Antes no me valoraba, no me quería. Me sentía insegura, pesimista, dudando de mis capacidades, sin saber lo que quería y, por lo tanto, sin elegir pensando en lo que yo quería. En resumen, no me tomaba en cuenta para nada.
Me sentía mal, triste, incapaz de darle un rumbo más positivo a mi vida. Sentía que había tocado fondo, que estaba estancada y que no disfrutaba de la vida.
Ahora me quiero a mí misma, veo lo valiosa que soy, lo maravillosa que soy aunque cometa errores. Me siento feliz conmigo misma y con la vida. Además, tengo la convicción de que puedo conseguir lo que proponga.
Me siento feliz, animada, alegre, optimista, segura, hermosa, que me quiero y me valoro y, a la vez, me siento querida y valorada por mis seres queridos.
Ha cambiado mi vida porque soy otra persona, una persona que se quiere, se valora, se escucha y se respeta a sí misma.
Han cambiado mis relaciones porque el foco ya no está en ellos(as), sino que está en mí. Ahora observo mi relación hacia ellos(as) y no la relación de ellos(as) hacia mí, o también, pero en primer lugar me miró a mí y como me siento en esa relación.
Ha cambiado mi forma de pensar en que me veo protagonista de mi vida, me veo como la Silvana que toma decisiones, que se la juega aunque sienta que existen dificultades. Ha cambiado mi forma de pensar en que yo no valgo menos.
De lo que más satisfecha me siento es de internalizar el derecho a equivocarme. Es lo máximo para mí, porque pensar que no tenía que equivocarme me hacía sentir muy mal. También el mirar qué es lo que quiero en cuanto a una relación de pareja o cuando estoy conociendo a alguien, el escucharme y decir lo que pienso. Asimismo, decir lo que pienso en el ámbito laboral.
De Vanessa me gustó llevaba un registro de todo lo que decía en las sesiones y luego, se continuaba avanzando a través de un correo electrónico, con una frase que lo encabezaba y la cual volvía a leer muchas veces hasta la próxima sesión. Ese correo electrónico lo esperaba con ansias, era muy motivador para mí.
Además me gustó mucho su sinceridad y lo clara para hacer ver las cosas, que en varias ocasiones, yo veía de manera equivocada.
Una vez más dar a conocer lo infinitamente agradecida que estoy de conocerte, de que hayas sido mi Coach, de toda tu dedicación y entrega, de todos tus conocimientos y sabiduría, me has cambiado la vida positivamente. ¡Muchas gracias!