Antes del proceso vivía una situación inestable, con muchos altibajos en mi relación de pareja. Me sentía insegura, con poco control sobre mis emociones, no me entendía.
Ahora he retomado mi relación de pareja y me siento más tranquila, más segura de mí, con más confianza en mis potenciales, más decidida a iniciar cosas nuevas, menos temerosa de atreverme por miedo a mis reacciones.
En este tiempo me he abierto más a los demás, gestiono mejor mis emociones, escucho más, felicito más, intento mostrar más cariño, me preocupo por los demás, soy más comprensiva, juzgo menos, empatizo más, estoy más tranquila en general.
De lo que más satisfecha estoy es de querer conocerme más, aceptarme con mis luces y mis sombras. De poner un poco de luz a las emociones que me descontrolan y gestionarlas un poco mejor.
He tenido la sensación durante todo el proceso de que Vanessa se tomaba interés en leer lo que yo escribía, se acordaba de los nombres de mis hijos, mi pareja, se acordaba de detalles de lo que yo reflejaba. En ningún momento se confundió contándome algo que no tuviera que ver conmigo y eso me dio mucha tranquilidad y me mostró que realmente le importaba lo que yo escribía. Se acordaba de frases que yo decía, etc.
Me ha gustado mucho que en ningún momento me ha dicho lo que tenía que hacer o decir a alguien, o ante alguna circunstancia, o cómo debía reaccionar. Me ha preguntado, me ha hecho que reflexionara y me ha guiado para que fuera yo la que buscara el camino que creía que podía seguir.
Me ha gustado que me mandara tareas para poder trabajar de forma continuada y poder profundizar y observar mis comportamientos.
No solamente he trabajado yo en este proceso, Vanessa ha trabajado conmigo y se ha esforzado para sacar lo mejor de mí, y eso es de alabar. Su implicación en su trabajo ha sido total. Estoy muy contenta.
Me llevo muchas cosas buenas de este proceso, todo positivo sin duda, estoy muy contenta de haberte encontrado en mi camino.