¿Qué contestarías si te digo que el éxito no es producto ni del trabajo duro, ni del esfuerzo ni de tener la mejor estrategia, sino de leyes naturales? Algo así es lo que plantea el médico y guía espiritual Deepak Chopra en su libro Las Siete Leyes Espirituales del Éxito, una guía práctica para alcanzar la realización de tus sueños. Me ha parecido un libro muy sencillo, fácil de leer y sobre todo fácil de aplicar. Por ello me gustaría recomendároslo y comentar los siete principios que el autor plantea para conseguir la abundancia, el dinero, el éxito, la felicidad y, en definitiva, la vida que cada uno desea vivir. Para ello, más que detenerme en el significado de cada ley, voy a explicaros cómo aplicarla en vuestra vida diaria. Y si os apetece profundizar más os animo a que os hagáis con el libro.
- Ley de la potencialidad pura. Se aplica a través de la meditación, del silencio, del contacto con la Naturaleza y de la abstinencia de juicios de valor. (me encanta esto último, levantarte por la mañana y repetirte “hoy no juzgaré nada de lo que suceda”).
- Ley de la entrega. O ley del dar y recibir, de la que ya os había hablado. Para aplicarla Chopra anima a entregarle algo a todo aquel con el que te relaciones (no hace falta que sea algo material, vale una sonrisa, un gesto bonito o un buen deseo, aunque sea en silencio), agradecer lo que recibas de los demás y así mantener esa circulación de alegría, riqueza y abundancia en tu vida y en la de los demás.
- Ley del Karma o de la causalidad. Se aplica observando de una forma consciente las decisiones que tomas y preguntándote “¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión que estoy tomando?” y “¿Me producirá realización personal a mí mismo y a aquellos a los que afecta mi decisión?”. Y, una vez hecho esto, escuchar a tu corazón y antes de decidir dejarte guiar por las sensaciones que tengas, según sean de bienestar o de malestar.
- Ley del mínimo esfuerzo. Se aplica aceptando las cosas tal y como suceden, asumiendo la responsabilidad de transformar ese posible problema en una oportunidad y manteniéndote abierto a todos los puntos de vista sin necesidad de convencer a nadie del tuyo.
- Ley de la intención y el deseo. Lo primero que hay que hacer es preparar una lista con todos tus deseos, llevarla contigo a todas partes y repasarla dos o tres veces al día. Y cuando parezca que las cosas no van bien confiar en que existe un motivo, mantener la atención en el momento presente y manifestar el futuro a través de tus intenciones y deseos.
- Ley del desapego. Incluye dos ingredientes: el desapego y la incertidumbre. El primero se aplica cuando te permites a ti y a los que te rodean vivir con libertad, sin imponer tus ideas de cómo deben ser las cosas ni de cómo solucionar los problemas. Por su parte aceptar la incertidumbre permite adentrarse en lo desconocido y en un campo de infinitas posibilidades. Esto traerá a tu vida emoción, libertad, aventura y misterio, mientras que la certidumbre solo te aportaría una repetición trillada de lo que ya sabes o conoces.
- Ley del Dharma o del propósito en la vida. Te invita a descubrir tu yo espiritual, hacer una lista de tus talentos singulares y tus pasiones (eso que podrías estar horas haciendo y que cuando lo haces disfrutas tanto que pierdes la noción del tiempo) y preguntarte cada día “¿cómo puedo, con este talento que tengo, ayudar a todos aquellos con los que entro en contacto?”.
Aquí Chopra anima a coger lápiz y papel y responder a dos preguntas: “¿Qué harías si tuvieras todo el tiempo y el dinero del mundo?” (si harías lo mismo que haces entonces es que estás en el Dharma, porque tienes pasión por eso que haces y estás expresando tus talentos singulares) y “¿En qué sentido estoy mejor capacitado para servir a la humanidad?”. Respondiéndolas podrás encontrar tu talento y buscar la manera de hacer que se corresponda con las necesidades de los demás, haciendo así fluir la riqueza en tu vida. Cuéntame, ¿qué te parecen estas leyes?. Y, ¿por cuál te gustaría empezar mañana mismo?
Hola Vanessa,
Mañana comenzaré, por hoy día 01022018 :-), por la ley de la entrega, la cual ya práctico desde que te leo.
Además me gustaría comentarte que la ley del Karma es extraordinariamente caprichosa ya que no depende sólo de la causalidad, sino de la casualidad de que no se dé ningún hecho extraordinario que te eche abajo esos planes.
Gracias.
Antonio Rodríguez
Muchas gracias por compartir, Antonio.
Beoss y sonrisas,
Vanessa