“Antes del coaching me reprochaba muchas cosas a mí misma. Si me peleaba con alguien, me culpaba por no ser más relajada. Si me sentía triste por algo, me culpaba por ser tan sensible. Eran muchas cosas que juntas se hacían pesadas de llevar. Eso me hacía sentir triste e insegura.
Ahora he aprendido a aceptarme cómo soy, a identificar esos rasgos como cosas buenas o simplemente como parte de mí. Al aceptar estas cosas, automáticamente se genera confianza y al tener confianza se mejoran aspectos de mi vida (trabajo, relaciones, proyectos del futuro). Me siento bien, siento que soy yo, que soy auténtica.
Ha cambiado que volví a “tomar las riendas” de mis decisiones, que puedo asumir riesgos y equivocarme, ser más espontánea y decir las cosas que pienso, no cuestionarme cómo soy o por qué hago las cosas, sino hacerlas porque quiero y confiar en mí.
Me gustó de Vanessa que es muy amable, su manera de decir las cosas, de explicar, de darte confianza. Al mismo tiempo de acompañarte en el proceso y aparecer de vez en cuando para saber cómo vas. Me gustó que fue un proceso divertido, cada sesión era diferente y con tareas diferentes.
Espero que sigas teniendo muchas personas a quien coachear y ayudar :)”.