M.Z.
Empresaria. San Sebastián.
“Cuando recurrí a Vanessa estaba realmente desesperada, no me aguantaba, ni a mí ni a los que me rodean. Sentía que mi vida no tenía mucho sentido.
En este momento soy otra persona. Me preocupo mucho menos por tonterías, tolero mucho más a los que me rodean, estoy más tranquila conmigo misma, me asustó mucho menos cuando tengo que presentarme en sociedad, he aprendido a perdonar y a olvidar…
Ahora me levanto con ganas y disfruto de todo, como si estuviera tomando algo, es increíble… Vamos, que noto que lo he conseguido, porque antes, no sé porque no podía por más que luchaba por ello…
He logrado perder el miedo a meter la pata, respeto más fácil a los demás y me afecta menos lo que me digan, y soy capaz de disfrutar de las cosas pequeñas.
Durante el proceso me impresionaba cómo llegaba a las cosas, salía satisfecha de todas las sesiones. A día de hoy sigo las pautas que trabajamos y, cuando las repaso, enseguida me coloco en mi sitio.”