¿Sabes que el mundo que cada uno percibe no es el real? Las personas no vemos lo que nos rodea cómo realmente es, sino como somos nosotros… El mundo es infinito pero nosotros solo podemos percibir una pequeña parte de él. Y además filtramos esa pequeña parte según nuestra educación, nuestras experiencias, nuestra cultura, nuestras creencias, nuestras emociones, nuestras suposiciones, el momento en el que nos pille… A medida que vamos creciendo cada uno va construyendo su propio mapa del mundo. Por eso la PNL dice que el mapa no es el territorio. Es decir, que el mapa con el que nos movemos no es un mapa real del mundo, sino de nuestro micromundo. Porque todos hacemos más caso a las cosas que más nos interesan y obviamos las que no. Y eso determina el mapa mental de cada uno.
Por ejemplo, que tú pienses que un amigo tiene algún problema contigo o que tu jefe planea despedirte no significa que eso sea cierto. Lo que tú crees es tu mapa y lo que pasa de verdad (puede ser que tu amigo esté triste por otra cosa o que tu jefe quiera modificar las tareas que realizas) es la realidad. Y nuestro mapa se va conformando a medida que vivimos más y más experiencias… Así, alguien que haya fracasado varias veces en una relación a distancia tendrá un mapa distinto sobre este tipo de relaciones que alguien que haya tenido éxito en eso mismo. Así pues, no existe la objetividad, es imposible ser objetivo en la medida en la que somos seres humanos con creencias, aprendizajes y experiencias. Pero sí es cierto que cuanto más ajustado sea nuestro mapa a la realidad más fácil nos resultará movernos por el mundo.
Entender esto también es muy importante para aprender a comunicarnos más eficazmente y a enfocar las discusiones y los conflictos con los que nos rodean de otra manera. Porque lo que entendemos como la verdad o lo correcto es solo la verdad o lo correcto desde nuestro mapa. Y como cada uno tiene un mapa es lógico que cada uno tenga una verdad. El mérito no está en imponer la tuya, sino en comprender la del otro y llegar a un acuerdo común.
“Lo que la oruga interpreta como el fin del mundo es lo que el maestro denomina mariposa” (Richard Bach)