Lágrimas, líos y dependencia emocional

“Muchísimas gracias y ojalá sigas haciéndonos crecer con estos cursos tan buenos y tan bien explicados. ¡Un abrazo! Alicia”.

Alicia es de las que el martes se apuntó a “SI o NO”, mi nuevo curso para las que tienen dudas en su relación de pareja. Y también tiene mis otros dos cursos: Amor y Límites.

Sí, la mayoría de las mujeres que se apuntaron ese día (el primero que “SI o NO” estaba disponible) también son alumnas de mis otros cursos.

Buena señal, lo sé. Cuando las cosas están bien hechas, la gente repite.

El problema es cuando no están bien y sigues ahí, intentando que funcionen.

Te voy a contar tres historias reales y, como si esto fuera un juego de niños, al final te voy a pedir que me digas las similitudes que encuentras entre ellas.

¿Preparada? 🙂

NURIA Y PABLO

“Pablo y yo somos muy diferentes… Yo procuro hablar las cosas con calma y él pierde los nervios y se pone a gritar y a echarme la culpa.

Que no hay quien me aguante, que soy una dramática, que me rayo por todo, que todo me parece mal… No me gusta cómo me habla, y menos cuando se pasa tres días enfadado y distante, pero siempre soy yo la que va buscando el entendimiento porque él no es consciente de sus emociones.

Aaay, al principio era la persona perfecta, me gustaba todo de él…

¿Ahora? Pues a días. Cuando estamos bien estamos muy bien y cuando estamos mal estamos muy mal… Hay veces que me acuesto con ganas de llorar y me levanto con ganas de llorar.

Lo peor es la ansiedad que me da y este desgaste tan brutal, porque mi cabeza está todo el rato pensando.

¿Y si soy yo que no veo bien la realidad? ¿Y si no es para tanto? Yo le quiero mucho y solo quiero que estemos bien, pero necesito que algo cambie, no puedo pasar más tiempo así”.

En el ejemplo de Nuria se ve claro: cuando tienes muchas dudas, es imposible distinguir cuál es el verdadero problema.

Por eso, lo primero, es aclarar esas dudas y ver qué está pasando en tu relación.

Para eso es mi nuevo curso “SI o NO”, y lo haces en 21 días. 

Y, en un caso como el de Nuria, el día 4 del curso es FUNDAMENTAL.

(Al final te contaré qué fue de Nuria).

Ahora vamos con la siguiente historia (¡recuerda observar cosas en común!).

MÓNICA Y DAVID

“Hace mucho que conozco a David, pero así, viéndonos más, llevamos un año. Lo pasamos bien, nos escribimos casi todos los días y nos vemos cuando él puede.

Es que él tiene muchas cosas y anda bastante ocupado, y sí es verdad que a mí me gustaría que nos viéramos más… Que a veces estoy un poco pendiente de si querrá hacer algo el fin de semana y no hago planes hasta que me dice. Pero después cuando estamos juntos merece la pena, me encanta pasar tiempo con él.

El problema es cuando tiene algunos días de más lío y ahí me angustio un poco pensando si estará perdiendo el interés o algo. Me paso 24 horas al día embobada, mirando si me escribe, si me contesta, si le gustará si hago esto…

O, peor todavía, me da por imaginar que se enamora de otra y que le pierdo… Y entonces ya me dan los siete males y termino escribiéndole con cualquier excusa para ver si está bien.

Él siempre me dice que quiere estar conmigo, pero después no sé si es por mis inseguridades y mis miedos que no me siento bien y vivo tan pendiente de él”.

Sí, un clásico cuando hay dudas es preguntarte si son tus inseguridades lo que hace que no termines de sentirte del todo bien.

Y puede ser que sea eso. Desde luego, si es así, el día 13 de “SI o NO” te darás cuenta y verás con claridad qué es lo que necesitas cambiar en ti.

(Ya, ya, al final te digo como terminó la historia de Mónica y de David 🙂 ).

Y la última historia:

CARMEN Y LUIS

“Siento que mis días pasan sin pena ni gloria. Mi marido es un buen hombre, no es que me trate mal.

El problema es que yo no le admiro, que no me atrae y que me parece tan conformista que hasta me genera rechazo… Ni siquiera nos tocamos ya, ni nos reímos, ni estamos cariñosos…

En casa, por ejemplo, yo soy más de tener las cosas hechas y, como yo tiro, pues él se acomoda. Discutimos mucho por eso, o discuto yo, porque él no quiere hablar y no soluciona las cosas. Y si le digo que no me ayuda se cabrea y encima lo termino haciendo yo.

Me da mucha rabia cargarme yo con todo y que si se lo digo me diga que le cargo con problemas. No se pone en mi lugar y no me siento apoyada. Me siento sola, y no tengo ganas de hacer nada con él… ¡Cada vez hacemos menos cosas juntos!

A los 20 años proyecté un futuro idílico que al final no es. Pero lo que más me duele es lo sola que me siento aun estando en pareja… Y no sé si esto es dependencia emocional o qué es”.

Vale, ¿qué hay en común entre las tres historias? ¿En qué ves que se parecen?

Veamos:

Primero, las tres estaban en una relación de pareja en la que NO estaban del todo bien.

Segundo, las tres estaban muy confundidas, no tenían claro cuál era el problema ni sabían qué hacer para solucionarlo.

Tercero, las tres querían que su relación de pareja funcionara y estar bien con su pareja.

Y, cuarto, las tres tenían miedo a que pasara el tiempo y todo siguiera igual, o peor.

Por eso, el objetivo de Nuria, de Mónica y de Carmen cuando acudieron a mí buscando ayuda era muy parecido:

“Quiero saber que pasa aquí y cómo hacer que esto funcione.

O, si no puede funcionar, pues saberlo.

Y sentirme segura de lo que decida.

Y dejar de pasarlo mal.

Simplemente estar tranquila”.

Pues para eso es “SI o NO”. Para que tú consigas lo mismo que consiguieron ellas.

Ya, lo sé, que te he dicho que al final te contaría qué pasó con ellas.

Pues Nuria, por fin, ha dejado de llorar y duerme tranquila.

“Ahora veo taaan claro lo importante que es estar bien con tu pareja”, dice.

Mónica ha entendido qué había de sus miedos y sus inseguridades en lo que le estaba pasando con David.

“¡Cómo cambian las cosas cuando sabes qué parte del problema es tuya y qué parte no!”, me comentaba.

Y Carmen ha dejado de sentirse sola.

“Creo que lo más importante ha sido dejar de proyectar un futuro imaginario y coger el toro por los cuernos en mi presente real”, concluía.

¿Moraleja? Que el problema no es tener dudas en tu relación de pareja.

El problema es NO hacer nada para salir de dudas.

Para las que SI quieren hacer algo, es aquí.

“SI o NO” es un curso online y lo haces por tu cuenta en 21 días (tú sola, no es para que lo hagas con tu pareja).

Al final sabrás qué es lo que está haciendo que tu relación no funcione y qué necesitas hacer tú para quedarte tranquila.

Sí, yo también quiero estar segura de lo que pasa en mi relación.

Besos y sonrisas,
Vanessa

PD: El curso lo puedes empezar cuando tú quieras, porque el acceso a la plataforma es inmediato y para siempre. AQUÍ.