“Antes era una persona con muchas inseguridades, falta de confianza en sí misma, que dependía de la aprobación de los demás para sentirse valiosa y tomar decisiones, que ponía por encima el bienestar de todo el mundo y dejaba el propio para después. Tomaba muy a pecho los comentarios y críticas de los demás, aceptándolas siempre como la verdad absoluta y dejando que definieran el concepto que tenia de mí misma, así como mi estado de ánimo.
La verdad, me sentía fatal en muchas situaciones cotidianas. El hecho de estar pendiente de lo que los demás pudieran decir o pensar de mis acciones era agotador. Me sentía en una carrera por satisfacer las expectativas de los demás por miedo a que me dejaran de querer, a que no me aceptaran tal y como soy, así que vivía constantemente con una máscara sin dejar salir a la verdadera Laura, una Laura que tiene mucho por ofrecer. Los sentimientos de envidia y celos estaban muy presentes en mi día a día y mi manera de gestionarlos no era adecuada, porque los rechazaba y terminaba amargándome y sufriendo solita. Sentía que no tenía el control de mi vida por mi falta de asertividad y lo difícil que me era decir que NO.
El proceso de coaching le dio un giro de 180° a mi vida. Entendí que mi valor como persona no depende de mis logros o fracasos, de que tan inteligente soy, de que tan bonita soy, de si soy exitosa o no, de si tengo diplomas o no, de si gusto o no a los demás; simplemente soy valiosa y punto, por el simple hecho de existir. Esto ha sido una verdadera revelación, porque el simple hecho de reconocer mi valor me hace analizar e interpretar las situaciones que me generan malestar desde una óptica completamente diferente. Ahora sé que yo y solo yo tengo en mis manos el poder de transformar mi vida y por ende de mi depende la decisión de ser feliz.
Me siento libre, libre de ser yo misma. Siento que me he quitado un peso de encima, ese peso de llenar expectativas, de estar pendiente y calcular cada uno de mis actos y sobre todo cada una uno de los gestos de quienes me rodean buscando aprobación. Dejé de culparme por querer pensar en mi y priorizar mis anhelos y sueños.
Uffff, muchas cosas han cambiado y mi familia y amigos cercanos lo han notado… Mi necesidad de ser, actuar y estar perfecta en todo momento ha desaparecido casi por completo. Me doy permiso de estar triste, enojada, feliz, sin ganas de hacer nada o muy motivada.
Mi relación conmigo misma cambio en un 200%, sigo mi instinto, respeto mis deseos, ya no voy en automático diciendo si a todo, sin pensar si es algo que realmente quiero hacer. A algunas personas les ha sorprendido escuchar NO, NO, NO, cuando antes siempre acudía a cualquier llamado y hacia cualquier favor que me pedían sabiendo que era algo que me generaba malestar o que simplemente no me apetecía.
Ya no me siento culpable por cambiar de opinión, he aprendido a poner límites, a expresar mis necesidades, a aceptar mis sentimientos de celos y envidia, sin juzgarme por ellos.
No voy a decir que ya no tengo miedo, pero ahora me siento mas empoderada, sé que en cualquier circunstancia me tengo a mi misma para animarme, levantarme y continuar. Por eso ahora tomo tiempo para darme mucho amor, cariño y hacer lo que me gusta.
Me ha encantado todo el proceso, los ejercicios de cada sesión estaban diseñados de acuerdo con mis necesidades del momento. Hemos abordado todos los temas que me generaban malestar o en los que necesitaba trabajar. Siento que Vanessa me enseñó a confiar en mi intuición, ella me guiaba para que yo misma encontrara las respuestas a mis preguntas. Sesión tras sesión creamos una relación de confianza y eso permitió romper mi caparazón para abrazar y apapachar a mi niña interior que tanto lo necesitaba
Simplemente decirte gracias, Vanessa. Mil gracias por todo lo que me aportaste en este proceso. Gracias por tu trabajo, por estar pendiente de mí, por ayudarme y darme las herramientas que me hacían falta para seguir construyendo mi presente y mi futuro, pero esta vez un presente y un futuro en el que la verdadera protagonista es Laura o, bueno, todas las LauraS que descubrí en mi interior”.