Empecé el proceso porque no podía más, sabía que necesitaba ayuda desesperadamente, la vida que estaba viviendo no era para nada la que yo necesitaba ni deseaba… Me sentía invisible, insegura hasta límites insospechados, decaída, intranquila, nerviosa, con la autoestima por los suelos.
Ahora todavía tengo altibajos, pero los acepto y sé a qué herramientas he de recurrir para sentirme mejor. Estoy más tranquila y soy más comprensiva conmigo misma.
Lo que más ha cambiado es mi forma de pensar, saber de dónde venían esas inseguridades y esos miedos y sentir que en mi esencia soy suficiente y valiosa.
De lo que más satisfecha estoy es de ser capaz de cambiar mis pensamientos para mejor gracias a las herramientas de trabajo tan certeras que he aprendido a manejar.
Estaba cansada de ir a psicólogos y de pasarme las sesiones hablando y hablando como quien se desahoga con un amigo. Con Vanessa he conseguido meterme en el camino del cambio gracias a mucho trabajo de campo, ejercicios y herramientas muy buenas que me ha proporcionado y que he puesto en práctica de cara a mi evolución hacia la nueva Yo que quiero ser.
No tengo ningún “pero”, realmente no creo que pueda haber ningún método mejor que el de Vanessa. Eso sí, es indispensable poner en práctica a rajatabla el plan de acción marcado en cada sesión conjuntamente con ella para conseguir el ansiado cambio.
Recomendaría a Vanessa una y mil veces. Con ella le encuentras sentido a todo lo que ocurre en tu cabeza, no hay nada que quede sin explicación. Compruebas tu evolución a medida que vas avanzando en cada sesión. Su trato cercano y eminentemente práctico consigue esa evolución. Muchas gracias por todo.