Marta Llorens
Diseñadora Gráfica. EEUU.
“Antes del Coaching había renunciado a una parte de mí para poder criar a mi hijo durante un tiempo, pero sin tener muy claro qué hacer con mi vida profesional, qué dirección tomar.
Estaba perdida, me infravaloraba, con la autoestima muy baja, con miedo, enfadada y con rabia por lo que los otros tenían. Tenía malas relaciones en mi entorno y me sentía incapaz de hacerme valer ante los demás, preguntándome todo el rato ¿por qué?, ¿qué hice mal?, ¿qué debería haber hecho? Todo esto me hacía sentirme atrapada.
Sentía que no era capaz ni merecedora de conseguir lo que quería. Estaba triste dentro de mí, como un fracaso por no haber conseguido todo lo que quería.
Ahora mi situación es espectacular. He empezado a trabajar de diseñadora gráfica en una empresa, en verano haré una clase de
caligrafía y tengo varios proyectos personales dentro del mundo del diseño.
Tengo más paciencia que antes y acepto que todo, ya sea cambio o proceso, lleva tiempo, pero lo importante es perseverar y ser constante.
A su vez, tengo que decir que me quiero mucho más, me veo capaz de hacer las cosas que quiero. En mi entorno ya no me siento obligada a agradar, ni a tener que estar, como hacía antes.
Me siento con mucha fuerza y que puedo conseguir todo lo que quiera. A la vez me siento flexible, con la mente abierta y capaz. Sin miedo, y si tengo un poco de miedo delante de alguna situación, sé cómo puedo estar con él, parar, respirar, relativizar, calmarme y seguir adelante. Tengo ganas de hacer cosas nuevas y sé que el miedo o los nervios son algo natural, los acepto. Me siento muy contenta con el cambio, me siento tranquila y con la mente clara.
En mi vida lo que más ha cambiado es como me veo yo a mi misma, saber que soy válida y quererme, pero también el por fin entender e integrar en mí que los otros no me validan ni me definen con sus opiniones, que quien debe hacer esto soy yo.
Otra cosa que he aceptado, que aún estoy trabajando, es el hecho de que no pasa nada si me equivoco, que el mundo no se acaba. Que se trata de poner el foco, y trabajar por ello, con constancia y perseverancia, pero ser lo suficientemente flexible conmigo misma para aceptar que hay veces que no puedo, pero que al día siguiente puedo volverlo a intentar.
A nivel de relaciones sabía que todos somos distintos y tenemos diferentes experiencias que nos definen, pero ahora lo acepto y soy más empática.
¡Oh! También he conseguido no dar muchas vueltas a las cosas que me pasan, no analizarlas mil veces. Aceptar que en la vida hay momentos buenos, malos y otros en que no tenemos lo que deseábamos, pero lo importante es respirar, afrontar el momento y seguir adelante.
De Vanessa me ha gustado ¡todo!. Me escuchaba, me animaba, pero una de las cosas que me ha gustado más es como que retaba a buscar las respuestas dentro de mí a través de las preguntas, los ejercicios y el material de trabajo. Estoy muy contenta y muy agradecida :-)”.