Adivina cuál fue la primera palabra que aprendiste a decir cuando eras pequeña.
No.
La primera palabra que aprendiste fue “no”.
De niños, cuando empezamos a explorar el mundo, el “no” nos sigue a todas partes.
Y, por entonces, ese “no” ya es una frase completa.
No necesita ninguna palabra detrás. No hace falta añadirle justificaciones de ningún tipo para que tenga validez.
Es “no” a secas, y está bien así.
Pero, según vamos creciendo, el “no” a secas deja de estar bien.
Porque tenemos que estar al servicio de los demás.
Porque hay que ser educada y amable.
Porque solo si eres complaciente te querrán.
Y bla, bla, bla…
Total, que metemos el “no” en el armario y dejamos de usarlo.
Sin darnos cuenta de que saber decir “no quiero” es tan importante como saber decir “sí quiero”.
(De hecho, el “SÍ” deja de ser auténtico cuando lo dices en automático porque no sabes usar el “NO”).
Mira, recuerdo a una coachee que se había quedado muy disgustada por algo que había hecho su pareja. Y, cuando lo hablaron, él quería darle un abrazo. Pero ella no lo sentía, porque aún estaba muy resentida.
Y se lo pudo decir.
“No, ahora no quiero darte un abrazo. Te quiero y quiero que arreglemos esto. Pero, si te doy un abrazo ahora, estaría pasándome a mí misma por encima”.
Olé por esta mujer, su amor propio y sus ovarios.
Y olé por ese hombre que supo escuchar su “no” y respetarlo.
Porque, y apunta esto bien, decirle que no a alguien NO es rechazarle.
(Y lo mismo al revés: que alguien te diga que no a ti no significa que esa persona te esté rechazando).
Decirle que no a alguien es decirle que no A ESO QUE TE OFRECE EN ESE MOMENTO.
Lo que sea.
Y lo único que significa que le digas que no a alguien es que EXISTES.
¿Te das cuenta de que, cuando no puedes decirle que no a alguien, es como si tú no existieras?
(Y, de la misma forma, cuando no sabes recibir un “no” es como si negaras que el otro existe).
¿Será posible que a estas alturas del cuento necesitemos recordarnos que poder decir “NO QUIERO” es fundamental para la vida?
Pues sí, lo es.
Así que, si quieres empezar a existir, como un ser humano con dignidad, un requisito imprescindible es que sepas decir “no quiero”.
Sin necesidad de justificarte, sin culpas y sin depender de cómo se lo tome el otro.
Para eso es ESTE CURSO. Para las mujeres que quieren EXISTIR.
(Si a veces tienes la sensación de que desapareces en tus relaciones, de que no eres capaz de poner lo tuyo sobre la mesa y de que no te atreves a decir lo que necesitas decir, LÍMITES te va a traer de vuelta a tu vida. Con las cientos de mujeres que ya lo han hecho antes que tú. Y olé 😍).



Me encanta lo que dices y cómo lo dices, sin más…
Gracias bonita. A mí también me ha encantado tu forma de decirlo :-).
Un abrazo grande,
Vanessa