ellas se sentían avergonzadas y preocupadas por lo que pensase yo. Familiares que demuestran que no piensan bien de su pareja, y ella se traslada a España para casarse con él y con la idea de tener hijos, cuando él no quiere. Y padres más decentes con actitudes que no me gustan.
    A mí me haría ilusión encontrar (el) amor de pareja, pero si no lo encuentro tengo mis alas para volar. No estoy dispuesta a aguantar absolutamente nada, porque no merece la pena gastar así mi vida.

    Responder
    • Vanessa Carreño Andrés 31/03/2025

      Hola Susana,
      No sé cómo es la situación en tu casa, pero solo trabajando esos patrones aprendidos, como la dificultad de poner límites o la desconfianza hacia los demás, podrás liberarte de ellos y construir de verdad tu vida. A veces nos convertimos en lo que creemos que vamos a encontrar, y eso siempre nos limita y nos condiciona a tener una vida que no nos pertenece.
      Un abrazo,
      Vanessa

      Responder
      • Susana 31/03/2025

        Muchísimas gracias, Vanessa. La verdad es que estoy cansada de encontrarme sitios donde no me quieren. Por lo menos voy a intentar estar bien conmigo misma. Un abrazo.

        Responder
        • Vanessa Carreño Andrés 01/04/2025

          De nada, Susana. Lo de fuera suele ser solo un reflejo de lo de dentro (aunque no siempre nos demos cuenta de esto).
          Dicho de otra forma, cuanto más y mejor te quieras tú, más personas que sí te quieran te encontrarás.
          Un abrazo,
          Vanessa

          Responder

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