¿Tu pareja saca lo mejor de ti?

Si echas un vistazo a tus relaciones, seguro que te das cuenta de que no eres exactamente la misma persona con todo el mundo.

Y de que, con unas personas te gusta más como eres, y con otras te gusta menos.

Vaya, que con alguien igual eres más espontánea. O bromeas más. O dices más lo que piensas. O eres más tierna…

Y con otras personas igual te sientes más encorsetada. O eres más seria. O te enfadas más. O estás más insegura.

Y da igual que pienses en una amiga, en alguien de tu familia o en tu pareja.

Es como si hubiera una versión preferida de ti misma que solo algunas personas consiguen sacar.

Mientras que otras personas sacan las versiones más feas de ti.

Vale, y con tu pareja, ¿qué versión sale?

¿Qué versión saca tu pareja de ti? ¿La más bonita o la menos bonita?

Mira, te pongo algunos ejemplos reales de cuando tu pareja saca una versión de ti que no te gusta:

“Cuando discuto con mi pareja empiezo a competir a ver quién lo hace mejor y quién lo hace peor. Le echo cosas en cara y a veces le digo algo solo para que le duela tanto como me duele a mí lo que él me hace”.

“Le grito y le digo cosas que realmente no pienso y de las que después me arrepiento. Cosas que me avergonzaría repetir, pero que en esos momentos tan tensos no soy capaz de controlar”.

A este tipo de cosas feas me refiero.

Yo misma, hace años, estando con una pareja que sacaba lo peor de mí, recuerdo una discusión tan fuerte que llegué a intentar abrir la puerta del coche en marcha porque él se negaba a parar para que yo me pudiera bajar. Y sí, esa es una de las peores versiones de mí misma que he visto.

Bueno, pues esto pasa, y muchas veces en una relación de pareja ves partes de ti que ni sabías que existían y que no reconoces.

O, sin llegar a esos extremos, puede ser que con tu pareja hayas perdido las ganas de hacer cosas. O que ya no vayas a bailar ni salgas con tus amigas. O que ya no disfrutes cocinando algo rico. O que te hayas acomodado en tu trabajo y ya no seas tan eficiente y resolutiva como lo eras antes. O que hayas perdido la ilusión o la confianza…

Y piensas “¿qué me ha pasado? Si yo antes no era así…”.

Pues aquí es donde te tengo que dar una noticia: TÚ TAMBIÉN ERES ASÍ.

Esa parte menos bonita que te saca tu pareja, también está en ti.

Todos tenemos un lado oscuro: agresivo, vengativo, amargado, envidioso, dañino, violento…

Todos, sin excepción. Y que eso esté dentro de ti NO es un problema.

El problema es que tengas a tu lado a alguien que saca ese lado oscuro, en vez de tener a tu lado a alguien que saca un lado más luminoso, amable, tierno, optimista o generoso.

Porque, cuando de verdad con alguien te sientes comprendida, cuidada, querida, vista y respetada, tú vas a dar lo mejor de ti.

Tal que así (también ejemplos reales):

“Me gusta tanto como es que me inspira a ser mejor persona. Y creo que lo soy desde que estoy con él. Desde luego, yo me gusto más”.

“Me encanta que siempre me hace reír, hasta cuando no tengo energía. Siempre he sido una persona de muchos “tengo que” y poco disfrute y él me enseña a disfrutar más de la vida y a tener más esperanza en el futuro”.

“Mi pareja me da mucha seguridad en mí misma y hace que confíe más en mí y que ponga límites cuando algo no me gusta”.

“Me encanta que me hace sentir en casa. Con nadie me siento tan relajada”.

(Inciso: sí, y con rotundidad, ¡tu pareja debería ser una de las personas que saque una versión bonita de ti!). 

“Me ayuda a superarme porque me apoya tanto que me hace creer en mí misma incluso más que yo. Hay proyectos profesionales que yo habría descartado, y con sus ojos lo veo realizable”.

“Me gusta que, como él siempre me sorprende en algo, yo también me esfuerzo por hacer cosas que le sorprendan y le hagan sonreír. Con mi anterior pareja no era así”.

“Cada vez que le veo despierta a la parte cariñosa que hay dentro de mí y a la que no siempre le apetece salir”.

A esto me refiero con tener una pareja que te hace ser alguien mejor y gustarte más.

Y esto, señoras, no tiene precio.

¿Siempre es culpa suya?

Pues sí, para eso también es mi curso SI o NO. Para que estés con alguien que saca lo mejor de ti.

Si ahora no tienes pareja, porque ya te he comentado que muchas de las mujeres que se han apuntado al curso no la tienen, puedes hacer SI o NO pensando en una relación que no terminó bien, y verás con claridad por qué no funcionó y qué es lo que tienes que hacer diferente la próxima vez.

Como le pasó a Gemma:

“En mi caso, cuando me apunté al curso ya estaba decidido que no, pero lo quería para aprender y para hacer un análisis post mortem de mi relación. Y la verdad es que no había hecho mucho el luto, pero después del curso ya no me hace falta. Me he dado cuenta de que estaba muy apegada a los buenos momentos, a lo mucho que le quería y que le sigo queriendo, a todo lo bueno que había…

No había visto lo malo, y ahora, después del curso, pienso “¡de qué buena me he librado!”, porque eso no habría ido a ninguna parte, ya que muchas cosas que son importantes no se cumplían. Así que felicidades porque me ha ayudado a entender muchas cosas”.

Y, si tú ahora sí que tienes pareja, pero no tienes la certeza de que esté sacando lo mejor de ti, SI o NO te servirá para tener claro cuál es el problema y saber qué parte depende de cada uno y qué puedes cambiar tú.

Porque, y aquí viene la pregunta del millón: cuando tu pareja no saca lo bueno de ti, ¿siempre es responsabilidad suya? Nooo.

Cuando una relación no funciona o se ha vuelto algo tóxica, ambas partes, de alguna forma, están contribuyendo a esa dinámica. Y solo cuando eres consciente de esto y sabes de qué forma estás contribuyendo tú, puedes generar un cambio a mejor.

SI o NO es un curso muy práctico con ejercicios, preguntas y herramientas que te darán las claves para saber por qué no estáis del todo bien y que te sacarán, por fin, de dudas.

De mi mano, y durante 21 días, profundizarás en 21 aspectos diferentes de tu relación que nunca te habías planteado (porque es muy habitual pensar que el problema con tu pareja es X y que en realidad sea Z).

Para que identifiques problemas concretos y veas si tienen solución o, si no la tienen, comprendas si es algo que tu pareja y tú podéis negociar y llegar a vivir con ello sin que se desgaste más la relación.

Ojo, éste no es un curso para que volváis a estar bien por arte de magia.

No creo en los milagros. Creo en los resultados que se obtienen cuando tocas las teclas adecuadas.

Sin trampa ni cartón. Con recursos a las que podrás acudir siempre que tengas una crisis de pareja.

Y para que, cuando acabes el curso, tengas claro si juntos podéis sacar lo mejor del otro, o no.

“Muchísimas gracias por este curso, por todo lo claro, condensado y bien hecho que está. ¡Qué maravilloso! Han sido 21 días que se me han pasado en un abrir y cerrar de ojos y que me han servido a nivel emocional para ponerle luz, conciencia, paz y comprensión a lo que pasa en mi relación de pareja. Infinitas gracias por esto”, Inma.

Por eso, si ya te has acostumbrado a gustarte menos o a ser una versión menos bonita de ti al lado de esa persona, o si prefieres tener pareja a estar bien en pareja, NO te apuntes.

Si lo haces, que sea por ti, por amor a ti misma, por querer estar mejor que ahora, por querer estar bien, por amor propio y por el deseo de ser tú, espléndida y con todo tu potencial, en tu relación de pareja. Entonces, SÍ, te espero dentro.

Sí, me apunto.

Besos y sonrisas,
Vanessa

PD: AQUÍ, con contenidos muy prácticos y aplicables y con acceso inmediato en cuanto te apuntas.